Las imprecisiones del «gran especialista»

José Ángel Iturriaga

Tras el anuncio del lehendakari López del adelanto de las próximas elecciones autonómicas, la maquinaria mediática comienza su ofensiva al servicio de cada opción política, y cómo no, el colaborador habitual del grupo Correo, D. Florencio Domínguez, se apresta raudo a ensalzar la gestión socialista en su aspecto político, en un artículo publicado el 22 de agosto bajo el título de “El gobierno que instauró la tolerancia cero”. Comienza así el artículo:

“El Gobierno de Patxi López echó a andar en 2009 bajo el punto de mira de ETA y ha terminado un año después que una organización terrorista derrotada hubiera anunciado la renuncia a la violencia. ETA recibió a los miembros del Ejecutivo de Patxi López con un comunicado en el que declaraba al Gobierno “objetivo prioritario”. Eso fue el 12 de abril del 2009”. (…) “En una declaración de guerra abierta de una organización que ya entonces estaba más debilitada de lo que era capaz de reconocer. Pero no era un anuncio vacío. Unos meses más tarde, a principios del 2010, el entonces máximo responsable de la banda, Mikel Carrera, Ata, daba instrucciones a uno de sus comandos para que hicieran todos los preparativos necesarios para llevar a cabo un atentado con un fusil de mira telescópica contra el lehendakari o contra el consejero de Interior, Rodolfo Ares. Esos planes no fueron más allá porque la Guardia Civil los abortó en su fase inicial”.

Señalar en primer lugar que, a día de hoy, la derrota de la organización terrorista ETA no se trata de un hecho constatable, sino que, tal y como ha publicado ese mismo medio, existen razones suficientemente bastantes que indican precisamente lo contario: miembros de ETA armados, “trapicheo” internacional con componentes para confección de artefactos explosivos, captaciones de nuevos miembros, detección por las FSE de algún seguimiento a alguna personalidad,… son datos publicados y confirmados por el propio Ministerio del Interior.

Afirma D. Florencio que “Era una declaración de guerra abierta”, refiriéndose al gobierno socialista, como un hecho insólito, obviando “declaraciones de guerra encubiertas” precedentes, sufridas por otros gobiernos. No sabemos si se trata de un simple olvido o de una omisión consciente. Las declaraciones de guerra pueden realizarse de una forma “expresa” a través  de un comunicado, o sustanciarse de forma “tácita” lanzando una ofensiva contra el enemigo sin previo aviso. Esta es también una de las características de los movimientos totalitarios que ”el gran especialista” no contempla en esta ocasión. Para argumentar “la declaración de guerra expresa”, Florencio recuerda la orden de Mikel Carrera (Ata), a principios de 2010, de “preparar” un atentado contra el lehendakari o el Consejero de Interior “planes que no fueron más allá porque la Guardia Civil los abortó en su fase inicial”, obviando la orden de la Dirección de ETA en 1994 de “ejecutar” a un miembro del Gobierno (preferentemente Consejero o Viceconsejero de Interior) en sus habituales manifestaciones silenciosas por la liberación de Aldaia frente a su sede en Lakua, y “que la Ertzaintza abortó en su fase ejecutoria en enero del 95”. Este comando Araba iba a proceder a la ejecución de un atentado, igualmente con fusil de mira telescópica, contra el gobierno desde un hospital frente a su sede en Gasteiz.

El Sr. Domínguez continúa su artículo haciendo un repaso del nacimiento de este Gobierno; la jura del primer Lehendakari “no nacionalista”, el primer asesinato bajo su mandato del inspector del CNP Puelles, etc., hasta llegar a la remodelación de la Ertzaintza por parte del Consejero Ares:

“…el Gobierno Vasco remodeló la Ertzaintza y reactivó las investigaciones antiterroristas con la desarticulación, a principios del 2010, de dos células de ETA en Ondarroa… En otra operación fue capturado el asesino de Joseba Pagazaurtundua. En 2010, la Ertzaintza hizo tantas detenciones de etarras como en los siete años anteriores juntos”.

Es un hecho constatable que la nueva Consejería “remodeló” la Ertzaintza, pero D. Florencio emplea el verbo “reactivó las investigaciones antiterroristas”, en un nuevo intento de acusar a anteriores ejecutivos de no hacer lo suficiente en la lucha contra el terrorismo. Esta afirmación sería suficiente para que tanto el anterior ejecutivo como los sindicatos que defienden la profesionalidad de los ertzainas denunciasen públicamente esta grave acusación, ya que reconocer esta inacción en la lucha contra el terrorismo no sería otra cosa que reconocer la prevaricación; la no persecución de la comisión de un hecho presuntamente delictivo. Lo que D. Florencio vuelve a olvidar en esta ocasión, es que “la Ertzaintza remodelada” no “reactivaría” su trabajo antiterrorista, sino que “continuaría” con las investigaciones iniciadas por la anterior Consejería, tal y como consta en diligencias abiertas en la Audiencia Nacional allá por el año 2008, antes de la llegada de Ares. La segunda  imprecisión sería que, en el 2010, la Ertzaintza con Ares al frente, no desarticuló “dos células de ETA en Ondarroa”, sino que sólo desarticuló un comando, el Kresala, y esclareció la actividad de un segundo, el Tontor, el cual había dejado de funcionar tiempo atrás.

A lo largo de la última década, ha sido tal la intensidad y la constancia en la acusación a Ibarretxe y Balza en su falta de compromiso  en la lucha contra el terrorismo, tal el nivel del “rancho libre” en la patraña, que hasta cualquier “especialista en ETA”, como es el caso de D. Florencio, se haya podido pasar de frenada. En este sentido, la osadía de Floren alcanza su cénit al plantear un órdago a mayor, con tan sólo dos caballos en la mano, al asegurar que “la Ertzaintza  hizo en 2010 tantas detenciones como en los siete años anteriores juntos”, es decir, el éxito de Ares frente  al fracaso del Gobierno de Ibarretxe. En este sentido, y siguiendo datos publicados por la propia fiscalía de la Audiencia Nacional,  se pueden constatar los siguientes datos:

• Año 2003.-Comando Bizkaia (Anuk,) 3 detenidos.
• Año 2006.- Comando legal Ezkaurre, 2 detenidos a partir de las investigación del miembro fallecido Arkaitz Otazua, cuando intentaban asesinar a 2 ertzainas en La Herrera (2003).
• Año 2007.- 7 detenidos por colaborar con la organización terrorista, como miembros de la infraestructura de Amaia Urizar de Paz.
• Año 2008.- 2 detenidos por colaborar con el liberado de ETA Joseba Lupiáñez Mintegi.
• Año 2009.- Comando legal Asti. Detenidos 1 miembro del comando y dos de sus colaboradores.

Según estos datos, se trata de 3 comandos desarticulados y detenidos varios de sus colaboradores, con un saldo total de 17 detenciones, frente a los las 10 efectuadas durante el 2010, según la hemeroteca del Sr. Domínguez.

Por último, y bajo el subtítulo de “retirada de pintadas”, el autor afirma que “la aportación más relevante del Gobierno vasco ha sido, quizás, la aplicación de la política de tolerancia cero contra los actos de enaltecimiento del terrorismo y menosprecio a las víctimas… estimuló a los ayuntamientos para sumar esfuerzos a la hora de hacer desaparecer del paisaje urbano fotos de etarras, pancartas, pintadas y todo tipo de muestras de apoyo a la banda terrorista”. Y añade “que en este tiempo, la Ertzaintza ha llevado a cabo más de diez mil actuaciones…”

En este sentido, hay que reconocer el especial interés que este ejecutivo ha tenido para eliminar cualquier “vestigio etarra” de las calles de Euskadi, pero sin poder cuantificar las intervenciones de la Ertzaintza en otras épocas, la desaparición de “fotos y carteles de ETA” atañe tanto a Interior como a los distintos ayuntamientos de uno y otro signo, incluidos los socialistas, que en la era Ibarretxe dedicaron millones de euros en esta misma empresa, y que sería injusto acusar de “permisividad propagandística abertzale”. En definitiva, lavado de imagen en la CAV, que sirve para ensalzar el protagonismo socialista, en perjuicio de los Gobiernos nacionalistas anteriores, obviando los paisajes “abertzales” y “muros de la vergüenza” del Baztan, la Sakana o el mismo casco viejo de la vieja Iruña.

Respecto de la “tolerancia cero”, es absolutamente contradictorio la política de no permisividad de fotos y slogans etarras, con la permisividad de determinados niveles de violencia, eso sí, de baja intensidad, que repuntan esporádica y coyunturalmente en nuestra comunidad. Es decir, actos violentos y pintadas contra entidades bancarias que acaecen tras la detención de miembros de ETA en Francia, se definen como “grupos antisistema”; barricadas de fuego y lanzamiento de cócteles defendiendo Kukutza, se tildan desde estos mismos medios como de “grupos alternativos y defensores de la autogestión”; todo tipo de barricadas, cócteles, artefactos caseros, agresiones físicas a empresarios o esquiroles, delitos de lesiones a ertzainas, etc. en jornadas de huelga se presentan como “grupos anticapitalistas” y “protestas” contra la política de Rajoy; artefactos de confección casera o actos reivindicativos por la puesta en libertad del preso de ETA Uribeetxebarria se han venido a llamar por los propios políticos como actos de “grupos de nostálgicos o incontrolados”. Se está produciendo una trasformación en la manifestación de la violencia en esta nueva coyuntura política, con un proceso “democrático” en marcha, que está siendo negada por quienes únicamente se han preocupado de “cuidar la forma” y “el marketing” ante la sociedad vasca.

En fin, D. Florencio, ante la aportación de este ramillete de imprecisiones de los datos aportados, cualquiera sería capaz de aceptar este órdago, y plantear doble o nada en la siguiente partida, porque del final del artículo, “persecución de ETA”, “agotamiento de la banda”, “abandono definitivo de la violencia”, y “la vía Nanclares”, nos ocuparemos en futuras ocasiones.