Azala / Portada » El liderazgo ausente

Xabier Irazabal (*)

La honradez y la humildad son valores que siempre se le han reconocido al lehendakari Jose Antonio Agirre como reflejo personal de aquello que caracteriza al Pueblo vasco.

Para la mayoría de vascos y vascas el lehendakari era algo más que un simple líder, algo más que una personalidad política de las que marcan una generación. Su ejemplo le hizo acreedor de la autoridad moral y del respeto de su pueblo, algo que ni el dinero ni el poder dan ni darán jamás.

Representaba la dignidad de un pueblo, el respeto al ser humano, la grandeza de un pequeño país que en defensa de su personalidad y de la democracia se enfrentaba, junto con otros, a un enemigo totalitario que por medio de la fuerza se disponía a subyugar a todo aquel que no pensara como él.

El lehendakari Agirre era nacionalista vasco. Hasta las entrañas nacionalista y vasco, pero ante todo era lehendakari. Era el primero entre los iguales y en su figura se sentían representados nacionalistas vascos, socialistas, republicanos, cristianos, laicos y otros. Él era un lehendakari de los vascos y las vascas.

Son muy pocas las personas que tienen la capacidad de liderar a un pueblo, de tender puentes y construir desde la realidad social de sus gentes, avanzar sin destruir, ni hacer del enfrentamiento su forma de consolidarse en el poder. Pocas personas tienen la fuerza moral y la capacidad intelectual de crecer y unir sin alimentar a un enemigo externo al que utilizar en beneficio propio.

A nivel internacional, algunos grandes estadistas han representado estos valores y esta casta política. Nelson Mandela en Sudáfrica, Franklin Delano Roosvelt en Estados Unidos, Helmut Khol en Alemania, Olof Palme en Suecia o Jaques Delors en la Unión Europea son algunos de estos ejemplos.

Guardando las distancias, personalmente, he sentido un gran respeto por dos de nuestros líderes. Por un lado, D. Carlos Garaikoetxea en su día (lejos de sus actuales postulados), guió con acierto a su pueblo en uno de los momentos más decisivos de su historia. Por el otro, D. Juan José Ibarretxe, hombre íntegro como pocos, el valor de la educación y la tenacidad hechos persona. Representaron como nadie el amor por nuestra tierra, nuestra cultura y la defensa de nuestra lengua. Hoy día es evidente que ese tipo de liderazgos brillan por su ausencia. Nadie en este momento tiene la fuerza, el carisma ni la humildad suficiente para expresar en palabras y hechos la voluntad de su pueblo y para dirigirlo de forma cohesionada.

Pero no solo las personas ejercen ese liderazgo, también las políticas deben ser integradoras para que su discurso tenga contenido. Últimamente, hablamos mucho del influjo que ejerció el lehendakari Agirre en su tiempo, pero la conciencia de la virtud de los valores que defendió lamentablemente no se reflejan en las propuestas políticas y en las actitudes de nuestros dirigentes actuales. Estamos huérfanos del liderazgo de Agirre.

Los discursos autosuficientes y prepotentes, con la correspondiente réplica dominical pugilística de turno, son lo que se lleva. O planteamientos que como un déjà vu buscan repetir una historia, la de Lizarra, que con tanto entusiasmo defendimos algunos de nosotros en su momento, pero que en su resolución supuso una puñalada mayúscula, aunque ahora algunos se tapen los ojos. Esta historia tiende a un final ya conocido en el que el problema no solo es la cuestionable voluntad de ETA sino la oportunidad misma de hacer planteamientos políticos de división.

Es más necesario que nunca reivindicar ahora el liderazgo y las políticas de Agirre y sus coetáneos. El fuego cruzado de la batalla no permite escuchar las voces que abogan por una forma constructiva e integradora de hacer país. Es más fácil atrincherarse creyéndose poseedor de la verdad, a la espera de una victoria final que nunca llega. Si el nacionalismo vasco quiere liderar debe salir de la trinchera y empezar a caminar.

Un liderazgo a favor de, no en contra de; un liderazgo que apueste por la autoritas o autoridad moral, no por la potestas o por la fuerza. Un liderazgo en el que el acuerdo y el compartir sean un valor en positivo, no algo de lo que se huya para priorizar la hegemonía y el unipartidismo. No olvidemos que la mayor de las victorias puede ser al mismo tiempo la peor de las derrotas, como ocurrió en 2009.

Nosotros y nosotras apostamos por recuperar el espíritu de liderazgo de Agirre, que lejos de enfrentamientos eternos, recupere una forma de construir país de forma gradual, con la libertad y la unidad del Pueblo Vasco en el horizonte, pero asentado en la realidad social del país y en las personas como centro de la política, para que sus cimientos sean sólidos. En la defensa y desarrollo del bienestar de nuestra gente, rechazando de forma implacable cualquier tipo de violencia. Estoy seguro de que muchísima gente nos acompañará en este viaje.

(*) Vicepresidente Hamaikabat Bizkaia

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16 comentarios en «El liderazgo ausente»

  1. Lo cierto es que el nacionalismo está sin un rumbo claro, con un PNV en un constante equilibrio por mantener su unidad interna, que lo mismo pacta con ZP para un sector y y luego con Aralar para otro. Y lo que fue EA, pues tenemos a la EA que se va con Batasuna y a una H1! que no aparece en el mapa.

    Tampoco creo que las figuras como Agirre sean repetibles. Garaikoetxea e Ibarretxe fueron liderazgos carismáticos que ya vemos cómo acabaron. El primero en le herriko y el segundo en la oposición con el partido dividido.

    En principio, más que de personas, creo que hay que hablar de ideología. De tener las ideas claras como lo tenían la generación de Agirre, con un tracto ideológico muy claro que se enriquece con los nuevos acontencimientosm, las guerras mundiales, europa, etc. Falta todo ese trabajo ideológico de puesta en común y de mirar al futuro. Con eso claro, seguro que aparecerá una persona que teniendo clara esa ideología, aglutine al nacionalismo siendo un líder, y no un mesías, que es lo último que necesitamos.

  2. Hombre, la jaula d grillos en la k se ha konvertido la politika se potencia kon los 800 partidos k hay kon Aralar k se va kon el PNV y EA k se va kon Batasuna, k esto no hay kien lo entienda.

    Lo k si esta klaro es k la politika vaska aktual no es d konstrukcion sino d destrukcion. Me expliko: el PSE konstruye toda su akcion d gobierno komo «kambio» respakto al PNV, kritikando lo k hizo antes o sakudiendo el tema d la korrupcion. La politika del PNV, salvo el pakto estatutario, se basa en sakudir a Lopez y decir k lo hacen fatal y nada +. Asi es dificil konstruir algo en positivo, xo desd luego deberia hacerlo + el gobierno k la oposicion. La oposicion debe kritikar al gobierno, el gobierno lo k tiene k hacer es kurrar.

  3. Es evidente que el nacionalismo vasco necesita urgentemente de un liderazgo personal e ideológico fuerte y que arrastre, sin mesianismos pero con convencimiento y cohesionador.

  4. Totalmente de acuerdo con tu artículo Xabier. El liderazgo tiene que ser, como bien mencionas, con una construcción nacional posibilista e integradora, donde todos puedan estar orgullosos de hacer nación vasca, aunque algunos su adscripción nacional la quisieran vasca y europea y otros vasca, española/francesa y europea.

    El problema está en que una política integradora no moviliza en exceso, lo que se lleva es el enfrentamiento, el todos vienen a por mí, que vienen los españoles, o que ha habido una dictadura nacionalista, etc. Eso es lo que moviliza, pero a su vez aleja las posiciones para un acuerdo pragmático, que es de lo que se trata.

    Y en esas posiciones de choque de trenes, quienes ganas son siempre los extremos, los que no quieren acuerdo bajo ningún concepto. Y esos extremos ya los conocemos todos.

  5. Pues el tema está muy clarito. Hay lo que hay: una gran jaula de grillos, que por el momento y hasta ahora, no parece que ninguno esté dispuesto a liderar el país. Nunca se había visto un nacionalismovasco tan fragmentado como lo estamos viendo ahora. Pero es lo que hay…………

  6. Creo que he leído a Txomin Saratxaga el concepto de liderazgo participativo tal como el lo aplicó en Irizar.

    El liderazgo, este nuevo tipo de liderazgo, está en relación directa con la estructura de la organización. Dado que el PNV, el partido nacionalista más importante, tiene una dinámica verticalista y aparatista, no ganamos nada con liderazgos carismáticos, sino al contrario, perpetuamos los errores pasados.

    Lo importante es plantear una nueva dinámica organizativa. Pero para eso es también necesaria una decantación y fijación ideológica. El nacionalismo está divido en relación a las relaciones ideológicas y políticas con el MLNV. Mientras no levantemos acta de autosuficiencia y no encaremos nuestras diferencias internas con otra filosofía que la del mutuo exterminio, la cuestión del liderazgo será llamativa pero secundaria.

    Hamaikabat plantea un modelo diferente. Pero sólo la práctica nos dirá si funciona y si persiste en ello.

  7. no nos engañemos, el nacionalismo vasco peca de todos lo defectos de la política actual (partitocracia, mediocridad, amiguismo, maniqueísmo) y además sufre el lastre de un mundo, el del MLNV, anacrónico y antisistema, que le impide abordar con claridad los retos que nos plantea el siglo XXI. Tengo la impresión de que los partidos abertzales siguen enmarañados en debates de un mundo en extinción. Formación, conocimiento, intercambio son conceptos que deben ser prioritarios para un nacionalismo comprometido con su país y con sus gentes. No vale de nada seguir enarbolando la ikurriña y reivindicar el zazpiak bat. Eso es refugio de mediocres. A este paso, el diferencial que tenemos con España se va a ir acortando hasta uniformizarnos en su pobreza e incultura. Igual es que tengo mal día, pero yo, como decia Oteiza, al final del túnel no veo la luz sino el tren que nos va a arrollar.

  8. Xabier,

    Eskerrik asko por tu contrtibución con éste post. Estoy fundamentalmente de acuerdo con la descripción que haces del Lehendakari J.A. de Agirre y Lekube y también del otrora Carlos Gairaiko (que dista mucho con el de hoy, desgraciadamente) así como de JJ Ibarretxe.

    Hecho de menos sin embargo una carácteristica, una forma de vivir la vida que tenía el Lehendakari Agirre con absoluta profundidad que se obvia en tu escrito.

    Se trata de su fé, (euskaldun fededun), Cristiandad. Creo que no son pocos los escritos suyos donde hace incapié en ello porque formaba parte intrinseca de su persona, familia y vida.

    Hoy en día me atrevo a decir que está de moda el decir que uno no es practicante, incluso es agnostico, otros no creen en ninguna religión.

    Una pena, un servidor desde luego lo tiene claro, al igual que José Antonio de Agirre y Lekube, cualquier proyecto que me marco, por pequeño o grande que sea, se lo ofrezco a Jaungoikoa porque siento su presencia en todo lo que hago.

    Ojala ocurra una refundación de la fé, cristianismo, incluso otras religiones, porque me parece que con el vacío espiritual que reina en nuestra sociedad, nuestros proyectos se veran de todas todas mermados.

    Las siglas de JEL lo indican claramente, por encima de todo y de todos está Jaungoikoa.

    JELen, agurtzen zaitut Xabier,

  9. El problema del nacionalismo es que su propio sentido y razón de ser implica quimeras y utopias que chocan frontalmente con la realidad de la legalidad, en este caso de la legalidad plasmada en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía.

    Y es que a la gente lo que realmente le interesa es su día a día, y hoy día, pasados ya los momentos romanticos del reencuentro del nacionalismo con la sociedad, nos encontramos con que la gente lo que realmente valora es la política que se basa en la resolución efectiva de los problemas reales (economia, justicia social, bienestar…) y no la política-ficción que plantea como problema unico la confrontación de identidades y la promesa eterna de llevar al pueblo vasco a la tierra prometida de la independencia.

    Afortunadamente, eso, a la gente esta dejando de interesarle.

    Por otro lado la existencia del nacionalismo violento y antisistema que ha sido durante muchos años comprendido y mimado por los intereses de muchos dirigentes nacionalistas democraticos y que hoy se ha demostrado que ha sido uno de los muchos errores que todos hemos cometido y que han dado como fruto la existencia de ETA durante demasiado tiempo.

    Al parecer muchos miembros de ese nacionalismo democrático estan poco a poco comprendiendo la inutilidad de la violencia y se estan desmarcando de ella. Pero claro, los que viven presos de los dogmas revolucionarios y de las mentiras, sólo aceptan que el unico camino para llegar a esa tierra prometida es atraves de la lucha armada porque lo demás implicaría la sumisión al sistema y la claudicación.

    Queda poco para ver quien gana esta batalla y les puedo asegurar que no va a ser el nacionalismo violento.

    Como todo el mundo puede comprender.

  10. Pero Davichu que el problema del nacionalismo vasco no es que tiene que aceptar la consti, porfa, Davichu, que estamos en democracia, que nadie tiene que aceptar nada, Davichu, que eso es la trágala y claro eso de democrático nada.
    Y claro si te parece que en el mund globalizado la gente va a prescindir de su identidad Davichu es que simplemente te piensas que españa es lo universal, cuando no es más que una cuadra estatal más con su subcultura y sus renecuajos. Lo cierto es que la identidad vasca tiene su atractivo mientras que la española tiene siempre que recurrir a los arrullos del orden vigente para crear un principio de realidad. Así no se ganan los corazones, Davichu.
    Es que claro cuando hablas de que el nacionalismo tiene que dedicarse a la política real y no de ficción es que no se de lo que hablas Davichu cuando españa tiene un jefe de gobierno que ha negado la existencia de la crisis y que se dedica a jugar al escondite frente a organismos internacionales y la propia UE para evitar aplicar políticas que electoralmente no le son beneficiosas porque suponen reajustes y tal. Y claro con un Rajoy que lo único que quiere es derribar al gobierno y cuya alternativa económica pues nos es francamente desconocida, más allá de esa Loapita que nos quieren endilgar con el pretexto de la racionalización. Te pediría Davichu que fueras más constructivo y tu no hicieras quimeras ni castillos en el aire con realidades que ves en el prójimo pero que respecto a tí y los tuyos obduran tu ojo como una gigantesca viga.
    Lo que tu llamas nacionalismo antisistema, el MLNV tiene mejor y mayor trato con los sociatas y con Eguiguren que con cualquier nacionalista desde hace años, desde más de un lustro, por tanto esa petición de principio que haces confundiendo nacionalistas con mlnveños no es más que una intoxicacion barata, que Davichu, es indignante.

  11. No confundo nada, los etarras son tan nacionalistas vascos como los jeltzales o como cualquier abertzale. La diferencia radica en el modelo de nación que unos y otros desean montar.

    En este post, no se está hablando de las carencias del Estado español que, obviamente, como cualquier otro estado tiene. Sino de las carencias del nacionalismo vasco que despues de más de 100 años de existencia más o menos organizada no ha conseguido que su idealizado «pueblo vasco» se emancipe de España.

    Ese es el debate señora y no si los españoles somos tal o cual cosa.

    La cuestión es ¿Hacia dónde se dirige el nacionalismo vasco?

    La división secular que ha caracterizado las diferentes familias tanto del nacionalismo institucional como las familias del nacionalismo antisistema, demuestran la imposiblidad de entendimiento más allá de pactos concretos en pos de las diferentes poltronas que los vascos hemos creado a mayor gloria del ego vasquista que, en definitiva, es lo que más motiva a todos.

    Coincidirá conmigo en que en Euskadi hay un problema que constituye el mayor hecho diferencial con respecto a los demás pueblos de España que es el de la violencia disfrazada de conflicto político. Ese es el cáncer fundamental que carcome todo y que no deja que ninguna corriente política (ni siquiera la del nacionalismo democrático) se desarrolle normalidad y libertad plena.

    Los nacionalistas han sido los únicos que han podido proponer a la sociedad su modelo político con total libertad, y esto, Merry, si es lo verdaderamente indignante. Que mientras otros han pagado con su vida la defensa de sus planteamientos políticos, ustedes han mirado cobardemente para otra parte.

    A pesar de ello y después de más de 30 años de democracia el nacionalismo se encuentra totalmente dividido (incluso dividido en las divisiones) en el caso del democratico e ilegalizado en el caso del nacionalismo antisistema.

    Este es el hecho, si usted piensa que es intoxicación, me parece bien. Cuantos mas nacionalistas haya mirandose el ombligo y pensando que son los únicos garantes de la moralidad y la pureza… mejor.

  12. Pero bueno Davichu es que claro la falta de libertad de los del PP y del PSOE no ha sido falta para hacer lo que hayan querido desde el ámbito del estado o de las instituciones que han gobernado sino falta de libertad personal por amenaza física de muerte. Muchos nacionalistas vascos han sufrido en primera persona la acción del MLNV y claro que tu vengas a reivindicar a los mártires de tu cuadra ideológica es algo capcioso, por que esos que agreden agreden a todos y lo de mirar pal otro lado, Davichu, yo es que no lo veo, en su mayoría los cargos políticos nacionalistas no solo han sufrido la acción del MLNV sino que han ayudado a la gente amenazada. Pero claro en tí prima la mezquindad del que no argumenta sino que vive de presunciones.
    pero claro el parentesco entre los sociatas y los del MLNV es que te lo saltas por que es que son la gente que más ha tratado entre ellos, de veras Davichu, ellos engañan a españoles ingenuos como tu mismo y se van de parranda eguiguren y otros con Goirizelaia y Otegi y claro como no te invitan te piensas que no hacen esas merendolas y esos tratos. Es que claro tienes un deficit de visión respecto a las cagadas españatas respecto al MLNV.
    Yo de veras Davichu me parece que la caída en desgracia de Pachilo es que va a ser un lastre para tus sueños de españolidad. Ya hemos visto un gobierno español en Lakua y la experiencia hace preferir otro tipo de cosas, aunque sea por el bienestar de la ciudadanía.

  13. Comparto todo lo que dices del Lehendakari Agirre. Creo que el Lehendakari Garaikoetxea, antes de su deriva actual, fue un líder que dejó una gran impronta en nuestro país.
    Discrepo de la comparación con el lehendakari Ibarretxe. Es honesto y patriota, pero demostró carecer de la mínima cintura política y conocimiento del medio. Dejó al PNV dividido y en la oposición.
    Siempre he pensado que lo más parecido al Lehendakari Agirre en estos tiempos fue Imaz. Tuvo sus ideas y su clarividencia. Incluso su gran generosidad, ya que se quitó del medio y desapareció antes que forzar una división en el PNV, para seguir en el poder. Es ya pasado probablemente para la política. Nunca volverá. Pero tenía esas cualidades.

  14. Liderazgo, lo que se dice liderazgo, haberlo haylo. Otra cosa es que no nos guste @l lider o bien no l@ hayamos identificado.

    Después de darle muchas vueltas al tema, y sin miedo a equivocarme, además el miedo esl ibre) considero que hay varios lideres en la nación vasca. Haberlos insito haylos, a distintos niveles.

    Es como si uno en todo momento se preocupa en saber cual es la contradicción principal y cuales son las secundarias. Por cierto muy importante ya que de ello dependerá los aciertos o fracasos que tengamos en conocer y por tanto actuar y al ser posible anticiparnos a las actuaciones revolucionarias de la A.I.A.

    Hoy, no de derecho que si de hecho hay un lider incostestable en la nación vasca y ese es Arnaldo Otegi, es a todas luces el Jefe Supremo del Partido Españolista Comunista que está trayendo loc@s a la mitad de nuestros responsables políticos y … , a la mitad del restante.

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