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Las mentiras de Jose Diaz Herrera y los Mitos del Nacionalismo Vasco Bombardeo Gernika

“Los Mitos del Nacionalismo Vasco” y las mentiras de José Díaz Herrera (7)

José Díaz Herrera, el bombardeo de Gernika y “la Gran Mentira”

José Díaz Herrera

No sé qué tendrá la cuestión del bombardeo de Gernika que todos los pensadores más militantes del nacionalismo español no pueden reprimir sus aportaciones personales más creativas acerca del tema. Cómo no, este es el caso de nuestro periodista canario favorito José Díaz Herrera.

En una ocasión anterior ya escribí sobre el profesor de historia Pedro José Chacón y sus lamentables artículos sobre el bombardeo de Gernika. A veces, por su argumentario nos da la sensación de que el profesor bilbaíno tiene como libro de cabecera Los Mitos del Nacionalismo Vasco de José Díaz Herrera.

Esta vez no escribiré sobre mentiras concretas como en los capítulos anteriores o como en algún otro más que viene después. Tal como he relatado anteriormente, el periodista chicharrero utiliza distintos “recursos literarios” para desinformar de una manera metódica al lector de su libro.

Estos recursos se basan en estos cinco pilares:

  • -la mentira absurda, por fácilmente desenmascarable: como la de las cárceles barco (ver), la implicación de las tropas moras en la guerra en Euskadi (ver) o el asesinato de los burukides del PNV (ver) o el del cónsul-espía Wakonigg (ver).
  • -la mentira más taimada: como los asesinatos de los requetés de Azkoitia (ver) o el del ex alcalde Paternina (ver).
  • -la teoría delirante
  • -el doble rasero
  • -la omisión

En la cuestión del bombardeo de Gernika es una combinación sinérgica de estos tres últimos. José Díaz Herrera pretende que miremos al dedo cuando el sabio señala a la luna.

Las negritas las he aplicado yo y los comentarios entre paréntesis son míos. El resto es mérito exclusivo del autor de Los Mitos del Nacionalismo Vasco en las páginas 91 y 92 (y como siempre, recomiendo leer las notas a pie de página):

“Sea como fuere, era la primera vez en la historia en que se bombardeaba una población civil. Deliberado o no, el grave error del general Hugo Sperle, que mandaba la legión Cóndor, responsable del ataque aéreo, y del general Franco, fue no lanzar antes bombardeos disuasorios que obligaran al desalojo de la población civil«.
(Y como sabemos todos, nadie es perfecto y que levante la mano quien no haya cometido en su vida algún “error”. Ahora bien, ¿si es deliberado se lo puede calificar como error? Por la repercusión internacional, nadie pone en duda que lo fue. Pero «error» como algo no deliberado, en absoluto. ¿Por qué quién, a excepción de José Díaz Herrera, baraja la posibilidad de que la ausencia del bombardeo disuasorio no fuera de deliberado?).

«Por eso, un amplio sector de la opinión pública calificó la acción militar de criminal e inmoral por no ajustarse a los usos de la guerra de entonces, aunque ya comenzaban a arrojarse gases asfixiantes contra el enemigo. Y aunque apenas un lustro más tarde el bombardeo de las poblaciones fue una táctica habitual en la Segunda Guerra Mundial, la masacre de Guernica causó espanto y estupor en el mundo. Los gobiernos de Valencia y Euskadi utilizaron el bombardeo como elemento de propaganda en un intento de internacionalizar un conflicto ya perdido«.
(En el libro el periodista hace suya la teoría franquista de que el PNV es en gran parte responsable de la duración de la guerra, porque si no se hubiera tomado bando por la República esta hubiera acabado antes y no hubiera habido tantos muertos. Por esa regla de tres, ¿si el Gobierno de la República se hubiera rendido desde comienzo del Golpe cuántos muertos nos hubieran ahorrado? ¿y cuántos, si estiramos un poquito más ese chicle argumentativo, si Mola y Franco, en plan Thelma & Louise, se hubieran tirado de un barranco agarraditos de la mano?)1

«Pese a que los muertos son bastante menos que los causados en el asalto a los barcos-prisión de Bilbao el 4 de enero de 1937…» (el 4 de Enero no se asaltan los barcos prisión sino las prisiones en tierra. Teniendo en cuenta que le dedica un capítulo y una buena sarta de embustes a la cuestión de los asaltos a las cárceles el error resulta como mínimo llamativo. Pero si Franco y Sperle cometieron uno por no avisar por el bombardeo, cómo le vamos a reprochar nada al periodista chicharrero)»…, donde se asesinan a personas más indefensas todavía…» (el  Sr, Díaz Herrera debería de patentar urgentemente el indefensiómetro. Personalmente a mí no me gustan este tipo de comparaciones. Ambos hechos fueron unos crímenes inmundos y punto)2 «…el lehendakari saca un duro comunicado«:

Ante Dios y ante la Historia, que a todos nos ha de juzgar, afirmo que durante tres horas y media los aviones alemanes bombardearon con saña la población civil de Guernica, reduciéndola a cenizas y persiguiendo con fuego de ametralladoras a mujeres y niños.

Del comunicado de protesta del lehendakari José Antonio Agirre
EL «bueno» del general Sperle tras una mala noche después de leer el comunicado de Agirre.

(Coincido con Díaz Herrera al cien por cien. Al leerlo he tenido que sujetarme a la silla y he necesitado de varios minutos para reponerme. ¡Qué dureza! Al fin y al cabo Sperle y Franco solo cometieron el “error cartográfico” de hacer desaparecer Gernika del mapa. Estoy convencido que esa noche ninguno de los dos pegaría ojo ante semejante comunicado. Sin duda, el lehendakari Agirre se pasó dos pueblos).

«Así, implicando a los aviadores alemanes en el bombardeo, el PNV presenta al pueblo vasco como los mártires de una contienda internacional que no han provocado y frente a la que se sienten ajenos.«
(Yo más bien diría que quien “implica” a la aviación nazi es quien se sirve de ella para bombardear a lo que en teoría es su propia población civil, es decir, el general Franco. El lehendakari lo que hace es denunciar que Hitler y Franco, además de incumplir el Pacto de No Intervención de las potencias extranjeras, están masacrando al indefenso pueblo llano. Pero, por supuestísimo, todo depende del color del cristal con que se mire)3.

«Intentan situarse de esta forma en una plano material, espiritual y moral superior al resto de los españoles y tratan de llevar a los círculos de decisión extranjeros una gran mentira: han sido obligados a la fuerza a convertirse en beligerantes, en contra de sus convicciones éticas y de su ideología pacifista, como si Sabino Arana y sus seguidores hubieran sido almas de la caridad dedicar a predicar el amor con los españoles.«
(Coincidimos en que Sabino Arana no “predicó el amor con los españoles”. Siendo esto cierto, lo que no veo es cómo el lehendakari Agirre con su comunicado “Intenta situarse de esta forma en una plano material, espiritual y moral superior al resto de los españoles”. Ni nada de lo que hubiera hecho Sabino Arana, ni cualquiera de sus seguidores hasta esa fecha, fuera remotamente comparable al bombardeo de Gernika. José Díaz Herrera, no nos los aclara. Lanza la piedra y esconde la mano).

Para completar la gran mentira,…» (aquí he de confesar que llegados a este punto, yo ya me he perdido. Porque releo el comunicado de Agirre aportado por Díaz Herrera y solo veo datos empíricos: «los alemanes bombardearon a la población civil de Gernika durante tres horas y media, la redujeron a cenizas y ametrallaron a mujeres y niños». No sé a qué mentira se refiere y eso que el chicharrero en la cuestión de las mentiras es un titán) «… el periodista británico Steer, amigo de José Antonio Aguirre,….se encarga junto con Pablo Picasso de hacer de la villa de Guernica un símbolo de salvajismo y la barbarie, ocultando que en todas las guerras ocurren hechos sanguinarios y vergonzantes.”
(¡Vaya trío de mentirosos! ¡Menos mal que le tenemos a José Díaz Herrera! si no fuera por él, el lehendakari Agirre, Picasso y Steer se habrían salido con la suya y no nos habríamos enterado de que «en todas las guerras ocurren hechos sanguinarios y vergonzantes”). 

El dirigente de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”, debió plagiar este “gran concepto” de Los Mitos del Nacionalismo Vasco cuando en 2013 lamentó “los inevitables daños colaterales que en cualquier conflicto se padecen”.

Y después de una buena dosis de teorías delirantes y doble rasero, la omisión de la verdadera Gran Mentira.

Porque al igual que en su infumable serie de artículos sobre el bombardeo de Gernika de Pedro José Chacón Delgado, parece que José Díaz Herrera tiene dificultades para recordar la verdadera gran mentira del bombardeo de Gernika, ya que la omite. 

Ni Franco, ni Sperle, ni Mola calcularon el escándalo mundial que supuso la aniquilación de un pueblo como Gernika. Ante esa situación el Caudillo del Glorioso Movimiento Nacional y de la Santa Cruzada reaccionó rápido y acuso a Agirre y los republicanos de la hazaña.

“Guernica no fue bombardeada por mis fuerzas aéreas…, fue incendiada con gasolina por los propios vascos”. 

Comunicado de Prensa del Cuartel del General Franco, 5 de mayo de 1937

«¡Miente Aguirre! Miente vilmente (…) No hay aviación alemana ni extranjera en la España nacional. Hay aviación española. Noble, heroica aviación española que lucha constantemente con aviones rojos que son rusos, franceses y conducen aviadores extranjeros (…) Guernica no ha sido incendiada por nosotros. La España de Franco no incendia. La tea incendiaria es monopolio de los incendiarios de Irún, de los que han incendiado Eibar, de los que trataron de quemar vivos a los defensores del Alcázar de Toledo».

Este comunicado lo podía haber suscrito perfectamente José Díaz Herrera. Pero no es él, es Radio Nacional de Salamanca, 5 de mayo de 1937.

“Además de las pruebas que se han aportado y de las que se aportarán todavía, aquí está la España reconquistada por Franco, serena, tranquila, libre y feliz junto al ejército nacional, mientras las hordas rojas asesinan, martirizan, incendian, destruyen y roban. Los vascos y el mundo entero deben saber que Aguirre ha quemado Gernika. No hay más verdad que esta, la única verdad.”

Radio Gasteiz (Mayo de 1937).

Franco ordenó a sus subalternos, a nazis e italianos, mantener la mentira de la autoría del bombardeo. El escándalo mundial fue mayúsculo porque Gernika no era un objetivo militar, era una ciudad abierta, es decir, sin defensa alguna y era la primera vez que se aplicaba la Guerra Total en Europa.

“Aguirre, jefe del Gobierno Vasco, ha hecho hoy declaraciones por radio, denunciando la supuesta destrucción de lugares sagrados realizados por bombardeo aéreo del bando nacional, exhortando al pueblo vasco a la más vigorosa resistencia. El general Franco ha dispuesto una negación inmediata, por el mismo medio, denunciando el feroz sistema de los rojos de quemar y destruir todos los centros urbanos antes de retirarse.”

Comunicado del general italiano Bossi a Roma. «La verdad alternativa. 30 mentiras sobre el bombardeo de Gernika»-Pág 37-Xabier Irujo Ametzaga.

“Aguirre planeó la destrucción de Guernica con la intención diabólica de culpar al enemigo produciendo una tormenta de indignación…”

El general nazi Wilhem Von Faupel en Radio Gasteiz (Mayo de 1937). «Gernika, 26 de abril de 1937»-Pág 125-Xabier Irujo Ametzaga.

Cuando digo que no era un objetivo militar, no quiero decir que en Gernika no los hubiera. Los había. El “famoso” puente de Rentería, las fábricas de armas, los cuarteles de gudaris y la estación de tren.

Sin embargo, después de que la aviación más moderna y preparada del mundo arrasara la Villa4, prácticamente, lo único que quedaba en píe eran precisamente estos objetivos militares. Y si estos hubieran sido el verdadero objetivo de la operación bélica no se entiende como los militares nazis, responsables directos del bombardeo, lo consideraron como un «rotundo éxito» militar.5 No hay por dónde cogerlo y así lo entendieron las potencias democráticas de la época. Incluso los propios franquistas6 en uno de sus comunicados afirman que no lo era.

Queda claro, que el objetivo del bombardeo era comprobar la capacidad de destrucción de la aviación nazi arrasando una población civil para aterrorizar a la retaguardia enemiga y debilitar a esta psicológicamente.. El bombardeo de Gernika fue la puesta de largo de los bombardeos indiscriminados sobre objetivos civiles.

Para terminar, no me gustaría dejar de comentar algo que me ha llamado la atención. Es lo relativo al testimonio y nota a pie de página aportadas por el autor de Los Mitos del Nacionalismo Vasco del “futuro teniente de transmisiones del Ejército de Franco”, el bilbaíno Luis Pastor.  Según José Díaz Herrera, refugiado en Gernika “huyendo de las fuerzas nacionalistas”.

“Pastor otea el horizonte y ve aparecer un avión que entra desde el mar por la isla de Ízaro, da una pasada y lanza unas bombas de mano sobre los tejados de las casas. Aquello no le parece normal y tiene una premonición32.

32 Para una versión exhaustiva sobre quién ordenó el bombardeo se puede consultar Enigmas históricos al descubierto, Cesar Vidal, Editorial Planeta 2002.”

«Los Mitos del Nacionalismo Vasco»-Pág 91-José Díaz Herrera

Me interesaba profundizar en el testimonio del tal “Luis Pastor” y comprobar cómo “huía de las fuerzas nacionalistas” tal como menciona en su libro, dada la irreprimible tendencia del periodista para mentir a su incauto lector.

Consulté el libro de Cesar Vidal y no encontré ninguna mención a Luis Pastor. Es cierto que en la nota a pie de página tampoco lo promete. Aunque sería lo lógico ya que viene a continuación del testimonio y en él no se menciona nada relativo a la autoría del bombardeo. Se podría pensar que el canario se ha sacado la cita de la chistera y ha añadido el numerito de la nota a pie de página para darle verosimilitud. Teniendo en cuenta los precedentes de Los Mitos del Nacionalismo Vasco me queda la duda si es una “berza” o realmente es una “lechuga”.

Dado el incontable número de trolas con las que ha regado su libro, es muy posible, que José Díaz Herrera sea alumno aventajado de la misma escuela que Cesar Vidal. Acusado por los historiadores Ian Gibson y Ángel Viñas precisamente de sacarse las citas de debajo de la manga.

Como sé que muchos historiadores visitan Aberriberri, si alguno conoce el testimonio de “Luis Pastor” y la fuente les agradecería que me lo comunicaran y corrijo la duda.

En cualquier caso, una vez conseguido el libro de Cesar Vidal, prologuista del libro de José Díaz Herrera y entusiasta participante en las tertulias más carpetovetónicas, me llama la atención el último párrafo dedicado al tema:

“No fue un plan de exterminio genocida contra los vascos, sino la terrible combinación de la tecnología militar alemana con la deplorable incompetencia de las autoridades de Guernica para construir refugios o disponer de un sistema adecuado de extinción de incendios la que acabó provocando una tragedia en la que morirían algo menos de cien guerniqueses y buena parte de la localidad quedó arrasada.”

El debate sobre el número de víctimas, lamentablemente, no se podrá cerrar nunca. Yo reconozco que no lo tengo nada claro, y a pesar de ser importante, no considero que sea la cuestión fundamental.

El historiador Xabier Irujo Ametzaga, que ha escrito dos grandes libros sobre el tema, defiende con argumentos y testimonios de testigos, que fueron bastante más de mil. (Abajo el vídeo y la argumentación sobre el número de víctimas a partir del minuto 53. Merece la pena ver el vídeo completo). Sin embargo el arquitecto municipal de Gernika, Castor Uriarte, estimaba la cifra en 250 muertos.  

En cuanto a la siguiente cuestión creo que con esta cita de los historiadores Ingo Niebel y Juantxo Egaña queda claro el “nivel” de Cesar Vidal. Da la sensación de que lo escribieron pensando en él.

“Aquel día, las B1E cayeron a millares sobre Gernika. Su cuerpo estaba diseñado de tal forma que en plena caída alcanzaban una velocidad de 100 metros por segundo. Esta fuerza les permitía atravesar sin mayores problemas las tejas utilizadas en aquella época. Tras el impacto en un camarote, la carga del Thermit encendía mediante una llama viva la carcasa de la B1E, fabricada en elektron, un material compuesto por magnesio (90%) y aluminio (10%) que, a los 600ºC, empieza a arder y pierde su consistencia, convirtiéndose en una masa ardiente cuya temperatura supera los 2.000ºC. Durante los ocho minutos que ardía la B1E era imposible apagar este fuego artificial con agua o arena, los elementos que el ser humano utiliza instintivamente desde tiempos inmemoriales para combatir este peligro.

Se calcula que los aviones de la Legión Cóndor partieron con un máximo de 7.776 bombas incendiarias hacia Gernika. ¿Cómo se iban a apagar miles de pequeños incendios provocados por millares de B1E si previamente decenas de la “gran bomba mina” SC250 (bombas de 250Kgrms) habían destruido las tuberías, las casas y las calles?

“Gernika, memoria de un pueblo bajo las bombas y el fuego”-Pág 14-Ingo Niebel y Juantxo Egaña

Utilizando el argumentario de Cesar Vidal, y salvando las distancias, sería como acusar a los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki del “excesivo” número de víctimas por no haber provisto sus respectivas ciudades de refugios antinucleares.

El siguiente capítulo de «los Mitos del Nacionalismo Vasco y las mentiras de José Díaz Herrera» lo he titulado «El PNV mató a Manolete». En esta ocasión el periodista canario dispara a la manada y acusa al PNV de decenas de crímenes, con nombres y apellidos, en la retaguardia guipuzcoana y alavesa.

1“(el PNV) habían contribuido a mantener la Guerra Civil artificialmente, provocando de esta manera la pérdida de numerosas vidas humanas por ambos bandos pero, especialmente, en el Ejército nacional” .

«Los Mitos del Nacionalismo Vasco»-Pág 137-José Díaz Herrera

2“Iba de vuelta al cuartel cuando me encontré con una escena de la que me es muy difícil hablar, incluso hoy en día. Había una gran casona justo al norte de una plaza pequeña en el sector nororiental de la villa. Esta casona tenía un muro de piedra alrededor y una bomba había caído y destruido parte del muro. Cerca de él yacían dos chicas y un hombre que debieron refugiarse cerca del muro. El hombre y una de las chicas estaban muertos. La otra chica aún estaba viva y le colgaban los intestinos a través del abdomen desgarrado. Tenía los ojos abiertos y parecía implorar mi ayuda. Sabía que estaba herida de muerte pero me arrodillé y ella luchaba por incorporarse. La sujeté por debajo de los hombros y traté de convencerla de que había una camilla en camino y la llevaríamos al hospital lo antes posible. Simplemente me miraba. Nunca dijo nada. Era una chica preciosa, de pelo castaño claro. Todavía la sujetaba y le hablaba esperando una camilla cuando oí el sonido de los aviones. Miré atrás por encima de los hombros y los vi. Eran esos feos bombarderos trimotor alemanes. Volaban bajo y estaban justo sobre nosotros. Me giré y miré a la chica. Había muerto. Había visto la muerte en el frente muchas ocasiones pero me embargó la emoción”.

Testimonio del gudari Juan Sistiaga-«El día en que Gernika fue bombardeada»-Pág 65-William Smallwood, alias “Egurtxiki” (GB).

3“Vi sobre mí un caza-bimotor que me perseguía. Con la velocidad del rayo me tumbé en una hermosa y descubierta campa. El avión descendió a cuatro metros de altura. Hundido mi cuerpo en el suelo, elevé un poco mi cabeza, miré arriba con ojos de espanto, vi un aparato, en sus alas leí Junker, en su cabina descubrí dos hombres. Observé que un paquete rasgaba el aire con la velocidad el rayo. Enseguida un ruido atroz: era una bomba de mano que estalló sobre mi cuerpo. Temblé, me quedé electrizado, se me cortó la respiración, lancé un grito de dolor y quedé sepultado entre tierra, piedras y humo. Forcejeando desesperadamente me levanté. Una gran congoja me agitaba. Mi brazo izquierdo estaba destrozado. A diez centímetros más abajo que la articulación del hombro, tenía una profunda herida de donde salía sangre a borbotones que, bajando por todo el cuerpo, me quemaba. Rotas las carnes y roto el hueso del brazo, mi antebrazo izquierdo, pendiente de unos tendones, estaba mezclado con la tierra. Me agaché, y, con una serenidad que jamás creí había de tener, con mi mano derecha sujeté primero mi brazo herido, y, horrorizado, yo mismo lo crucé instintivamente sobre mi espalda, y a través de mi ropa sentía como mi sangre descendía del hombro hasta los pies como un río de fuego. Como enloquecido eché a andar sin orientación fija. Gritaba y pedía auxilio. Los aviones seguían bombardeando. Yo cruzaba cadáveres de mujeres y niños que habían sido muertos, según huían del pueblo, por las bombas y ametralladoras de los aviones. Ayes de moribundos y agonizantes destrozaban mis oídos. Nunca podré olvidar aquel cuadro trágico en el que una mujer llevaba entre sus brazos a un niñito y lo estrechaba contra su pecho. El niño gritaba: “Amatxo iltxera nua” (madrecita, me voy a morir), y la madre, envolviendo a su hijito con sus cabellos desgreñados, mientras corría inconsciente al azar le respondía: “ez bildurtu ume: biok ilko gara” (no te asustes, niño: moriremos juntos). Apenas había terminado de hablar la madre, un avión, descendiendo a veinte metros, los ametralló y los mato”.

«La guerra civil en Euzkadi. 136 testimonios inéditos recogidos por José Miguel de Barandiaran»-Pág 639-J.M. Gamboa y J.C. Larronde.

4“Gonzalo Cárdenas, arquitecto de la Dirección General de Regiones devastadas, expresó claramente en su proyecto de reconstrucción que de las 318 edificaciones de Gernika 271 fueron “totalmente destruidas”.

«La verdad alternativa. 30 mentiras sobre el bombardeo de Gernika»-Pág 154-Xabier Irujo Ametzaga

5Coronel Erwin Jaenecke, asistente de Von Richthoffen, jefe de la Legión Cóndor: “Guernica fue un rotundo éxito para el arma aérea alemana”.

“Guernica. La intervención alemana en España y el “caso Guernica”.– Pág179-Maier, Klaus A.

6 «…las calumnias de los vascos-soviéticos que después de destruir sus mejores ciudades, intentan culpar a la aviación nacional de estos actos de barbarie. Guernica no constituía en ningún caso objetivo militar… nuestra aviación no ha podido actuar estos días por la niebla y llovizna reinantes…»

Comunicado del Cuartel general de Franco publicado el 29 de Abril del 1937.

Casi todas las citas son de los libros «Gernika, 26 de abril de 1937» y «La verdad alternativa. 30 mentiras sobre el bombardeo de Gernika» de Xabier Irujo Ametzaga.

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