Iñaki Anasagasti bere blogean
Decía Almudena Grandes que la memoria no es cuestión del pasado. Es cuestión del presente, de lo que somos ahora y de cual es nuestro sistema de valores. Viene a cuento su reflexión al escuchar la noticia de que Dania Jai Alai vivió el domingo su última función. Era el único frontón con cuadro de pelotaris estable en EE.UU.
Y el dato me recordó al gran Antón Eguia, director del periódico, DEIA, que conocía muy bien el mundo de la pelota, de los frontones, de los pelotaris de mano y de Jai Alai y que ante la interminable huelga de la Ijapa en Estados Unidos me dijo: ”Esto es el fin de la pelota en USA. Tienen razón en lo que piden pero si vas allí con el todo o nada, te quedas sin nada. El capitalismo salvaje aplasta tanto como el comunismo salvaje”. Y pasó el domingo lo que me anunció el bueno de Antón. Cuando las cosas no se reivindican gradualmente, pasan estas cosas. Aunque a Mikel Lakuntza, secretario de ELA, estas noticias le entran por un oído y le salen por otro. Nunca han creado un solo puesto de trabajo.
El frontón Miami Jai Alai abrió en 1926. Nada menos. A partir de ese momento, la llama de la cesta punta prendió en Estados Unidos. Hubo competición en Chicago, Nueva Orleans, Nueva York, San Francisco o San Luis. Llegó a haber 16 frontones en Florida, Rhode Island, Connecticut y Nevada. En total, casi 500 pelotaris vascos se ganaban el pan en el sueño norteamericano.
Recuerdo a los pelotaris vascos llegar a Caracas tras su temporada en los frontones de Florida. El frontón del Centro Vasco de Caracas, que tenía algo menos de las dimensiones adecuadas, se llenaba hasta los topes. Generalmente el presidente de la República abría con su saque el primer partido. Luego esos pelotaris volvían a Euzkadi. Todo esto es ya pasado.
La huelga que en 1988 mantuvieron los pelotaris vascos de 18 frontones, agrupados en la IJAPA, duró tres años. Fue el principio del fin de la época dorada de la pelota en Estados Unidos, a la que el coronavirus ha apuntillado. Los pelotaris criticaban a las empresas de “prácticas laborales injustas”, pero las ocho empresas que controlaban los frontones no aceptaron aquella huelga ni sus reivindicaciones laborales. El nombre de “prácticas laborales injustas” era una de las formas que legalmente se pueden utilizar en Estados Unidos para realizar un paro. Algunos de los pelotaris tenían problemas de residencia, con lo que podían ser echados en cualquier momento del país, amén de unas justas reivindicaciones como que se les reconociera su derecho a tener un seguro de enfermedad y jubilación. Lógico y justo.
Pero no hubo mano izquierda. Imagínense quien movió esta huelga de forma tan radical. Pues eso. Aquel paro tan prolongado hizo que los empresarios buscaran otro tipo de apuestas a lo que se le unió el auge de los medios audiovisuales y telemáticos y seguramente hoy, sin aquella huelga nefasta, las cosas no serían como al inicio pero seguramente ese magnífico y vistoso deporte, con su vertiente en las apuestas, seguiría formando parte del ocio norteamericano. Hoy ha desaparecido.
La cesta punta necesita ser apoyada. ETB solo da los partidos de mano, como si el Jai Alai no existiera, cuando este deporte necesita visibilidad. Ojalá los cestistas se unan y reivindiquen su trabajo que no solo es un deporte sino es una seña de identidad de nuestro pueblo. De Euzkadi.
Una pena. Aunque se hubieran destinado recursos desde las instituciones, no tengo nada claro que la situación sería muy distinta hoy día, aunque peor, seguro que no.
El gran problema de la pelota vasca es a la vez una de sus mayores riquezas: es la cantidad de modalidades que hay. Si apoyas a una, dejas de apoyar a todas las demás. O apoyas a todas un poco, pero en ese caso, con poca efectividad.
Además, surgen dudas razonables sobre si la modalidad a la que más se apoya (la pelota a mano en frontón) es la que más potencial tiene para su proyección al exterior. Para gustos, colores, pero la cesta punta me parece más vendible, aunque hay otras especialidades como la paleta cuero en frontón o trinkete, o la mano parejas en trinkete, que me parecen bastante más entretenidas y espectaculares a alto nivel.
En el rugby, salvando las distancias, tienen un problema similar entre el rugby a 15, el más tradicional y el que más recursos mueve, y otras modalidades como el rugby a 13 o el rugby a 7, que son para un profano mucho más espectaculares y más «exportables», pero que no terminan de despegar al no tener apoyos suficientes. Y dado que el rugby a 15 requiere, para empezar, que los equipos sean de 15, a lo que hay que sumar suplentes, entrenadores, médicos,etc,…, pues no consiguen que se exporte con éxito a otros países a pesar de la cantidad de dinero que mueven las instancias.