Joxan Rekondo
El Estatuto de Gernika cumple 40 años. Conviene recordar un principio sustancial inscrito en su significación original, pero que casi no forma parte del debate político actual. El Estatuto de Gernika supuso la restauración democrática, con el retorno al país de las instituciones que la dictadura quiso y no pudo erradicar. El año 1979, una clara mayoría social respaldó la rehabilitación de las instituciones del exilio, junto con unos contenidos de autogobierno pactados con los representantes del Estado. Teniendo en cuenta que la constitución del 78 fracasó en los tres territorios vascos que forman la CAV, la aprobación popular del Estatuto de Gernika fue el acontecimiento fundante de la nueva institucionalización democrática del país. No se puede ocultar que el proceso político que se abría entonces tuvo una contestación duradera, de carácter político-militar. Durante años, mientras unos recurríamos al debate pacífico y los votos, otros enarbolaban sus arsenales bélicos.
Además, el Estatuto de Gernika tuvo y tiene un valor cualitativo que también olvidamos frecuentemente. En esta norma institucional se incluyó la expresión de la nacionalidad vasca, la libertad de adhesión de todos los territorios vascos del sur de los Pirineos, una reorganización institucional desde abajo hacia arriba en un eficaz sistema de carácter federativo de tres niveles y una vía abierta para el ejercicio de la autodeterminación foral. De acuerdo con esta última, el pueblo vasco sería el sujeto legitimado para ejecutar el (o los) acto(s) de decisión que fueran necesarios para reclamar los derechos que le corresponderían con arreglo a la historia, acto que cabría acomodar con el ordenamiento jurídico.
En lo que a asignación de facultades de autogobierno se refiere, en el Estatuto se había previsto la devolución de capacidades educativas, culturales, sociales y económico-financieras, aunque algunas de ellas todavía no se hayan transferido. Es cierto que este pacto devolutorio ha sido defraudado una y otra vez, debido a la interpretación arbitraria y restrictiva del mismo que han realizado unilateralmente los diferentes poderes del Estado central. Y es cierto también que la confianza en que el Estado cumpla voluntariamente su parte de lo acordado se ha ido diluyendo. A partir del golpe de 1981, a los gobernantes de España sólo se les han podido arrancar competencias aprovechando sus momentos de crisis política o debilidad parlamentaria.
PASE FORAL. Creo que en aquel tiempo ya se era consciente de que el pacto estatutario no podría desarrollarse de acuerdo con una bilateralidad en la que las dos partes pudieran estar en un equilibrio parejo de fuerzas. Pero, se esperaba lealtad política en el cumplimiento de los compromisos adquiridos. A la vista de la conducta de los responsables del Estado, hoy se puede decir que a ese pacto le faltó un sistema de garantías.
Ahora queremos dotarnos de esas garantías, y se dice que podemos inspirarnos en el pase foral. Algunos podrán caricaturizarlo como mito o antigualla. Nada más lejos de la realidad. Phillip Pettit, uno de los autores que han puesto al día la tradición del republicanismo, ha señalado con acierto que, para no dejar margen de acción al poder arbitrario, sea público o privado, hay que tener posibilidades de ponerlo en cuestión. Una cuestión muy en boga, si tenemos en cuenta la más reciente jurisprudencia de la Sala penal del Supremo español, relativa al proces catalán, que ha minimizado el margen para ejercitar el derecho de resistencia.
En la época foral, las instituciones del pase y la sobrecarta implicaban a instituciones (asambleas territoriales) y a movimientos de oposición colectiva en la salvaguarda efectiva de las libertades vascas. Era una tradición resistente, no revolucionaria. La actualización de un instrumento semejante exigiría hoy un reconocimiento e implicación institucionales, pero también una sociedad activa que estuviera dispuesta a usar las urnas y las calles para proteger su autogobierno de los desafueros que lo vulneran. A día de hoy, sin embargo, aquí no parece darse el espíritu colectivo que sería necesario para que pueda operar este sistema, no al menos el que necesitaríamos para respaldar un sistema de garantías para el autogobierno que esté sólidamente asentado en la movilización social.
Todo en orden en el Oasis…
Vaya Teleberri/Pnv llevan esta noche
Lavado de cara a Kutxabank y sus cobros ilegales
Lavado de cara a Euskaltel
Panfletismo a favor del Pnv con el CIS
Y de remate un obispo atacando al sindicalismo vasco por la huelga en enseñanza
Os estáis luciendo y ganando la paguita del Pnv
Tu si que te ganas el currusco de pan de la borriko taberna, Arthur. Ala, a lucirte al Ongi Etorri de algún asesino.
JELen agur
Muy fácil:
-Kutxabank lo que cobra ilegalmente lo devuelve.
-Euskaltel tendrá que mostrar resultados. con la cara limpia, claro.
-El CIS con el PNV es con el que menos discrepa en todas las encuestas.
-El Obispo tiene razon.
Devolverá algún día el MLNV el impuesto revolucionario cobrado?
Es mas difícil, digo bien, es mas dificil SI CABE la regeneracion foral plena que la independencia estatal.
2 entelequias, de la que viven decenas de cargos y politicos JEL y MLNB.
El «pase foral» dice, sin ruborizarse. Con un par….
ABSTENCION.
JELen agur
Nadie ha dicho que el objetivo sea fácil. No es la facilidad. Es la importancia.
JEJE…Nadie dijo que fuera facil, pero tampoco nadie nos dijo que 2 ejercitos de profesionales de la regeneracion y de la independencia fueran a vivir de ello tanto tiempo, y lo que les queda.
De todas formas, os reconozco, los mas chistosos de entre las 2 bandas de txistularis que atesoramos, son la banda MLNB.
Yo cuando les ví pasar 4 años dando la murga con las bolsas de basura ahí me di cuenta de su patetismo.
Ahora les veo con el welcome moritos y esas cosas que tan alegremente patrocina el JEL gobernante.
ABSTENCION.
JELen agur
Abstente tú.
Nosotros no.
Claro que si, un estatuto como tienen las otras regiones del reino, como Aragón o las Canarias. Vaya engañifa.
Lo del pase foral… en fin Pilarin… otro mito.
Para los españoles las cosas vascas son míticas. Sin embargo, hay españoles que piensan que los conciertos y la autonomía vasca son privilegios.
Los españoles os tomaron el pelo con el estatuto pero bien.
Sin embargo, los españoles piensan al contrario, que os tomamos el pelo a vosotros. Que tenemos privilegios. Mientras que los presos de ETA sufren las penas íntegras. Esos si que han conseguido la victoria.
Que tendrá que ver el no-cumplimiento del estatuto con las penas de los presos?
Quizas lo mismo que las bolsas de basura en Gipuzkoa con la independencia?
Joder que bandas.
Lo que tiene que ver es que el Estatuto es un logro para los vascos mientras que los que utilizaban la metralleta lo que han conseguido es cumplir sus penas íntegras (es decir, que sus partidarios no tenéis derecho a hablar de que el estatuto no es un logro).
Sobre el Estado que no es Estado de Ortuzar y las becas que nos madrugan, este análisis
LAS BECAS DESNUDAN QUE NI SE PUEDE «PROTEGER LO QUE TENEMOS»
Cuando se dice que en este tiempo de recentralización la prioridad es «defender lo que tenemos» no se cuenta que en realidad las instituciones autonómicas tampoco tienen capacidad para ello.
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2019/10/25
EGUNEKO GAIAK | 40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE LA CA
LAS BECAS DESNUDAN QUE NI SE PUEDE «PROTEGER LO QUE TENEMOS»
Cuando se dice que en este tiempo de recentralización la prioridad es «defender lo que tenemos» no se cuenta que en realidad las instituciones autonómicas tampoco tienen capacidad para ello.
Es significativo que, en una fecha tan redonda como el 40 aniversario, ni el Gobierno ni el Parlamento organicen ningún acto
En el Alderdi Eguna, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, hizo un llamamiento a «proteger lo que tenemos» de autogobierno frente a los nuevos intentos recentralizadores. Puso el ejemplo del recorte en becas hecho a instancias de los tribunales españoles. Calificó lo ocurrido como «una vergüenza. Son como el perro del hortelano: ni comen ni dejan comer. El resultado, que vamos a tener menos becas y de menor cuantía para que no nos salgamos del redil español. Nos quieren iguales… pero para empeorar. Esa es la idea que tienen algunos de su gran España. Luego querrán que los vascos se sientan españoles. ¡Ni por el forro!», clamó Ortuzar, enardeciendo a los suyos y soliviantando al unionismo.
Hoy hace cuarenta años, el 25 de octubre de 1979, el 53,13% del censo voto «sí» al Estatuto de Autonomía. Un «bai» que, según el arco de partidos que celebraban conjuntamente actos en favor del Estatuto, iba a resolver prácticamente todos los problemas que por aquel entonces tenían Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
Nadie niega los avances que han posibilitado tanto la modernización vivida en todo el Estado en este tiempo como las competencias que posibilitaba el Estatuto. Tampoco se ha evaluado qué habría ocurrido si en aquel 1979 se hubiera apostado por pelear un texto más ambicioso y con mayores garantías para el autogobierno vasco o, simplemente, para el propio cumplimiento de lo aprobado.
Pero aquel entusiasmo inicial se fue apagando a golpe de incumplimientos por parte de Madrid. En la expresión del desencanto se adelantó ELA, que por boca de su entonces secretario general, Joxe Elorrieta, en un acto convocado en 1997 en Gernika, proclamó que «el Estatuto ha muerto».
Sin llegar a tanto, resulta significativo que para una fecha tan redonda como el 40 aniversario no se haya programado ningún tipo de acto ni por parte del Gobierno ni del Parlamento autonómicos. Y no puede ser casualidad que, hoy por hoy, sea el unionismo político y mediático quien más entusiasta se muestre con el Estatuto.
Volvamos al caso de las becas de Lakua para la enseñanza no universitaria, que a finales de junio de este año el Tribunal Supremo anuló en defensa de la igualdad. Según impuso, no es admisible que la CAV tenga un régimen de becas «paralelo» al que el tándem Rajoy-Wert fijó vía decreto para el Estado, y que tenga ese sistema «basándose en su propia financiación», lo que «conduciría a que los estudiantes, dependiendo del lugar de residencia y la comunidad, no tendrían las mismas oportunidades». Esto «favorecería a los de regiones con mayor disponibilidad financiera» y generaría «importantes desigualdades en el acceso por razón de territorio».
…
JELen agur
Que el socialismo mejora al trabajador, eso sí que es un mito.
Y se mofan de los demás…
No conseguirán que por el estatuto entremos en agresión al estado. Eso es otra estrategia que le importa poco los trabajadores, el estatuto y la democracia.
El conflicto con los unionistas uniformadores españoles ya lo tenemos y eso ya lo saben.
La cosa es no despistarse del objetivo de ir incrementando competencias y autonomía máxima.
Y por los resultados lo estamos haciendo bien, especialmente cuando comparamos lo que ocurre en otras latitudes.