Azala / Portada » Reflexiones sobre la Unión Abertzale

Joxe Martin Larburu

Cada vez que se habla a favor de la unión abertzale, este planteamiento enseguida es llevado al campo político y es desautorizado por inviable y utópico.

Después de varias lecturas intentando hacerme con una descripción adecuada sobre la relación entre la persona y su patria, hay una de Carlos Santamaria que me ha parecido adecuada:

Mi religación a un medio humano que constituye como un principio de mí mismo, me convierte en deudor de ese medio. Trátese de una deuda de naturaleza singular en la que la cosa debida no es un objeto separado, sino que es yo mismo, un débito ontológico esencial y estrictamente impagable. En este caso lo que debo no es aquello que tengo, o que detento, sino esto que soy. El objeto de la deuda es aquí el sujeto mismo, el ser mismo del deudor y esto implica el carácter completamente aparte de esta deuda y las excepcionales exigencias que importa.”

La política es necesaria, pero no deja de ser parcial, no abarca la totalidad de la concepción de la vida social de la conducta humana. El citado Carlos Santamaria, en las Conversaciones Católicas Internacionales de San Sebastián de 1951, hablando de patriotismo, ya planteaba la dificultad a la hora de unir patriotismo e ideología:

“… recordemos aún que los ismos marxistas nos hablan de la «patria proletaria» como de algo específicamente distinto de la «patria burguesa». Y puede ser que no les falte del todo la razón. Esta relación estrecha entre patriotismo e ideología ¿es algo puramente contingente y al mismo tiempo poco deseable o, al contrario, representa una afinidad más profunda y necesaria? Ideología y patriotismo ¿son realmente separables? ¿Cuál es, en fin, en las luchas contemporáneas, la auténtica parte de ideología y la de patriotismo?

No es fácil contestar a estas preguntas, pero los pueblos “naturales” como el nuestro no han sido bien tratados por las grandes corrientes ideológicas, no han propiciado su continuidad. El matemático y humanista donostiarra, se apoya en las palabras del canónigo Jacques Leclercq para defender las comunidades naturales:

««Durante el período liberal se trabajó por concentrar únicamente en el Estado todos los sentimientos de vinculación a los grupos. En lugar de favorecer la formación de grupos naturales y el sentimiento de vínculo proporcional a los bienes que se encuentran en cada grupo, se trató de destruir todos los sentimientos comunitarios, aparte del sentimiento nacional, de forma que se diera a éste un carácter absoluto». A este respecto, el canónigo LECLERCQ piensa que «el Estado occidental ha sido castigado por donde más pecado había». Pero ¿no se vuelve a cometer este pecado por parte de los que, declarándose ciudadanos del mundo, quieren prolongar infinitamente la idea de patria, hasta hacer de ella una realidad puramente «intelectiva» y parecen olvidar la existencia de las patrias reales y vivientes?

Faltan respuestas, yo no las tengo; pero me gustaría aportar mi granito de arena exponiendo mis humildes reflexiones:

Sabino Arana cuando crea el término aberri lo hace partiendo de la palabra aba (antepasado) y herri (pueblo). Abertzale sería pues una composición de aberri y zale (que ama, partidario de). La intención del autor al idearlo (como ocurre con otros significantes de su creación) es que sea asumido por la generalidad del pueblo, no solo por los miembros del partido que él funda. La ikurriña es hoy asumida como enseña propia por la casi totalidad de los vascos, incluso por aquellos que se sienten libres de toda vinculación político-orgánica. Lo ideal sería que la palabra abertzale consiguiese una aceptación similar, buscar exclusivamente la homologación política es un error.

Hablar de “aberri” es hablar de antepasados, es hablar de tradición; pero también es compromiso de continuidad. Los llamados a la continuidad del “aberri” son los “euskaldunak”, pero aquí también habría que distinguir entre contenido y forma. Hay quienes creen que solo el que se expresa en euskara cumplen tal condición, no es mi caso.

«Para que Euskal Herria fuera Pueblo, nos unió más la vecindad que el parentesco mismo. En nuestras costumbres que son ley, en nuestra sociología, si se llegan a comparar el «parentesco» y la «vecindad», siempre lleva la primacía la razón de vecindad.» (D. Manuel de Lekuona)

Un amigo, sin mucha base científica y con mucha imaginación, decía que eskualduna (euskalduna), que es como parte de los vascos se denominan así mismos, viene de la palabra “esku” (mano) -para los vascos-  es sinónimo de “hacer” y que el “al” de la denominación proviene de “poder”. Euskalduna (eskualduna), entonces, se definiría así mismo como la persona que tiene una “forma de hacer” diferenciada. Siguiendo la misma lógica el euskara (eskuara), por tanto, sería la forma de expresar que tienen de su “hacer” los miembros de esa comunidad.

Hoy en euskara –idioma de valor incalculable- se puede expresar cualquier identidad, pero la importancia de la “forma” no nos puede llevar a obviar que es en el “contenido” donde se encuentra el núcleo central de la naturaleza vasca. Por eso, también, debemos de tener en gran aprecio a aquellos que defienden nuestra tradición euskaldun con otras formas de expresión. Los vascos lo son más que por forma de ser, por modo de hacer. Su identidad se ha formado más por construcción social que por relación parental. Espero que nadie vea en estas palabras un intento de restar importancia a los que se dedican a la defensa y promoción del euskara, no lo hago. Conservar y utilizar nuestro idioma además de una obligación histórico-cultural es la única forma que tenemos para poder entender, en su complejidad, el mundo espiritual y de valores de la personalidad vasca.

El reduccionismo de “todo es política” de algunas ideologías supone una visión unilateral y peligrosa de la sociedad. Sí estas triunfan la libertad será la perdedora. La visión que observa la comunidad desde una perspectiva multilateral – que ve la política, el mercado y la sociedad como tres espacios autónomos y sin supeditaciones obligadas – es la más integradora y la que más beneficia a las personas. La tradición vasca como apuntan sus «bazterrak» (rincón o posesión adjunta de la casa), las «herri-lurrak» (término que expresa el carácter comunal de las tierras) y el «auzolan» determinan el modo de hacer y complementar a la vasca los tres niveles de acción comunitaria. Actualizar nuestra trayectoria histórica y proyectarla para el futuro, entiendo, que es la labor en la que los abertzales -en su sentir más genuino – deberíamos de colaborar.

Que nadie entienda que minusvaloro o repudio la política, no es así. En Euskadi la combinación entre buena gestión y mayor autogobierno se ha llevado razonablemente bien. Quienes creían “que cuanto peor mejor”, hasta conseguir el estatus determinado por ellos, han sido en gran medida disueltos por el “hacer” del cauce central. La confianza en el realismo de ese cauce, nos hace albergar esperanzas en los siguientes pasos que se van a dar para conseguir una mayor capacidad de estado. Pero lo que aquí se plantea, no tiene que ver con la lucha por la capacidad administrativa, se sitúa en otro plano; se trata de promover múltiples pequeñas colaboraciones desde la misma base de la sociedad sin que las mismas estén supeditadas a la acción unilateral de la política.

Tenemos muchas iniciativas en marcha en este sentido. Hoy en muchos municipios, en muchos auzos están funcionando y creando grupos por la convivencia, foros de impulso para incentivar las empresas participadas, acciones para reactivar y reforzar la presencia y el uso del euskera y muchas más, valgan estas como ejemplo. El humus de la futura unión abertzale, de la soñada unión entre vascos se encuentra en el auzolan en los auzo zales, en los auzokides. De auzokide a abertzale, desde lo particular a lo universal.

Tenemos mucho que hacer, la ilusión es nuestra fuerza, la vida no es un cuento de hadas, pero vamos bien, que no nos amarguen la vida – ez dezaigutela bizitza ozpindu (afortunada expresión del sabio amigo Bixente)- tendamos la mano a nuestros vecinos. Sigamos la encomienda que Jose Antonio Agirre nos realizaba en los decisivos días del Eguberri de 1945, con un mensaje que todavía hoy es perfectamente valedero: “No nos impresionemos demasiado con la que realizan nuestros adversarios y démonos cuenta de que las grandes victorias han sido logradas por la coordinación de muchos pequeños esfuerzos. Empecemos por examinarnos a nosotros mismos, y averiguar si cumplimos con nuestro deber, si nuestro concurso es suficiente o si, por el contrario, podemos duplicarlo. Ningún vasco debe quedar inactivo en esta hora de esperanza… El último esfuerzo nos está reservado a nosotros, y éste no será eficaz si no lo preparamos con el trabajo tenaz de cada día”.

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24 comentarios en «Reflexiones sobre la Unión Abertzale»

  1. Azken dantza hau
    maitia zurekin
    nahi zinduzket
    eraman nerekin.
    Baina gaurko xedia
    ezin daike betia
    badakit nik ere
    bihar dela joaitia
    Bego pena hau
    itzuliren naiz
    bai berriz Euskal Herrira.
    Bego urte hau
    etorriko naiz
    betikotz zure ondora.

    Azken dantza hau
    ez da sekulako.
    zin egina dut
    zin egin betiko
    hemen gure lurrean
    Bizi behar dudala.
    Eta hori ez bada
    hil hotz jar nadila.

  2. Planteamiento original. Y es también original de originario (me acuerdo yo de los tiempos en los que todo el mundo, desde el PCE hasta el PSOE quería y decía que era «abertzale»). Es una pena que tanto los medios españoles como la izquierda abertzale hayan querido connotar el término inventado por Sabino Arana con una naturaleza que no es la suya.

    Los abertzales o los verdaderos abertzales necesitamos planteamientos originales y positivos como los que aparecen aquí en el artículo. La particularidad vasca no debe reducirse a la mera aplicación del derecho internacional (todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación) sino tiene que basarse en nuestra propia historia y personalidad.

  3. Yo solo creo en la unión entre abertzales en el caso de fuerza o urgencia mayor, que en mi opinión solo se podría dar en 2 hipotéticos casos:

    – necesidad o querencia de independencia o creación de un estado vasco independiente. esto solo se daría si la población del pueblo vasco mayoritariamente asi lo demandara. ahora mismo estamos muy lejos de ese escenario.

    – ataque externo, en forma de derogación de derechos forales de forma importante cualitativa y cuantitativamente.

    veo una tercera hipótesis, aunque mas difícil de visualizar por parte del vasco:

    – mediante políticas europeas y españolas de flujos de inmigración hacia las regiones teóricamente mas prosperas de europa, dilución de la identidad primigenia vasca y por lo tanto riesgo palmario de minimización de la nación vasca.

    por lo demás, ambas «almas» abertzales están mejor separadas, es mas, conviene que esten separadas puesto que son, de raíz, incompatibles y es mejor para el pueblo vascos que ambas actúen como freno la una de la otra.

  4. Irusta hace un análisis exclusivamente político, por supuesto legítimo, no del todo descaminado. Pero creo que es precisamente la deficiencia que plantea el artículo, según entiendo lo que defiende es actualizar -complementar o incluso superara la política- la creación de la comunidad vasca según su tradición integración identitaria por acción social. La comunidad vasca es una de las pocas entidades naturales donde la visión social ha estado por encima de la relación parental e incluso por encima de la tradicional división ideológica entre el liberalismo y el comunitarismo.

    El trabajo en auzolan, las ikastolas, las cooperativas, las sociedades recreativo culturales, los coros, los grupos de baile etc., se han creado por encima de las diferencias ideológicas, por un sentido social, por un sentido común de pertenencia.

  5. Así es, todo por el sentido social. Lamentablemente algunos movimientos siguen manipulando, abanderando, poniendo el sentido social al servicio de objetivos / fines POCO o NADA sociales tanto en las formas como en lo consustancial, salvo que el modelo al estilo de N. Maduro nos convezca.

  6. La dualidad auzolan social y nacionalismo-patriotismo politico ofrece unaas grandes posibilidades para la resistencia y la pervivencia vasca.

    Ahora bien, ofrece problemas de solucion nada facil.

    En los nucleos mas urbanos, dadas las necesidades y especificidades del dia a dia de la vida real, es dificil el auzola. Gracias si simplemente cumples con tus obligaciones laborales y familiares…y un espacio para el ocio y la cuadrilla (un mini auzolan, de connotacion vasca sin duda, pero de estrecho margen).

    Aun a riesgo de repetirme, que podemos esperar de la inmigracion sobre el auzolan? Y en 15/20 años, cuando los hijos de la inmigracion superen a los hijos vascos, donde quedara el auzolan vasco?

  7. Interesgarria Larbururen lana.Egia da auzo ta herrietan taldeka lan ugari egiten dela.Deialdiak egunoro ikusten ditugu,bai kirol,kultur eta sozial esparruan lan egiteko.Interesgarria baitare kontuan hartzeko beste esaera zahar batek diona:»Aurreak erakusten duela,atzea nola mogitu».Erdaraz,»la experiencia es la madre de la ciencia» edo horrelako zerbait.

  8. «tierra de antepasados, marco de vida común, conjunto de aspectos físicos y morales transmitidos de generación en generación, costumbres, acciones y pasiones tradicionales de la inteligencia y del alma, civilización proyectada en el espacio y en el tiempo…» (Sr. DE CORTE)
    «la patria es, ante todo, patrimonio, conjunto de bienes transmisibles, y de los cuales participa todo hombre por su nacimiento como de un capital común». (Sr. ROLIN) – Extraídos de los links de artículo-

    Gure Aberria (nuestra patria), es también, nuestro patrimonio cultural ancestral. No hay por qué encerrarlo en el espacio rural. Es una cultura trasladada a la experiencia cooperativa, pero que ya se manifiesta en otras modalidades de empresa vasca, que no pertenecen al ámbito de Mondragón. Hay empresas participadas, abiertas a comprometerse con su territorio y con sus personas. De generalizarse esta filosofía que algunos menosprecian como rural, nuestro patrimonio comunal empresarial sería la mejor respuesta que podríamos dar a nuestro ‘de qué vivir’ individual y colectivo.

  9. De acuerdo en principio con el artículo pero por apuntar un pero, alguien cree posible el auzolan con un partido unionista ( PSE) por en medio ? Se antoja necesario como mínimo romper amarres antes que nada y luego empezar a a dar.
    Para no perder tiempo esa exigencia debería dirigirse a los burus actuales Urkullu, Ortuzar ect…
    Dicho queda.

  10. “¿Es el PSN parte del régimen o el mal menor desde el punto de vista táctico?”, es la pregunta que se hace la dirección de Ehbildu, en su informe post electoral, sobre el PSOE en Navarra ( la misma que se plantea con la investidura de Sanchez ) ante un escenario que, reconoce, puede provocar “cambios en nuestras opiniones políticas”.

    Por lo tanto pregunta Pako, debería de planteársela primero a sus afines.

    El artículo se plantea más en clave de herrigintza que de politikagintza, la “gintza”(construcción) por la que se apuesta la refleja de forma precisa y preciosa la frase de Lehendakari Agirre:

    “las grandes victorias han sido logradas por la coordinación de muchos pequeños esfuerzos.”

  11. los PSE-PSN-PSOE no son ningun problema.

    solo son «clubs».

    el problema lo son los miles de ciudadanos que habitan nuestro pueblo que son refractarios a la identidad estrictamente vasca y que votan a esos «clubs».

    GINTZA con ellos….si, es posible; pero por desgracia a su manera, nunca a la nuestra.

  12. JELen agur

    El problema son los ciudadanos que anteponen su proyecto ideológico a la convivencia, a las relaciones sociales, a la solidaridad y al empoderamiento.
    El problema son ciudadanos que sitúan los derechos humanos y la convivencia supeditada al avance estratégico de su movimiento político.

  13. Es evidente la aportación a la construcción de identidad vasca de la auzokidetza(vecindad) y del auzolan (trabajo por lo común).

    No hay más que mirar en nuestras empresas, sociedades culturales, centros de enseñanza etc., para ver el grado de integración que se ha conseguido en Euskadi. Incluso en ciudades, donde la anterior generación era mayoritariamente foránea, los gobiernos son nacionalistas- xenófobos según algunos políticos españoles- . Curiosa extirpé de hijos que gobierna contra la “raza” de sus padres. La explicación es sencilla y está en la frase del artículo «si se llegan a comparar el «parentesco» y la «vecindad», siempre lleva la primacía la razón de vecindad.”

  14. Mezclar lo que EHBildu expone como ventana de oportunidad en el gobierno del estado con el contenido del escrito a propósito de la » Unión Abertzale » es confundir y nos tememos que con intención de manipular.

    Qud décadas de gobierno con el PSE por parte del PNV son la gran traba para llegar a ese fin lo ven un ciego.
    Decir lo contrario es un ataque a la inteligencia

  15. JELen agur

    No es la unidad por el término (abertzale), porque el mismo término puede significar cosas distintas e incluso opuestas.
    Se trata de unidad en proyectos comunes. Y estos no son ideológicos. Son irreconciliables. El proyecto común tiene que ser el humanista. La mejora de las condiciones de las personas en todos sus aspectos. La persona como centro del objetivo.

  16. Pako yo no pico, el que ha mezclado el artículo con los acuerdos de PSE has sido tú.
    Lo que yo he hecho es señalarte que el que ha cambiado de opinión respecto al PSOE, por “oportunidad” o por falta de vergüenza, ha sido Ehbildu.

    Entiendo perfectamente, los limites en que se mueve el artículo de «unión», aboga por no supeditar lo intereses de Gizartea (aberria) a la eficacia en los resultados de la ideología política.

  17. Gracias por la precisión anterior, no habíamos ” caído” en que el pacto PNV-PSE era una variante de Unión Abertzale, siguiendo con el silogismo la pinza a tres que a menudo aparece en el parlamento de Lakua, esto es PP-PNV-PSE es el summun de dicha unión.
    No hay nada que se les resista a algunos para torcer la realidad hasta doblegarla a su punto de vista.
    También se dice lo de andar por el mundo con orejeras como el célebre animal de carga.

  18. Vaya, salgamos al paso de otra puntualización aunque no se entienda muy bien su significado.
    Si se trae a colación el pacto ( de hierro habrá que añadir por su duración y efectos) es porque poco o nada tiene que ver con lo que se dice en el escrito así p.ej ” ..
    acciones para reactivar y reforzar la presencia y el uso del euskera y muchas más, valgan estas como ejemplo. El humus de la futura unión abertzale, de la soñada unión entre vascos se encuentra en el auzolan en los auzo…”
    Ya nos gustaría que Idoia Mendia y los suyos se implicaran en el uso del euskera, el auzolan de las ikastolas y otras formas de defender el país, pero a día de hoy eso es una marcianada de altos vuelos.
    Con lo que volvemos a lo mismo, la idea de Larburu excelente y deseable, la praxis diaria jeltzale pues en la otra dirección por no decir haciendo de freno a todo lo que él expone.
    De todos modos aplaudir la valentía por decirlo tan claro como alto, quizás le hagan caso en algunos cenáculos del poder de la CAV.

  19. Cómo no recordar las palabras del citado gran pensador Carlos Santamaría analizando la situación política de su tiempo no muy lejano del actual
    ” Yo les pediría a algunos socialistas vascos que ahora —según parece— tachan de discriminatoria la política lingüística de las autoridades educativas de la comunidad, a que reconsiderasen sus posturas con vistas a una auténtica reconciliación de nuestro pueblo, un pueblo con dos lenguas —ciertamente— pero un solo pueblo.
    Tengo la impresión, quizás equivocada, de que entre los socialistas vascos del partido de Pablo Iglesias nunca existió simpatía alguna hacia la lengua vasca. El hecho de que en su última campaña electoral haya rehuido sistemáticamente el empleo del euskara es para mí un dato desalentador y desconcertante. Sólo mi viejo amigo Enrique Múgica pronunció unas cortas palabras en vascuence en el acto multitudinario del velódromo; pero esto no ha sido al parecer más que una excepción que confirma la regla. “

  20. Carlos Santamaria tenia razón, en su trayectoria histórica el mundo socialista, exceptuando al eibarres Toribio Echeverría, ha tenido poca sensibilidad por el euskara. Pero eso hoy, sin poder echar las campanas al vuelo, ha mejorado; ahí tenemos los ejemplos de Ramon Etxezarreta, Felipe Juaristi, Lurdes Auzmendi …

    Pero a lo que vamos Pako, esta claro que tú prefieres activar la confrontación política que buscar la unión cultural. Por mucho que te empeñes el artículo, en mi opinión claro, no va por el cauce de la preminencia de la política, en todo caso, lo que estaría pidiendo es un empoderamiento “social” desde del auzo.

  21. La unión en lo concreto es lo deseable, hay que colaborar para construir, pero sin olvidar que los sectores más conscientes de los rupturistas siempre aplicaran la máxima de Mao “ SIN DESTRUCCIÓN NO HAY CONSTRUCCIÓN”. Siempre buscando la negación, “construyendo” desde el no. Como bien dice el amigo del articulista “ ez dezaigutela bizitza ozpindu».

  22. Yo soy abertzale, quiero lo mejor para Vascongadas, dentro de España. El separatismo y la independencia no son los proyectos óptimos para la ciudadania vasca, no consolidan lo vasco, lo desestructuran, lo fracturan

  23. Hablando de txispas parece que alguno está » txispado» siempre saltando a contracorriente de las evidencias, es lo que tiene hacer de mastín y guardián de las esencias.

    Para ser justos a Rekondo se le ha pasado por alto la experiencia de Rentería, pero claro eso ya sería pedir demasiado para alguien tan enrocado en sus dogmas y credos
    Dejemos que sea Paul Ríos quien hable sobre ello…

    » He leído en el Diario Vasco que “todos los partidos del Ayuntamiento de Errenteria, desde Bildu al PP, pasando por PNV, PSE-EE y EB, se han unido” en torno a un ciclo de cine y teatro sobre el proceso de paz.
    El ciclo constará de cuatro actividades: la proyección de los documentales “Memorias de un conspirador“, “Barrura begiratzeko leihoak” y “Hablan los ojos” y la representación de la obra de teatro “A fuego lento“.
    Los impulsores quieren que sea una oportunidad de “dar un paso adelante en la construcción del futuro pacífico de nuestra sociedad” y “abrir una ventana a la reflexión”.
    Me parece que es una iniciativa muy interesante por dos razones:

    1- porque ha conseguido aunar a todos los partidos políticos en una localidad como Errenteria, donde se ha padecido mucha violencia y sufrimiento.

    2- porque es un camino interesante para incentivar el debate y la participación ciudadana en el proceso de paz.

    Así que, si vivís cerca, no os podéis perder esta cita. Comparto el programa completo.»

    Una pena que ese ciclo ya sea agua pasada y no puedan acudir algunos de los contertulios por aquí frecuentes, no importa habrá más iniciativas al respecto, que tomen nota.

  24. Pako, no te repitas, se te entiende igual!
    Iniciativas del estilo de Errenteria se han dado por todo Euskadi, en Zarautz, Lasarte, Urnieta, Tolosa, Elgoibar. En algunos casos con el descuelgue de Ehbildu.

    Timon, podrías explicarnos que entiendes abertzale?

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