La construcción identitaria de la revolución no tiene límite (1)

Igor Goitia

“Aberria nola gorpuztu” (Arnaldo Otegi). Cursos de verano de la UPV

Traigo al presente artículo algunas de las ideas más importante expuestas por Arnaldo Otegi en la conferencia que ofreció en los Cursos de Verano de la UPV. Me gustaría que a través de ellas podamos acercarnos algo más a la base de lo que seguramente posteriormente vaya a ser la línea estratégica de la Izquierda Abertzale en los próximos años.

Entendiendo que cuando hablamos del discurso del MLNV en el fondo no estamos sino queriendo ver cuál es la estrategia que lo impulsa y que en definitiva va a dirigir al movimiento, no podemos sino reconocer que el MLNV a lo largo de la historia ha articulado su discurso en dos niveles que, aunque separados y diferenciables, responden a una doble codificación de una visión y misión unificada. Por un lado, en un nivel “motor” o “guía” tendríamos ese discurso que ha ido siendo plasmado en ideas, visiones y líneas estratégicas nacidas en el seno de la cúpula. Eran forjadas de manera cerrada y clandestina, opacas no sólo en lo que se refiere al posible acceso material a su contenido literal, sino también en lo que respecta a la doble lectura (agenda oculta/agenda explícita) que su formulación “dialéctica” exigía. Por otro lado, en un segundo nivel nos hemos podido encontrar con las diferentes declaraciones y ponencias que se han sucedido en la historia de la Izquierda Abertzale, tanto de cara a la movilización de la base de su movimiento, como de cara a fuera, en tanto que posición visible ante el resto de agentes políticos. Los dos niveles de discurso han estado perfectamente co-implicados y, a pesar de que uno precede e impulsa al otro, los dos son igual de necesarios de cara a que la intencionalidad estratégica del movimiento se traduzca en una praxis en coherencia con ella.

Ahora, en esta ponencia de Arnaldo, nos encontraríamos con un tipo de comunicación a caballo entre esos dos niveles apuntados. Es cierto que ya de entrada no podemos decir que estas declaraciones ser enmarcables dentro de esas que se daban en ese primer nivel, en un ambiente clandestino y cerrado, ya que, es evidente que, en tanto que Curso de Verano, todo interesado podía asistir. Sin embargo, por otro lado, también es cierto que tenía muchas de las notas características de él: distancia respecto a las categorías del discurso público oficial actual de la Izquierda Abertzale, cierto “encriptamiento” y la consiguiente dificultad a la hora de poder ser comprendido, revelación de una serie de intenciones y objetivos de futuro hasta ahora no manifestados… Estamos por tanto ante un discurso “intermedio”, que precisamente es interesante por esa característica, por el hecho de ser portador de elementos del núcleo ideológico y rector del movimiento, por un lado, y de la actual Sortu o Bildu, por otro.

A su vez, esta ponencia puede ser también interesante habida cuenta de la situación especial, tal vez de transición, en la que se encuentra el MLNV tras haber cesado en la lucha armada. De hecho, a priori hay que reconocer que nunca hubiera esperado el MLNV que tras cuarenta años de lucha armada el escenario hubiera sido el que finalmente ha resultado ser: el PP en Madrid en vez del siempre esperado PSOE, la situación en la que se encuentran los presos, la fuerte presión que han sufrido por la responsabilidad que han tenido en el conflicto y, sobre todo, el desajuste y pérdida de votantes que han tenido por la fuerte crisis económica y por la irrupción de Podemos. Arnaldo, de alguna manera, reconoce que estos acontecimientos han dejado en cierta medida fuera de juego al MLNV estos últimos seis años. Es precisamente en esta desfavorable realidad en la que se ha encontrado la Izquierda Abertzale en la que hemos podido contemplar en ellos discursos y actitudes muy dispares, muchas veces incluso contradictorias entre sí.

Según el momento, el escenario y la persona, hemos podido observar  que han acuñado un discurso más o menos moderado, dando una imagen de voluntad constructiva, incluso, por ejemplo en esta última campaña electoral, pugnado por hacerse con un hueco en esa centralidad en la que ha destacado Urkullu. Otras veces sin embargo, hemos podido observar un sinnúmero de manifestaciones y declaraciones en las que no se apeaban de la forma y el discurso de la Izquierda Abertzale histórica, con ese tono duro y de enfrentamiento. Se nos han ido mostrando por tanto de una forma ambivalente, una ambivalencia que no hacía sino reforzar la ya fuerte desconfianza que históricamente arrastramos respecto a ellos. Por todo esto, creo que es de alto interés para nosotros dar con pistas, con contenidos, que puedan aclararnos algo más acerca de su intencionalidad y estrategia. Comienzo por tanto a exponer las grandes ideas que fueron apareciendo en su ponencia.

En una primera instancia, y sobre todo en la primera parte de la conferencia, lo primero que nos puede llegar a sorprender es la dosis de realismo con la que Arnaldo arranca. En su inicial diagnosis no se evidencia ni el más mínimo ápice de triunfalismo. Si bien literalmente no en términos de fracaso, sí que reconoce que no han acertado, que han fallado en la estrategia de los últimos años.  Precisamente podremos ver que luego es precisamente en esa falta de acierto en la que asentará toda la futura estrategia. Lo primero que nos reconoce es la gran distancia que se ha dado entre eso que se esperaba que iba a ocurrir justo en la época en la que él entra en la cárcel, por un lado, y lo que se ha encontrado seis años después tras salir de ella. Arnaldo afirma que la Izquierda Abertzale hizo una apuesta por el cese de la lucha armada por diferentes motivos, éticos, estratégicos, pero, sobre todo, con la clara intención de contribuir al agravamiento del conflicto. Antes de cualquier valoración de dicha afirmación, en lo primero que deberíamos reparar es en la ambigüedad que en torno al sujeto de la decisión nos encontramos -podría pensarse en tanto que demanda hecha a ETA, aunque es difícil que no parezca un tanto sospechoso. Dejando de lado esta cuestión, creo que es importante ahora reparar en ese “agravar el conflicto”. Precisamente, nos reconocerá que, a tenor de los hechos, tras su salida de la cárcel evidenció que el conflicto vasco, lejos de haberse agravado, estaba en una intensidad muy baja, estaba casi desaparecido. En este sentido, sus siguientes declaraciones entran en clara contradicción con esta valoración inicial, ya que, junto con ello, también nos afirma que tras salir de la cárcel ha sido testigo de que la sociedad vasca vive en una profunda frustración, una frustración que califica de “casi existencial”. Sea como fuere, con conflicto o no, lo que Arnaldo no niega en ningún momento es que la estrategia que hace seis años diseñaron no ha dado fruto y que, en ese sentido, ha fracasado. Nos reconoce claramente que las cosas no han salido como se pensaron en un momento.

Será a continuación cuando intente exponer cuáles fueron, en su opinión, los motivos de este fracaso. Aunque parece que no quiere eximir del todo a la Izquierda Abertzale en dicha responsabilidad, rápidamente se centrará en el contexto externo vivido a la hora de dar con los auténticos motivos del desajuste en la estrategia seguida. Reconoce que les ha faltado flexibilidad en la época de crisis. No obstante, a su vez, apunta que no es fácil ser flexible respecto de una hoja de ruta para el aterrizaje de una lucha armada de cuarenta años. Era precisamente esa su principal prioridad, una prioridad incuestionable habida cuenta de que estaban en un momento innegablemente histórico que jamás se iba a volver a repetir. La excepcional realidad de crisis no les fue sin embargo nada favorable. Reconoce que ellos posiblemente anduvieron obcecados con esa hoja de ruta que tenían prefijada y que, por otro lado, mucha de su gente tenía otra serie de necesidades económicas no contempladas por la Izquierda Abertzale. A diferencia de lo que históricamente habían hecho, no supieron barrer hacia casa mediante una buena gestión de estas contradicciones. A esto además añadir que el inesperado poder institucional con el que se hicieron no lo supieron gestionar en los términos que la crisis demandaba. Otro factor desfavorable de esta etapa ha sido el enquistado tema de los presos y que la responsabilidad por las consecuencias del conflicto se ha cargado exclusivamente sobre las espaldas del MLNV, al decir de Arnaldo. Estos motivos los menciona en una primera parte de la conferencia, sin embargo, será una vez avancela misma, cuando llegará  la autocrítica; cree que en estos seis años a la Izquierda Abertzale le ha faltado un proyecto serio, un proyecto que marcara ya un programa real para la independencia. (Continuará…)