Joseba Kortadi
1. De acuerdo con la ley de la contradicción, en el seno de todas las cosas existe una lucha que provoca su transformación o desarrollo interno. La lucha es permanente, luego no cabe la síntesis entre los opuestos. No por supuesto entre los contrarios enemigos, pero tampoco en la relación entre los amigos.
Esta ley de la contradicción será objeto principal de las corrientes filosóficas revolucionarias. Por ello, para revolucionarios como Lenin, el materialismo dialéctico consiste precisamente en “el estudio de la contradicción dentro de la esencia misma de las cosas”. La pugna filosófica entre Mao y Yang Hsien Chen (1964-1965) evidenció el principio de la ausencia de síntesis en toda contradicción. Con el telón de fondo del conflicto chino-soviético, la lucha ideológica se manifiesta como negación (“el elemento más importante de la dialéctica”, diría Lenin) unificadora para afianzar el frente contra el imperialismo norteamericano. El ‘Dos se combinan en Uno’ de Yang decae frente al ‘Uno se divide en Dos’ de Mao. Es el choque entre la dialéctica revolucionaria y la antidialéctica. Únicamente cabe combinar el Uno y el Dos; es decir, la Unidad y la División. La clave del comportamiento del movimiento revolucionario se definiría así por las tres ideas de Unidad-División y Combinación aplicadas a la lucha efectiva. El ‘Tres se combinan en Uno’. Antón Irala pone esta polémica como ejemplo de la centralidad del estudio del materialismo dialéctico para el desarrollo de la lucha ideológica.
2. ¿A cuenta de qué vienen los párrafos precedentes? Pues bien, vienen a tratar de desentrañar que es lo que sucede en el interior del MLNV, con motivo de las modificaciones estratégicas y organizacionales que se han realizado en este movimiento a partir del debate de Bateragune. Digamos que algunos sectores siguen sosteniendo que ‘todo es ETA’, y que todas las expresiones y actividades de la izquierda abertzale lo son, ya que todas ellas forman parte de un bloque unido, señalando finalmente que de esa unidad participan desde el nuevo partido Sortu hasta el frente unido que éste ha promovido, EH Bildu. Otros, por el contrario, se apoyan en la crítica que estos últimos –partido y coalición- han realizado a algunas acciones de colectivos de calle para afirmar que algunos sectores del viejo MLNV ya no están en la estrategia de la izquierda abertzale, que se hallaría por consiguiente dividida. Entonces, ¿hacia dónde apunta el movimiento revolucionario vasco? ¿Es unidad o es división lo que prevalece en su seno?
3. No cabe duda que en un mundo que, como el de ETA, ha querido y quiere funcionar de completo acuerdo con la dialéctica revolucionaria lo congruente sería encontrar múltiples contradicciones internas. Durante años, sin embargo, el gran protagonismo de la lucha armada ha eclipsado el examen de las relaciones, de identidad y lucha, entre las fuerzas diversas que operan en el interior del MLNV. Es indiscutible el potencial cohesionador que ha otorgado a la organización violenta su carácter de ‘acontecimiento fundador’ del movimiento revolucionario vasco. Y más allá del poder simbólico asociado a ETA por aquella legitimidad fundacional, la izquierda abertzale siempre ha dispuesto de estructuras dirigentes complementarias para gestionar con cierta eficacia sus contradicciones internas y disciplinar formalmente el movimiento, tanto en el ámbito ideológico como en el orgánico. Nunca ha confiado su suerte a la mera unidad de acción de sus múltiples organismos y ha buscado además afianzar una unidad formal, a través de una dirección compacta, fuera KAS o Ekin.
De ahí que, al margen de las escisiones producidas durante la última etapa del franquismo, el movimiento haya exteriorizado un aspecto de unidad monolítica político-militar, más expuesta y visible ante el enemigo de lo que sería una organización más informal. Esto, por esta razón, le ha resultado muy perjudicial ante la dimensión, que el MLNV no había previsto, que ha adquirido la gran acometida antiterrorista del estado a partir del inicio de este siglo. Con un resultado frustrante para la izquierda abertzale, ya que las operaciones estatales fueron ejecutadas ante la mirada impasible de la gran mayoría social vasca, a la vez que entre sus propios seguidores se iba produciendo una desafección cada vez mayor con la violencia. Lo que podría llevar a concluir que los revolucionarios vascos habrían renunciado a desplegar el potencial de desorientación y camuflaje inherente a un ‘Uno’ más versátil – aunque parezca formalmente dividido, estrechamente unido en la lucha-, acorde con la enunciación maoísta del ‘Uno se divide en Dos’, recurriendo a la fórmula del partido que actúa fuera del partido. En fin, un fracaso. El coste final por haber usado una fórmula monolítica de organización ha sido el de tener que amortizar unilateralmente la lucha armada, con la erosión que este hecho puede suponer para la legitimidad retrospectiva del relato del ‘acontecimiento fundador’ (ETA).
4. Ahora bien, sería un error que la lectura de la nueva estrategia de la izquierda abertzale se realizara sin tener en cuenta que ésta busca corregir sus desaciertos a la luz de esta experiencia práctica e intenta anticiparse a la reacción que sus enemigos puedan tener en el presente y en el futuro. Error de lectura, no obstante, del que existen dos expresiones principales.
- En primer lugar, en círculos relevantes de la seguridad del estado sigue predominando la creencia antidialéctica que solo se fija en la unidad, uno de los términos de la relación contradictoria unidad –división, viendo obsesivamente una pura unidad formal:
“Siguen vigentes los principios revolucionarios de Mao, que condensó en su famosa, pero poco analizada y comprendida, consigna de “Uno se divide en dos”. Y cuando les conviene tácticamente siguen el principio contrario: “Dos se combinan en uno”. Es decir, que tan terroristas son los encapuchados que empuñan las armas como los militantes de esas organizaciones que realizan actividades políticas en plena comunión con los terroristas.”
- En segundo lugar, está la de los que, subestimando la unidad en la lucha (el ‘Uno’ cohesionador) del movimiento, señalan la disposición de los sectores dirigentes de Sortu, decididos a moderarse y evolucionar hacia comportamientos más institucionales, de mayor cortesía respecto a sus adversarios políticos o de acatamiento de las formalidades legales, y que creen que esta actitud va a costarles la ruptura (el ‘Dos’ divisor) con los militantes más apegados a la calle (las masas).
5. Desde el documento Bateragune, los ámbitos primordiales de intervención del MLNV son la lucha institucional, la lucha de masas y la lucha ideológica. Desde esta delimitación de esferas de acción cabe apuntar dos cosas. Primero, que las contradicciones entre estas formas de lucha son algo inevitable y se corresponden con la distinta experiencia (y visión de las cosas) que se adquiere y se desarrolla en esos diferentes ámbitos de militancia (institucional, ideológica, de masas,…). De entre todas, siendo la actividad institucional la más frágil para los intereses revolucionarios debido a que se desenvuelve en el espacio más propicio para el enemigo, es casi natural que sea la más criticada dentro de ese movimiento.
Segundo, que es revelador que actualmente se signifique la gran importancia de la ‘lucha ideológica’ en esa nueva triada de frentes abiertos para la nueva fase estratégica. Prevalece el estudio del materialismo dialéctico como eficaz método de reflexión y de crítica (lo que conlleva la aparición de contradicciones), pero también de cohesión, orientado ‘hacia una praxis revolucionaria (de clase) que sea el norte de la militancia’, a cuyo servicio se impulsaría una ‘teoría marxista vasca’ (Txinaurri Gorria). De la acción ideológica, que sustituye a la lucha armada como elemento de referencia, se espera además una mayor contribución a la construcción del proyecto estratégico socialista que la que podía proporcionar la actividad armada, aunque ésta fuera mejor referente del carácter antagónico de las fuerzas enfrentadas.
6. En este contexto, la actividad de la izquierda revolucionaria vasca viene definida por la ley de la unidad de contrarios. Tan erróneo y unilateral es ver al MLNV solo como una Unidad, como verlo solo como un múltiple en trance de División. Pero, ésta conclusión tiene consecuencias prácticas muy concretas que influyen en las posiciones políticas que pueden adoptar otras formaciones políticas respecto al mundo revolucionario vasco. De esta manera, el señalar que ‘todo es Uno (ETA)’, que todo el movimiento se presenta en un bloque inseparable, lleva normalmente al error de confrontarlo de manera análoga, bloque contra bloque, creando un frentismo que la mayoría social desearía evitar. Los que solo perciben ‘división’ en la IA (por un lado ‘los que están en la estrategia’ y, por otro, ‘los que están al margen de la estrategia’) y se apuntan a alianzas bajo la dirección hegemónica de Sortu, muestran una ingenuidad política que puede ser muy provechosa para estos últimos que buscan, siempre de acuerdo con su cosmovisión dialéctica, aglutinar esos apoyos para alinear (y fracturar) a la sociedad a un lado y a otro del eje de conflicto Euskadi-estado.
La visión acertada exige fijarse tanto en los factores de Unidad y como de División que actúan o influyen en el actual devenir del movimiento revolucionario vasco, observando asimismo cómo opera la Combinación de esos mismos factores. Unidad-División y Combinación, completan de esta manera la triada (el Tres que se combina en el Uno) que se pone al servicio de la unidad en la acción revolucionaria contra el enemigo principal. Unidos o divididos, incluso unidos y divididos, las distintas fuerzas (políticas, electoral-institucionales, de masas, sindicales,…) del movimiento no dejan de combinarse en una matriz de relaciones más o menos complejas para luchar juntas. “Marchar separados, golpear juntos”, era uno de los eslóganes preferidos del leninismo.
Las utilidades de una comprensión holística de esta planificación dialéctica son evidentes. Acceder a ella nos ayudará a evitar la guerra de trincheras, el frentismo político que termina arruinando el país en todas sus dimensiones. Y nos facilitará abrir espacios de transversalidad social en los que se podrán desplegar acciones de cooperación que no excluyan a nadie. A la vez, finalmente, podremos desactivar con suficiente anticipación las tentativas de regreso a una violencia política que todavía no ha desaparecido del todo.
Magnífica reproducción de la situación actual del MLNV y la aplicabilidad que tiene en ella el materialismo dialéctico.
A reseñar que tras las armas el elemento compensatorio y reproductor del factor «lucha armada» o «violencia» es el de la «lucha ideológica».
¿Eso que significa? Dar más caña en el terreno ideológico y reforzar la ideología, lo que significa siempre mirar al «sistema» como algo eventual y a destruir, con todos los instrumentos de lucha en la mano.
A tener en cuenta lo que dice sobre la división y la unidad en el seno del MLNV.
el “Uno se divide en dos” y “Dos se combinan en uno”, lo hacen todos los partidos politicos. muy especialmente partidos considerados nacionalistas moderados, como CIU y muy, muy marcadamente, el PNV. «las 2 almas», y eso. y no por ello son maoistas….
Una cosa es que esa lógica pueda ser usada y otra es que quien ha teorizado sobre esa lógica son los marxistas. ¿Me estás diciendo que los del MLNV no usan o aplican el materialismo dialéctico? Porque eso es así aunque no lo quieras.
Ya le tenemos al artola haciendo de las suyas, intentando marear la perdiz, herramienta táctico-estratégica empleada a fondo por sus gentes.
Mejor haría artola intentar hacer una crítica constructiva de la cuestión que el autor tiene a bien exponernos.
Claro que no lo hará! ¿Porque?.
Para NO poner en evidencia la trama-trampa manipuladora de los ideólogos del MLNV en su afán de acumular fuerzas hacía su proyecto indigno, traidor, anti vasconavarro. Proyecto de apariencia democrática y meollo fascista donde lo hay.
JELen
si, a nivel de direccion si. es decir, «pajillas mentales» de la direccion. a nivel de militancia y de simpatizantes, anecdotico. pero esto mejor que lo diga alguien adscrito a la IA, yo no lo soy.
da igual que esa logica sea maoista o marxista o bla bla… el caso es que el PNV y todos los partidos la aplican. el PNV por su condicion de nacionalista moderado mucho mas, ya que no quiere perder a los independentistas que le votan y tampoco asustar a los regionalistas vascoespañoles que le votan.
Pajillas mentales de la dirección… No, no, es la forma con que piensa la dirección y esa forma tiene cierta utilidad, la de agregar a nivel de militancia y simpatizantes a gente que no tiene nada que ver con esa forma de pensar.
Te recomiendo que si vas a opinar estudies el tema y no digas cosas que no son verdad.
pero si no te llevo la contraria, baiko. pero digo que el PNV hace lo mismo. y el PSOE, y todo cristo.
lo has dicho muy bien. exactamente esto hacen todos los partidos :
«agregar a nivel de militancia y simpatizantes a gente que no tiene nada que ver con esa forma de pensar.»
A ver, el PNV hace lo que puede, el MLNV usa el materialismo dialéctico, que es una disciplina mental que a lo mejor tu la consideras una pajilla mental pero que es la forma con la que piensa la dirección del MLNV. Por tanto, no es algo despreciable, es algo que hay que estudiar.
El artola y su empeña de relativizar lo nuclear y vice-versa. Vamos que éste personaje se emplea a fondo en querer despistar, confundir a las gentes.
Pues nada se lo vamos a poner muy crudo.
Vamos a seguir forzándo la cuestón para que tenga que NEGAR lo OBJETIVABLE, lo verficable por el lector.
JELen
ok, no negemos lo objetivable. la IA, a nivel de direccion, responde a la estrategia maoista, y son maoistas. otros partidos, sin ser maoistas, tambien actuan de acuerdo a esa estrategia.
En las organizaciones verticales, que aplican el centralismo democrático, el valor que tiene la opinión y el deseo de militantes y simpatizantes es muy relativo a la hora de tomar las decisiones.
Son varios los que opinan que comunistas en la Izquierda Abertzale hay cuatro, yo creo que son bastantes más, pero aun siendo cierto que la mayoría no lo sean, los que la dirigen si. Y de la misma forma que en las empresas verticales los trabajadores no deciden nada importante, en las organizaciones revolucionarias las bases tampoco.
Hay varios teóricos del mundo del cooperativismo que creen que podemos superar con principios cooperativos nuestras diferencias. En algunos casos hasta han sido llevados por Ehbildu al Parlamento Vasco, es el caso de Koldo Saratxaga, pero están comenzando a ser atacados por los teóricos del MNLV:
“Lo que Koldo Saratxaga no tiene nada que ver con el socialismo, pero vamos es todo lo contrario, lo que pretende es una mayor optimización en la extracción de la plusvalía, mediante técnicas de intensificación del trabajo (por algo, las personas son lo mas importante para él, pues claro, es a quienes hay que ordeñar plusvalía, la savia del capitalismo).” (Borroka garaia 01-07-14)
Yo creo que para que las propuestas tengan posibilidades de éxito es muy recomendable seguir las pautas que marca Kortadi en su último párrafo:
“Las utilidades de una comprensión holística de esta planificación dialéctica son evidentes”… “nos facilitará abrir espacios de transversalidad social en los que se podrán desplegar acciones de cooperación que no excluyan a nadie.”
¿Que partidos? ¿En que aspectos de mueven de acuerdo a que estragetia? Vamos artola, sé que puedes hacerlo, concretiza con rigor ls cuestión!
JELen
hay multitud de ejemplos en todos los partidos. por ejemplo en el PNV cohabitan discursos azkunianos y egibarianos. diametralmente opuestas.
clarisima evidencia de:
“Uno se divide en dos” y “Dos se combinan en uno”.
y asi en todos los partidos/movimientos.
está claro artola que te gusta marear la perdiz al igual que a los tuyos. Os mola lo de «a donde vas, manzanas traigo».
¿Que tiene que ver la coexistencia de distintas corrientes en EAJ con lo tu alsusión a la estrategia Maoista?
Que ganas de mezclar el atún con el betún.
Anda majeton, da un repaso a las palabras de Larburu que te vendran bien, NO te resistas al bien y huye del mal, o sea lo contrario de lo que haces habitualmente.
JELen
Una cosa es la práctica y otra que la práctica esté acompañada de una teoría que es la ideología oficial del MLNV. El uso sistemático de la teoría lo hace el MLNV. Y es parte de la teoría marxista.
baiko, la verdad es que no paro de darte la razon, lo que pasa es que jon de irala no nos entiende (le falta capacidad analitica por lo que le vengo leyendo por estos lares). ya digo que la IA usa la teoria marxista porque es marxista (la direccion), pero que el PNV (y otros) usan la misma teoria sin ser marxistas.
asi que al final poco importa lo que es cada cual, ya que todos utilizan esta estrategia maoista/marxista del «Uno se divide en dos” y “Dos se combinan en uno”, en beneficio de sus fines/intereses.
No hay un uso sistemático de esa teoría por parte del PNV porque esa teoría es una ideología, es un sistema de valores, es considerar que estás tu y el enemigo y que el enemigo no vale un pimiento y hay que engañarlo, manipularlo y matarlo si es necesario. Cuando divides al mundo entre los opresores y los oprimidos y te eriges en paladín de estos, todo está justificado, incluso los actos más atroces.
Pero eso además tiene otro aspecto en el discurso que es plantear alternativas que son engañosas. Como en Euskadi hay una lucha nacional desde hace mucho tiempo esa lucha puede usarse para joder el «sistema» no como sistema nacional español sino como sistema capitalista, es decir, hay que plantear lo nacional como ariete en contra del capitalismo.
El problema que alude Kortadi es gordo, pues el materialismo dialéctico son como unas gafas que modifican la realidad. ¿Para qué hay una división en el PNV? Para abarcar los diversos grados de conciencia nacional en un proyecto común. ¿Para qué hay una división en el MLNV? para abarcar los diversos grados de conciencia nacional y social, que puede ser también española.
Visto lo visto, para mí es incompatible en la práctica ser bolivariano-marxista y ser abertzale, porque la exigencia de lucha contra la «burguesía nacional» es la principal en los ámbitos en los que las dos fuerzas coinciden. No es una izquierda nacional/nacionalista, es una izquierda revolucionaria que usa lo nacional y que lo que quiere es derribar al PNV de la hegemonía en lo nacional.
Esta concepción es la bolchevique, en la que lo primero es «la guerra civil» en nuestro caso entre los vascos. Porque el MLNV se enfrenta al PNV en el área sindical, en la institucional, en las infraestructuras, en el modelo económico… En todo lo que da para vivir a las personas.
El materialismo dialéctico no es así algo que lo usa cualquiera, pues su uso sistemático significa eso, que los vascos abertzales estamos divididos, porque tiene que existir esa división hasta que el MLNV sea el sujeto único de los vascos. Y luego luchar con el estado en otras condiciones, y luego aliarse con los revolucionarios españoles…De esa forma no hay avance real en lo nacional y la independencia es una mera idea de ruptura para que los vascos sigamos en ese carril.
sin la existencia de ETA, el MLNV de facto deja de existir. ellos diran que no, pero todos los veremos en la practica. la direccion de SORTU sera de ideologia marxista, pero en la practica seran un partido abertzale al uso, de izquierdas, independentista. teneis que ver a la IA bajo la nueva perspectiva del cierre de persiana de ETA. la vanguardia revolucionaria ya no existe, punto. sin la varguardia armada, todo el invento se ciñe a un partidito (coalicion) al uso.
Me he debido explicar muy mal cuando se me entiende (por Artoka, por ejemplo) que ‘1 se divide en 2’ es equivalente al ‘2 se combinan en 1’.
Esa es la tesis que todavía mantiene la inteligencia española. Sin embargo, el maoísmo -incluido el movimiento revolucionario vasco- lo consideraría revisionista, cuyo resultado practico llevaría al fin de la lucha de clases.
‘1 se divide en 2’ significa lo que quiere decir, que en toda unidad hay conflicto entre dos y no integración, síntesis o combinación. Otra cosa diferente es que el carácter de dicho conflicto sea o no antagónico.
¿¿¿Será que artola no entiende que las corrientes de pensamiento en EAJ (él alude a dos…) son hechas en el seno del pueblo, con el objetivo de enriquecer, fortalecer el rumbo del movimiento nacionalista vasconavarro (EAJ)???
Para nada son ejercicio voluntario del Materialismo Dialéctico.
Debemos de confiar que algún día nuestro centenario EAJ sabrá emplearse a fondo en los artes dialécticos para ahuyentar a los fantasmas de pensamiento único de distintos colores.
JELen
Con el permiso del autor voy a referirme a una cuestión que aunque no es central en su artículo, para mí es determinante: El materialismo dialéctico consiste en “el estudio de la contradicción dentro de la esencia misma de las cosas”.
Sin embargo en el análisis marxista de la sociedad humana, no se practica dicho estudio de la contradicción dentro de su misma esencia, al no considerar que la esencia y causa interna del cambio social sea el propio ser humano.
Para el marxismo existen tres contradicciones fundamentales que se dan en la sociedad, siendo la primera de ellas la lucha o relación que se da entre la naturaleza y la sociedad. Y es verdad.
Pero sobre esta contradicción es necesario plantear dos cuestiones. La primera, es que esta relación no es exclusiva de nuestra sociedad sino que también es generalizable a otras especies y la segunda, también generalizable, es que en cada especie, su proceso social está determinado por su propia naturaleza o causa interna y condicionado por su entorno natural concreto o causa externa.
No es una simple cuestión semántica. Un cambio social que no tenga por base a las personas y a sus contradicciones internas no puede ser científico, porque suplanta las causas internas por las externas.
Cada loco con su tema.
Ya solamente quedan unas poquícas horas para descontar estos sanferimenes 2014.
Pedddazo de alivio…
Quisiera abundar en lo que dice Kaleume porque me parece una cuestión importante.
El sujeto humano, el ser individual, también es sujeto de contradicciones, o mejor dicho, está instalado en la plena contradicción de lo que anhela y lo que tiene o de lo que piensa que es y realmente es.
Es evidente que el materialismo dialéctico sólo incide en uno de los aspectos del ser humano, como es el de la búsqueda de un enemigo o chivo expiatorio, que es reflejo del mecanismo de la proyección, que proyectamos la figura de un enemigo.
Y el materialismo dialéctico reduce la autoconciencia del ser humano a su ser social o político, sin atender lo que el ser humano realmente necesita para verse realizado en su «ser», en referencia a su propia plenitud como tal.
Al ser seres meramente sociales, la resolución de las contradicciones sólo se entiende desde lo social. Y desde lo social en términos de lucha o de contradicción.
Sin embargo, la cooperación y la colaboración son también ingredientes de lo social. Todo eso lo pone esa ideología al servicio de la lucha contra un enemigo. Este aspecto dominante es el que distorsiona el ser social y redunda en la infelicidad o en la alienación del ser individual.
Pues la alienación no es sólo, como dicen los marxistas, una cuestión de falta de conciencia del individuo en relación al sujeto social que tiene que adherirse. Aquí entraríamos en cuestiones filosófico-existenciales que exceden el análisis politico.
Decía Malraux, ¿qué le dice la revolución a un enfermo terminal? Pues el sentido de la vida no se agota en la salud ni en el mero bienestar social del ser humano.
JELen agur
Probablemente el camino para llegar a una meta no es rectilíneo. Ni siquiera es único. Estoy seguro que en el PNV hay tantos caminos como militantes y simpatizantes. Se diferencian en aspectos y detalles a veces significativos. Pero la meta es la misma.
Tambien en la IR la meta es única: el mundo socialista a traves de la dictadura del proletariado. Pero la dialectica se plantea no como opiniones de sus bases sino como contradicciones intrinsecas de la naturaleza de las cosas de la cual debe extraerse la síntesis. Pero sólo vale una síntesis, la que favorezca al proceso revolucionario. De la infinidad de las otras síntesis potenciales, ninguna interesa. Se acallan. Y el que proteste… se limpia, como a Yoyes por contrarevolucionario. Y esa síntesis válida se impone y todos obedecen militarmente.
Las diferencias en el seno de una organización se debaten, se analizan y se pactan.
Pero lo que diferencia fundamentalmente a la IR del nacionalismo es que mientras la IR pretende la dictadura socialista en nuestra tierra como baluarte para continuarla en los alrededores, el nacionalismo pretende la recuperación de la libertad en burujabetza.
Es importante conocer las metodologías de trabajo de unos y otros (la dialectica en el caso de la IR para no dejarse engañar), pero más aún su irreconciliable y antagónica diferencia en el objetivo final.
Por eso, porque en el nacionalismo se aceptan las diferencias que se pactan es inaceptable que desde la IR vengan con monsergas de diferencias en estrategias solamente y mismos objetivos, porque ese planteamiento sólo obedece al plan de la IR de liquidar y fagocitar al nacionalismo, cuya existencia invalida su estrategia revolucionaria.
Disculpad el retraso. La entrada anterior tuve que interrumpirla a medias.
El marxismo afirma que esta primera contradicción fundamental se resuelve con el desarrollo de las fuerzas productivas. No le falta razón.
Pero la capacidad para desarrollar las fuerzas de producción está contenida en nuestra propia esencia, en nuestra genética humana y nos permite hacernos con alimentos, recursos y bienes materiales. Lo que da lugar a una segunda contradicción, también generalizable a otras especies: su uso y disfrute tanto individual como social.
Y si los animales la solucionan determinados por su propio instinto, los humanos tenemos capacidad racional para superar dicho comportamiento. Podemos resolverla conscientemente y de dos formas diferentes, haciendo que prevalezcan los intereses sociales o los individuales, la solidaridad o el egoísmo.
Somos seres duales que poseemos ambos factores: individual y social, que son inseparables e irreconciliables y son trasladados al conjunto de nuestras relaciones. Pero si no existe una síntesis definitiva (como acertadamente indica el autor), si se pueden generar las barreras necesarias para que los factores sociales dominen sobre los individuales y la cooperación sobre la confrontación, siendo la condición básica, una lucha continuada contra la acumulación de poder y a favor de una estructura social horizontal.
Tanto el capitalismo como el socialismo son sociedades verticales y la solución está fuera del bisistemismo, cambiar progresivamente de cualquiera de ellas hacia una sociedad horizontal.