Joxemari Aierdi (*) Zabaltzen.net gunean
El gobierno del Sr Rajoy presentará en breves semanas en el Congreso de los Diputados un proyecto de ley de reforma de la administración local. Se justifica el anteproyecto en base a una supuesta “concurrencia competencial que ha dado lugar a disfuncionalidades”, así como “duplicidad en la prestación de los servicios”. Además, que los ayuntamientos presten servicios sin título competencial que los habilite y sin recursos para ello. Esto último, la falta de recursos, es la única verdad del argumentario.
El Ayuntamiento es la institución más cercana al ciudadano. Es la que antes recoge las necesidades, y la primera en poder ser controlada y evaluada por los propios vecinos. Sobre todo, en los pequeños municipios.
Lo cierto es que, en los últimos 30 años, los ayuntamientos han asumido las demandas ciudadanas de servicios y de mejora de la calidad de vida. Se ha hecho a partir de una voluntad de servicio público, sin duda. Pero también se ha hecho a partir del caramelo envenenado de la “financiación inicial”; con la transferencia efectiva de competencias hacia los ayuntamientos mediante convenios, y con unas dotaciones económicas que iban menguando cada año. Si no, ¿Por qué nacieron las mancomunidades de servicios sociales, deportes, escuelas de música. Y, más recientemente, los centros de educación infantil?
No hay desconcierto en los ciudadanos sobre quién es el competente; lo que hay es una demanda de prestación de servicios en la ventanilla más cercana.
Lejos de reconocer el papel de cada administración y asignar los recursos en base a las funciones asumidas por cada una, lo que se consiguirá con esta Ley es el entierro del Estado del Bienestar más cercano al vecino de cada pueblo. Todo ello bajo la excusa de “estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”, para implantar una visión centralista y uniformadora del Estado, sin embargo plural y multicultural. Esa gran ola unificadora del“café para todos” que se va haciendo hueco en España.
Esa misma excusa de la “estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera” que, ahora hace un año, firmaron PP, PSOE y UPN para desmontar nuestro autogobierno. Uxue Barkos fue la única diputada navarra en denunciar el contrafuero, y así lo viene anunciando y denunciando GEROA BAI en todas sus comparecencias: Derrumbe del Estado de Bienestar y del autogobierno navarro que lo hace posibe. Dos por el precio de uno.
La Ley que se anuncia apunta al núcleo duro de la gestión del servicio al vecino: el Ayuntamiento. Lejos de “racionalizar la administración local”, “clarificar las competencias” o “evitar duplicidades”, lo que se plantea es un trasvase de competencias al gobierno autonómico de turno.
Y lo hace para realidades con tradiciones y prácticas municipalistas muy distintas. Pero también para Navarra, en una clara intromisión y contrafuero. ¿Mirará para otro lado nuestro “gobierno foral”?
Mientras la sociedad demanda unas administraciones más cercanas, abiertas, transparentes, y en las que la participación real sea una de sus señas de identidad, la apuesta del PP es más lejanía, menos control ciudadano, en definitiva más desapego de las funciones públicas, menos confianza de los ciudadanos y ciudadanas de la cosa pública.
Este “café para todos” es la pérdida real de derechos para todos los municipios menores de 20.000 habitantes. Que en el caso de Navarra son todos menos Pamplona-Iruña, Tudela y Barañáin. Me estoy refiriendo a las llamadas “competencias impropias”, que son, sin ninguna duda, las de mayor demanda social: las relativas a la educación: centros infantiles, escuelas de música, normalización lingüística, las culturales, sanidad, vivienda, mujer, igualdad o promoción económica entre otras. ¿Lo vamos a consentir?
Prácticamente oficia el funeral de las organizaciones y sociedades locales para la prestación de determinados servicios. Como los consorcios turísticos que han sido ejemplos de participación público-privada en el impulso a la actividad de las diferentes comarcas de nuestra comunidad. ¿Es esta la estrategia de la derecha para salir de la crisis?
No es de recibo que, en estos tiempos, el único trabajador municipal que requiere atención del legislador sea “el interventor” y nada se diga del personal de servicios sociales, dinamizador cultural, de empleo, etc. Con los graves problemas de exclusión social, de pérdida de empleo y el importante papel de las administraciones locales en este terreno lo único que preocupa al PP es el “interventor municipal”.
Estas medidas, en definitiva, suponen el desmantelamiento de la administración más cercana a los ciudadanos y ciudadanas, la eliminación de los servicios implementados con el esfuerzo de los habitantes de nuestra comunidad y lo que va a poner de manifiesto es hasta dónde llega de verdad la capacidad de autogobierno de nuestra comunidad y cuál es el papel que las diferentes fuerzas políticas están dispuestas a asumir: la defensa de los intereses generales de la ciudadanía o la sumisión a Madrid.
El rechazo ante esta Ley debe ser transversal entre navarros y navarras de diferentes ideas, si de verdad queremos defender nuestro autogobierno al servicio de la cohesión social, y un Estado de Bienestar cercano a la ciudadanía. Más eficaz, más cerca, más transparente.
Cada ayuntamiento debe ponerse las pilas y cada formación política debe retratarse ante la sociedad en este “2×1 en el café para todos”. Geroa Bai ya lo ha hecho, y reivindica nuestra condición de sujeto político. Otros tendrán que demostrar hasta dónde llega su “navarrismo”, su “progresismo”, o su interés por los “problemas reales”.
(*) Alcalde de Lekunberri y presidente de CEDERNA-GARALUR, asociación sin ánimo de lucro para trabajar por el desarrollo económico y social de la Montaña de Navarra