Sixto Jimenez Ekoberrin
La auténtica traca final de la sucesión de estallidos financieros que estamos padeciendo será la muy probable caída del dólar. Las dificultades de la zona euro radican en el endeble diseño con que se fundó nuestra moneda. La hicimos sin unión fiscal ni económica con la confianza de que la solvencia de Europa no sería nunca puesta en duda. Construimos un castillo de naipes de deudas cruzadas en que los países del sur se endeudaron más allá de su capacidad de pago y los del norte prestaron más allá de lo prudente, y ahora ven en riesgo sus sistemas financieros cuando el más pequeño de los sureños reconoce que no puede pagar por más que se apriete el cinturón, y aún lo podrá menos en el futuro porque el propio cinturón le asfixia.
Las dificultades de Europa son un problema potencial para el mundo, pero “el problema” que está por venir es el de la caída del dólar. Este hecho, si llegara a producirse, haría caer el nivel de vida USA de manera drástica y desestabilizaría la economía mundial.
Hagamos un poco de historia. En 1903 un grupo de banqueros privados de Estados Unidos se las arregló para arrebatar al Congreso el poder de emitir moneda y creó la Reserva Federal. Con la máquina de hacer billetes en su poder, la Reserva Federal “privada” de esos bancos fue creando dólares en abundancia que, inicialmente, estaban respaldados por oro, lo que limitaba el abuso. Pero, en 1971 Estados Unidos anunció que en adelante el dólar no sería respaldado por reservas de oro y los límites al placer de imprimir dólares para pagarlo todo desaparecieron. Desde entonces la Reserva Federal, un club privado, aunque regulado, de 12 bancos norteamericanos, inunda el planeta con papeles en que se lee “in god we trust”, (en Dios confiamos) y el mundo entero los ha venido aceptando como provistos de un valor divino, hasta que la creciente duda sobre el valor real de esos papelicos genere una estampida financiera y el dólar caiga a los infiernos, y nosotros cuando menos a un largo purgatorio.
USA ha disfrutado en el siglo XX de la condición de suministrador esencial en las dos guerras mundiales y de detentar la moneda mundial y el poder de su impresión. Con todo ello, su PIB en 1950 era el 50% del PIB mundial. Hoy no llega al 17% en paridad adquisitiva, pero su moneda sigue siendo hegemónica en el sistema económico global, pese a los pequeños avances del euro desde su creación.
Cuando la desregulación financiera se impone a partir de los años setenta, la liquidez internacional crece exponencialmente y lo hace básicamente en dólares. Desde entonces los excesos consumistas y bélicos del líder mundial se financian con papel impreso aceptado por todos como valor auténtico.
Además cada crisis financiera desde 1971 se ha resuelto inyectando liquidez y, aún hoy, se insiste en resolverlo todo creando dinero sin base real con lo que reanimamos al paciente para conducirle a una recaída peor. La riqueza financiera aparente se ha inflado descomunalmente al financiarse con deuda masiva la inversión y el consumo y al crearse un enorme casino de apuestas contra cualquier clase de bien o mercancía incluidos los alimentos básicos. Es cierto que todos hemos participado en la fiesta del consumo a crédito, pero también lo es que la rueda la han puesto en marcha y la han defendido agresivamente, los políticos y economistas neoliberales, la banca en general y especialmente de negocios, y las agencias de calificación.
Dado que apenas se ha modificado el sistema, y el G20 solo reacciona a catástrofes en lugar de anticiparse a los problemas, solo cabe esperar un resultado: la explosión final. Y solo queda por clarificar una cosa. ¿Cuándo sucederá?. Es imposible predecirlo, pero es habitual que un fenómeno de esta naturaleza resulte fulminante una vez cruzado un cierto umbral de tensión. Cuando ocurra lo hará repentinamente y se dirá que era imprevisible.
Las reservas de todos los países están procurando una cierta diversificación, ahora dificultada por las incertidumbres del euro, y el oro ha alcanzado niveles record, pero no basta. Es urgente la creación de un nuevo sistema monetario con una moneda universal o una cesta de monedas que permitan controlar los excesos de liquidez y la utilización del sistema monetario mundial a beneficio de un solo país o, peor aún, de una institución básicamente privada como la Reserva Federal, ejerciendo funciones públicas de ámbito mundial. Aún estamos a tiempo.
Sixto, ¿puedes desarrollar un poco más eso de la Unión Europea Fiscal? ¿Estás hablando de armonizar fiscalidades o abogas por un sistema de cupo negociable cada año según la situación política para toda Europa? ¿Qué propones?
Muchas gracias.
*Por lo demás, muy interesante. Han imprimido tantos papelitos que se puede producir un Weimar mundial. El dinero es una convención psicológica que se puede quebrar de un día para otro. Entonces se puede dar el caso de que no exista ningún valor monetario estable. En esas condiciones, el que tenga una huerta o una escopeta será el amo de la barraca. Pero no creo que llegué a ocurrir, primero porque no hay alternativa, y segudno porque el dolar ya no está respaldado por el oro, pero sí por el petroleo. Si las monarquías saudies rompen este vínculo, entonces será el momento de meterse debajo de la cama.
JELen agur
El asunto es que si China (que a la sazón es el que más USD tiene) puede hacer caer su moneda para beneficiar sus exportaciones, USA va a tener que hacer lo mismo con la suya. Todos los paises con dólares verán mermada su riqueza, con la imposibilidad de que USA les compre nada.
Quizá la respuesta sería que Europa haga lo mismo con el euro.
Bueno. Aunque estoy fuera de liga, voy a poner mi granito de arena. El artículo mayormente real en mi opinión. Lo que no considero que es del todo cierto es que la culpa la tengan totalmente lo neoliberales. Alan Greenspan (uno de ellos) advirtió al Congreso y Senado de EEUU en el 2003 que si no había una reforma en FANNIE MAE y FREDDIE MAC podría haber consecuencias serias. Estas dos agencias semigubernamentales garantizaban hipotecas a diestro y siniestro «para ayudar a que todo americano tuviese realizado su sueño: ser dueño de una casa… sin tener en cuenta lo bien o mal que estuvieran hechas las hipotecas. Y en ésto fueron culpables los demócratas y un puñado de republicanos, que en el 2005 no quisieron hacer reformas a estas entidades (patrocinadas por los neoliberales precisamente), haciendo que el apalancamiento fuera enorme y permitiendo que el mendigo de la puerta de la iglesia obtuviera hipoteca. Tanta gente comprando casas, hace inevitable el incremento del precio, que a la vez incentiva al especulador, que no tuvo que ser un banco enorme, sino muchos con pequeños negocios que comparon 4 y 5 casas. Hablo con experiencias muy cercanas. Hasta el que rellenaba las hipotecas de una financiera se compró 5 casas. Vete a saber las declaraciones que haría en dicha documentación. La GARANTíA de la hipoteca que ofrecen las agencias gubernamentales mencionadas hicieron que las financieras se dedicaran a procesar y vender hipotecas. Claro que la desregulación causó la propagación global de dichas hipotecas. Pero sin GARANTIAS, no hay financiera que se arriesgue a quedarse con la hipoteca en la mano, primordialmente sabiendo cómo las rellenaban: con mínima verificación.
En cuanto a lo que dice Joseba, que China puede causar un bajón del dólar es muy cierto. Pero es que China se dedica precisamente a devaluar su propia moneda para poder exportar a EEUU. Por lo tanto no le interesa demasiado vender dólares. Se desangraría a sí misma al mismo tiempo. La relación es un matrimonio de escopeta. También algo parecido a la filosofía de la Guerra Fria: MAD (Mutually Assured Distruction) Mejor no apretar el botón.