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Manuel de Irujo (11): Instituciones religiosas y libertad de conciencia y culto

Ion Gaztañaga
Foto: Recibimiento a Irujo en Hondarribia

Como no podía ser de otra manera, dadas las profundas convicciones humanistas y cristianas de Irujo, el libro «Instituciones Jurídicas Vascas» también contiene un capítulo dedicado a las instituciones religiosas vascas que pueden ser un módelo para el futuro en clave de tolerancia y y respeto a la diferencia.

El pacifista, humanista y cristiano agredido física y moralmente por una guerra civil española bautizada como «cruzada» por las autoridades eclesiásticas españolas tiene la necesidad de extraer lo positivo de la práctica institucional vasca, poniendo en evidencia la actitud de aquella jerarquía de «castiza intolerancia», cesarismo y fanatismo. La libertad es la esencia del mensaje humanista en la universal y vasco en lo particular, de Irujo y de Agirre, pues «quien vive en la libertad y en ella se desenvuel­ve durante siglos, es digno de disfrutarla, y si la hu­biere perdido, que es nuestro caso, de recobrarla«.

He citado ya dos fundamentales características que en el orden religioso fijan nuestra fisonomía nacional. Una de ellas positiva, definida, la libertad de cultos. Otra ne­gativa, consecuente de la anterior, el repudio de la Inquisición. Ambas son comunes a todo el país, pero viven, se manifiestan al menos, con mayor lozanía en aquella parte sobre la que se asentó con mayor vigor nuestra independencia política, que es Navarra, la pirenaica.

(…) Los vascos, en nuestra inmensa mayoría, somos cristianos y católi­cos desde los tiempos de San Fermín. No es nuestro propósito referirnos a cuál fuera la religión anterior de nuestra raza. Diré con Campión que no debió ser una divinidad grosera la significada en Jaungoikoa desde el momento en que la Iglesia aceptó ese nom­bre para designar al Dios de los cristianos. Tampoco he de aludir a la materia por la que siento gran predi­lección, que es el estudio de los misioneros vascos, empeño nacional y civilizador en el que es difícil su­perar al esfuerzo de nuestra raza, por pueblo alguno, ni en su cuantía —relativa, claro está—, ni en su cali­dad, porque San Francisco Javier sólo hay uno, y ése es vasco, y vasco pirenaico, de la estirpe de los bati­dos en Amayur defendiendo la independencia de Navarra.

Vasco también (…), es San Ignacio de Loyola, pero su obra, la Compañía de Jesús, ingente y trascendental, digna por ello del temple de nuestra raza (…), no erigió una institución vasca, sino hu­mana, en la cual, una de las características más desta­cadas y permanentes es su universalidad. Un jesuita, por el hecho de serlo, ha dejado de ser vasco, semita, ario, europeo o americano, para ser tan sólo jesuita, lo mismo que Loyola dejó de ser soldado de Castilla para convertirse en fundador de la Compañía y bas­tión de la contrarreforma. (…)

El mundo civilizado lleva veinte siglos de cristia­nismo y uno al menos de vida constitucional y demo­crática en sus instituciones políticas fundamentales; y, sin embargo, aún no ha aprendido a ser tolerante. (…) Voy a presentar una institución auténtica nuestra, en que la tolerancia es su ley fundamental: la Confe­rencia de las Religiones, de Tudela.

Es sabido que Tudela fue romanizada. Por ella pasaron los visigodos, y (…) vivieron esta­blecidos los árabes hasta el año 1114 en que la ciudad se incorporó a Navarra. Dentro de Tudela, obede­ciendo a las cláusulas de la capitulación, quedaron asentadas, junto a la población cristiana, minorías mahometanas y judías. Los días de fiesta mayor de cada una de las tres confesiones, los cabildos de las dos restantes, concurrían al templo de la religión fes­tejada, adosado al cual existía un recinto destinado a celebrar consejos comunes de las tres. En estas asambleas se trataban los temas que les preocupaban en conjunto, o que afectaban a la vida ciudadana. (…). En el claustro de la catedral de Tu­dela se conserva aún la sala de conferencias en la que tales reuniones tenían lugar. (…)

Hasta los primeros años del siglo XVI, el cabildo catedral de Tudela, (…) a los tres cul­tos y a sus sacerdotes, dignatarios y cofradías, les unía una preocupación común de tipo religioso fun­damental, y una tolerancia mutua para respetar la conciencia y el credo ajenos. (…) Navarra, gracias a su régimen de soberanía foral, se defendió de la institución inquisitorial, pero no pudo impedir que la influencia de la corona y los designios de su política internacional penetraran en su suelo (…). El ambiente político del país quedó enrarecido, cuando entre sus estadios y calles y el mundo exterior, se interpusieron los consejos de la Corona de Castilla , a la que Navarra quedó unida desde 1512. La castiza intolerancia española, que dijo Azaña, producto forjado, no menos que por el genio de Castilla, por el cesarismo de los Reyes Cató­licos, Austrias y Borbones, arrancó de nuestro suelo aquella institución ejemplar, en que crecía robusta la flor exquisita de la tolerancia.

Cuando en nuestros días hemos presenciado el acercamiento entre católicos y protestantes primero, y entre cristianos y judíos después, (…), viene a nosotros el re­cuerdo de la situación vigente hasta hace cuatro siglos en nuestro país (…), y pensamos cuánto pudo avanzar la fra­ternidad humana, la tolerancia y la solidaridad entre los hombres y las naciones, si en vez de poner en co­lapso aquella institución que vemos florecer en Tu­dela, hubiera disfrutado del ambiente peculiar en que nació (…), mientras Europa luchaba con varias fortuna por desasirse del feudalismo, de los poderes despóticos y de las luchas religiosas. Si en frase de Goethe, nin­guno es digno de la libertad sino aquél que diaria­mente la práctica, habremos de inferir a contrario sensu, que quien vive en la libertad y en ella se desenvuel­ve durante siglos, es digno de disfrutarla, y si la hu­biere perdido, que es nuestro caso, de recobrarla. (…)

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3 comentarios en «Manuel de Irujo (11): Instituciones religiosas y libertad de conciencia y culto»

  1. El ejemplo de Tudela también lo utilizaba Agirre en sus conferencias, lo cierto es que el libro de Irujo y los discursos de Agirre tienen muchos argumentos en común, señal de que compartían esencialmente el mismo discurso y base jeltzale. Una generación irrepetible.

  2. Los vascos han entendido lo religioso como algo fundamental, pero algo que atañe a los valores y a la conciencia. Mientras la Iglesia en España ha sido un instrumento de poder, uno de los aparatos del Estado, y la inquisición se crea en España por un Español, Domingo de Guzmán, los vascos han sido siempre alérgicos a esta perspectiva.

    Irujo muestra el ejemplo de Navarra. Hay otros ejemplos en los que las juntas de los demás territorios vascos limitan la jurisidicción de obispos y prelados. Esta concepción también la tenía Sabino Arana, que por muy católico que fuera era contrario al poder político de la Iglesia católica y a la concepción política del catolicismo español.

  3. Lo malo es que hay intereses creados para meter a todo lo que huele a Cristianismo, Iglesia, etc. en el mismo saco.

    De ello se encargan varios sectores:
    1) los sectores anarguico-no conformistas.
    2) los movimientos revolucionarios como es el caso del MLNV Hay que reconocer que en el pasado los reboltibaskos han sido muy astutos y muy cretínos ya que las huelgas de hambre las hacían en las iglesias. La pena es que el clero vasco, por complejo y algunos incluso por complicidad inconsciente en la mayoría de los casos se prestaron a ese juego.
    3) todo empezó con la moda «progre» y los últimos años del franquismo.
    4) la convergencia entre el «pasotismo» y el auge feroz del consumismo.

    Por lo general se trata de dos compañeros de viaje que no se llevan bien.
    No hay mas que ver la importancia que tiene la religión en los países pobres..

    Tampoco creo que EAJ está haciendolo bien del todo, hay algo que fallla a pesar que haya que mantener escrupulosamente una separación entre el poder ejecutivo y el poder Clerical.

    Yo alucino con la misa que se celebra el día del Alderdi Eguna. En total suele haber unas 60 lpersonas, participando en la ceremonia.

    En fin creo que es otra asignatura pendiente que tenemos, difícil pero por ello fascinante y necesaria.

    Debemos de aprendeer a vivir cuidando la espiritualidad y no estar tan pendiente del mpx que está por salir o la play station, etc.

    Ahora que estamos con comuniones por todas partes, en muchos casos da auténtica pena, tristeza como se lo monta la peña.

    Los niños solamente están pendientes de los regalos que encima no guardan relación religiosa en muchos casos, mas bien al contrario, play station, y ese tipo de cosas, en fin vamos por mal camino.

    Aio,
    .

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