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La centralidad como discurso. La Batasunización del Nacionalismo Vasco

Iban Ugarte

Hay que hacer autocrítica. El nacionalismo baja. Y baja porque no somos capaces de articular un discurso que llegue a la sociedad. Sobre todo a las capas más jóvenes. Hoy no vale escudarse detrás del asesinato del viernes o detrás de la barata justificación de que eran unas generales que históricamente se le han dado mejor a los partidos estatales. El nacionalismo vasco se ha llevado un golpe. Un golpe importante. Del que sin duda nos recuperaremos, pero no sin antes hacer un ejercicio de autocrítica importante.

Ese ejercicio de autocrítica consiste fundamentalmente en no hacer como si nada hubiera pasado. Hay que hacer un análisis de mercado para ver que necesita la sociedad y que demanda, sobre todo, la gente joven.

La inmensa mayoría del país nos dirá que si que Euskadi tiene derecho a decidir su futuro. Pero esa misma mayoría nos dirá que no pierde el sueño por ello. No solo hay que pedir o reclamar la independencia. Debemos preparar al país para ella. Hay que articular un nuevo discurso que aglutine al nacionalismo democrático. Un discurso que prepare al país para la independencia sin aburrir con exigencias maximalistas. Tenemos que impulsar la construcción nacional, pero eso no se hace en foros con Batasuna -y ahora menos que nunca-. La nación se construye mejorando la sanidad pública, ventilándonos el fracaso escolar, bajando el paro a límites de paro técnico, mejorando las infraestructuras, etc. La construcción nacional viene al fin y al cabo, rodada, cuando nos dedicamos a construir nación.

Históricamente, en Euskadi siempre ha calado el discurso más central. No más centrista. Más centrado. No olvidemos aquella jornada mágica para nuestro nacionalismo cuando EA-PNV sacamos mas de 600.000 votos. Entonces, el discurso radical era el de Mayor y Redondo. Ibarretxe era el discurso centralista. Cuando hemos empezado a sufrir la batasunización del nacionalismo, con exigencias maximalistas, con llamadas a la desobediencia civil que nadie ajustaba a medidas concretas, con confrontaciones democráticas mal entendidas, es cuando el nacionalismo vasco ha empezado el paulatino adelgazamiento de sus gentes.Por lo tanto, como medidas correctora de lo que estamos haciendo mal, o no estamos haciendo bien.

1.- Por un lado autocrítica. Es mas necesario que nunca evitar la tentación de hacer «la del avestruz». Hay que tener la cabeza bien alta. No como signo de dignidad o de prepotencia. No. Sino para ver mejor. Para ver mas lejos. Para analizar lo que la sociedad nos está exigiendo.

2.- Debemos articular un discurso que además de exigir la independencia prepare al país para ella. Un discurso que sea capaz de crear la bases solidas en las que deberemos fundamentar nuestra independencia. Un discurso moderno que adapte el nacionalismo a lo que la sociedad entiende como nacionalismo. No nos podemos permitir convertirnos en Asterix el Galo. Que por ser el mas puro de los galos acabo en una aldea. La más irreductible, pero una aldea.

3.- Debemos prepararnos, los jóvenes, para construir nación. Para tener un país cohesionado. Con un tejido empresarial saneado y unas relaciones laborales justa y estables. Un país en el que de gusto vivir. Y que los ciudadanos sientan como suyo.

Y hoy más que nunca, GORA EUSKADI ASKATUTA!!!

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21 comentarios en «La centralidad como discurso. La Batasunización del Nacionalismo Vasco»

  1. Yo sí deseo la independencia, ello no me impide abrazar el realismo y el realismo me obliga a no confundir mis deseos con los de los demás. Por otro lado, mis principios democráticos me obligan a considerar que un país debe de reflejar una realidad equilibrada que sea compatible con los deseos de una gran mayoría.

    Pertenzco al género nacionalista, pertenezco al género de los realista, pertenezco al género de los democrátas y estas pertencias entre otras confieren mi identidad PNVista

    Como resultado de esas pertenencias entiendo que estoy obligado a comprometarme generacionalmente con un estado plurinacional.

    No creo que la reinvincación de la indepedencia como tu la planteas me sitúe en modo alguno en la centralidad de este país.

    No me perece que es el tiempo de plantear cuestiones de soberania formal sino que es el teimpo de la cohesión social en torno al hecho nacional vasco y y se lograr una mayor cohesión territorial a través de nuevas metas como la que puede ser la creación de una eurorregión. sinceramenta hecho de mnos más realismo y menos fantasía, por muy legitima que sea esta fantasía.

    Lo de la indepencia material sin entrar en cuestiones formales que alteren las estructuras jurídico políticas es otra cosas la soberanía material, la burujabetza es sin duda una conquista a perfeccionar, pero ojito que no esta el horno para bollos, y la gente lo que quiere es pan!

    Nacionalista viene de nación, no de estado. Con afirmar la nación una cumple como nacionalista. Luego como todo hay grados pero un grada más arriba del aprobado en tema nacionalista puede suponer un grado más abajo en tema realista y puede llevarme al suspenso, tenemos que aprobar en todas las asignaturas.

    Por favor, por favor1 un poco más de realismo! nadie que quiere que le preparan para la independencia a la kosovo vota al PSOE y mira que esta vez le han votado.

    La pregunta es queremos seguir gestionando este país? Queremos seguir ocupandonos de los otros muchos retos del nacionalismo?

    Pues a tomar nota y a aprender. Menos mal que en el PNV hay mejor escuela a pesar de los malos alumnos, que con los nuevos planes de estudios les permitieron pasar curso sinhaber aprobado la asigatura del realismo.

  2. Está claro que hay una gente que tiene tortícolis de tanto mirar a los de Batasuna y de tanto imitarlos. El caso de la estrellita roja de Gazte Abertzaleak, o de la parafernalia que suele usar esta organización juvenil en chapas y arreos. O las ganas incesantes de encontrarse en foros con la gente que a nivel de base se dedica a currar de hostias al simpatizante de EA.

  3. Estoy un poco cansado de los test de personalidad nacionalista, de la incansable retórica de un independentismo hoy imposible en sus estrictos términos, de la paradójica y frustrante identificación de un nacionalismo socialmente mayoritario con deseos y demandas independentistas muy minoritarias, del ansia estatista y de los juegos florales de burócratas políticos alejados de la dinámica comunitaria, del día a día de la convivencia, de la iniciativa social y económica. Harto en definitiva, de los que están alejados del día a día del combate del pueblo vasco por su existencia, por su continuidad histórica.

    Para mí, los vascos queremos un discurso político que se baje de ese podio de supercategorías. La cosa es muy sencilla. Ziarreta ha dicho que si no hay independencia, los vascos se mueren. Los vascos se han hecho independientes de EA, y EA se muere. Ibarretxe y Egibar han dicho ‘consulta’ para normalizar. Los vascos han sido consultados y han normalizado el voto al PSOE. Toma castaña…

  4. Estimada/o Txiri.

    Aún a pesar de estar de acuerdo contigo, visto algunos de tus comentarios si que quiero decirte que tal y como planteas tu las cosas, nunca hubiera sido necesario haber creado un Gobierno Vasco, toda vez que ya existían instituciones vascas, Diputaciones y Ayuntamientos mediante los cuales se podía haber hecho gestión y garantizar la continuidad como pueblo.

    Creo Txiri que te olvidadas que el papel de un nacionalismo es también la construcción nacional, construcción que sólo es posible desde el posibilismo. No hay lugar para castillos en aire. Se trata también de ir sumando a muchos nivles y al ritmo me marca la sociedad.

    Pero ni un pragamtismo circular de andar a vuletas con lo que hay ni un soberasnismo que por maximalista resulta inmovilista y está totlamente alejado de la realidad y alejado de la sociedad.

    Nuestra apuesta es la de un tercera vía, un pragamitismo lineal que permita la readecuación de los princpios fundacionales del PNV en al siglo XIX a la luz de los problemas reales que ha tenido a a los largo de todo el siglo XX para aprovechar las oportunidades que se abrenl siglo XXI.

    Txiri respeto tu anonimato pero podrías prescindir de él. Creo que no tienes que avergonzarte de lo que dices y sería una forma de conocernos.

    En cualquier caso TXIRI con anonimato o sin él ansío tu réplica.

  5. Iñigo;

    El hecho de aspirar a la independencia no hace perder la centralidad. Una cosa es que hoy por hoy ese mensaje no cale o incluso sea contraproducente porque la sociedad no está en esa clave. Por eso apuesto por la articulación de un nuevo discurso aglutinador que ponga los medios para construir nación.

    Pero eso no quita que en mi opinión la mejor manera de garantizar el futuro del pueblo vasco pase por la independencia, entendida está como se debe entender en el siglo XXI. Con realismo. Ni hoy ni mañana, pero construyendo nación para, integrar una nueva Europa diferente.

    Lo que dices tu y lo que digo yo, no son en absoluto incompatibles.

  6. Iban,

    Me ha parecido muy interesante tu reflexión. Algunos de nosotros ya hemos iniciado una reflexión sobre un cambio de paradigma y hemos intentado buscar la famosa tercera vía del nacionalismo entre un pragmatismo circular que se mueve pero no avanza y un soberanismo mesiánico que no avanza por maximalista.

    Algunas de estas reflexiones las puedes encontrar en Goizargi (www.goizargi.com). Son artículos muy densos así que los recomiendo sólo para aventureros. Te recomiendo las partes 2 y 3 de la serie «La tercera vía del nacionalismo democrático vasco»:

    Parte 2:

    http://www.goizargi.com/2007/laterceraviadelnacionalismodemocraticovasco2.htm

    Parte 3:

    http://www.goizargi.com/2007/laterceraviadelnacionalismodemocraticovasco3.htm

    La cuarta parte está al caer con la nueva entrega de Goizargi.

    Creo que estas nuevas tecnologías, las revistas digitales (para reflexiones y trabajos largos) y los blogs (para artículos y reflexiones del día a día) deben servir para establecer una reflexión y acción compartida en el nacionalismo democrático de EA y PNV que supere las limitaciones del actual esquema de alkartetxe/batzoki cerrado que huele a humedad.

    Gora Euskadi askatuta!

  7. Yo creo que con la palabra INDEPENDENCIA se pone en estampida a un monton de gente, porque tiene un compenente sicológico de fractura que hoy por hoy no gusta. Lo tendríamos que dejar de lado.

    A mi entender, con el ASKATASUNA de siempre las cosas iban mejor. Tiene un compenente sicológico positivo y el concepto es apoyado por todos.

  8. La estrella roja en las pegatinas de Gazte Abertzaleak (juventudes de EA) existe. Existen por lo menos tres. Una viene con la foto del Dalai Lama, otra con la del subcomandante Marcos, y otra con el Che. Todas con la estrella roja en la mitad de la pegatina.

  9. A Iñigo Lizari:

    Para mí, el nacionalismo no es una fe, sino una herramienta de la diskontinuitatek histórica del pueblo vasco. Orixe planteó un grave dilema en su poema ‘Euskaldunak’: O damos a nuestro pueblo el aliento necesario para que continúe siéndolo en el futuro o este mismo futuro sólo recordará que existió (Geroak esan beza ‘erri bat izan zan’ edota ats emaiogun ortan iraun dezan).

    La cuestión para mí no es, por lo tanto, hasta dónde nos lleva nuestro nacionalismo, sino hasta dónde nos obliga el compromiso con la supervivencia de nuestro pueblo. Acaso el nacionalismo, tal y como lo entendeis, no puede evitar referirse a la independencia como proyecto finalista. Pero, la cuestión a mi modo de ver no habría de plantearse así. El planteamiento lo hago de la manera siguiente: ¿Qué proyectos en el ámbito social, económico, cultural y político necesita en cada momento nuestro pueblo para mejorar sus condiciones de supervivencia? Y al contrario, ¿qué proyectos hay que descartar -también en cada momento- porque introducirían a nuestro pueblo en un círculo de frustración, enfrentamiento y autodestrucción?

    Los vascos se han desenvuelto históricamente a través de diferentes formas institucionales, más o menos integradas. Ya he hecho referencia en una nota al primer artículo de Ubillos. Esas diferentes formas institucionales han expresado, mejor o peor, la identidad nacional. Ducado de Vasconia, Reino de Navarra, repúblicas forales, Gobierno de Euskadi.

    Yo creo en las instituciones democráticas. Y soy, por tanto, un militante del Gobierno vasco, hoy por hoy, nuestra primera institucional nacional, porque representa a la más importante mayoría de los vascos y porque su proyecto es nacional, entendido como soporte de la continuidad histórica de nuestro pueblo y, a la vez, porque es una valiosa herramienta (Estoy muy de acuerdo contigo) de integración social.

    En esta línea, insisto en una cosa que ya he repetido antes. No todos los nacionalismos son independentistas. En el nacionalismo vasco mayoritario, que por eso lo ha sido precisamente, ningún programa desde la época de Zabala Ozamiz (años 20 del siglo pasado) ha sido independentista. Es decir, el independentismo no es la natural guida de todo proyecto nacionalista.

    Podríamos decir que el independentismo es sólo una opción del proyecto nacionalista que, a su vez, es una herramienta al servicio de una identidad a veces hostigada u oprimida, siempre apremiada en su tensión con otras mejor dotadas.

    L

  10. Estimado Txiri:

    Yo estoy de acuerdo con tu respuesta.

    El independentismo no es la vía en la que la sociedad vasca va a poder encontrarse así misma hoy por hoy. ni creo que lo sea tampoco en los próximos 30 años.

    El independentismo sólo puede ser una arma disuasoria de una nacionalismo pactista frente al incumplimiento de tal pacto por el estado.

    Soy partidario y los hemos escrito así en goizargi, en la «tercera vía del nacionalismo democrático vasco» de un pacto generacional por el cual se posponga por un plazo mínimo de 30 años toda pretensión soberanista que vaya más allá de una reforma estatutaria a cambio de la implicación en la consecución de una eurorregión de conformidad a la voluntad de los ciudadanos en los que se artículo dicha eurorregión, la asunción de hecho nacional vasco como realidad transfronteriza e interautonómica y el respeto a todos los instrumentos en los que se articula la autonomía política privada y autonomía política pública que garantice es a subssitencia histórica de nuestro pueblo.

    Txiri yo creo que me has malinterpretado en todo momento, yo siempre he hablado de realismo y de democracia, lo que significar asumir los deseos de los demás y tener que integrarlos en un proyecto de país que sirva para todos.

    Lo que quiero que me entiendas también es que existe por ahí un nacionalismo cultural que reniega de los nacionalismo politicos (batzarre). Eso en nuestro caso conduce al vasquismo, el vasquismo esta bien muy bien, pero resulta insuficente. Es el nacionlismo politico del PNV el que nos ha permitido dotarnos de auténticas instituciones nacionales modernas, sólo te pido que no lo olvides. Sabino con sus errores y aciertos lo vio claro cuando se dio cuenta que Euskal Herria no le servia por su ausencia de contenido político, y Euskal Herria es y era lo más sagrado que tenemos, porque es nuestra nación cultural.

    El PNV si no hubiera hecho construcción nacional, no hubiera apostado por un cuerpo político de consistencia a nuestra nación cultural seriamos un partido folkloriko y nuestra realidad sería parecida a la del Páis Vasco Francés que también es vasco, y también tiene los letreros en Euskera.

    Que el Nacionalismo Politico es absolutamente compatible con el autonomismo soy y seré siempre el primero en afirmar tal cosa.

    Para el PNV y los vascos debemos casi más a Ramón de la Sota que a Sabino Arana y creo que te lo digo todo.

    Simplemente te pido que no me prejuzgues. Hemos hablado nosotros siempre de la alternativa de la soberanía material (industrial, financiera, energética, educativa, tecnológica) frente al concepto se soberanía formal, independencia en sentido estricto que asusta a gran parte de la sociedad, hemos hablado siempre de unión funcional (funcionar como uno siendo distintos) frente a la pretensión de unidad orgánica impuesta (laurak bat de HB en Loiola)

    Nosotros somos realistas, pero somos también posibilistas, nos gusta explorar lo posible y lo asumible por la sociedad.

    Quiero que el partido se constituye en un partido nacionalista europeo, para que Europa se constituye en un verdadero estado y agente político, para que en Europa nos encontremos todos los vascos, es nuestro gran reto, eso es lo que nos coloca en vanguardia por eso anunciamos los de EuskalHerria, Eurorregión-nación, Europa Estado-civilización.

    Tenemos mucho retos y tenemos que salir de este embrollo.

    No tenemos porque asumir las soluciones de los soberanistas pero tal vez tengamos que sentarnos en la mesa y aceptar muchos de los análisis y problemas no resueltos que han llevado a esta crisis.

    La escisión no es tampoco una solución.

    Quiero pensar una una regeneración, y en una renovación del mensaje y de los objetivos.

    Creo que existe una tercera vía.

  11. Para Iñigo:

    No trato de prejuzgar a nadie. Si se me ha entendido así, lo lamento. Estais haciendo una gran labor, inexistente hasta ahora en el nacionalismo vasco. Seguiré leyéndoos, por lo menos vuestras artículos en castellano, ya que por mi edad no estoy alfabetizado en nuestra hermosa lengua.

  12. Iban Ugartek egindako artilukuarekin erabat ados nagoela esan behar dut, hark esandako arrazonamendu guztiekin bat egiten baitu. Abertzaletasun instituzionalak, EAk eta EAJk osatzen dugunak, hauteskunde hauek zergatik galdu egin ditugun gaiari buruz hausnarketa sakona egin behar dugula pentsatzen dut. Ezker Batuak ere gauza bera egin behar du, hauek ere galdu eta Eusko Jaurlaritzan baitaude. Bestalde, nazioa eraiki behar dugu, etorkizunean sor daitekeen independentzian pentsatuz, eta gazteek uler dezaketen diskurtso berri bat eratu behar dugu.

    Erradikalismotik moderazioara pasa behar dugu. Eduki dugun emaitzak, batik bat, planteatu dugun estrategia erradiketik datozkigu. Badirudi euskal gizarteak gaur egun dagoen egoera mantendu nahi duela. Agian, nahiz eta autogobernua gehiagoren alde egon, ondo moldatzen da gaurko egoera politikoan. Ezagutzen ez duenaren aurrean, beldurra duelako. Gizarteak nahi duena ondo ulertu behar dugu boterea galdu nahi ez badugu. Benetan, hurrengo hauteskundeei begira, estrategia aldatu behar dugu, bestela boto gutxiago edukiko ditugu, eta Eusko Jaurlaritza gal dezakegu. Horregatik bi alderditean hausnarketa epe bat ireki behar dugu.

  13. Permitidme unas lineas, nada mas.
    Estoy leyendo con sumo interes todas las reflexiones que estais haciendo sobre los 155mil votos que han perdido los partidos soberanistas vascos en estas elecciones.
    Leo muchas criticas a la supuesta radicalidad de algunas de las propuestas y no puedo dejar de preguntarme si no se debera a otras cuestiones, y me explico:

    No se debera a que el PNV ha sido incapaz de lanzar un mensaje inequivoco sobre su posicion con respecto a infinidad de temas?. Que mensaje esta recibiendo el votante, no militante, cuando oye a Ibarretxe decir que realizara una consulta cuando al mismo tiempo oye mensajes contradictorios de los dirigentes de su partido?.

    Se rechaza la confrontacion porque, afirman algunos, se pierde la centralidad y la moderacion. Pero, es eso cierto? No fueron, acaso, las elecciones de 2001 un ejemplo clarisimo de confrontacion entre bloques? No fue un ejemplo extremo (y ademas obligado) de polarizacion politica de la sociedad vasca?. No asumio (por atribucion del unionismo) el PNV el papel de representante claro del soberanismo vasco?.

    Si esto es asi. Si lo que realmente interesa es un soberanismo fuerte (y no nos engañemos, nadie ni en el PNV, ni en EA, ni en Aralar, ETA o la Izquierda Abertzale cree que la independencia se lograra, ni se definira como posibilidad cierta, en los proximos años) no sera la hora de asumir que vamos todos en la misma nave?.

  14. Interesante reflexión VictorII,

    Pero tengo que decirte que en el 2001, el que estaba en la centralidad era Ibarretxe (famosa fueron sus apelaciones a que el PNV era la centralidad y la frase «Estamos entre los dos extremos, ETA/Batasuna y el PP/PSOE»). Había un frente troglodita (mucho más que el Rajoy de las últimas elecciones) que afirmaba que el euskara era un tema de museo, que los nacionalistas eran complices de ETA y un partido socialista que era el monaguillo del PP. Fue una campaña acojonante. Parecía que venía Atila a arrasar con todo.

    En dicha campaña, Egibar y Arzalluz (precisamente porque se les relacionaba con Batasuna y Lizarra) desaparecieron del mapa y se le dió protagonismo a Ibarretxe. Por otra parte estaba Batasuna que todavía justificaba la ruptura de la tregua.

    Famosa fue la frase de Ibarretxe «No utilizaré los votos de EH ni directa ni indirectamente» para apelar al voto útil. Aunque Arzalluz la volvió a joder diciendo justo después que «Ibarretxe no tendría más remedio que aceptar votos de EH» y que no pasaba nada si nos votaban la investidura. Ibarretxe volvió a decir que directa ni indirectamente. Un desmarque total de Lizarra.

    En esa tesitura sólo Ibarretxe representaba un vasquismo tanto soberanista como moderado. Porque predicó diálogo (famosa es su frase «diálogo hasta el amanecer») entre todos mientras otros hablaban de guerra y revancha (Aznar: «»El PNV quiere convertir al País Vasco en un patio trastero en el que se acumula lo peor de Europa») y abogó por la superación de frentes. Los demás eran o capucha o el regreso de Franco.

    Después del desastre, el PSE aprendió la lección. Mando a casa a Redondo, se hicieron con el poder los «vasquistas», esos socialistas que se ponen la careta de amigos de lo vasco folklorico y rompieron el frente del PP. Ahora el líder del tandem español es el PSE y el PSE no da miedo. El PSE no va a provocar una avalancha de votos hacia el PNV como provocaba Mayor Oreja. Y parece que algunos no se han enterado.

    Creo que la lectura de los resultados del 2001 es la clave de lo que ha pasado estos años en el nacionalismo. Y creo que el tema bien merece un artículo en profundidad. Gracias por tu aportación.

  15. Ion;

    Magnifico. Benetan ezin naukela azken esan horiekin adosago.

    Abertzaletasunak, soberanismoak, eta abarrek ez dute zentralidadea eman eta kentzen. Gizartearen agenda zein den ulerttzeak ematen du. Eta guk, badirudi, ez dugu ulertzen.

  16. Uhmm… Empezando por el final -los caballeros se visten por los pies-. El PSE no asusta, bueno, sera cierto o no. Lo que me parece incuestionable es que casi nadie duda que no alcanzara la mayoria absoluta (siempre suponiendo que se repitieran los resultados del 9M). En tal caso, con quien pactarian? Logicamente con quien se ofreciera, de cajon. Se va a ofrecer el PNV? Si se ofrece, por que votar al PNV y no al PSOE?.

    Me explico, admitamos que el electorado de cada partido son como las, famosas, capas de una cebolla, esas capas superficiales son intercambiables, son los trasvases, son los 80 mil votos de Batasuna que se fueron al PNV en el 2001, son los 30-50 mil votos que no responden a los llamamientos a votar nulo o abstenerse, pero son tambien los 50 mil votos que EB ha perdido estas elecciones y, reconozcamoslo, son un numero indeterminado de votos que del PNV se han ido al PSOE el 9M.

    Siendo asi, que impide que algunos votos se fueran al PSOE si el PNV estaria dispuesto a gobernar con ellos?.

    Y siendo cinicos, los votos que Batasuna «presto» en 2001 al PNV no lo fueron por que Ibarretxe fuera el centro, o porque en el imaginario popular (de pueblo, no del PP) lo representase, esos votos fueron al PNV porque, y citamos a Arzallus, era el perro que guardaba el baserri.

    Si ya se, que al final siempre habra unas decenas de miles de votantes de Batasuna que seran pragmaticos y preferiran al PNV antes que al PSE, pero eso es sobrevivir, y sobrevivir no es vivir.

    Hay musculo soberanista, ejercitemoslo.

  17. Lo de los 80000 votos de Batasuna son muy discutibles. Y creo que es el problema de la obsesión de algunos dirigentes del PNV con la acumulación de fuerzas y la fagocitación de HB. ¿Entonces por qué gano PNV-EA en Eibar y en la margen izquierda? Porque se llevó un huevo de votos del PSE. La inversa de lo que ha podido pasar esa vez. Pero esta vez el PSOE se ha llevado mucho más, pues sólo el PSE ha tenido el equivalente de 33 escaños en el parlamento.

    Ha habido bastante encuestas sociológicos y se ha demostrado que EB fue uno de los que recibió más votos de Batasuna en dichas elecciones por su cercanía ideológica. Evidentemente también hubo muchos de Batasuna que votaron al PNV por miedo a Mayor Oreja. Y muchos socialistas.

    Pero de ahí, a deducir que hay músculo soberanista que se activó y que es el que nos va a llevar al Olimpo de la independencia es una paja mental de algunos líderes del PNV que deberían estar retirados. El año 2001 hubo una emergencia nacional y gente de Batasuna, del PSE y otros votaron con las dos manos al PNV. Porque el PNV era el menos malo. Es decir, la centralidad.

    A mí que me cuenten como piensan hacer lo mismo en Octubre, cuando Patxi Lopez empiece a prometer una reforma del estatuto que incluye poder judicial propio y otras trasferencias que estaban en el plan Guevara. Nosotros estaremos hablando de unionistas y del Pueblo Vasco en mayúsculas y nos darán por saco.

    Todavía hace poco destacados dirigentes del PNV afirmaban que sólo había dos bloques y que los trasvases eran sólo intra-bloques. Cosa que se absolutamente mentira simplemente cogiendo los resultados desde 1980 cuando el voto abertzale (HB, EA, PNV, EE) sumaba el 66%. Las últimas elecciones son un ejemplo de trasvase. No hay más ciego que el que no quiere ver.

  18. Soy partidario de reformular la Independencia en sentido abstracto y dotarla de un contenido de DEPENDENCIAS VOLUNTARIAS; además, en el desarrollo práctico de esas dependencias voluntarias (no impedir/no imponer) se encontraría el fundamento de lo que para mi es la verdadera «autodeterminación», esto es, un sentido dinámico del término y no un «mágico día de la autodeterminación» en el cual los problemas de los vascos se solucionen por si mismos. Creo absolutamente necesaria una redefinición del discurso nacionalista en este sentido con tres objetivos claros:
    1.- Hacer frente al uso que hace el MLNV de los términos independencia y autodeterminación como elementos de confrontación (intra vascos y contra el Estado).
    2.- Hacer frente al discurso jacobino español, que ante el peligro de los términos independencia y autodeterminación, busca su propio aprovechamiento y la aplicación del «café para todos», olvidando de paso los Derechos Históricos de las diferentes nacionalidades del Estado Español.
    3.- Buscar el cauce social central de la sociedad vasca, respondiendo a las necesidaes diarias y reales de los ciudadanos, bastante alejados de la política virtual que en demasiadas ocasiones se traslada por parte de los responsables políticos.

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