Igor Zulueta

La lucha por la libertad de opción en cualquier aspecto y ámbito de la vida, y la reclamación de la libertad de expresión, es otra de las vertientes importantes que se expresan en el problema de las diferentes representaciones rituales del Alarde: la tradicional o histórica, y la alternativa o reivindicativo-revolucionaria. Optar porque ambas se representen con libertad es estar a favor de la diversidad de opinión y practicar el respeto. Reivindicar una única visión de la fiesta y una única representación para el evento, es decir, un único Alarde, es sinónimo de uniformidad y totalitarismo. Hablemos con propiedad y dejemos las cosas claras; la reivindicación de Guztion Alardea, disfrazada de pluralidad, en el fondo no es más que uniformidad e intención de imposición totalitaria. No hay más que tirar de hemeroteca.

En las nuevas peticiones que han aparecido en presa, no hay voluntad de respeto ni búsqueda de una salida que propicie la convivencia. Es un nuevo intento de imposición. Estamos ante una nueva propuesta que es la enésima intentona por imponer una ideología concreta a la mayoría del pueblo de Hondarribia.

Recientemente Guztion Alardea intenta enredar y confundir a la ciudadanía mediante los medios de comunicación diciendo que el Alarde Tradicional ha utilizado una réplica de la bandera del pueblo (1). Los símbolos son simplemente símbolos, y lo importante es lo que representan, sean originales o bien sean réplicas. La verdadera importancia es la significación del símbolo, en este caso la devoción de Hondarribia a su Guadalupeko Ama y el compromiso del pueblo de Hondarribia a los votos hechos en su día, y también el cumplimiento de las milicias forales representadas en el Alarde Tradicional. No tiene relevancia alguna si el símbolo es tal o cual, o si es original o réplica. Nos deberíamos dar cuenta que detrás de Guztion Alardea no hay intención de solucionar esta disputa, y para nada está entre sus objetivos conseguir la convivencia y armonía necesaria en Hondarribia, tal y como nos contaron en su manifiesto de presentación. Una vez más queda en evidencia que solamente intenta dinamitar la voluntad y la tradición de la mayoría del pueblo de Hondarribia. Corroboramos así que no es más que un sujeto interpuesto, como nos lo explica Mikel Arriaga en su libro de reciente publicación –Reflexiones sobre los Alardes de Irún y Hondarribia, páginas 95 y 118-, y que su verdadero objetivo es imponer su ideología mediante ardides y artimañas. No nos dejemos engañar, la mesa de negociación que piden es una trampa, una más, para doblegar e imponer sus propuestas.

El alcalde intenta contentar a todos, pero en el fondo lo que busca es complacer a Jaizkibel Konpainia. El alcalde y la corporación no terminaron de acompañar al Alarde Tradicional hasta Saindua (lugar importante y final del recorrido). Los integrantes de este Alarde esperando alguna irregularidad o treta utilizaron la bandera creada por ellos mismos años atrás, cosa que el alcalde ya lo sabía. En cambio, en prensa hemos leído todo lo contrario. Y cuando el alcalde de Hondarribia dice que “sin previo aviso, sin haber sido informados, se ha sacado una ‘pretendida’ bandera de la ciudad desde el punto de recepción institucional “(2) está faltando a la verdad porque fue previamente avisado de esta acción. Y si no es el alcalde quien dice esto, ¿quién comunica y difunde esta información falsa?  Por lo menos es esto lo que ha difundido la prensa, y es falso.

¿Por qué ocurre todo estos? ¿Por qué aparece en prensa toda esta información? ¿Acaso no habrá una motivación de crear una falsa imagen e idea de lo que ocurre y de lo que verdaderamente quieren los hondarribiarras? Diríamos que más bien ocurre esto último, y que se están utilizando a los medios de comunicación como palanca para quebrar una opinión y una voluntad mayoritaria. El alcalde debería tomar nota de lo que siente y piensa la mayoría de sus conciudadanos, y dejar de jugar a políticas revolucionarias de salón.

Ya está bien de falsedades y de mentiras. Guztion Alardea solo busca imponer su opinión, hacer un trágala al pueblo de Hondarribia, y para ello no hace más que ahondar en supuestas opiniones dichas o planteadas por una parte de la población que no son más que falsedades, que para nada representan la voluntad mayoritaria del pueblo de Hondarribia y que nada tienen que ver con el Alarde Tradicional y con lo que verdaderamente quieren los hondarribiarras. Eso sí, ahora plantean mesas de diálogo y negociación (3) para llevar a cabo manipulaciones y para conseguir sus objetivos.

Este año las fiestas y la celebración de los alardes han discurrido sin problemas, se ha podido visibilizar transparentemente una convivencia real. Le doy la razón a mi compañero de web Mikel Arriaga, que recientemente ha publicado un libro sobre el tema. Dejémonos de manipulaciones, estamos ante un problema de convivencia que podemos considerarlo ya encaminado a solucionarse. No se vulnera ningún derecho, y si verdaderamente se vulnera algún derecho, que sean los tribunales quienes lo diriman; que no sea la conserjería de turno o la oficina de derechos subyugada a lo políticamente correcto quien decida esta disputa.

(1).- https://www.diariovasco.com/bidasoa/hondarribia/guztion-alardea-denuncia-usurpacion-bandera-20230915081701-nt.html

(2).- https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/gipuzkoa/bertan/2023/09/14/alcalde-hondarribia-alarde-bandera-7255157.html

(3).-https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/gipuzkoa/bertan/2023/09/16/compania-jaizkibel-valora-gestos-ayuntamiento-7266872.html

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2 comentarios en «No caer en el abrazo del oso (y II)»

  1. Eskerrik asko. Muy de acuerdo con el texto, pero aquí van dos matices:

    1) se habla en repetidas ocasiones de la voluntad mayoritaria del pueblo de Hondarribia. Creo importante aclarar que el hecho de que una mayoría esté a favor del Alarde en su representación llamada tradicional, no es relevante desde el punto de vista de la convivencia y del respeto. Si se tratara de una minoría significativa, tendrían la misma legitimidad. De hecho Jaizkibel Konpainia es una minoría significativa, y considero que, independientemente de lo poco o mucho que me identifique con su planteamiento, tienen derecho a visibilizarlo.

    2) Efectivamente, no se vulnera ningún derecho en la forma llamada tradicional de celebración del Alarde, pero tampoco se vulneraría aunque un tribunal así lo dictaminara. Porque el derecho de reunión pacífica es un derecho fundamental que se tiene sí o sí, independientemente de que el derecho positivo (el que emana de las leyes) lo refrende. Hay muchos ejemplos de derechos fundamentales que no son refrendados por el derecho positivo, incluso en democracia. No caigamos en el error del positivismo jurídico. Podría ocurrir que el derecho positivo termine prohibiendo la celebración de los Alardes tradicionales de Irun y Hondarribia, uno ya no descarta nada. Pero no dejaría de ser una cacicada y una injusticia.

  2. Kaixo Errotaxar.
    Hilas muy fino, y eso es bueno. Completamente de acuerdo con tus matices.
    Y sí, podría ocurrir en un futuro que el derecho positivo acabara prohibiendo la celebración de los Alardes. Lo cual sería una gran injusticia. No obstante, viendo el cariz que están adquiriendo los hechos y hacia donde se dirige el intento de manipulación social mediante los medios de comunicación, es evidente que no es para nada descartable esta apreciación que haces.
    Esperemos que la ciudadanía de Hondarribia esté atenta ante esta vulneración de derechos fundamentales.
    Eskerrik asko Errotaxar.

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