La memoria de Ernai actualizada

Tomás Abendaño

La transmisión de la memoria es uno de los aspectos más importantes de la maduración psicológica. Los niños aprenden según las sensaciones que les ocasionan sus padres o sus tutores con palabras y con actos. De ahí luego conforman el puzzle/mapa de sus valores. Esta forma de transmisión viene reproducida por la estructura de la sociedad: la escuela, los círculos de amigos, el círculo del trabajo… Son instancias que plantean la transmisión de un determinado legado que se impregna como valores.

En el caso de la Izquierda Abertzale, la cual, según su visión, representa el “pueblo” en el sentido de “clase para sí” de Karl Marx -como un colectivo que conscientemente se autoerige como “elegido”- la transmisión de la memoria supone cuestión de vida o muerte. Si las nuevas generaciones no recuerdan/viven el legado de sus mayores, no es posible reproducir la propia ideología.

Entonces ¿Qué valores transmite la Izquierda Abertzale a su juventud para seguir reproduciendo su ideología y práctica? El caso de los jóvenes alaveses, militantes de Ernai, Aitor Zelaia  y Galder Barbado nos puede dar una respuesta a esta pregunta. Estos dos fueron detenidos por un delito de depósito de armas y municiones por lo cual fueron condenados a cuatro años de cárcel por la Audiencia Nacional.  En un depósito de Durana un particular encontró en octubre de 2018, un bidón de plástico, con las huellas de los condenados, en cuyo interior:

Se hallaron cinco cajas y un bote de clorato potásico en pastilla, siete cohetes pirotécnicos en una bolsa de tela, cuatro botes de plástico con disolución de ácido sulfúrico concentrado, cable eléctrico en su caja original, siete botes de gas propano, cinco bombonas pequeñas de camping gas, una caja con tuercas y tornillos, mecha de yesca, una caja de cartón con tornillería y una bolsa de deportes con cuatro tiragomas.

Dicen los magistrados que “el material era susceptible de servir para la confección de artefactos caseros de tipo incendiario (de iniciación química) y artefactos explosivos de tipo mixto (explosivo e incendiario), similares a los que habitualmente usaba la denominada violencia callejera”.

Además de este pequeño arsenal, a ambos militantes se les encontró en casa los siguientes objetos, que pongo aquí a beneficio de inventario de la memoria que han reproducido:

Un calendario con el anagrama de ETA, pegatinas y llaveros de la banda terrorista y a favor de sus presos, tallas de madera con el anagrama del hacha y la serpiente, bastones extensibles, un spray de defensa y hasta un inhibidor. También se halló un listado de matrículas que pertenecían tanto a Policía como Guardia Civil, y en dispositivos electrónicos se encontraron varios archivos con fotografías de anagramas y de actos en favor de presos por terrorismo.

Además se incluían pasamontañas, talkies, gas pimienta y una navaja. En resumidas cuentas, estos dos militantes de Ernai se caracterizan por seguir el hilo de generaciones juveniles anteriores, aquellas bregadas en los tiempos de plomo, y de actualizar sus medios. Siguiendo la tradición, a raíz de su detención, Ernai organizó la campaña Ankerkeriari Stop! La campaña ha estado basada en desacreditar la actuación de la Ertzaintza afirmando que todo era un montaje.

Todo esto ha servido para vigorizar la respuesta de Ernai en la calle y sacar músculo. Se han cometido diversos actos de sabotaje: encadenamientos en Bilbao y Gasteiz, pintar autobuses, echar pintura a la Ertzain etxea de Agurain… Aquí tenemos un autobús urbano de Donostia bajo los efectos de esa campaña. La pintada se ha realizado a la vieja usanza de la Kale Borroka: con encapuchados que pararon al autobús y lo pintaron.

Aquí los vemos explicando su visión del mundo. Dicen, en relación a la campaña de solidaridad “que aquí hay un pueblo digno, un pueblo que cuida a su gente”. Es evidente que la mayoría de los vascos ni nos hemos enterado de esto, pero las incidencias de la campaña y la gente implicada en ella es el “pueblo” para los dos militantes de Ernai. Prosiguen afirmando que la detención “no es sólo un ataque contra nosotros sino un ataque contra todo el pueblo. Pues no somos más que el eslabón de una cadena”. Es por ello que en el video aparecen las fotografías de los presos de ETA. También hablan de la “revolución feminista (…) sobre todo del deber que tenemos pendiente, que los hombres blancos y heterosexuales que reproducimos el modelo masculino hegemónico tenemos que mirarnos dentro desde la honradez y la autocrítica”. Finalmente, nos advierten acerca del “ascenso del fascismo” en los estados francés y español y a lo largo de todo el mundo.

Hay que señalar que el vídeo entra en contradicción con lo que defienden los detenidos, que su detención es un montaje policial y que ellos no tenían que ver con el material encontrado.

Ciertamente el vídeo y la campaña de apoyo de Ernai son la ilustración de los actos delictivos por los que Barbado y Zelaia terminaron en la cárcel: acción, sabotaje, lucha. Las imágenes que se insertan en el vídeo algunas las ha reivindicado Ernai en sus redes sociales. Otras, como el corte de carretera con neumáticos o el de la vía férrea con barricada de fuego no. O bien las están asumiendo como propias o es un guiño a los «disidentes» de Gazte Koordinadora Sozialista dando su placet a este tipo de acciones.

Representa el doble juego que la Izquierda Abertzale pretende imponer a nuestra sociedad como una especie de engaño hipnótico: la incitación a que sus jóvenes se fogueen en este tipo de dinámicas; la campaña destinada a desarmar a los que, en nombre de la autoridad necesaria, combaten esas acciones (Ertzaintza); y la campaña de solidaridad de los jóvenes así comprometidos que además es una apología de las acciones y los protagonistas de la Kale Borroka. La memoria funciona como una actualización de los hechos evocados que se reproducen ante nosotros. El marco ideológico es el de siempre, con algunas adherencias temporales. Dicen Barbado y Zelaia:

Nos corresponde construir e imaginar Euskal Herria. En esta coyuntura en la que el sistema capitalista heteropatriarcal, en favor de una interminable acumulación del capital, explota hasta el extremo al proletariado y a la naturaleza, nos corresponde luchar por un sistema económico que tenga como centro la vida de los trabajadores. Para defender el pueblo, la tierra y la vida, nos corresponde dar un salto para construir Euskal Herria.

Recordemos que la Izquierda Abertzale nace del espíritu del 68, en lo que se refiere a la incitación a una violencia adaptada a una sociedad desarrollada para la cual es necesaria la reivindicación de luchas identitarias como coadyuvantes a la lucha proletaria, que son caretas y banderas de lucha (feminismo, nacionalismo). En la mejor tradición de la Izquierda Abertzale, la defensa del “pueblo, la tierra y la vida” se nos ofrece aquí como la quema de contenedores, los cortes de carretera o vía férrea, el gas propano con intenciones ofensivas, las pintadas de vehículos públicos con sprays contaminantes…. Mientras Bildu nos ofrece a sus candidatos vestidos de Prada, Ernai nos exhibe a Barbado y Zelaia reivindicando las viejas esencias que, para la Izquierda Abertzale, no deben morir.