Iñaki Anasagasti
El tanquecito de la foto obtenida en el cuartel de Garellano en plena guerra es uno de los doce tanques orugas fabricados en la Naval de Sestao. Asimismo llegaron unos diez blindados rusos con cañón BA6. No hubo Panzer, ni Leopard, estos últimos no existían, pero solo con los que el mes que viene van a enviar Alemania y los países europeos a Ucrania, así como con los aviones que no pararon de pedir desde el Carlton al gobierno de la República, otra hubiera sido la historia de una guerra hecha casi con tiragomas, sin balas, sin tanques, sin cañones, sin aviones y sin embargo resistieron como jabatos y por eso en el Centro Vasco de Caracas, los gudaris allí exiliados pusieron una piedra miliar con una cifra, 45. Eran los kilómetros que faltaban para llegar a Bilbao y que Mola dijo que era cuestión de dos semanas y tardaron tres meses, cosa que no ocurrió ni en Santander, ni en Asturias.
Telesforo de Monzón, nos lo contó así:
“Creo recordar que una de las primeras ayudas vino del México presidido por Lázaro Cárdenas y eso no gustó. De ahí surgió la idea en Europa de una política de No Intervención. En septiembre del 36 se creó en Londres un Comité de No Intervención que estaba auspiciado por los gobiernos inglés y francés. Una especie de ley del embudo contra los republicanos, Largo Caballero y Negrín, porque mientras se vigilaban las fronteras y las costas, los italianos y los alemanes ayudaban a Franco en todo lo que éste pedía. Ahí está el bombardeo de Gernika.
“A partir de aquel Comité de No Intervención, el gobierno francés negó todo tipo de ayuda a un gobierno legítimo donde estaba como ministro Manuel de Irujo. Francia cerró su frontera a todo el tráfico militar en agosto del 36. Luego se vio lo que pasó. El premier británico Chamberlain creyó que había amansado a Hitler mientras éste se rearmaba y este Comité de No Intervención nació pensando que de esta manera la guerra española no les iba a contaminar, cuando lo que latía en el fondo era una guerra ideológica. Madrid y Euzkadi fueron aisladas y la Sociedad de Naciones, una especie de la ONU actual, no les hizo ni caso. Por eso entre la sublevación de los militares españoles y la constitución del Gobierno Vasco, anduvimos como pudimos pidiendo ayuda, Manuel de Irujo y yo como representantes del PNV junto con los representantes de otros partidos. Pero para constituir un ejército nos faltaban armas y a mí me encargaron gestionar su llegada. Una vez fui a Barcelona y traje quinientos fusiles y cinco mil cartuchos pero el contingente grande lo compramos en Checoslovaquia, unos cinco mil fusiles y cinco millones y medio de cartuchos”.
Esto es historia de Euzkadi y al parecer algunos hijos y nietos de aquellos gudaris sin armas asumen hoy en Bildu esa criminal política de No Intervención que solo ayuda al invasor o al sublevado. Parece mentira, pero la historia aquí se repite pero al revés.
MALA LECCIÓN PARA GKS
Es famoso el comentario del presidente Roosevelt cuando explicando la postura del gobierno estadounidense hacia el dictador de Nicaragua Anastasio Somoza dijo aquello de “es un hijo de p., pero es nuestro hijo de p”. Escuchando las infantiles declaraciones, falsamente pacifistas de Bildu sobre los tanques Leopard, invita a que pensemos dirían lo mismo en relación con el antiguo jefe del KGB soviético, Vladimir Putin. Sin embargo estoy seguro que si al frente del Kremlin estuviera un tipo como Bolsonaro o como Pinochet, no serían tan comprensivos con su criminal invasión a Ucrania y expresarían todo su arsenal de improperios hacia el déspota ruso en el caso de que fuera del modelo dictador de derecha. Es lo que decía Monzón de una guerra ideológica. Algo así como hizo HB en 1989 cuando los Estados Unidos invadieron Panamá. Lógico. Bush era un imperialista yanqui, pero Putin, para ellos, no es un imperialista soviético. ”Es nuestro hijo de p.” y por eso no hay que mandar tanques a Ucrania sino utilizar las vías diplomáticas aunque Putin las rechace. Igual, en su nueva identidad pacifista, que nunca se vio en tiempos de ETA, se nos van a la Plaza Roja con una pancarta que ponga, ”Utilicen las Vías Diplomáticas“ y, ante eso, Putin impresionado, detiene y para la guerra, devuelve Crimea y los territorios ocupados, financia la reconstrucción de todo lo destruido y dona en acto público un gran monumento en favor de tantas víctimas y soldados inocentes muertos en una guerra absurda y criminal.
Entiendan mi ironía, que para mi sorpresa, la pueril alusión a que se pare la guerra sin más, no ha sido contestada poniéndoles ante su feo espejo. Como se ve, Sortu (EA incluida en Bildu y con la boca cerrada) tiene una moral de situación para Ucrania, Cuba, Nicaragua y Venezuela como si todavía no se hubieran quitado el pasamontañas ideológico que al parecer siguen llevando haciendo gala de una ética de todo a cien y una falsa superioridad moral que ya no engaña a nadie, aunque sea muy cansado repetirles verdades de Perogrullo como que el estalinismo y demás ideologías de ese tipo, y Putin es un estalinista de libro, llevan al infierno a las sociedades donde las aplican. Por eso las manifestaciones de los dirigentes de Bildu demuestran muchas cosas en relación con su sensibilidad ante los derechos humanos y a su concepto de democracia orgánica. Su melifluo análisis sobre Putin nos dice a las claras que no son de fiar y que su falta de coraje cívico y democrático, alimenta a sectores de su juventud que vuelven a mirar y a organizarse alrededor de un comunismo totalitario, con la Z incluida. Escuchar las consignas y ver las banderas rojas y los puños en alto de sus jóvenes de GKS el pasado sábado 28 de enero marchando por Bilbao nos retrotraía a escenas de hace cuarenta años.
APRENDAN DE LOS VERDES
Nada les impediría a los dirigentes dogmáticos de Sortu asumir una postura valiente y humana como lo han hecho los Verdes en Alemania que son mil veces más progres que ellos. Y sin embargo, y como decía Monzón, su aparente modelo es el del primer ministro inglés, Neville Chamberlain quien tras el acuerdo de Múnich en 1938 con Hitler creyó que había logrado la paz. Ya, ya. A un tigre no se le puede hacer la manicura sin que te de un zarpazo.
En política hay que tener las ideas claras y en este mundo de Sortu y GKS hay una auténtica empanada mental que conviene denunciar poniendo ejemplos concretos como el de Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores alemana. Pertenece al partido de los Verdes, que en Alemania han llevado la lucha contra las centrales nucleares y en favor de hacer posible que el Cambio Climático no rompa la naturaleza. Forma parte del gobierno del canciller Olaf Scholz. Es una mujer valiente y con principios, en una situación tan difícil y con una historia detrás que pesa mucho.
Pues bien, esta señora es partidaria de enviar tanques Leopard a Ucrania porque lo que se libra en este país no es una guerra ofensiva sino defensiva y nadie puede estar de brazos cruzados ante una guerra ofensiva, hecha por un dictador imperialista y sanguinario como Putin. Tan sencillo como esto.
Frente a esta postura madura, le escuchamos en Madrid a Ione Belarra, ministra del gobierno de Pedro Sánchez, salir diciendo que hay que trabajar las vías diplomáticas, como si alguien no estuviera de acuerdo con eso y, a la vez, negarse al envío de material militar a Ucrania cuando se trata de una guerra de destrucción. Es incomprensible la ínfima madurez de la ministra española y habla mal de su criterio político.
Lo mismo ocurre con Mertxe Aizpurua, portavoz de Bildu en el Congreso. Se han pasado cuarenta años sin condenar los hechos violentos de ETA y utiliza ahora una argumentación angelical pidiendo se negocie el fin de la guerra, que eso de ir a tiros es muy malo. Pues ¡que bien!. ¿No sabe que dos no negocian si uno no quiere?. Y quien no quiere es Putin que atacó hace casi un año a Ucrania y es el autócrata que busca imponer su imperio zarista por las armas. ¿Por qué no va a Moscú y se lo dice?.
Sinceramente me deja confundido esta inmadurez y tergiversación de la realidad.
Nadie en su sano juicio quiere una guerra y menos el pueblo de Ucrania. Muertos, frío, destrucción, falta de alimentos, lucha casa por casa, separación de familias. Ahora bien. Si eres atacado tienes que defenderte y este es el caso. ¿Es tan difícil de entender o piensan que somos tontos?. ¿No hay una voz sensata en ese mundo?.
Sortu sigue con su inflexibilidad mental, sus explicaciones de Perogrullo, su pose falsamente progresista cuando de hecho apoya una guerra, que ataca además a mujeres, ancianos y niños y obliga a las familias a emigrar. ¿No lo entienden o su dogmatismo marxista leninista les impide verbalizar una gota de humanidad?.
Les sugiero lean a Monzón, al Lehendakari Agirre, a Manuel de Irujo, a Joseba Rezola, a Jesús María de Leizaola y a los comandantes de gudaris y aprendan una mínima página de la historia de este país y por favor, no hagan el ridículo que en este caso pasa por la destrucción de Ucrania como estado libre tras el ejercicio de su derecho de autodeterminación en 1990. Al parecer pues no están tan de acuerdo ni con el derecho a decidir.