Gabriel Otalora
Algunos expertos en bioética entienden la vacunación como un acto que no se puede obligar. Se debe garantizar su acceso y una adecuada promoción, pero no se puede obligar porque detrás hay unos derechos fundamentales individuales que deben preservarse. En la misma dirección, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recela de la vacunación obligatoria que se considera un último recurso y solo aplicable cuando todas las opciones viables para mejorar los índices de vacunación se hayan agotado. ¿Y no habrá llegado ese momento?, pregunto yo.
El fuerte repunte de los casos por la propagación de las variantes del coronavirus y una deficiente ?y egoísta? campaña de vacunación, en medio mundo solamente, han llevado a algunos gobiernos a tomar medidas que implican la exigencia de inmunización para parte o toda la población. Francia implementó la exigencia de inmunización a los trabajadores de la salud siguiendo los pasos de Italia o Grecia, que han aplicado obligaciones severas Lo mismo que en Australia. En Indonesia fueron pioneros en la vacunación obligatoria, y eso que no existe abastecimiento suficiente de vacunas para toda la población, pero la medida buscaba evitar el rechazo a los fármacos. En una situación similar está el Estado Vaticano, con posibles sanciones a empleados que rechacen la vacunación sin motivos de salud.
Y entre nosotros, ¿es obligatorio vacunarse? Puesto que no se ha desarrollado una ley específica para la vacuna del covid, hay que acudir a las disposiciones generales de la ley de Salud Pública que prohíbe obligar la vacunación, ni siquiera a colectivos puntuales en pandemia. Tampoco un empresario podría obligar a sus trabajadores a vacunarse. Aún así, atención, la ley sí permite obligar a vacunarse en casos de riesgo contra la salud de terceras personas. Pero de este hilo nadie quiere seguir tirando, conformándose con señalar que, con carácter general, debería llevarse a cabo una reforma de la ley sanitaria donde se recoja el caso específico de la vacuna contra el covid-19; y ser aprobada por el Parlamento, o desarrollar una modificación legislativa a través de un Decreto.
Ese hilo legal, coincidente con los criterios éticos más básicos, justificaría la vacunación obligatoria a personas o colectivos que podrían extender el virus, y en este grupo entrarían los médicos y el resto de profesionales sanitarios y, en general quienes atienden al público, ya que aquí no está en juego solo la salud de uno mismo, sino la de los demás. En el caso médico, sería aplicar su propio código deontológico y cumplir la máxima hipocrática primum non nocere (lo primero, no hacer daño). Pienso también en quienes se pasean por su empresa o haciendo compras en horas punta sin haberse pinchado.
Los que rechazan vacunarse o están indecisos suponen un porcentaje significativo de la población, cuando lo cierto es que la variante ómicron sigue siendo un virus peligroso, «sobre todo para los que no están vacunados», afirma el director general de la OMS. Por algo existen lugares como la zona francófona de Canadá que estudia poner un impuesto a los que rechacen su vacunación por los sobrecostes médicos que supone. El virus ataca en su sexta ola poniendo patas arriba la salud, el sistema sanitario y el económico, el ánimo del corazón y las relaciones sociales, mientras ese nutrido grupo de ciudadanos y ciudadanas antivacuna apelan al derecho legal que comentábamos hace un momento.
Su derecho individual es más importante que el colectivo, se dice. Pero esto es una falacia ya que el derecho colectivo como tal no existe; en todo caso, serán el derecho individual a no vacunarse que se contrapone al derecho individual muchísimo más numeroso dispuesto a vacunarse. Si me salto una señal de Stop en la carretera, me multan severamente… si no me mato en el intento. Pero si no me vacuno, me contagio y además contagio a otros, es un derecho que conlleva los gastos sanitarios propios y los producidos por mi legal irresponsabilidad.
La conclusión evidente es que estamos ante un problema político que se arregla en una sesión parlamentaria consensuada para modificar la ley. Pero no se ha hecho, atentos los partidos mayoritarios a las encuestas, a pesar de casi dos años acumulando muertes, gastos hospitalarios enormes, estrés sanitario, bajas laborales, desazón social e impacto económico severo… ¿Tiene sentido seguir así, cuando hay países europeos que han tomado medidas para salvaguardar a la mayoría social obligando a la vacunación o al confinamiento de quienes no quieren vacunarse? Estoy pensando no solo en recursos y dinero, sino en el riesgo evitable que pudo ser para tantos enfermos de carne y hueso y sus familiares. Al menos «tu derecho a no vacunarte, mi derecho a no contagiarme» hubiera justificado el confinamiento obligatorio ante la negativa a vacunarse. Pero tampoco.
Nos hemos apergaminado en los derechos sin darle tanta importancia a los deberes, algo que nos está pasando factura en casi todo, porque ambos son las caras de la misma moneda, llamada bien común y entendible solamente como la suma de cada una de las individualidades, de todas y cada una.
El problema, Gabriel, no es sólo sobre la libertad individual, sino en la verdad en los datos. Las vacunas no reducen significativamente la posibilidad de contagio, especialmente con las últimas cepas.
Por lo tanto el argumento de «mi derecho a no contagiarme», no se puede sostener científicamente. Se puede sostener un argumento de «no colapsar las UCIs por los no vacunados». Nos puede parecer insolidario, etc. pero es importante objetivar los datos.
Con una tasa de vacunación tan elevada como es en Euskadi, vacunar al 100% de los habitantes tiene un efecto muy pequeño en la propagación del omicron.
Las vacunas protegen, especialmente, contra la enfermedad grave (siempre y cuando tenga la tercera dósis, porque con las dos primeras, la efectividad es reducida contra las nuevas variantes). Ha sido un éxito espectacular de la ciencia haberlas desarrollado tan rapidamente, pero la vacuna no evita que un vacunado contagie, reduce la posibilidad en una proporción que no es la clave para el control de la pandemia. Sí que tiene afección en la saturación de las UCIs. Por lo tanto, lo que se necesita es aplicar la ciencia y basar las decisiones en la misma.
Interesgarria artikulua baina txertoak egun duen eragina eta indarra aintzat hartzen ez duena.
Egun, jada bostgarren aldaeraren aurrean gaudela, jada txertoak, orain urte eta erdi garatua, jada ez du birusaren zabaltzea eragozten, nahiz norbanako mailan, larriagotzen diren kasuen kopurua nabarmen apaltzen duen.
Datu zientifikoak datu, ezin da politika bere buruarekin bakarrizketan utzi. Neurri politikoak ebidentzia zientifikoetan oinarrituta jaio baziren, ezin dira bere horretan hormatu, ebidetzia zientifiko gaurkotuekin ere solasean mantendu behar da.
Alde hortatik, artikulu hau, bere isolamenduan hormatutako politikaren erakusgarri, ondo zegokeen orain bi hilabe, egun zaharkitua da
Debemos validar / reconocer los derechos individuales siempre que se cumplan las obligaciones.
Esto ha sido una máxima en nuestras tierras vasconas desde tiempos inmemoriales.
Como sugiere Gabriel O., se puede modificar, desarrollar una ley «ad hoc» para mermar el daño causado por el sector incautó en la pandemia.
Daño humano, económico, salud … en gran parte causado por esos individuos negacionistas/anti-sistemas/ignorantes.
Los datos son definitivos …
Los ingresos hospitalarios más UCI son mayormente de gente sin vacunar.
Con los políticos del tres al cuarto, con su falta de valentía, la situación no se resolverá debidamente ni a escala local y menos a escala planetaria (países sin medios adecuados).
O bien confirnamos a la gente sin vacunar, lo cual sería difícil de gestionar y costoso económicamente o bien a cada individuo que ingresa (sin vacunar), le cobramos su estancia completa.
Creo ha llegado la hora de apretar las tuercas y, de acuerdo con Macron, » … emmerder les non-vaccinés».
Sin duda tendría un efecto dual:
1.- de prisa y corriendo iría mucha gente a vacunarse. De no acudir a pincharse su bolsillo se resentiria. Son varios miles de €uros la minuta de una persona ingresada por covid
2.- aliviar el tensionaniento brutal que se sufre en sanidad y demás sectores.
Las arcas de la seguridad social y sus cotizantes / pensionistas verían parte de los recursos saneados.
Beste behin ere erantzun deskontextualizatuak, nahiz eta Iralak eta en enparuei oraintsu arteko egoeraren larriak euren barruko joera tapujorik gabe agerrarazteko bide eman dien.
Hitz bakar bat ere euren Osakidetzaren gestio ezin txarragoarentzat.
Orain, Emak esan duelarik are hirugarren dosia ere , soberakoa bainoago are kaltegarria ere izan daitekeela esan berritan daukagula, Irala eta antzekoen igurtziko «kudeaketa totala» zein Egiaren profetismoa txakurrarren ipurdira oporpasa izango dugu.
Burutik beherakoa zaindu behar da!
Esta vez, muy de acuerdo con Irala.
El ex alcalde del PNV de Alonsotegi José Luis Erezuma, el arquitecto Alberto Zulueta y los empresarios Eduardo Ibarra y Francisco Javier Bediaga tendrán que pagar casi 900.000 euros para evitar la cárcel. Los cuatro han admitido ser los responsables penales de un caso de corrupción que tuvo lugar en 2011 cuando utilizaron facturas falsas para reclamar una subvención de 600.000 euros de la Diputación y otros 81.000 euros de fondos propios del Ayuntamiento de Alonsotegi para pagar una deuda a la constructora Laneder, propiedad de Ibarra y Bediaga. El pacto con las acusaciones evita a los imputados la pena de banquillo ante las expectativas de una vista oral en la que, entre otros, estaba citado como testigo el alcalde de Bilbao y ex diputado foral de Bizkaia Juan Mari Aburto. EH Bildu, además, pedía hasta 8 años de prisión para cada uno de ellos mientras que el resto de las acusaciones 6 años de cárcel.
Los cuatro imputados principales de la trama reconocen ser los autores de delitos de fraude en subvenciones, falsedad documental y prevaricación. La investigación en torno a estos delitos se inició en 2018 a raíz de una denuncia de EH Bildu ante los juzgados de Barakaldo. Los hechos expuestos por la coalición abertzale ante la Justicia revelaban la inexistencia de tres obras utilizadas como señuelo por el Ayuntamiento de Alonsotegi para pagar a Laneder 681.000 euros. Facturas por haber reparado dos muros y un sótano que habían sufrido desperfectos por inundaciones en 2011.
Mientras tanto Podemos culpa a la OTAN de la tensión Rusia – Ucrania.
Pues claro … es «cuestión de principio» en la lógica revolucionaria y su necesidad de ir minando las fuerzas del enemigo principal.
Neure buruari egiten diodan galdera zeraxe da, batzuen kritiken atzean (Partido del Negocio vizcainita) baldin badakigu zeintzuk dauden, eta nola neurri berbereaz ez dituzten ebazten kontuak, honek guztionek ez ote digun bide eta aitzaki ematen, inondik inora onargarriak ez diren praktikak onartzeko.
Zer, Irala jauna, hala balitz, akabo kritika politiko ñimino ere aukera ere! …Eta aske eta libre edozein praktika politiko aurrera eramateko.
Pena benetan, zer horrelakokerietan eroriz gero, Ezker Abertzaleak eta ENAMek sorturiko beste biktima baino ez geneukake, euskal politika alegia.
JELen agur
Me imagino que saldrá algún articulo en relación a la actualización de cargos de Sortu y las proclamas lanzadas por Rodríguez.
Como buena correlación entre política y crimen organizado, van colocando a ex-etarras en sus cuadros.
Podría ser el buen momento para preguntarles a todos ellos, cuando van a devolver el dinero robado y perdido por culpa de ellos.
Porque el dinero de los EREs de Andalucía puede que se quede corto si sumamos el dinero que nos han robado, el que hemos tenido que gastar en seguridad, en reparación de daños, en pérdidas de inversiones y de oportunidades laborales y en tantos otros conceptos…
Cuando estos criminales van a dar la cara por lo que han hecho y como lo van a reparar?
Mientras tanto, luchamos contra la pandemia con la perspectiva de un fin gracias a la vacunación pero con un virus con el que tendremos que convivir siempre como con la gripe. Afortunadamente, sin la presión asistencial de la actualidad.
La no-vacunación debe tener su responsabilidad. A nadie se le obliga a tomar una medicación, a no hacer deporte de riesgo, pero sus actos deben tener tener consecuencias derivadas de su libre (respetable) decisión.
Limitación de acceso a recintos cerrados, copago sanitario, pérdidas de oportunidades laborales son consecuencias lógicas de su decisión.
Debemos ser solidarios en la vacunación, porque es el bien de todos. Como decía el Papa, es un acto de Caridad.
Menos mal que yo ya hace decadas me vacuné contra el falso «nacionalismo» vasco JEL, ahora les toca blanquear a las fuerzas españolas de ocupacion, las mismas que ocupaban, torturaban, asesinaban y traficaban con heroina.
Pobrecitos, snif, snif, ETA le puso en la «diana»…..
Un partido nacionalista (!!!) que hace victimismo oficial de las fuerzas que ocupan su nacion……
Que sienten los del «negocio vizcainita» ? Qué os interesa ? Quo vadis Ortúzar ?
Espero una crónica de los cuarteles de La salve , Intxaurrondo…Galindo , el Capitán Hidalgo..Manzanas , Muñecas…etc..
se repite, entre otras cuestiones, la exclusión social que sufrían quienes vivían en los cuarteles. «Durante esos años contacto con la población vasca no había. Nosotros, o en mi caso por lo menos, estábamos encerrados en lo que era el cuartel», relata un guardia civil, mientras que otro asegura haber vivido como un «furtivo» en su época en Euskadi: «Tomábamos precauciones como no colgar la ropa cerca de la ventana para que no se vieran las insignias del uniforme. Nadie nos conocía en el bloque, teníamos que andar como furtivos. Cuando la gente se relacionaba con nosotros, siempre teníamos que mentir».
Oasis para los jeques como tú , Otalora……
La portavoz del sindicato de enfermeras Satse, Pilar Mendia, ha reclamado que la inversión en la sanidad pública vasca se iguale a la media europea y alcance el 7 % del PIB, que se destine el 25 % a atención primaria y que se aumente el personal de enfermería en unas 3.000 personas.
«No se entiende que con las cifras disparadas se tomen decisiones que van en dirección contraria a lo lógico. Primero ha sido el ‘autotest’, luego el ‘autorrastreo’, la ‘autogestión’ de las bajas y ahora que algunos centros de salud restrinjan sus horarios», ha criticado. Por su parte el representante de ELA, Igor Eizagirre, ha considerado que la pandemia es «una excusa para desmantelar la sanidad publica».
Esperando impaciente los comentarios de De urbia , Joseba…en Jel .
El gobierno vasco considera que la «injusticia» y el «aislamiento social» a los que se vieron abocados los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado (FSE) y sus familiares en Euskadi, durante los años del terrorismo de ETA, fueron «intolerables, desde la sensibilidad democrática y desde el respeto a la diversidad social».
«Supuso una vulneración sistemática de derechos fundamentales como la integridad física y moral, la vida, la libertad, la seguridad, la circulación y la educación», y por ello se merecen «un reconocimiento público y oficial así como la construcción, desde la sociedad, de una memoria reparadora y empática».
Que poca decencia empatizar oficial e institucionalmente con las fuerzas de ocupacion.
Que asco!!
JELen agur
ETA, como exponente del revolucioarismo marxista en el pais vasco, era una autentica fuerza de ocupación extranjera y de pretendida usurpación del poder en Euskadi. Extranjeros con nombres vascos. Nada que envidiar a las fuerzas del orden publico que, al menos, nos protegían de los desalmados de la mafia revolucionaria.
A los vascos nos habeis robado, hemos tenido que pagar cuantiosas sumas para una protección que no tenia que haber ocurrido, para reparar los daños que la mafia nos causó, que perdimos por la huida de empresas y de inversores hacia otros lares, de la falta de iniciativa económica que prefirió buscar mejores sitios donde implantarse.
Y ahora los criminales se apuntan a la moqueta del partido que les amparó. Sin ninguna vergüenza. Y cobrar del erario publico. Y siguen señalando a los demas, lo muy puristas, los muy canallas.
Osakidetza funciona muy bien. Todo es mejorable. Pero ciertos discursos catástrofistas son falsarios. Hemos pasado una crisis sanitaria con buena nota, independientemente de los discursos de los protestadores profesionales que siempre los hay. Pero vendrán mejores momentos.