Imanol Lizarralde, Ion Gaztañaga
Contaba Luis Arana Goiri que, viajando en tren, llevando en la solapa una pegatina de “viva los fueros”, un santanderino le dijo que eran incompatibles con ser español, pues suponían un privilegio respecto al “resto” de los españoles. A partir de ese momento, Luis Arana dedujo que la única manera de defender las “leyes viejas” era la diferenciación entre la nación vasca y la nación española. Mientras desde fuera consideran todavía los fueros como “privilegio”, los vascos, entre la impuesta disyuntiva entre la españolidad o el autogobierno pleno, han elegido mayoritariamente este último.
Viene el recuerdo de esta reflexión a la reaparición guadiana de la teoría conspiratoria de personalidades como Pedro José Chacón (DV 10-XI-2021, “Foralismo no es nacionalismo”) en el que el nacionalismo vasco se habría apoderado de la herencia fuerista (convirtiéndolos en “pre-nacionalistas”) y del Concierto, debiendo ser el legítimo heredero del fuerismo liberal… el PP.
El historiador Chacón recalca que “Sabino Arana tenía una especial inquina a los fueristas, a los que fustigó sin piedad en sus escritos por ser españolistas”. Realmente carga contra los fueristas por considerar incompatibles la defensa de los fueros y la españolidad (de ahí su artículo “Fuerismo es separatismo”), pero sorprendentemente, Chacón obvia que ya en 1898 sabinianos y euskalerriacos (liderados por Ramon de la Sota, sucesor de Fidel de Sagarmínaga) se unen e inauguran en 1899 el Centro Vasco, que será el hito de la creación del genuino nacionalismo vasco y su núcleo de expansión desde la muy minoritaria esfera bilbaína de la que brotó. Para crear el nacionalismo que entroncaba con el nervio central del país, Arana pacta su fusión con el fuerismo liberal teórico y sociológico, que entra con armas y bagajes a nuclear el nacionalismo vasco.
¿Cómo puede explicar si no, que el máximo representante del fuerismo navarro, el éuskaro Arturo Campión, se hiciera nacionalista? Porque muchos fueristas vieron en el nacionalismo vasco el único movimiento político con credibilidad práctica hacia a la reintegración foral.
En relación al fuerismo, la relación entre los territorios forales y el Reino de España no han sido algo estático. Es sabido que la ofensiva anti-foral tiene su comienzo en el siglo XVIII bajo el patrocinio de Godoy, culminando con la Ley abolitoria de 1837 (eliminación de diputaciones forales y traslado de aduanas). Es verdad, como dice Chacón, que, tras las leyes de 1839 y 1841 (más “abolitorias” que ”confirmatorias”, imponiendo “unidad constitucional”, una unilateral “modificación indispensable”, y eliminación del Pase Foral), se crea un nuevo desarrollo institucional foral. Lamentablemente estuvo al albur de sucesivos golpes de estado españoles, hasta su total abolición de 1876. Y atribuir su abolición a los carlistas no puede ser explicada más que por una ceguera canovista.
La “españolidad” que Chacón atribuye a los fueristas carlistas y liberales murió junto con la foralidad de la mano de la España canovista que sentenció con la fuerza que causa estado, que no se podían mantener los fueros y ser buenos españoles al mismo tiempo. Luego el salto del foralismo al nacionalismo fue de una lógica aplastante: si nuestro autogobierno era un agravio al “resto de los españoles”, entonces es que los vascos no éramos españoles.
Dice Chacón que “La nación foral, como tal, es un ejemplo paradigmático de oxímoron en el sentido de que pretende conjugar dos conceptos inconciliables. Porque no es cierto que el foralismo llevara al nacionalismo o que supusiera una suerte de prenacionalismo, como explican muchos estudiosos del periodo”. Pero los conceptos inconciliables se demuestran en la práctica política real, pues para ser foralista hay que actuar como tal. Es el nacionalismo quien lleva desde 1908 en su programa-manifiesto que “pretende … la derogación … de la Ley de … 1839, y en cuanto a Laburdi y Zuberoa, de las emanadas … de la Revolución francesa de 1789 , y, … de todas cuantas otras leyes … que en algún modo impidan … el libre funcionamiento de aquellas juntas o Cortes.”
Es el nacionalismo quien reafirma este objetivo en su reunificación de 1930, el único que propone el planteamiento fuerista en la ponencia constitucional de 1978 (“Pacto con la Corona”) y quien plantea la Disposición Adicional. En las últimas décadas, ¿Dónde están y cuáles son los logros de los supuestos herederos de los fueristas “españolistas”?
No hay más fuerista hoy que quien actúa como tal y es el nacionalismo el único que proyecta un nuevo estatus consecuente con ello. Para demostrarlo, recordemos los principios de la “Constitución Vascongada” elaborada por los destacados fueristas Pedro Egaña y Blas Lopez en 1852, y que el fuerismo adoptó para cualquier proceso negociador posterior:
“1.- Administración del país por el país, … con absoluta independencia de otro poder extraño.
2.- Franquicia de quintas y contribuciones onerosas
3.-Libertad mercantil
4.-Para defender y salvar contra toda invasión injusta… El pase foral. … Sin el pase foral la autonomía vascongada … es una formula vana sujeta a los caprichos del poder”
Ni el independentismo de clase de la IA, ni el “federalismo” del socialismo vasco, ni el autonomismo de la derecha vasca… el heredero de la “Constitución Vascongada” fuerista no es otro que el “Concierto Político” propuesto por el máximo representante institucional del nacionalismo.
Podemos seguir enterrando la cabeza en la arena todo el tiempo que queramos pero la realidad es que las leyes que de verdad inciden son transcripciones de directivas, leyes y reglamentos de la UE o mandatos de la ONU, una agencia del Imperio.
Del mismo modo que la UE e instituciones de nivel superior controlan ya la soberanía fiscal e imponen sus tributos: Verbigracia el Impuesto sobre el CO2 –irrelevante científicamente a efectos temperatura terrestre– que desde 2012 se ha multiplicado por 10 y que a instancias del FMI se subirá pronto a 75 dólares la Tonelada desde los menos de 5 dólares de hace 10 años.
El debate político, ante esta realidad, es una tomadura de pelo y una excelente distracción.
Ya no podemos fabricar aluminio, acero, hierro, cemento, ladrillo, arados, etc.
Mientras tanto hablamos de las guerras carlistas, de los putos fueros de la corona de España y sus ciudades y de fútbol.
¿Gran comienzo de la Real?.
JELen agur
Es por eso precisamente que ahora hay que hablar más que nunca de la tradicion foral, y cada vez más. Ya la centralización liberal española en el XIX fue motivo de reivindicación, la recentralizacion europea (y mundial) lo hace aún más oportuno y necesario.
Por cierto, los fueros no son de la Corona de España, son particulares de los vascos. La Corona, ni mucho menos la republica, quieren saber nada de ellos. A los hechos hay que remitirse.
Querido Manu,
Te sale como al santanderino de la anécdota de Arana un «putos fueros» españolísimo del alma. Luego, para despistar, nos dices que los poderes globales tal y tal.
Que se te ve el plumero, Manu.
No viene mal recordar que los fueros siempre «fueron» el mecanismo por el cual la corona de España compraba voluntades de los poderosos de las ciudades en detrimento del común a base de sembrar divisiones. Bueno, esto es cierto de la corona española y de todos los poderes. No es patrimonio exclusivo porque es la técnica clásica de los Poderes Parasitarios. O es que hemos olvidado la Fidelissima Bardulia……….la nunquam superata.
En 1520 se redactó «La Ley Perpetua de Ávila» que, basada en los viejos fueros provinciales mejorados, se encontró Carlos V al llegar de Flandes y que no aceptó porque, al ser él persona investida directamente por el Creador, –Gure Aita– no podía en modo alguno someterse a limitación quien no fuera Dios. Y para él ni los de Bilbao lo eran.
Para ir logrando adhesiones firmó, entre otros, el Fuero Nuevo de Vizcaya de 1526..
A Segovia, poco entusiasta del nuevo Rey, por poner otro ejemplo, la «partió en trozos» y regaló Chinchón a uno de sus validos. Esto pasó en las Cortes de Coruña comprando a dos diputados segovianos que, a su regreso y por incumplir el mandato imperativo recibido, fueron muertos en la plaza pública por sus conciudadanos traicionados.
La memoria selectiva es una forma excelente de disonancia cognitiva.
En serio, lo que es de descojono es ver cómo la única soberanía que nos queda es la Medieval. El resto ha desaparecido.
Leñe si todo lo importante son transcripciones de mandatos de Davos y aquí seguimos como paletos mirándonos la pelusa del ombligo y peleando entre nosotros.
Las subidas del Impuesto sobre el CO2 las «anuncia» el FMI a Úrsula Von der Leyen y ésta nos lo dice por la prensa de la mano de la niña sueca del exorcista. Ya estamos en 50 euros tonelada y ya piden 75 a no tardar. La última vez nos lo dijo en La Vanguardia (el más pelota de los medios españoles). Ya veremos quién pide vez para la próxima.
Un saludo muy cordial.
Querido Manu,
Ya veo que en tu intervención confundes la forma con el contenido.
Había fueros «otorgados» por los poderes reales y había fueros que eran usos y costumbres de la tierra, en este caso, de la tierra y los territorios vascos. No confundas Segovia (muy rico el cochinillo) con Vizcaya. Los vascos ya se regían por ellos y los pusieron por escrito para que los corregidores reales tuvieran noticia de ellos. Los reyes españoles los confirmaban y juraban cumplirlos, por cierto. ¿No te suena a nada lo del árbol de Gernika?
Cuando hablas de memoria selectiva y la disonancia cognitiva, en este tema, ¿no te estás proyectando a tí mismo?
En cuanto «soberanía» tendrías que saber que es un término absolutista nacido del «soberano» que no se aplica a los fueros vascos que son más bien de estilo anglosajón, con pesos y contrapesos, para que no ocurra lo que tantas veces ocurre en la historia de España, que un monarca o dictador absoluto se hace con el poder por falta de limitaciones institucionales.
Y es que las únicas novedades políticas que ha aportado España al pensamiento político occidental son las que tienen que ver con lo totalitario. España es la primera monarquía absolutista de Europa (que gran novedad) y en el siglo XIX Donoso Cortés dice aquello que tuvo tanto eco de que hay que optar entre la dictadura del sable y la navaja. España optó por la dictadura del sable que duró cuarenta años.
Menos chufas globales y un poco de conocimiento histórico te vendría bien, manu, que el Oquendo de tu apellido era un fuerista del copón.
JELen agur
Por eso hablamos del Fuero Vasco, no de otro tipo de prebendas (que no compra de voluntades) que otorgaban los reyes y que se les dió tambien el nombre de Fuero.
El Fuero Vasco es la ley consuetudinaria vasca y no otorgada, sino solo reconocida por los reyes. Por eso, y para diferenciarlo de los primeros, tambien se le llama Ley Vieja.
A poco que se lea con interés, se encuentra rápidamente la diferencia.
Para una nacion sin estado como la nuestra es mejor que tener unos fueros que no, y es mejor tener la reintegracion foral que estar como ahora con los fueros raquiticos y cercenados.
Pero no conviene ser engañados por el NO-nacionalismo JEL; Los fueros son el encaje de la nacion vasca dentro de un estado extranjero.
Y la reintegracion plena foral a dia de hoy es tan imposible como la independencia nacional, pero gracias a estas quimericas reivindicaciones, nuestra clase politica de signo a gusto de cada cual (nacionalistas, abertzales, patriotas, etc etc….), tienen sueldos, empleos, negocios, chiringuitos, etc etc.
En que se basa Teleberri/Pnv para darle al PP(quinto partido en Euskadi) espacios que duran varios minutos, mientras sigue manteniendo en el más absoluto silencio a quien lidera la oposición en Euskaldi?
Información e interés partidista del Pnv tal vez?
Lotsagabe
JELen agur
Efectivamente Irusta, no hay más que leer 5 líneas, las 5 primeras líneas del texto inicial, para entender el perfecto encaje del fuerismo vasco en el sistema español.
Ese desencaje en el que se unieron las fuerzas tradicionales y progresistas españolas, todas al alimón.
No hay mas rupturista de las estructuras jacobinas hispanas que el fuero vasco.
Pero no son interesantes por ello, sino por la capacidad de autogestión de todo que nos proporciona evitando las injerencias foráneas que tanto buscan la derecha como la izquierda.
Y será que estamos esperando la definición del nacionalismo (y quién lo es) que nos puedes proporcionar…