Joseba Kortadi
5. El gramscismo subyacente. La ponencia se articula en torno a un eje de inspiración gramsciana, reforzado por la lectura que Laclau realiza de aquel. La contribución de este ayuda a desprenderse de la imagen de la clase obrera como sujeto político preexistente. La idea central, situada en los pasajes más elocuentes del documento, es la búsqueda de la hegemonía de un bloque histórico articulado en torno a demandas progresistas, republicanas y soberanistas [53-60-98-101-121].
La situación, en el territorio vasco, no es preinsurreccional [51]. La ponencia cree que, sin embargo, la temperatura es diferente en las tres comunidades vascas. Frente al cambio que llegó Navarra y la nueva situación en Iparralde que abren nuevos horizontes para ambas, se sitúa la CAV, en la que el autonomismo sigue fuerte, pero manifiesta síntomas de agotamiento [22].
La sociedad civil, como podría decir Gramsci, sería la posición o trinchera que sostiene la estabilidad de la sociedad frente a las grandes crisis (económicas, sanitarias, …) que la están asolando. La lucha por la hegemonía pasaría entonces por tomar para el nuevo bloque histórico progresista, republicano y soberanista [60] esas posiciones de la sociedad civil que hoy sostienen el entramado autonomista. De esta manera, se establecería una lucha de posiciones (trincheras) que se prevé de larga duración [84], equiparable a lo que Gramsci llama una ‘revolución pasiva’, desplegada en torno a un programa expuesto en términos de una radicalización o profundización democrática que alcanzaría a los ámbitos político, social y económico [10-17-25-28-30-32-42-111-115-117-119-124].
En el marco de la lucha de posiciones, EHB sostiene que el soberanismo debe penetrar en todos los organismos populares y todos los espacios de poder, compitiendo por los múltiples poderes y espacios que vertebran Euskal Herria[A] [84-135]. Se trataría de desarrollar un proceso de acumulación de poder, adquiriendo cada vez más capacidad de influencia [44-84-94-120-121-133], con la finalidad de poner en crisis las actuales posiciones de la sociedad civil y de la ‘intelligentsia’ vasca [71], sacando a estas de su comodidad en el ‘autonomismo’ para tratar de alinearlas con las nuevas posiciones soberanistas. De esta manera, se habría de imponer ‘un nuevo sentido común’ que propiciara el cambio de trinchera, y de identidad, de estos grupos sociales[B].
A la conquista de la sociedad civil habría que acompañarse el acceso, con la misma pretensión hegemónica, a las diferentes instituciones públicas. La lucha institucional es una variable fundamental en esa pretensión de acumular poder. Por lo tanto, un programa de cambio social en estos términos ha de poner las instituciones en el objetivo. La apuesta de EH Bildu, en el ámbito de la lucha institucional, es gobernar las principales instituciones y realizar una gobernanza [135] orientada a realizar la transición que esta ponencia se plantea realizar durante la década que finaliza en 2030.
A la vista de la década, el desarrollo de la dimensión transformadora se asigna al municipalismo ‘herrigile’, al que se encomienda la experimentación de una hibridación entre administración y comunidad cívica [88-89]. Por lo que se conoce, no se trata del impulso de prácticas alternativas aisladas en los márgenes de la sociedad, sino de desplazar las iniciativas transformadoras al espacio central que vertebra a la mayoría de la sociedad, para que esta mayoría pueda hacerlas suyas[C]. La ponencia, no obstante, no desvela gran cosa sobre ellas. Se limita a preguntarse sobre cuáles serían los procesos comunitarios que habrían de ponerse en marcha para que nuestros pueblos y ciudades sean resilientes en 2030, teniendo en cuenta las tendencias socioeconómicas, demográficas, climáticas, culturales [90].
[A] En el artículo de Zelai Nikolas, enlazado aquí, se nombran colectivos y dinámicas que ya estarían alineados con ese propósito hegemonista o que son objetivo del desembarco en la sociedad civil que se anuncia en la ponencia de Bildu.
[B] Procedería preguntarse en qué medida la sociedad civil es una trinchera levantada contra hegemonías políticas de cualquier signo y, como consecuencia, si tratando de alinearla en favor de la hegemonía de algún proyecto político no se estaría tratando de disolver su propia naturaleza como tal sociedad civil.
[C] La dificultad de realizar este desplazamiento sin poner en riesgo el acceso al poder político se pone claramente de manifiesto en esta tertulia entre Andoni Egia (“hay que plantear procesos de antagonismo”) y Larraitz Ugarte (“la gente tiene que ver que lo que planteamos es normal, que no es nada raro, que no le estamos planteando que acabe con su modo de vida… Tenemos un amplio sector de la sociedad que vive bien…”).
La penetración de posiciones soberanistas en el movimiento popular está constatada. Todo lo manejado por la izquierda aberlatxe fija como horizonte de solución a los males de cualquier sectorial (desde los jubilados hasta la cuestión energética) la República vasca. Todo confluye ahí y se trata de ir sumando tontos fungibles por el camino. Y hay que señalar que todavía, aunque parezca increíble, hay gente dispuesta a dejarse engañar con el enésimo señuelo.
Tranquilo «plasti» lo del agujero no va por ti, desde el tratamiento se te ve mejor, cada vez resumes más.
Hau Joseba Alvarezek esaten du, herri barruko banaketaren adierazgarri. Interesantea.
«Askok botila erdi betea edota erdi hutsa dagoela esanez erantzuten dute, baina agian erantzuna beste bat da: botila zulatua dagoela, eta zulatua badago, denbora ere gure aurka dago…»
https://www.argia.eus/albistea/lurrari-lotuz
Euskaltel, operadora creada con fondos públicos en la que años más tarde entró a participar un fondo con sede en el paraíso fiscal de Islas Caimán, termina absorbida por un entramado vinculado al paraíso fiscal de Jersey. ( 1)
Y ( 2, final de la historia)
La estructura de la sociedad que se ha hecho con el control de Euskaltel, vinculada a Lorca Aggregator Limited: sociedad con sede en el paraíso fiscal de Jersey es una operación que beneficia a la saga negurítica de los Ybarra Careaga.
Interesante evolución, qué duda cabe
Por desgracia, esa prepotente postura negacionista de PP y PSOE está contando con el apoyo de Urkullu, que nada dice respecto a la obstinación con la que ambos partidos niegan todo terrorismo de Estado. Permanece mudo ante la cerril negativa de ambos partidos a reconocer a esas miles de víctimas de la tortura y a aceptar que ha sido siempre el Estado español el que ha organizado y financiado la guerra sucia.
JELen agur
Muy interesantes las 4 entregas de Joseba.
Me imagino, porque no debe ser de otra manera, que ese debate en el MLNV se esta llevando a cabo en todos los MLNVs de España, de Galicia, Cataluña, Andalucía, Castilla, etc. Todos buscando la manera de hacer converger y coordinar a los movimientos políticos, institucionales y sociales relevantes para su tan deseado cambio (¿os imagináis cual?).
Así que asistimos los vascos, atónitos, al mismo juego que se juega en toda España, y fuera de ella.
Es bueno que lo conozcamos y, a la vez que abominarlos, mantenernos en pie libres por una patria libre.
Y cuando por aqui se dice que los vascos callamos ante la guerra sucia del estado, en esa guerra incluyo tambien la del MLNV. Montada desde España, para españolizar Euskadi fue la misma guerra sucia que siempre se ha hecho en España.
Afortunadamente las cosas están cambiando. La forma de hacer la guerra tambien. Ahora se trata de manipular al ciudadano con la zanahoria de siempre, aqui y en España, por los mismos aqui y en España.
Lo debemos tener bien claro.