Gabriel Otalora
A pesar del incremento previsto en la estructura demográfica europea, en 2035 ningún país tendrá una población musulmana superior al 10% del total, a excepción de Francia y Bélgica. Sin embargo, según una encuesta realizada en 2014, los franceses ya creían que el porcentaje de musulmanes en Francia era un 31%, cuando la proporción real no superaba el 6%. En Alemania, la convicción rondaba el 19% cuando la realidad era el 4%.
¿A qué se debe esto? Porque es un hecho que aumenta el número de musulmanes en paralelo al sentimiento anti musulmán. Europa se siente amenazada por una militancia islamista que no se deja asimilar y por las sacudidas terroristas. El caso de Alemania es sintomático: las encuestas de opinión de 2014 mostraban que un 61% estaba convencido de que el islam es incompatible con Occidente; y el 57% de la población consideraba al islam como una amenaza.
Pero lo musulmán no es monolítico, como puede parecer a primera vista, en la medida que la religiosidad es una imposición incrustada en su ADN cultural y político. Existen grietas, como los ateos, precisamente por las incongruencias de una forma fosilizada de vivir la religión; algo parecido ocurre en el cristianismo cuando deja de ser ejemplar: que le crecen los ateos. En el mundo islámico son todavía poco visibles porque las sociedades musulmanas viven la religión como un elemento de identidad muy fuerte. Abandonarla públicamente puede conducir al ostracismo en el entorno familiar, además de ser víctima de la marginación social; o de algo peor, por lo peligroso para sus vidas, cuando entran en acción los grupos más fundamentalistas.
Marginados y perseguidos en el mundo islámico, los “exmusulmanes” -como les gusta denominarse- tampoco lo tienen fácil en Occidente. Incluso en Gran Bretaña puede ser amenazada su laicidad por algunos grupos musulmanes; pero en general suelen ser ignorados porque desafían la base cultural que es intrínsecamente religiosa. Al final, lo obligatorio no es la religiosidad sino, más bien, la apariencia de la misma. Las actitudes y creencias no religiosas pueden tolerarse siempre y cuando no sean visibles. Nosotros lo vemos como un conflicto entre laicismo y teocracia, y ellos lo viven como tradición versus modernidad.
Con casi todo en contra y con multitud de grupos dedicados expresamente a denunciar páginas “antiislámicas”, las comunidades de los ateos de origen musulmán se hacen oír desde sus organizaciones en países de Occidente; e incluso crecen en países musulmanes a pesar de que son vistos como parte de una conspiración para destruir el islam. A veces consiguen excelentes escaparates en los medios sociales. Grupos como Atheist Republic, con más de millón y medio de seguidores en Facebook logran una importante visibilidad para su colectivo. O el programa The Black Ducks (Los patos negros), que funciona en YouTube desde agosto de 2013, invitando a los ateos del mundo musulmán a dar la cara y decir lo que piensan; tienen más de veinte mil suscriptores y millones de visitas. La libertad de conciencia se está extendiendo de manera acelerada en Oriente Medio aunque sea todavía minoritario.
Los musulmanes de bien deberían hacerse estas inquietantes preguntas y otras parecidas: ¿que está fallando en términos de participación política y educación religiosa? ¿Por qué tan poca autocrítica y tanta rabia destructiva contra la laicidad, nacida en la propia comunidad musulmana? ¿Por qué algunos países musulmanes ricos financian a movimientos terroristas al tiempo que prohíben la protesta y el desacuerdo interno? ¿Occidente tiene toda la culpa de sus males? Recuerdo a los lectores mi reciente artículo “El dedo en la llaga” en el que incluía lo principal de la “Carta abierta al mundo musulmán”, de Abdennour Bidar, mostrando cómo los propios musulmanes deben reflexionar y hacer sus deberes. La proliferación militante de los exmusulmanes es otra muestra más de ello.
Como ya no tienen a Rusia como coco para comerles el tarro a los pusilánimes , se han buscado otro ogro , el Islam , en su nombre hacen todos los atentados de falsa bandera para poder cercenar, por nuestro bien , of course , las libertades públicas.
Es importante comprobar como la gentuza baturra apoya al criminal Putin y su gobierno mafioso-bolchevique amén del islamismo político que mata gente a millares en matanzas indiscriminadas. El tal uzturre que desde que ETA dejó de descerrajar a gente se veía huérfano ahora acude presuroso a justificar los crímenes de la nueva piñata de asesinos. Es coherente, es reflejo de su radiografía moral.
El control de los medios de comunicación
por Noam Chomsky
http://www.voltairenet.org/article145977.html
Estos son los nombres de los dueños de la prensa, radio y tv
https://manuelmoramorales.com/reflexiones/estos-son-los-nombres-de-los-duenos-de-la-prensa-radio-y-tv/
Snowden revela que Israel creó el Estado Islámico ISIS para crear un «enemigo» y justificar su genocidio
https://es.sott.net/article/30218-Snowden-revela-que-Israel-creo-el-Estado-Islamico-ISIS-para-crear-un-enemigo-y-justificar-su-genocidio