Joxan Rekondo Pyrenaeus-eko Talaian
El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, vuelve a estar en medio del torbellino político. El motivo por el que vuelve a estarlo ahora es porque se niega a cumplir la demanda de la izquierda abertzale que le pide retirar de las salas municipales los retratos de los alcaldes bilbaínos del periodo franquista. Ante esto arguye dos cosas. Primera, que no le corresponde a él eliminar toda huella de la historia de la dictadura de la Casa Consistorial de la ciudad. Y señala, asimismo, la incongruencia de los demandantes que llevan “40 años enseñando fotos en manifestaciones, muchas veces de asesinos”.
A primera vista, el alcalde Azkuna choca con lo que sería la finalidad de una cultura de la reparación. Aunque, para ser justos, cabría decir que no hay un pensamiento único en torno a si esa reparación exigiría la eliminación completa de todo rastro de tragedia. También hay gente que, desde el rechazo frontal a la dictadura y a la represión, cree que el mantenimiento de su huella, más que normalizar el recuerdo del régimen, puede ayudar a la construcción de una memoria democrática perdurable.
La Ley de la Memoria de 2007, sin embargo, dispone la retirada de aquellos símbolos o vestigios que exalten el alzamiento militar, la guerra civil y la represión de la dictadura. Únicamente se excluyen de la norma los objetos que no busquen la exaltación, los que hayan sido declarados ‘Bien de Interés Cultural’ o los elementos que de ser retirados dañarían la estructura del edificio en el que están inscritos.
Aún y así, sin conocer las imágenes ni las historias de los personajes sobre los que Azkuna y Bildu están polemizando, es muy difícil acreditar quien lleva, desde el criterio de aplicar la Ley, la razón en este tema. Además, no todos los ediles de la época franquista son iguales. En la mayoría de nuestros pueblos, a través del tercio familiar, gentes no comprometidas con la dictadura practicaron el entrismo en las instituciones locales. Una identificación indiscriminada de todos los alcaldes y concejales de la época con el franquismo sería, por tanto, injusta. Por ejemplo, si Bilbao fuera Bergara, ¿formaría Elkoro parte de la nómina de alcaldes de la que Bildu no quiere dejar imagen para el recuerdo?
Ahora bien, cuando Iñaki Azkuna critica la incoherencia de Bildu al solicitar la retirada de los retratos de la sala municipal en la que se encuentran, y aunque parezca que recurre a una evasiva, sí está señalando una de las cuestiones de fondo que son importantes en este debate. A saber, la paradójica posición en la que algunos medios, colectivos sociales, grupos políticos y personas se encuentran ante este debate.
En este sentido, los medios que claman por la movilización de todo tipo de recursos para que sean retirados los símbolos, retratos, placas, pancartas o monumentos que recuerdan a los autores de los crímenes cometidos por el terrorismo pierden toda legitimidad al oponerse a la retirada de imágenes o símbolos que recuerdan el franquismo. En igual contradicción incurren, los que reivindican libertad de expresión para exhibir fotografías, para designar calles o erigir monolitos en nombre de miembros de ETA, perdiendo toda credibilidad para exigir la retirada de imágenes de alcaldes franquistas.
De todos modos, lo que está en disputa en el debate Azkuna-Bildu no es la memoria democrática de los vascos. El relato hegemónico es nuestro país ya es antifranquista. Hace tiempo que toda muestra de tolerancia social o política con aquel régimen es objeto de estigma o ridículo social. Dicho esto, hemos de ser realistas. Si Bildu exige que la eliminación de huellas sea radical, no hay alcalde vasco que supere la prueba del algodón. En Hernani, como muestra, todavía subsiste la calle Navarra, llamada así en homenaje a los tercios de requetés que ocuparon la villa en septiembre de 1936. La verdad es que hoy prácticamente nadie identifica ese nombre con aquel episodio, que fue el inicio de una durísima represión. No obstante, esta ignorancia social puede ser más perjudicial para la memoria histórica que la conservación del nombre de la calle.
Buen artículo.
Como la calaña de inútiles de la izquierda radical no es capaz de plantear ningún tipo de política positiva, tienen que inventar, ahora, este no problema, los retratos de los alcaldes franquistas de Bilbao.
Primero, está claro, incidir las contradicciones posibles del PNV, poniendo en el punto de mira a Azkuna, que es el modelo de político lo que no son y no quieren: un nacionalista integrador, democrático, con capacidad de diálogo… La izquierda radical odia a la gente civilizada y admira por contra a dictadores como Fidel Castro o asesinos como Kubati.
Ellos se sacan de la manga este problema pero se manifiestan por las calles con las efigies de los asesinos y ponedores de bombas que son los presos de ETA. Y para estos angelitos monolitos, callejuelas, plazas, etc.
Como dice el autor del artículo, en Euskadi no hay problema en lo de la memoria del franquismo. Nadie va a pensar que Pako Franko fue un gran hombre por que algunos franquistas -que queramos o no fueron alcaldes de la villa- consten en efigie.
Muy bien pillado lo de Bergara. No olvidemos, el batasuno José Luis Elkoro fue alcalde franquista. ¿Hay que quitar su retrato, si es que existe?
Como la horda batasuna siempre salta toda a una ahora nos quieren venir con este problema, atacando a Azkuna. Defendamos a este gran político y sepamos que sus enemigos son los enemigos de Euskadi y del partido.
Mirad lo que dice el editorial de GARA del 15 de este mes sobre este tema:
Si el alcalde bilbaino no cree que sea un deber cívico y democrático retirar esos cuadros, al menos debería atenerse al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Y si tampoco le apetece, alguien debería invitarle a marcharse antes de que acabe de retratar a los suyos.
Osea, están pidiendo al PNV que lo expulsen del partido. Si, estos de GARA si que saben lo que le conviene al PNV… Mientras tanto homenajes y manifestaciones a los asesinos.
lo curioso es porque en el año 2014 se piden estas cosas.
decadas ha habido para que socilaistas, IA, jeltzales hayan pedido esto.
la respuesta de azkuna, una vez mas, le califica como un elemento extraño dentro del nacionalismo vasco. por encima de su gestion diaria, con la cual los bilbainos estan contentos en general lo cual significa algo, estan sus declaraciones y actos que son como un calambrazo para un nacionalista muchas veces, como aquella vez que se fue a rendir honores al regimiento garellano con una enorme bandera española detras de el y riendole las gracias a un picolo bigotudo y al repelente delegado del gobierno mientras le mostraba un rifle con el que tal regimiento se habia cepillado a mas de un vasco en la guerra civil.
y conste que antes que tener de alcalde en la mayor ciudad vasca a uno del PPSOE le prefiero a azkuna, al menos «consta» simbolicamente como ciudad con mando en plaza nacionalista, pero el señor este es un personaje.
La mayoría de los alcaldes franquistas, elegidos antidemocráticamente, defendieron y dieron cobertura a un régimen dictatorial que amparo la tortura y el asesinato.
También la mayoría de acaldes de Herri Batasuna, elegidos democráticamente, se negaron a condenar los crímenes, contra la dignidad humana, cometidos por ETA.
Lo importante es el relato, tenga o no imagen (fotos).
Algunos confunden símbolos del franquismo con la memoria y la historia de una ciudad.
Mantener los cuadros en su sitio es mantener la historia de una ciudad, otra cuestión distinta es que alguien intente convencernos de que determinados alcaldes del franquismo eran demócratas.
No podemos quitar de los libros de historia, ni la primera guerra mundial, ni a Hitler, ni el holocausto judío, ni la guerra civil, ni el cerco a Bilbao, ni el bombardeo de Gernika, recordar todo eso significa recordar el pasado para no repetirlo, otra cosa es que alguien quiera utilizar esos símbolos para cambiar la historia, que por cierto, es lo que intenta hacer la izquierda abertzale actualmente con el trauma de los presos.
JELen agur
Yo distingo perfectamente lo que es patrimonio cultural e histórico de un pueblo o de una institución, del alarde indiscriminado, exultante, y modelizante de ciertos personajes.
Mientras que Azkuna defiende lo primero, la memoria de lo bueno y lo malo, la IR hace lo segundo. Es este alarde de lo deplorable, lo nefasto, de la verguenza, lo que es reprobable.
No es defender el franquismo acordarse de él, sino no tenerlo como modelo que es lo que hace la IR con sus criminales.
No es tener un defecto nefasto lo peor, es presumir de ello y hacer que los demás lo aceptemos como válido.
Que bien nos retratamos en este blog justificando a un alcalde que actua en contra de lo que dice la ley de memoria historica ¿Vosotros pensais que en alemania por ejemplo se permitiria el mantenimiento de los simbolos nazis, de fotos en instituciones de Hitler de Himmler o de goebbels ?
Seguro que ni Kandido Saseta, ni Jose Aristimuño, ni Estepan Urkiaga ni todos los muertos en Elgeta en los Intxortas en Gernika o en Durango conpartirian semejante desproposito.
JELen agur
Un símbolo si no simboliza ni representa, no es más que material de archivo, de museo. Es estéril.
¿Qué pasa? ¿Que por retirar los cuadros de determinados alcaldes dejan de ser alcaldes en la historia de la villa?¿Que por mantener esos cuadros se les está venerando?
No, xaxarko.
Y yo no dejo de retratarme.
A ver sómo os retratais los demás.
Seguro que Stalin tambien los retiraría y pondría «otras excelencias» en su lugar…para venerarlos.
Estoy seguro que estarían felices Aitzol, Urkiaga, Saseta, de lo conseguido en la actualidad y cómo gracias a ellos, esos cuadros son solo historia, en la memoria de demócratas.
Algunos creen que quitando cuadros y poniendo los suyos cambian la historia. El franquismo se paso 40 años intentando cambiar la historia y no lo consiguió.
Lo que es incoherente es que alguien que se presenta como abertzale sea condescendiente con quienes son beligerantes con lo que dice representar e intolerante con los que dice defender. hipocrita http://es.wikipedia.org/wiki/Hipocres%C3%ADa
Lo que es incoherente, xaxarko, es creer que no hay otra forma de ser abertzale que la de uno mismo y que encima no lo sea
Lo que realmente es incoherente es sacar el tema de unos cuadros colgados en un pasillo en orden cronológico sin ninguna carga simbólica y sobre los quela IR no habia dicho nada hasta ahora y jalear la exhibición de fotografías de presos convictos por asesinato por las calles de Euskadi tratando de pasar página de tanto tiro en la nuca, coches bomba etabar y recordando al mismo tiempo cosas que ocurrieron hace 70 años
Sólo el PP apoya a Azkuna. Y el plumilla de EL CORREO, Ruiz Soroa. Que curioso que ambos coincidan con este «abertzale».
A mí el tema de los cuadros me parece una tontería. En las juntas generales hay cuadros de reyes de Castilla que hicieron peores cosas que los alcaldes franquistas de Bilbao. Unos cuadros no me parece significativos.
Lo que si me parece significativo es que en Bilbao siga habiendo calles dedicadas a significados franquistas y falangistas. No creo que sea «historia» el nombre de una calle y espero que el PNV lo revise en la próxima legislatura.
Nik Bilduk Azkunari egin dion proposamena egiteko bi arrazoi besterik ez ditut ikusten :
Orain arte, ezker abertzaleak Bilbon izan dituen ordezkariak mozolo batzuk izan dira. Ez baitira konturatu, egon behar ez luketen, argazki batzuk zeudela Bilboko Udaletxean.
Azkuna (udal gaiak IArekin ez beste guztiekin adosteko gaitasuna erakutsi duen gizona) alkatearen aurkako kanpaina bat aurrera eramateko aitzakia da.
Azkunaren udal lanaren lehen helburua regenerazio etikoa izan da. Betidanik giza-eskubideen berma ziurtatzea eskatu du, paktu edo ekintza iraunkorretan sartu aurretik.
Eskubide abstraktuetan ez da ibili, Euskal herrian zehar izan diren erreferendun eta kontsulta gehienei, muzin egin dekoei gezurrezkoa edo demokratikoa ez den erabakitze eskubideaz ari direla esan die.
Horiek dira Azkunaren aurka dituzteten benetako arrazoiak.
Tristea baina IAk betiko jarrerekin jarraitzen dute , beren hegemoniaren alde ez dagoena «egurtu» egiten dute.
JELen agur
Como se ha dicho antes, lo incoherente es que adoradores del totalitarismo pidan, sin autocrítica, retirar imágenes de otros adoradores de totalitarismo.
Lo abertzale es el respeto a los demás, da igual la ideología que tengan y no aceptar órdenes ni encomiendas de espaldas al pueblo. En eso nos hemos educado como abertzales. Son los autoproclamados abertzales a cada minuto los que tienen que revisar sus valores.
Los votos que saca Azkuna es el valor REAL de sus apoyos ¿Quien más los tiene?.
Por algo será. Yo lo digo: es un buen abertzale.
Algo grave tiene que ocurrir cuando algo tan simple requiere de tantisima letra para justificarse.
Bien claro, el ayuntamiento de Bilbao tiene en sus paredes colgadas los retratos de una banda de fascistas de tres al cuarto que aterrorizaron a la ciudad durante decadas. Y aqui, no hace falta acogerse a ninguna ley, si acaso subirse a una silla y sujetando el marco con ambas manos descolgarlo de la pared y colocar en su lugar un poster de la Ochoa o del Athletic. Punto.
Azkuna esta pachucho pero seguro que en su lugar Mortadelo lo puede hacer igual de bien, la unica pregunta es: Por que no lo hace?.
bueno vale, pero del athletic de la temporada 1983-1984.
Yo estoy de acuerdo con Azkuna y el articulista. Lástima que no pueda votarle a Azkuna. Ojala en el PNV todos fuesen como Azkuna!
A ver, Victor, la IA sale hoy día a la calle con fotos de una banda de social fascistas de tres al cuarto que aterrorizaron a Euskadi durante décadas. Los retratos de los alcaldes fascistas de Bilbao es un tema que os lo sacais de la manga en franca contradicción con lo que soléis hacer. Josu Uribetxeberria está pachucho pero mató a varias personas y encima trató a Ortega Lara peor que a un perro. Aunque a lo mejor son tus estándares de tratamiento humano.
se nos olvida que hay una ley que dice que esos cuadros tienen que quitarse. Y no vale como excusa que todavía existan símbolos en muchos pueblos. Poco a poco, hay que ir retirándolos, por que lo dice la ley, y no porque lo proponga Bildu o quien sea.
Desconozco si esos alcaldes han sido buenas o malas personas, pero lo que si conozco es que absolutamente ninguno de ellos fue elegido democraticamente.
Que no enredeis con otras cosas, que esto es muy facil. Hay un montoncito de cuadros adornando las paredes del ayuntamiento que son de una cafila de fachas y que el PNV no quiere retirar.
Me apuesto un guebo de Muruzabal a que si fueran poster de tias con las tetas al aire las quitaban de las misma.
Victor, entre esos fachas pueden encontrarse parientes tuyos o algunos que favorecieron a tu familia. Un respeto por tus antepasados y por todos los que contribuyeron a que sigas siendo un comunero español.
La Ley de la Memoria de 2007 dispone la retirada de aquellos símbolos o vestigios que exalten el alzamiento militar, la guerra civil y la represión de la dictadura.
No es tan claro que esos cuadros en la manera que hoy están puestos sean contrarios a la ley.
Si de cumplir la ley se trata que recurran a la justicia y punto. Ya la ejecutaran los ediles de Bildu al estilo de la extinta “guerra de las bandera”.
Pero el tema “inocente” no son los cuadros: es dar “caña” a un alcalde que se ha mostrado firme frente a los desmanes de los revolucionarios universalistas de la IA., para mayor desgracia de estos, encima, consigue mayoría absoluta.
Algunas afirmaciones que los contraforeros no entraran a debatir:
El objetivo de la IA: destruir la particularidad y a los “particularistas” vascos.
Método de lucha: Hegemonía bajo la dirección de la unidad de los “universalistas” vascos y españoles residentes en Euskadi.
Acción ejemplarizante para los que se oponen a la hegemonía de la IA: “Zurrar” a Azkuna.
Astokillo te pasas.
Ya. Tu al contrario eres de la rama moderada de ultrasur.