Imanol Lizarralde
Decía la candidata del MLNV a las elecciones vascas, Laura Mintegi acerca del concepto del perdón en el contexto de la paz: “cuando se pide perdón están forzando a alguien a darlo o no. Es un poco echar balones fuera. Hay que pedir a la clase política que hable de conceptos políticos y no de conceptos morales y religiosos” (Diario de Noticias, 5-6). Sin embargo, conceptos políticos como el de la paz, la solidaridad, la justicia social, la igualdad, la libertad, tienen una raíz religiosa y, en el contexto de nuestra cultura, una raíz que es cristiana. La pregunta que surge es la siguiente: ¿Por qué el perdón no se encuentra entre ellos? ¿Por qué sigue siendo un valor que, entre nosotros, todavía no se ha secularizado y convertido en patrimonio de toda nuestra sociedad?
Digamos, primero, que el MLNV hace uso del “perdón” en su filosofía política, pero el MLNV menciona el perdón para negarlo. Recordemos esa pintada típica que aparece en las paredes de nuestras calles o la pancarta de las manifestaciones, “herriak ez du barkatuko” (“el pueblo no perdona”). El “pueblo”, para el MLNV, no es, evidentemente, la generalidad de las personas que viven en el País Vasco, sino el “sujeto” revolucionario que el mismo movimiento representa. El MLNV no “perdona”, es lo primero que debemos constatar. La facultad de no “perdonar” ¿es también un concepto religioso? Es evidente que si el no perdonar es una facultad política es por que existe una dimensión política en el perdón que Laura Mintegi pretende ocultar.
El MLNV usa el “no perdonar” como sinónimo de falta de piedad o de determinación implacable. Pues ese es el tipo de política que pone en práctica dentro de nuestro pueblo. Esa implacabilidad antes se demostraba principalmente por medio del ejercicio de la lucha armada y ahora se demuestra por la determinación de imponer sus políticas por encima de las opiniones contrarias, aunque sean mayoritarias y aunque supongan un perjuicio para las personas. El “el pueblo no perdona” significa que las decisiones que toma el MLNV se tienen que llevar a cabo, caiga quien caiga y pese a quien pese.
Por tanto, el perdón es también un valor político que se encuentra en lucha con su negación. Cuando Laura Mintegi dice que el perdón es un concepto religioso, lo que está haciendo es tildándolo de una manera y descalificándolo como facultad política. Pero, como dice la filósofa Hannah Arendt, si el perdón es una facultad humana tiene que tener, también, una dimensión política. ¿Cuál podría ser esta en nuestro caso?
Siguiendo con Hannah Arendt, esta filósofa contempla dos aspectos políticos del perdón. El primero de ellos, “es liberarse de la venganza, que incluye tanto al agente como al paciente en el inexorable automatismo de la acción.” La violencia posee una dimensión mimética de la que los estrategas del MLNV siempre han sido conscientes: frente a la acción armada del MLNV se busca una represión por parte del Estado, que sea alimento de nuevas acciones. El perdón consistiría en romper este círculo acción-represión, desde los mismos extremos en los que se reproduce. Se trata aquí de no responder a la provocación o a la acción violenta. Se trata, también, de no usar la injusticia de la tortura o de la actitud del Estado para justificar nuevas acciones.
La segunda dimensión política del perdón es la de tratar de reparar lo irreparable o revertir lo irreversible. Dice Hannah Arendt del perdón que es “una de las más grandes capacidades humanas y quizás la más audaz de las acciones en la medida en que intenta lo aparentemente imposible, deshacer lo que ha sido hecho, y logra dar lugar a un nuevo comienzo allí donde todo parecía haber concluido”. Eso es lo que el ex jefe político de ETA, José Luis Alvarez Santacristina, Txelis, ha tratado de hacer, pidiendo públicamente perdón por su responsabilidad en las acciones de ETA y sus consecuencias; eso es lo que trata de hacer el ex militante de ETA Valentín Lasarte cuando se entrevista con Consuelo Ordoñez. Al afrontar las consecuencias de acciones irreversibles e irremediables, encarando el juicio de aquellos a los que han perjudicado, tanto Txelis como Valentín Lasarte ofrecen una reparación, que es el reconocimiento de un error que es un error humano del que nadie está libre. Pues según Arendt, los seres humanos deben perdonarse, porque “no saben lo que hacen” y no lo saben, porque no pueden saberlo, porque las consecuencias que trae consigo su actuar son impredecibles.
Arendt, menciona “un nuevo comienzo allí donde todo parecía haber concluido”. La dimensión reparadora del perdón tiene como consecuencia “un nuevo comienzo”. ¿Por qué? Por que la víctima, que vive en la soledad de su dolor, y en la soledad social del ostracismo a la que han querido condenar los impulsores de la violencia, así como en la vergüenza que ese ostracismo conlleva, se libera de ese dolor y de esa vergüenza por medio del reconocimiento del error cometido por parte de los que le piden perdón. El que perdona, que vivió el trauma sangrante del recuerdo, así puede vivir en la paz del recuerdo, en el que el mal se transforma en un bien, en un bien activo y práctico, que supone el reconocimiento de la dignidad del asesinado. Y el que pide perdón, se muestra como un humano capaz de reconocer realmente el dolor que ha causado, junto con su voluntad de reparación, ya que sin esto no hay verdadero reconocimiento del dolor.
La negación por parte del MLNV del perdón, en su doble dimensión de perdonar el daño sufrido y pedir perdón por el daño realizado, supone también, en parte, la negación de un nuevo comienzo para la sociedad vasca, que desea con todas sus fuerzas poder alejar la pesadilla de la violencia y de sus consecuencias. El perdón es una parte consustancial de la paz, pues la paz no es sólo ausencia de violencia sino supone, sobre todo, la paz interior de los corazones humanos, que son los que padecen las consecuencias de la violencia. Pues ahí el perdón repara lo irreparable, ahí, por medio del perdón, los enemigos son capaces de mirarse cara a cara, ahí se da la comprensión de la hermandad que une a las personas y que hace posible que una sociedad no tenga que olvidar pero pueda mirar a su futuro, sin el hierro del rencor y con la conciencia de una fraternidad recobrada.
El parón de actividades armadas de ETA lo realizó la IA con el fin de acumular fuerzas, tener un espacio legal, reorganizar el aparato político y montar un asalto al poder desde arriba y desde abajo.
La paz es un símbolo publicitario y la IA la usa cuanto puede, a todos los niveles posibles. Debajo de la palabra y de la proclama no hay más que la intención de chantajear (esto no es bueno para el proceso, esto es bueno para el proceso, no se hartan de decir) y sacar tajada.
¿El perdón? Hablar a la IA de perdón es como enseñarle al conde Drácula una ristra de ajos o un botellón con agua bendita. Son alérgicos a eso por naturaleza. ¿Cómo van a perdonar a aquellos que quieren seguir fastidiando por otros medios? ¿Van a pedir perdón a los que aborrecen?
Candidata del MLNV no, el candidato de la IA hubiera sido Otegi, el de la coalición Bildu es Laura Mintegi.
Y ya que estamos con Arendt bien haría el autor en coger su obra al completo y examinar a la luz de sus escritos las advertencias que hace a quienes, como el PNV, por escoger el mal menor se ponen al servicio de los opresores situándose en esa zona gris en la que los oprimidos colaboran con los opresores.
En Eichmann en Jerusalen la autora explica lo del mal menor con una anécdota; durante la presidencia de Adenauer se encontro el gobierno que muchos de sus cargos medios habian ocupado cargos de relevancia con el gobierno nazi, siendo un ejemplo el del subsecretario Hans Globcke que habia sido viceministro de Interior en Prusia y uno de los primeros en adoptar medidas antisemitas incluso antes de que el Partido Nazi subiera al poder.
Globcke como otros se escudaba diciendo que lo facil hubiera sido dejar el cargo y que lo ocupara un autentico nazi, sin embargo optaron por quedarse y reducir los daños al máximo. Entre las medidas que Globcke tomo durante la epoca nazi esta el establecer como requisito para las muchachas checas que quisieran casarse con un militar aleman, ademas del consabido papeleo y pruebas de limpieza de sangre, una foto de cuerpo entero en bikini. El requisito anterior era una foto de la mujer desnuda.
Finalmente, el autor para apuntalar sus tesis cita a Txelis, bueno, a Txelis hay que leerle porque lo que escribe sobre el perdón esta francamente bien escrito y desde luego si algo hace es no abundar en lo escrito aquí, el perdón es personal no político, también es voluntario y desde luego fuera de todas las rencillas y ajuste de cuentas politicas que Lizarralde pretende.
Muy buen artículo Imanol. El perdón como concepto está totalmente secularizado desde hace siglos. Es muy normal por otro lado que el MLNV intente echar balones fuera apuntando que dicho término responde a un ámbito religioso; por otro lado, es normal que desde complejos progresistas así sea también reconocido (PSOE). Sin embargo la trampa es evidente, puesto que las raíces de la cultura se hunde de lleno en el humus religioso; pero no sólo la occidental sino toda cultura; no conocemos a día de hoy cultura en la que sus cimientos no sean a su vez religiosos (si la habrá en el futuro está por ver)…pero sin alargarnos en esto, decir que aun en un primer hacer frente a la coherencia/incoherencia de lo argüido por el MLNV para eludir el pedir/dar perdón cabe decir que todos y cada uno de los conceptos que usan (más allá del enfoque dual dialéctico con el que los pervierten) son netamente cristianos (conceptos como justicia, liberación, solidaridad, unión (comunión), sujeto liberado, igualdad…)…pero bueno, más allá de ello, lo que está claro es que aun en su forma más modernamente materialista (y por tanto más radicalmente anti-teista), nace en ellos un auto-sentir mesiánico, una misión liberadora de enfoque totalizador, que no responde sino un asumir (aun en su forma reactiva) el legado cristiano y acometer en él una transvaloración de los conceptos, una reformulación axiológica…
Pero en cualquier caso, sabemos que el MLNV no puede eludir el perdón como ajeno a su naturaleza, cuando, como apunta muy bien Imanol, es constante en su historia la apelación al no proceder al mismo (a no perdonar, a que el pueblo no perdona), a entender dicha negación en contacto directo con otras realidades en las que el pueblo perdona.
Respecto a las menciones a Hanna Arendt, y su filosofía del totalitarismo, me parecen del todo pertinentes y oportunas en citas; es normal que un andado como VictorII tenga sus antídotos (relecturas que no atiende en ningún caso al sentido de lo afirmado; sólo cabría en foros donde son notas a pie de página las menciones a Arendt, pero enfoques ideologizantes que fueron antaño desterrados de los foros de filosofía moral).
En cualquier caso, siguiendo un poco la senda abierta por Imanol Lizarralde a propósito del perdón, yo voy a escuchar a otro autor que marco una buena ontología de la realidad del perdonar, Xavier Zubiri. Xavier Zubiri en “Sobre el Hombre”, afirma que perdonar (en tanto que perdón sinceramente pedido y sinceramente dado) refunda una realidad que ya estaba cerrada; sería como si sobre el tristemente e irreparablemente acontecimiento acaecido, lanzáramos en retrospección un manto, que, lejos de reparar/restablecer, cambiara el sentido que dicho acto cerrado tenía. En nuestro caso, sólo podríamos hablar de una verdadera y sincera voluntad de paz, si las partes pudieran (o intentasen recolocarse respecto al pasado); si el MLNV aboga sólo por las vías políticas puede ser por diferentes motivaciones, pero lo que está claro es que ya “de facto” late en su seno una relectura del pasado; la cuestión ahora estribaría en si esa relectura responde a una relectura moral (más allá de que no estemos en momento para que la madurez de la decisión de lugar una formulación explícita de perdonar/dar perdón) o, si muy otro es su impulso, y responda a un mero calculo de estrategia (más allá de que pueda ser definitiva).
Si la presente apuesta no responde a una relectura moral del pasado, es cierto que ya se puede esperar sentado el pedir perdón; ya que en dicha segunda relectura está la clara convicción de que el estadio presente abierto (“proceso democrático”) es el hijo menor del padre, el proceso violento; a saber que lo que ha hecho posible todo ha sido la violencia, y la “no violencia” no respondería a un valor sentido, sino a un tiempo de recogida (pasajero o no).
Pero a un cuando haya un cierto sentir de haber andado mal el trecho andado en términos morales (lato arrepentimiento), el pedir/dar perdón llegará, pero llegará muy tardíamente. Quiero yo aquí reivindicar que hay posturas que lejos de responder al pedir perdón esperable, puede que lo estén encerrando aun todavía en su triste forma tácita; no digo que así sea, pero si que creo hay que intentar dar con la verdad que late en ese “apostar sólo por las vías políticas”. Pienso que si damos con esa verdad sabremos mucho de ese posible pedir/dar perdón tan ansiado por los vascos.
Un post muy bueno. Gracias Imanol.
Victor:
Hannah Arendt, es la creadora del término «totalitarismo» que lo aplica tanto a los nazis como a los comunistas. El PNV no es ni una cosa ni otra. El MLNV se encuadra dentro del eje marxista-revolucionario. Primero diferenciemos un partido democrático con otro totalitario, como es el MLNV.
Me alegro mucho que te guste la carta de Txelis. A mí también me gusta. Sin embargo, cuando dices, por ejemplo, «el perdón es personal no político», no entiendo muy bien como diferencias una cosa de la otra. Te pongo una serie de citas de la carta de Txelis:
«El tema del perdón es sin duda una cuestión de candente actualidad y de enorme valor simbólico y reparador, tanto a nivel individual como a escala grupal y social».
Es decir, Txelis plantea el perdón no sólo de una forma individualizada sino también colectiva.
«La petición de perdón, para ser auténtica y reparadora, debe hacerse ante todo y sobre todo desde el sufrimiento de las víctimas, desde la conciencia siempre creciente del dolor irreparable generado en las victimas y sus familiares».
Es decir, Txelis plantea que el perdón cumple una función reparadora para las víctimas.
«La idea matriz y motriz que propongo a reflexión es en este caso la petición libre y sincera de perdón, como elemento fundamental para desarrollar una dinámica de perdón y reconciliación que erradique definitivamente todo tipo de violencia, especialmente la violencia «de intencionalidad política» (Setién)- sea cual fuere su signo y origen- y afiance la paz y la convivencia».
El último párrafo de mi artículo recoge este concepto desarrollado de otra manera. Lo que dice Txelis tiene una clara dimensión política, pues expresa un rechazo radical de la violencia «de intencionalidad política» así como una reivindicación del perdón como fuente de reconciliación y convivencia.
«En una cultura como la nuestra, donde con demasiada frecuencia la valentía ha sido y sigue aún asociada con muchos gestos de supuesta bravura, no pocas veces violenta y sangrante, conviene subrayar la auténtica valentía que entraña la actitud de quien, lejos de toda arrogancia o sumisión deshumanizante, se atreve a mirar de cara el mal que ha causado. En este sentido, quien pide perdón se honra a sí mismo y honra aún más la memoria de la víctima y su familia».
El penúltimo párrafo de mi artículo plantea esta idea, a la que Txelis añade la cuestión de que la auténtica valentía no consiste en ejercer la violencia en nombre de una idea, sino en saber encarar el mal que se ha hecho, desde la petición de perdón y la voluntad de reparación.
Estoy de acuerdo que el perdón tiene que ser una cuestión voluntaria, fuera de las exigencias de un determinado proceso, pero el perdón, como bien lo deja claro Txelis, es garantía de una auténtica convivencia y paz para una sociedad como la vasca. El perdón es algo positivo. No perdonar ni pedir perdón, en este contexto, es negativo, pues impide la reconciliación y el reconocimiento del daño ocasionado y es obstáculo para el erradicamiento definitivo de la violencia “de intencionalidad política”, ya que aquellos que no reconocen el dolor causado o lo justifican plantean la legitimidad de su utilización según cuales sean las circunstancias. Dejan la herida abierta, respecto a las víctimas que no honran con el reconocimiento del dolor que les han ocasionado, y dejan abierta también la puerta del uso de la violencia con “intencionalidad política” para futuras circunstancias.
El “ajuste de cuentas políticas” que me achacas es incompatible con mi valoración positiva del perdón. ¿En qué momento de mi artículo doy pie a esa idea? En ningún momento. Luego es un juicio gratuito.
Para Txelis, al contrario que para Laura Mintegi, el perdón “como tal no es un acto específicamente ni necesariamente religioso, sino un acto genuinamente humano”. Habla también de que el que pide perdón por haber ejercido el “sufrimiento injusto de otra persona”, es decir, la violencia ejercida ha sido injusta desde su parecer. ¿Esta de acuerdo el MLNV con esta afirmación? ¿Estás tu de acuerdo con ella?
No tener la voluntad de perdonar ni de pedir perdón después de un conflicto de décadas donde ha habido incontable dolor constituye toda una declaración de principios por parte del MLNV. La “cultura de la paz” y la falta de perdón son incompatibles. La postura de Txelis es ejemplar pues trata de enmendar el daño causado reparando a aquellos que lo han sufrido. ¿De verdad que estás de acuerdo con esa postura? Te cito el último párrafo de su carta:
“Habiendo sido durante años militante de ETA soy plenamente consciente de la responsabilidad moral que ello conlleva para con las numerosas víctimas que ha generado ETA a lo largo de su historia y en particular durante los años en que fui militante. Dios es testigo que estoy profunda y sinceramente arrepentido de ello. Trato en la medida de lo humanamente posible de compartir de algún modo el dolor generado por las graves secuelas físicas y psicológicas que han de soportar muchas víctimas y sus familiares, así como el sufrimiento perenne que arrastran cientos de familias por la trágica pérdida de su esposo/a, familiar, allegado o amigo/a y tengo siempre presente que es un mal irreparable. En la medida que siendo en su día miembro de ETA contribuí de un modo u otro a la perpetuación de dicha violencia, pido públicamente perdón de todo corazón y con toda la hondura de reflexión autocrítica que he tratado de reflejar en estas líneas”.
Pero el perdón del que hablas será personal, y al margen de la justicia, supongo, ¿o no?
Xabier Mikel Errekondo de Amaiur se ha negado hoy aniversario del asesinato de Miguel Angel Blanco a condenarlo, después de casi veinte años. Rafael Larreina de EA le ha defendido. A eso se le llama acumulación de fuerzas.
Imanol, Arendt no tachaba de totalitaristas a los judios que colaboraban con los nazis, no he debido de explicarme bien cuando contaba aquello del mal menor. Por cierto, será una leyenda urbana o no, pero dicen que precisamente el libro Eichmann en Jerusalen no esta traducido al hebreo, imaginate.
El MLNV, como os gusta llamar a lo que hoy todos llaman IA, se encuadrara en muchas cosas, ahora pretender que no ha habido ninguna evolución, que los postulados mayoritarios y, sobre todo, imperantes en el actuar de la IA son los mismos que hace 30 o 35 años es querer engañarse; tan engañoso como dar el salto del totalitarismo que Arendt describe hasta Sortu.
Yo en cambio creo que Txelis desnuda el perdón de todo contenido político y lo establece primero como una cuestión de orden mistica y desde luego inscrita en las modernas teorías de criminología; es mas, se diría que por ciertas querencias religiosas esta muy próximo a los trabajos del recientemente fallecido Antonio Beristain, ahí mismo en el Campus de Donosti.
En cualquier caso sin rebatir los extractos que aportas basta una lectura atenta y abierta de la carta en cuestión para deducir que el perdón que Txelis plantea esta mas cerca de una idea reconciliadora que de un aquelarre lacrimógeno de peticiones de perdón. Si se duda de lo que digo recurrase a la atenta lectura del punto segundo de sus conclusiones donde define el perdón como “un gesto libre y sincero, fruto de un proceso de maduración absolutamente personal e intransferible”. Personal e intransferible.
Y lo repito, en tanto postura personal, reconciliadora me parece bien. Lo que no cabe son exigencias como las que haces al “MLNV” de que ni dan ni piden perdón, el perdón es, como dice Txelis, una cuestión personal, reconocimiento del daño hecho que quizás en un futuro próximo incluso ETA pueda reconocer ese daño causado, pero desde luego no es ninguna exigencia ni de nada ni de nadie. Ahí si estoy de acuerdo con la señora Mintegi. Del mismo modo que no exijo a España que pida perdón por bombardear Gernika tampoco exijo al pueblo vasco que perdone a España por aquello, de igual modo Ibarretxe no puede pedir perdón a las victimas de ETA en nombre del pueblo vasco en una charlotada orquestada en la feria de muestras. Si ese perdón sucede sea, pero que sea fruto de una larga reflexión y de un proceso de reconciliación no como mero calculo de intereses políticos.
Vamos a ver, por muy numerario que pueda ser Rafael Larreina, un profesional de la política como él, que ha vivido toda la vida diciendo amén a su director espiritual en la Obra, y de decir amén a su director político que es Carlos, a día de hoy, sin tener como miembro de EA donde caerse muerto, en su aparente incoherencia, es casi más coherente que el propio Xabier Mikel Rekondo, si cabe.
Pequeña puntualización, MLNV o ENAM en Euskera es como se autodenomina el movimiento que engloba la Izquierda Abertzale. La Izquierda Abertzale sería la parte consatante se esa amalgama de siglas que el brazo político del MLNV va tomando. La IA no es MLNV, sino una parte del MLNV. Vaya de explicación, para el posible malentendido que, con o sin intención, puede generar VictorII.
Victor:
El MLNV (que es la forma oficial con la que la izquierda revolucionaria vasca se autodenomina desde 1967, no es un término inventado por mí) ha evolucionado y yo no lo niego. Otra cosa es que persista en lo esencial en sus bases fundacionales, que las ha adaptado a lo largo de diversas coyunturas.
Txelis dice que el perdón no es algo necesariamente religioso sino algo estrictamente humano, como lo pone una de las citas que te expongo. Una persona no tiene que ser religiosa ni cristiana para perdonar o pedir perdón, es algo que es habitual entre gente que no tiene ningún tipo de confesionalidad.
Mi artículo se centra en que el perdón, la petición de perdón y la concesión de perdón, es algo bueno, por que, como dice Txelis, reconcilia a las personas y a la sociedad en la que estas viven. Lo que es malo es no perdonar ni pedir perdón y persistir en el «herriak ez du barkatuko» «el pueblo no perdona», como principio político, ya que esa es la forma de reproducción de la ideología con la que se alimenta la violencia política, que Txelis también rechaza.
Yo no hago ninguna exigencia al MLNV (me gustaría que me señalases donde, pues esta es otra afirmación gratuita), lo que hago es describir la actitud del MLNV respecto al perdón con las declaraciones de su cabeza de lista electoral Laura Mintegi y el sempiterno lema de «herriak ez du barkatuko». Si el MLNV quiere crear realmente una «cultura de la paz» y quiere reconciliar a la sociedad, tendrá que reconocer el daño ocasionado a ella y tendrá que pedir perdón; si no lo hace no hay ni cultura de la paz ni reconciliación, sino un simple paréntesis en el que las espadas siguen en alto con la intención de volver a batirse.
El perdón desde luego tiene que estar fuera de los cálculos políticos pero tiene consecuencias políticas y una función política: hermanar a una sociedad en la que existe la división irreconciliable y tender puentes en esa división, con la intención de curar las heridas de la violencia.
Respondiendo a Benjamingrullo, el perdón no tiene que ver efectivamente con la justicia formal; tiene que ver con el acercamiento de las personas y la actitud positiva respecto al que se consideraba antes el enemigo político. La verdadera paz se basa en la paz y la convivencia entre las personas particulares.
Un saludo
En primer lugar, respecto a lo que dice VitorII, (“llaman IA, se encuadrara en muchas cosas, ahora pretender que no ha habido ninguna evolución, que los postulados mayoritarios y, sobre todo, imperantes en el actuar de la IA son los mismos que hace 30 o 35 años es querer engañarse”) muy tramposo por su parte, más allá de intuir a qué postulados quisiera dejar la puerta abierta, más dejando por el momento eso de lado, decir:
-Es cierto que no son todos los miembros los de hace 30 años, pero sí están los de hace treinta años.
-En cualquier caso, no nos podría dar VicotorII cuenta de ruptura generacional ideológica ninguna.
-Es más, se da el caso, en los que los jóvenes “hechos” por lo viejos, se nos muestran más puristas (ortodoxos) que los viejos (en la Inteligencia del movimiento, no hablo de tus amigos del Erico)
Nos señala como engañoso el dar el salto del totalitarismo que Arendt describe hasta Sortu; este apunte es engañoso también en tanto en que, en:
-Primer lugar, nos pretende señalar a Sortu, como fuera de su sustrato que es el MLNV. En este sentido cualquier mirada errada que se dirigiera a Sortu o a cualquiera otra de sus formas de sigla anteriores pudieran darnos de igual manera una impresión de mera política, de mero pensar…Es el MLNV en tanto que movimiento aglutinante el que sería objeto de ser tipificado como totalitario (Y Sortu en tanto que pata integrante)
-Respecto al encuadre del MLNV dentro del totalitarismo que Arendt acuña, no hay duda ninguna. Podríamos describir al detalle por qué.
Por otro lado, Txelis aborda el perdón desde donde hay que abordarlo, desde la radical y profunda convicción personal; respecto al deslinde de esto de la política, es tramposo, puesto que la política en su operar grupal no sería sino el operar de personas cercanas en convicciones personales; en este sentido, más allá de que el perdón debería emerger del corazón de cada miembro del MLNV, más allá de que en algunos sería más sincero y en otros más estético, el grupo no pediría perdón sino porque los sentires mayoritarios de los miembros del grupo lo piden. Es una falacia decir que el perdón es personal y no político: lo político nace de los grupos de iguales a partir de convicciones personales (¿o es que ser de izquierdas, en tanto que preocupado por los social, no es algo pre-político?)
Si el MLNV no puede reconocer el daño causado (no fuera pertinente), por qué parece pertinente que exprese una voluntad de no uso de la violencia a futuro. He ahí otra trampa, parece que una valoración retrospectiva fuera inoportuna en el seno de un grupo terrorista-político, y, en cambio, una volición proyectiva, a saber de futuro, (su voluntad de no ejercer la acción directa) fuera del todo pertinente y apropiada dentro de sus decisiones.
Sin animo de extenderme mas y con afan de alcanzar un punto de acuerdo digo que el tema de si a la IA (y digo IA porque es el termino que se emplea generalmente desde hace 10 años) se le pide que pida perdón se presta en tu escrito a confusión cuando lo abres con unas declaraciones de Mintegi en las que rechaza que el perdón, la exigencia de perdón, pueda ser una exigencia política. Si no es una de las exigencias a la IA me parece perfecto.
Dicho esto, el perdón, la reconciliación, el reconocimiento del daño causado y padecido habrá de llegar de una forma u otra, se esta en ello, paciencia, costara y difícilmente llegara sino antes no se da solución a infinidad de situaciones injustas, como el tema de los prisioneros. En cualquier caso el perdón, la reconciliación, la empatía en definitiva, estoy contigo, es deseable. Bien haríamos en empezar a tomar nota de lo hecho en otros lugares, se ha empezado por Glencree, para cuando reuniones entre familiares de victimas de todo signo con quienes les mataron?. No se si no es un tanto ingenuo pero en Irlanda del norte ya se hizo.
JELen agur
Pero yo no entiendo un perdón condicionado a que lo haga «el otro».
Cuando, más por razones políticas, se ha hecho daño y hay un arrepentimiento humano sincero, ¿qué más da si «el otro» tiene la altura suficiente para pedir perdón para que lo deba pedir uno?
Se pide perdón, arrepentimiento de corazón y sanseacabó. El otro tendrá la pelota en su tejado.
Lo k + me gusta es komo aplika el koncepto de «rekonocimiento del daño kausado» el komisario politiko del alkalde-titere donostiarra josetxo ibazeta ante los segidores de la floja:
http://www.youtube.com/watch?v=cAgCcxTRQy8
Despues d ayudar a los okupas a entrar ilegalmente amenaza a 1s borrachos en plan pan y cirko apañol, 1s kon gora eta militarra y otros k viva la roja aunk apaña se vaya a tomar x sako x la kaka ekonomika k es.
Impresionante Josetxo Ibazeta con el pañan pañan con el dedo y el gora eta eta patarra. Vemos que la apuesta por las vías políticas es más firme que nunca. Como evoluciona la izquierda abertzale, Josetxo el renovador.
Notese la inmediata dimision que confirma la apuesta de Sortu por las vias politicas.
Los del MLNV tienen bien clara la estrategia. Está claro que la postura pública ha cambiado. Si responde una estrategia/papel, eso ya es otro cantar. La revolución lo nunca ha sido es tonta.
La dimisión de Josetxo Ibazeta sólo demuestra que hay que limpiar la cara a Bildu, no que en el fondo de los sentimientos de todos los comisarios políticos de Bildu no haya un Josetxo Ibazeta dispuesto a amenazar y a gritar un Gora ETA militarra.
Estas cosas demuestran, victorii, que el mlnv-ia, es como la ucd-ap (hoy pp), en el sentido de aquel mayor oreja que recordaba con nostalgia la placidez del franquismo. Pero es un paso, ha dimitido, ahora solo falta que errekondo condene igual que larreina y que respeten a la mayoría en las juntas generales.
Por cierto la dimisión de Ibazeta sólo supone, que yo sepa, que ya no asesora oficialmente físicamente desde la casa consistorial y cobrando oficialmente, pero dudo muy mucho que esto sea una dimisión real; por otro lado el MLNV y sus gentes siempre han acostumbrado a cobrar en B.
JELen agur
El bobo ese sigue en Bildu ¿no?
Pues claro!
El asunto, VictorII, es tan claro como esto. Izagirre no es que considere de gravedad gritar «gora ETA», sino que considera inoportuno no controlarse públicamente en estos momentos.
Ibazeta ha dimitido.
Bildu no tiene militantes porque es una coalicion, no un partido, aun asi, que dimita de Bildu.
Ibazeta cobra en B, para pagarse el txalet.
Errekondo que condene como Lareina, dijo que se remitia a lo dicho por Lareina… Ay Dios.
Un poco de seriedad.
En efecto, Ibazeta ha dimitido, faltaría más, pero que lección de lo que subyace en el cerebro de los asesores municipales de Bildu, pin, pan, pun y Gora ETA militarra. Errekondo simplemente no condenó el secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco que ocurrió hace mucho tiempo. Eso si que es seriedad en defender la trayectoria armada de ETA.
No te lleves las manos a la cabeza pasar de revolucionario a formal no es tan fácil, hay biografías detras.
Si no me llevo las manos a ningun sitio. Se equivoco y dimitio. Punto, no hay mas.
JELen agur
Pero alguien de Bildu dijo que no cabia alguien así.
¿Sigue en Bildu o no?
¿Se le dará una bandera española republicana como reconocimiento a sus servicios?
Bildu, repito, no es un partido politico. Ibazeta ha dimido y ha renunciado a los cargos publicos que para Bildu ejercia. No se que mas quereis.
Ya qu ehablas de banderas, conoces el estadillo que la delegacion del gobierno ha pasado con el asunto de las banderas?.
JELen agur
No, pero me imagino que dirá que nunca jamás hubo tanta bandera española junta en el consistorio…
Pero, ¿por qué se equivocó? porque ahora no hay que decir eso o porque no hay que decir eso?
Las explicaciones estan en la carta de dimision.
Respecto a lo que se dijo ese dia cada uno tendremos nuestra opinion.
Me reconoceréis todos, y VictorII muy en particular, que el incidente de Ibazeta, más allá de ver que no conviene tener comisarios que llevan mal la bebida, más allá de ello, y habida cuenta de que Ibazeta y sus compañeros son gente que han exhibido muy gustosamente la republicana, estamos ante un enfrentamiento puramente español, un enfrentamiento de banderas, españolas, claro, sabemos, que una republicana le hubiera permitido seguir embriagándose…es un asunto que los nacionalistas vascos nos viene extraño. Sin embargo, ahí no nos podemos callar; es digno de evidenciar como los modelos totalitarios no son meros procesos ni meros estadios, cuentan con biografías muy difíciles de reciclar (ahora que está de moda el puerta a puerta) y es ahí donde vemos a Ibazeta, y a todos los Ibazetas que aun veremos, porque la cabra tira al monte, y con más fuerza esta gente que ha vaciado sus vidas repartiendo pim-pam-pums o deseándolos a diestro y siniestro.
Y es que señores, si la paz como acontecimiento es una apuesta real, tenemos ante nosotros (al igual que en otros modelos totalitarios de la historia) un problema de biografías…Nos imaginamos a Ibazeta vendiendo fruta? Le compraría alguien con querencia amenazante que no puede controlar?…Es una pena todo esto, y un auténtico problemón…quien diga que 50 años de lucha no ha servido para nada, no se ha enterado de la misa de la media.
Pero me reconocerás VicotorII que las razones argüidas no dan cuenta de esa segunda cuestión que plateo y que es crucial. Es inadmisible o es inadmisible ahora?
La carta no la ha hecho él, por cierto (o se la ha traducido alguien que sepa bien Euskera)
Entenderas Geyme que no puedo hablar por el, en lo que a mi me toca dire que es inadmisible la presunta amenaza y recalco lo de presunta. Sin embargo lo de Gora ETA me parece perfecto, me parece que la libertad de expresion en Europa tiene mucho que aprender de la de los EUA, yo tambien quiero que quemar la bandera nacional, la propia o la ajena, este amparado por la libertad de expresion.
El señor Ibazeta puede decir lo que le da la gana, estoy de acuerdo, pero tendremos que atenernos también a lo que dice y hace y gritar Gora ETA militarra será todo lo legítimo que se quiera pero implica un pensamiento que nada tiene que ver con la paz, la concordia, el perdón o ese tipo de cosas.
Victor, tienes un discurso lleno de agujeros.
Primero dices que el perdón no es político y luego que es posible si se soluciona el problema de «los prisioneros».
Si la IA considera que ha hecho un daño tiene que pedir perdón gratis. Es así de claro. Si considera que no hay daño, pues entonces nada.
El herriak ez du barkatuko lo hemos visto muy recientemente en manifestaciones de la IA. ¿por qué no se renuncia a eso? Por que el perdón está muy lejos de los sentimientos de la IA.
Glencree es un ejemplo de un grupo de personas que pone la ética por encima de la política de partido. Y de paso considera mala la violencia política.
A ver cuando empezamos con esas reflexiones en la IA.
El perdon no es una exigencia política Uxue, esa es mi opinión, no puede tener un contenido político. Y como digo esto también digo que una vez superadas una serie d einjusticias, entre ellas la situación de los prisioneros vascos, si seria deseable que se reconociera el daño causado.
Insisto eso que tu llamas perdón no puede ser un arma política y desde luego tiene que alcanzar a todos, también a tu partido.
El señor Ibarretxe miembro de mi partido ya pidió perdón, Victor.
Reconocer el daño causado sin pedir perdón es como decir, «reconozco, maté a tu padre». Y no decir nada más. Hay que pedir perdón, si es que considerais que los cientos de asesinados han sido asesinados injustamente.
Insisto, el «el pueblo no perdona» es un lema feo al que hay que renunciar. Hay que perdonar ¿por qué la IA no quiere perdonar ni pedir perdón?
Prisioneros vascos? vete mirándotelo VictorII, que estamos en tiepos de paz.
Que gente!
Lo de Gora Eta te parece perfecto…por eso da igual toda la verborrea que te pegas dando lecciones de justicia y paz, por eso. Esa e tu foto?
No te engañes Geyme estos saben más de paz que nadie, de paz muchas veces sabe el que ha sido un flagrante transgresor de la misma. 50 años matando, no van a saber de paz!
Quien grita Gora ETA defiende todo y cada uno de sus muerto.
A mi me da, de todas formas, que tú VictorII como otros muchos, no tenéis ni puta de qué significa libertad de expresión. Ay! es verdad que eráis los que matabais por opinar! perdon.