Imanol Lizarralde
El conocido antropólogo y profesor de la Universidad de Reno, Joseba Zulaika está realizando últimamante declaraciones acerca del nuevo proceso de paz. En este sentido, ha escrito ya dos libros acerca del tema, en coincidencia con dos otros procesos de paz frustrados. El primero de ellos, fue de 1999 cuando pasó lo de Lizarra-Garazi y se titulaba, Enemigos, no hay enemigo. Polémicas, imposturas, reflexiones post-ETA. El segundo salió en 2007 y tenía el nombre de Polvo de ETA. Desde que anunciara el mundo post-ETA han pasado más de diez años y otro proceso de paz frustrado, que él mismo quiso proclamar como el fin definitivo de la organización armada. ¿Qué nos dice en estos momentos?
Lo primero que resalta de la entrevista de Zulaika, es lo que no podemos denominar de otra manera que la “angustia” o “urgencia” generacional de todo un cúmulo de personas. Preguntado acerca del actual proceso de paz, responde:
“Yo, básicamente, sigo pensando que el contexto político y subjetivo de la realidad de ETA está abocado a un final que cada vez se ve más claro y que gente de mi generación, que nos hemos identificado con ETA, estamos obligados a dejar de creer en ese sujeto de ETA, de sacrificar la vida por la patria, y admitir que ha dejado de tener sentido. Estas treguas y manifestaciones en favor de las vías políticas, muestran que estamos más o menos obligados a reconocer el fin de la organización”.
Decir que ETA se encuentra abocada a su fin por la existencia de un determinado contexto es lo mismo que la afirmación poética de que desde el nacimiento todas las cosas creadas corren hacia su fin. Pero lo que destaca de este párrafo es la descripción de una gente, la de la generación del autor, identificada con ETA. En otra entrevista, esta vez del 2007, Zulaika volvía a repetir la idea de ese “angst” generacional:
“La gente de mi generación hemos vivido la identificación con ETA desde la adolescencia. He escrito sobre el tema como una forma de exorcismo. El drama de una violencia no resuelta nos sigue afectando a muchos que nos distanciamos de ETA hace mucho tiempo. Es la prueba de fuego de mi generación, la prueba de la catástrofe que nos ha tocado vivir y del que no acertamos a salir”.
La alusión de esa “generación” identificada con ETA, en la que se incluye, es la clave del pensamiento de Zulaika sobre ETA y sobre cualquier eventual proceso de paz, porque es la expresión de un deseo, de que “el drama de una violencia no resuelta” se resuelva de una vez. Pero la urgencia de ese deseo (que es noble y comprensible y que sin ninguna duda marca a muchas personas de nuestro pueblo) corre el peligro de nublar su criterio y de centrarlo en la visión de una salida que, en las dos ocasiones anteriores en las que con sendos libros ha anunciado un mundo post-ETA, se nos ha mostrado como una falsa salida.
En la primera cita, Zulaika interpreta que las “treguas y las manifestaciones por las vías políticas” son la prueba del fin próximo de ETA. Desde 1989, tales treguas y manifestaciones se dieron y ETA no dejó de actuar. ¿No habrá que decir, al contrario, que las treguas y las manifestaciones por la vía política son parte de un proceso en el que también existen fases de reanudación de la lucha armada? Está claro el deseo de Zulaika de “exorcizar” el fenómeno, pero el mundo de la sicomagia de Jodorowski, con toda su sabiduría, resulta todavía difícil de trasladar a los grandes problemas colectivos.
Las declaraciones de Zulaika poseen un tinte existencial muy propio de su generación, la clave reside en convencer a una determinada gente de que no tiene sentido sacrificar la vida por la patria. Pero ¿por qué patria sacrifican su vida (y la de otros) los militantes de ETA? Leyendo la entrevista, vemos que Zulaika se limita a plantear que los militantes de ETA dan su vida por una Euskadi independiente. Pero a lo largo de 30 años de lucha ETA no ha conseguido ese objetivo, sino más bien ha contribuido a la creación de una sociedad en sempiterna discordia macro y micro política, donde todo tipo de antagonismos (ecológicos, institucionales, nacionales, sociales…) han sido agitados desde los diversos organismos del MLNV. El objetivo vago de una Euskadi independiente se encuentra conformado por una práctica político-militar de décadas que muestra que los militantes de ETA se sacrifican por el principio de la revolución y de actuación diferente al del resto de la sociedad, incluidos los vascos independentistas que no identifican la independencia con el cambio de paradigma sociopolítico.
Zulaika, además, cuyo léxico está impregnado de sacralidad secularizada, pretende atacar la propia idea de “sacrificio”. Uno de los máximos aciertos estratégicos del MLNV, que le hace superior en este ámbito al resto de los partidos políticos, es poner precisamente una razón por encima de las personas, por la cual merece la pena dar la vida. Nuestro problema, el problema de nuestra sociedad, es el contrario: que la gente que no es del MLNV, nacionalistas o constitucionalistas, no ven con la misma intensidad que vale la pena sacrificar la propia vida por mantener las libertades y las garantías de las personas frente a aquellos que pretenden destruirlas. El sacrificio de la propia vida por algo no tiene por que ser malo, sino sacrificarse para justificar el sacrificio de otras vidas humanas. Esa es la aberración que la mayoría de las ideas de revolución comparten, incluida la del MLNV. Llevado por esa incomprensión y por el unilateral rechazo al sacrificio de las personas por algún ideal, Zulaika afirma:
“Si ETA se pone ahora a matar concejales, ¿cuántos de sus seguidores estarían de acuerdo, el 1%, el 5%? ETA y su brazo político saben que sus seguidores no están por la lucha armada en los términos actuales, porque creen que es una falacia política y ética, una mentira. En ese sentido, la cultura del sacrificio está acabada. Que ahora ETA vuelva a jugar con romper el alto el fuego y con amenazas es un paso atrás, un sinsentido que no tiene futuro. Sus seguidores saben que el retorno de ETA lo que hace es destruir los objetivos políticos por los que la propia organización se fundó”.
Zulaika hace caso omiso a los detalles que nos hacen ver que lo que el denomina “cultura del sacrificio” desgraciadamente no está acabada. La propia cúpula política del MLNV, encarcelada repetidas veces por el Estado, es un ejemplo de ello, de persistencia en esa lógica sacrificial de la que el MLNV pretende levantar la razón moral de su lucha contra lo establecido. Si los dirigentes del MLNV, metidos entre rejas, no dejan de proclamar la justicia de su causa, de denunciar la represión y de plantear la victoria ¿qué no harán los jóvenes adoctrinados en la visión de una opresión sistémica? A partir de principios de los 90, ETA dejó de tener problemas de reclutamiento. La red social del MLNV está montada de tal manera que la chispa de una indignación mayor puede suponer automáticamente el compromiso de decenas de jóvenes por el ejercicio de la lucha armada. No hay más que acercarse a cualquier espectáculo-concierto del MLNV, para darse cuenta de que ETA, posee todavía un estatus mítico, promovido por los cuadros políticos del MLNV.
La perspectiva del MLNV tiene una dimensión también global. En un mundo sumergido en una crisis económica que se traduce en una crisis política es dudoso que los revolucionarios vayan a dejar de lado la posibilidad continuada de la existencia de aparatos armados. El espejismo de una determinada coyuntura con ganancias políticas a corto plazo es algo que los negociadores políticos de Loyola rechazaron por esa visión estratégica a largo plazo. Es un factor que Zulaika, desgraciadamente, no tiene en cuenta: la propia duración del fenómeno de ETA es garantía de su persistencia, ya que es muestra de su adaptabilidad a coyunturas desfavorables. Ante la pregunta de que ¿cree que ETA ve en la izquierda abertzale a un enemigo o una amenaza? Afirma:
“Yo pienso que, implícitamente, sí, porque lo único que a ETA le puede quitar su autonomía absoluta es que su brazo político le diga ahora no, ahora déjanos a nosotros que llevemos la batuta , cosa que en este momento parece que no sucede. Yo diría más. Hasta ahora, los antagonismos fundamentales de la historia política vasca del último medio siglo han sido entre el nacionalismo español y el vasco, entre los nacionalistas y los socialistas. Antagonismos que siguen ahí, pero al que se suma otro más significativo o que va a resurgir cada vez más, que es el que representan ETA y su propio brazo político, que ha reclamado la necesidad de hacer política, porque sabe que con ese comportamiento violento, ETA no tiene futuro. En ese sentido, creo que ETA, en el fondo, no busca la fuerza de Batasuna, sino lo que busca es disminuir su poder para mantener su autonomía”.
Zulaika aquí reconoce la ligazón entre ETA y “su brazo político” y contempla que este último representa una limitación de la “autonomía absoluta” de la organización armada. Al contrario de lo que afirma Zulaika, la “cosa” que si sucede es que ese “brazo político” ha decretado “ahora no” a ETA, como afirman los líderes políticos del MLNV de que ETA se subordina a la decisión tomada por las bases de la izquierda radical. Pensar, como hace el antropólogo, que el brazo armado del MLNV no quiere que el brazo político tenga fuerza, es una contradicción insalvable, es no ver que el MLNV es un todo de organizaciones diversas donde las distintas ramas se combinan, convergen y retroalimentan. Es contradictorio, además, con los mismos términos en los que ETA ha proclamado su último alto el fuego. El problema es que Zulaika, ante la urgencia de contemplar sus deseos convertidos en realidades, pretende explicar el fin de ETA por medio del antagonismo entre la organización armada y su brazo político. Pero tal antagonismo, queramos o no, es contradictorio con la propia naturaleza de ETA (enraizada en la cultura y el tejido social del MLNV) y con la posibilidad misma de abrir un proceso con una promesa de paz.
Con bases tan deficientes, Zulaika persiste en esta idea, afirmando la próxima “transformación de ETA y de su brazo político”. Y con ante pregunta de si “confía en que la izquierda abertzale se atreverá a iniciar esa transformación”, responde:
“Sí, no tiene otro remedio. Ahí están las declaraciones de Otegi desde la cárcel, afirmando que no hay más solución que hacer política. En este sentido, lo que intenta hacer Batasuna, es decir, transformar la herencia de ETA en algo estrictamente político, es un ejercicio difícil, que hay que apoyar y que veo como la necesidad más urgente en este momento. Insisto en que Yoyes es un modelo. Nunca renunció a su pasado, pero supo encararse con la crisis que le supuso salir de ETA. Esa transformación le corresponde ahora a la izquierda abertzale”.
Desgraciadamente, el de Yoyes no es, como pretende Zulaika, un ejemplo de un mundo post-ETA, porque su muerte se vio seguida por otras dos décadas de ejercicio de la estrategia político-militar. Su ejemplo no dejó semilla. No renunciar al pasado, por otro lado, era diferente en la época de Yoyes y en esta época. A principios de la década de los 80, el Estado promovía la guerra sucia y ETA tenía todavía el aire glorioso de una organización antifranquista. La no renuncia al pasado, en las actuales circunstancias, significaría justificar la llamada “socialización del sufrimiento”, la lucha callejera, la ampliación de objetivos por parte de ETA, que empezó a matar a cargos políticos, así como la utilización de treguas tácticas que sirven para reforzar al brazo político, mientras el brazo armado descansa y toma fuelle. Es una pena que la urgencia y el deseo de Zulaika le lleva a pensar que se puede derrotar a ETA sin derrotar sus ideas políticas. El reforzamiento del brazo político del MLNV es el reforzamiento del MLNV, en el que también se encuentra ETA, pues el problema del MLNV es ideológico. Que en esta coyuntura la lucha armada no tenga lugar y no quede más solución “que hacer política” no significa que la coyuntura no vaya a cambiar, mientras los dirigentes del MLNV siguen gestionando un nuevo proceso de paz.
«afirmando que no hay más solución que hacer política»
según Otegi.
¡Pero si llevan 50 años haciendo política!
Esta es su forma de hacer política, y seguirán igual, aunque «suene» distinto a los oídos de los demócratas no-marxistas.
Imanol, ados.
Como se repiten las cosas. ¿Os acordáis en 1999 como decían que después de lo de Miguel Angel Blanco y la reacción popular ETA no volvería a matar? ¿Qué perderían toda la fuerza, que los suyos se pondrían en contra? ¿Qué los presos no aguantaban más? ¿Que aquella -Garaikoetxea dixit- era la legislatura de la paz? Ver a los mismos, vendiendo lo mismo tras haber fallado repetidas veces es algo clarificador. La historia se repite y se repite. Pero lo peor es que en Euskadi la historia se repite por los mismos que la repiten.
Nuestro bueno de Zulaika aporta más bien poco a un análisis sobre el rumbo que el MLNV pudiera tomar. Pues bueno, se puede decir que cualquier manifistación y testimonio de hartazgo es en sí bueno. Cuánto de bueno? pues en la forma y manera que lo expresa Zulaika, pues lo mínimamente bueno. Puesto que, no se ve en sus últimas manifestaciones más un especie de artazgo desde una distancia cercana respecto al MLNV; sinhaber tenido directamente nada que ver con ellos, ha habido en él antaño una relativa sintonía, un vínculo emocio-racional que nacía de pensar que ETA en sí no era sino un mal idirecto de ser vascos. Vamos, que nuestro Zulaika, cayó en el engaño de siempre y a día de hoy -dada toda la mierda que ha tenido que tragar en Nevada de exiliados de aquí y del infesto ambiente que cada vez más presente está en las Euskaletxeas- no se sabe si se cree que esto se acaba o si necesita creerselo desde una hartazgo personal-psicológico, desde una necesidad personal que con la edad le ha podido llegar. En cualquier caso, análisis real y profundo de la naturaleza del MLNV, nada de nada, y lejos de ello un relato de pocas profundidades en el que se mezacla lo histórico con lo personal y lo piscológico y en el que realmente no atisbamos argumento de peso alguno que refuercen la idea de que esto vaya a acabar.
Nire garaian irakurri nuen Zulaikaren «Violencia vasca» liburua. Lehenago ikastolan irakurrarazi ziguten «Adanen poema amaigabea» nik dakidala bere literatura obra bakarra.
Violencia vasca Itziar-ko herriari buruz doa. Bertako kultura eta historia aldi baten kontaera bezala dokumentu polita eta unkitzailea kontsidera genezake. Baina ETA ala ENAMi buruz mintzo denean, txorakeriak besterik ez ditu esaten. Ikustazue ondorengoa:
«La violencia política presente muestra un carácter esencialmente de órdago o indicial en sus actos. En el folklore tradicionl se utilizaban hachas, espinos, agujas y todo tipo de objetos puntiagudos para dirigir el signo mágico hacia la cosa misma (…). Las muertes de individuos de las fuerzas del orden establecido perpetradas por ETA son también indiciales en el sentido de que apuntan simplemente a la indeseada realidad del dominio militar de España (…) La política del órdago excluye la política de la representación teatral. la acción por la acción acaba siendo un aspecto esencial casi de naturaleza mágica, de lo que se expresa y logra mediante este tipo de comportamiento».
Para completar la cosa, merece la pena leer la entrevista de Joseba Zulaika del Diario de Noticias. Este es el link.
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2011/07/18/politica/euskadi/la-izquierda-abertzale-ha-dicho-que-va-a-decidir-sin-la-39gran-eta39-lo-que-es-un-cambio-de-sujeto-politico
He tenido la oportunidad de reunirme con Zulaika en un par de ocasiones, una en Reno (Nevada) y la otra en México.
Muy interesante el trabajo que nos aportas hoy Imanol, y desde luego es importante recordar a la ciudadanía que una de las máximas de esa gente es la de manejar la verdad pleni-parcialmente. Sigo vaticinando (1.000 a 300) que antes de navidades podremos testimoniar un desdoblamiento de ETA.
¿Porque? Bueno, bueno, bueno, hasta aqui habremos llegado. Que cada uno haga los deberes.
Aio,
Este es un foro de EH ó de Alaska?,Cuando desde el PSOE de Madrid están diciendo que se ve la llegada de un cambio de ciclo , ahora se dice desde aquí que nada ha cambiado.Curioso si no fuera patético.
Parece que si no se manda políticamente pues no vale todo lo demás.
Un poco de altura de miras vendría bien
JELen agur
No se puede negar el intento intelectual de Zulaika. Pero se tiende a confundir los deseos con las realidades. Deseos nobles, pero de tan queridos te hacen interpretar la realidad de manera distorsionada.
No obstante, la situación actual no es desconocida por repetida ya en varias ocasiones.
Está todo escrito en sus manuales: sus movimientos , su dialectica, para qué sirven…
Buen artículo Imanol. Algunos creen, que su cualificada opinión, y sobre todo su cualificado y particular «convencimiento» de que esta es la buena, tiene más valor que el no convencimiento de los demás, o la tozuda realidad que los «movimientos» de ETA evidencian día a día. Creo que hoy día, el mejor consejo para el análisis particular que cada uno legítimamente puede y debe hacer es el siguiente: observar y analizar el aspecto teórico y el práctico de la Organización ETA; es decir, lo que ETA dice, y lo que ETA hace. Las conclusiones que se obtengan de esa observancia, nos dará un análisis objetivo y concreto. Obviando los convencimientos subjetivos particulares, vengan de donde vengan. De derecha o de izquierda. Del nacionalismo o de la revolución. De España o de Euskal Herria. Que un tío cruce la frontera de Italia hacia París, con elementos nuevos para la elaboración de artefactos explosivos, choca frontalemente con el análisis de Zulaika, que afirma que el MLNV apuesta por finiquitar la estrategia militar. Que otro tío con pistola, sea detenido robando un coche, con un artefacto incendiario para quemar el vehículo que traía, entra en contradicción con la apuesta de la vía pacífica. Que este tío además, al ser detenido, grite a los gendarmes «soy de ETA», es un dato objetivo de que ETA, aún existe. Creer y autoconvencerse de lo contrario es ser un perfecto majadero.
Parece que se nos olvida, que gente como Otegi, se ha referido en inumerables ocasiones a la organización terrorista ETA como «agente político». Pues siguiendo la lógica del léxico que la i.a. mantiene, hacer política es hacer todo. Ir al parlamento, o participar como concejal, así como tirar un cóctel, poner un petardo o pegar un tiro.
Hay muy poca memoria, y se nos olvidan las cosas. Yo por mi parte, y siguiendo mi propio consejo, hasta que ETA no diga «lo dejamos», seguiré observando a todo ese mundo en su conjunto bajo el prisma de una estrategia político militar perfectamente combinada. Porque la actual coyuntura, es perfecta para tomar erróneas decisiones de calado en todos los ámbitos, (políticos, sociales, estratégicos, etc.), al «estar en el convencimiento» de que ETA está superada y amortizada. En la actual coyuntura, el enemigo toma posiciones, se expansiona y las consolida. Y el resto… Cuanto daño hacen algunos.
JOSÉ ÁNGEL,
Lo que propones debería hacerlo todo el mundo. Tenemos suficiente historía (trágica) con la gentuza que ha ido dirigiendo el MLNV para que ahora a la voz de ya saltemos todos de alegría como si no ha pasado nada y sobre todo creyendoles que ahora son como el «niño Jesus».
En efecto ellos siguen la hoja de ruta marcada hace ya medio siglo. Cuando el enemigo avanza, el MLNV retrocede y vice-versa. Ahora bien lo llevan también que a mi me gusta decir que incluso cuando el enemigo avanza ellos avanzan también.
El otro aspecto que aludes de la expansión y la consolidación es de cajón y lo tienen bien clarito en el «manual». La expansión a través de la consolidación y la consolidación a través de la expansión.
un saludo,
JELen
Las kosas no deben andar muy finas kuando hoy en Deia hablan de esto:
El último tramo de zapatero,
La negativa de ETA a decretar su cese definitivo acerca el adelanto electoral
Sin un paso que propiciara un proceso de paz, Zapatero perdería un aliciente para seguir en Moncloa
http://www.deia.com/2011/07/24/politica/estado/la-negativa-de-eta-a-decretar-su-cese-definitivo-acerca-el-adelanto-electoral
Asís es igo, y habfrá quién piensa que el MLNV no tiene calculado el asuntillo, y una mierda.
Tambien he tenido varias charlas con el antropologo Zulaika en Reno, antes de que supiera de sus antecedentes. Ahora que los conozo, me hace recordar a muchos de Academia como Saramago, Chomsky, Garcia Marquez… que saben escribir muy bien y que en vez de decirnos que un bosque es un conjunto de arboles, punto! nos hablan de la clorofila, la estructura molecular de la hoja, el proceso de la conversion del CO2 en madera… y todo para concluir en algo que desafia el sentido comun. Mi madre que era analfabeta y no hablaba el castellano, necesito muy poco tiempo para darse cuenta que los de la IA no eran patriotas, sino bolcheviques. Ella obviamente, no les llamaba bolcheviques porque desconocia la palabra, sino «mozoluek». Se fijaba en el comportamiento y el comportamiento era el de unos «mozoluek». Nada complicado, sencillo y real.
Zulaika es de esos que se dedican a los «estudios vascos», recibira grandes becas para estudios y libros y luego escribe sobre algo americano como el Guggenheim, mientras ignora totalmente la cesta punta (algo vasco) en EEUU que dio trabajo por decadas a 600 pelotaris, que ganaban serio dinero comprarado con lo que se ganaba en Espania. Encima, solucionaron la situacion de muchas familias vascas. Seria porque ganaban dinero en el sistema capitalista? Ignora un deporte vasco que atrae a varios millones de americanos por anio y se dedica al estudio del «arte» de las talladuras en las cortezas de los arboles, hechas por pastores que se encuentran en soledad, en los montes de Idaho. GUAUUU!!!
Hay que tener una mente muy sofisticada y llena de muchos deseos para encontrar «arte» en unas talladuras de corteza de una persona sin ninguna preparacion artistica. Ignoran lo que existe y tratan de mostrar lo que no existe: sofisticacion!!!
Sinceramente, prefiero ser aldeano como mis padres, quienes me inculcaron la honestidad.