Desde Aberriberri acogemos con satisfacción la instalación de una escultura dedicada a John Adams, impulsada por Azkuna e inspirada por la idea de nuestro colaborador Iñigo Lizari, y reproducimos aquí la noticia de InfoBilbao al respecto. Para más información sobre la importancia de la figura de Adams, nos remitimos a la serie «John Adams y la República Democrática Foral de Bizkaia».
Bilbao, a 3 de febrero de 2011. Con la instalación de una escultura en honor a John Adams, Bilbao rinde homenaje perpetuo a uno de los padres fundadores de la Constitución de los Estados Unidos, quien en enero de 1780 llegó a Bilbao para conocer de cerca el sistema foral vasco. El busto de John Adams, obra de la escultora Lurdes Umerez, está situado en la confluencia de las calles Diputación y Gran Vía, junto al Palacio de la Diputación.
Se trata de una pieza de más de dos metros de altura, que consta de un busto en bronce de 85 centímetros de altura sobre una base de piedra arenisca de 1,25 metros. Como en otras creaciones anteriores de Lurdes Umerez, esta escultura en honor al segundo presidente de los Estados Unidos refleja no sólo las características físicas del representado, sino también su condición de intelectual y relevante personaje histórico.
La autora de esta nueva escultura pública de Bilbao -se ha encargado personalmente de supervisar todo el proceso de elaboración, fundición y remate final de la pieza, que se han llevado a cabo en los talleres de la empresa guipuzcoana Alfa Arte.
La visita de John Adams a Bilbao formó parte del trabajo de investigación que llevó a cabo por toda Europa para conocer las distintas formas de democracia existentes entonces en el viejo continente. Siete años después, los primeros 13 estados de la Unión dieron el visto bueno a la Constitución estadounidense, que incorporó buena parte de las aportaciones realizadas por Adams tras su periplo europeo.
La placa trilingüe (euskara, castellano e inglés) que acompaña a la escultura inaugurada hoy recoge textualmente un párrafo extraído del libro «A Defence of the Constitutions of Government of the Unites States of America», donde Adams expresó de este modo su admiración por los vascos: «Esta gente extraordinaria ha preservado su antigua lengua, genio, leyes, gobierno y constumbres sin cambios, mucho más que cualquier otra nación de Europa».
Cinco días en Bilbao
John Adams llegó a Bilbao por la carretera de Orduña el 15 de enero de 1780 y se alojó en una posada situada «entre una iglesia y un monasterio». Allí se reunió con Diego de Gardoqui, regidor capitular del Ayuntamiento bilbaino por aquella entonces e hijo de la prestigiosa «Casa de Joseph de Gardoqui e hixos», quien cuatro años más tarde se convertiría en el primer embajador de España en los Estados Unidos.
A través de la bilbaina «Joseph de Gardoqui e hixos», España hizo llegar a los Estados Unidos 120.000 reales de a ocho en efectivo, y órdenes de pago por valor de otros 50.000. Estas monedas sirvieron para respaldar la deuda pública estadounidense y dieron origen a su propia moneda, el dólar. También se enviaron 215 cañones de bronce, 30.000 mosquetes, 30.000 bayonetas, 51.314 balas de mosquete, 300.000 libras de pólvora, 12.868 granadas, 30.000 uniformes y 4.000 tiendas de campaña, por un valor total de 946.906 reales.
Gracias a los suministros españoles, los Estados Unidos obtuvieron su gran victoria en la batalla de Saratoga, cuyo desenlace contribuyó en gran medida a decidir el resultado final de la Guerra de la Independencia norteamericana.
Durante aquellos cinco días de estancia de Adams en Bilbao, tuvo ocasión de visitar la Catedral de Santiago, el Consulado de Bilbao —la Cámara de Comercio de aquella época—, el mercado de la Plaza Vieja, los muelles junto a la Ría y varias zonas de «hermosas huertas y jardines», en la parte exterior de la muralla de la Villa.
En una de las dos cartas enviadas por desde su posada en Bilbao, John Adams escribió lo siguiente: «Hemos tenido el placer de encontrar en el señor Gardoqui e hijos a unos amigos dispuestos a colaborar con nosotros en todos los aspectos».
El jueves, día 20 de enero de 1780, John Adams abandonó Bilbao rumbo a la frontera francesa. Cuatro días más tarde, escribió lo siguiente: «Todos estábamos gratamente sorprendidos por el aspecto del país en Bizkaia y Gipuzkoa; las casas parecías más cómodas y mejor distribuidas en caseríos, en lugar de aparecer en pequeños pueblos de barro, con paredes enmohecidas y en ruinas. No hemos podido evitar pensar que la libertad produce efectos similares sobre la humanidad del ser humano, donde quiera que se encuentre»
No tengo ninguna duda que mucha gente se habrá quedado y se quedarán con la curiosidad cuando vean por primera vez el busto de John Adams y lo que recoge la placa que biene a ser una síntesis de lo que pensaba un estadista del siglo 18 sobre el pueblo vasca.
Que duda cabe que la Constitución de los Estados (Federados) Unidos de America está inspirada en nuestros Fueros.
Allí es nada.
Desde la humildad, debemos de constatar y propagar que en efecto en nuestra querida tierra vasca los aires de libertad soplaban multi direccionalmente bien antes de que otros pueblos supieran lo que suponía para el bien estar y progreso de la humanidad.
Lo importante es que lejos de tener fecha de caducidad es un patrimonio, forma de vivir que tenemos la OBLIGACION de seguir practicando cotidianamente allá donde el destino nos mande.
Me parece d p madre k la idea d Iñigo haya salido adelante, menos mal k Azkuna ha estado empujando. Me parec 1 sitio muy bueno, delante de la diputacion foral, kon gran simbolismo. La frase es tambien elokuente y tiene k perdurar en la memoria. Zorionak.
Un hecho remarcable que a la figura de John Adams se le haya dado un recuerdo. Es un recuerdo que señala, además, a nuestra constitución histórica, los fueros o Lagi Zarrak, considerados por parte de este hombre, presidente de los EEUU y gran teórico de la democracia, como una joya de la libertad.
Frente a los teóricos españolistas y frente a los del MLNV, que niegan el sustrato libre de la organización de los territorios vascos, es necesario reivindicar la raíz foral de nuestro estilo político. Frente a aquellos que pretenden reducir el régimen foral al «antiguo régimen», se levanta el testimonio de John Adams, que estudió con profundidad este tema y que afirma claramente que los vizcainos, por el carácter, por la organización social y por la misma hechura de sus viviendas, eran hombres libres dentro de un oceano de opresión tiránica sostenido por reyes y prelados españoles.
Un agradecimiento al alcalde de Bilbao, Azkuna, por reivindicar este hecho, de tan gran importancia para la valoración de la identidad vasca. Los símbolos tienen una fuerza tremenda cuando se alían con los hechos. Que la memoria de John Adams ilumine a los vascos de ahora acerca de su pasado y acerca del presente que tenemos que construir.
Que en una Euskadi poblada de políticos cazurros, hoy pueda leer esta noticia me hacer recordar que aún hay esperanza para hacer una política basada en las personas. Mi reconocimiento a Elizari por su ilusión en conseguir lo que hoy es una realidad.
Va a ser verdad que jesucristo nació en Belén pudiendo haber nacido en Bilbao………
JELen agur
Maravilloso el logro que supone el reconocimiento de la estancia y el mensaje que John Adams transmitió al mundo de lo que aquí vió.
Creo que la estatua y la leyenda son el testimonio mínimo que podemos hacer a semejante personalidad y a su labor testimonial de la libertad vasca no suficientemente promulgada.
Por otra parte me encantaría que se vendiese el documento para poderlo enmarcar y colgarlo en alguna pared de mi casa. ¿Existe esa iniciativa?
A decir verdad Adams era Hamiltoniano y nuestros fueros on mas Jeffersonianos.
Pero esta bien que un hombre como Adams pase por nuestra tierra y se le homenajee como se merece
Por cierto en las web de series online hay una serie de 7 capitulos sobre su vida que resultan muy interesantes
Me sumo a las felicitaciones, al alcalde Azkuna, pero sin olvidar felicitar a un donostiarra, empeñado en «impulsar» esta inicitiva ubicada frente al palacio foral bizkaitarra. Zorionak, zuri be bai, Iñigo.
Y me parece muy importante la aportación de «FEDERALISM»; que tenemos la obligación (en mayúscula) de practicar día a día esa forma de ser y de vivir que tenemos los vascos. Obligación de extender el sentido que tiene esa escultura, y su localización en ese lugar.
Un orgullo para los bilbaínos contar con este nuevo símbolo.
Enhorabuena a Íñigo y a ABERRIBERRI, por ser los impulsores de esta idea; También a este Alcalde ilustrado que ha sabido recoger el guante con la altura de miras de un verdadero vasco universal, como los que alumbraron el antiguo Consulado de Bilbao. ¡Ojalá nuestro Arbol de Gernika siga repartiendo sus frutos por todo el Mundo, como quería Iparraguirre!