Ion Gaztañaga
(Constitución del gobierno vasco el 7 de Octubre de 1936)
Se han apagado ya los ecos de la imposición del 25 de Octubre como día de la Euskadi autonómica, queriendo esconder que dicha fecha conmemora la tragedia de una imposición contra la que los vascos llevan luchando más de 170 años.
Sin embargo no se habla, en mi opinión no por casualidad, de una fecha que además del Aberri Eguna, podrían simbolizar mucho mejor con la idea de Euzkadi, que no nació con la Constitución española, sino de la voluntad de los vascos por su autogobierno. El día 1 de octubre de 1936 se aprobó el estatuto en Cortes, con el gran discurso de Agirre que terminaba con la inmortal frase: «os decimos con entera lealtad: hasta vencer al fascismo, el patriotismo vasco, el nacionalismo vasco, seguirá firme en su puesto.»
Poco después llegaría la fecha del juramento del Lehendakari Agirre y la de la formación de su gobierno. De eso hace hoy exactamente 74 años. Un gobierno llamado no para aparentar sino para gobernar, para convertirse en el «oásis vasco», donde se protegía la libertad religiosa, donde se mantenía el orden, donde la democracia y la justicia imperaba frente al asedio fascista y los movimientos revolucionarios de izquierda. Este día, el día de la creación del Gobierno Vasco, el nombre de la patria de los vascos pasaba de idea a realidad jurídica y conocía su primer cuerpo dirigente. Euzkadi es, a partir de ese momento, una realidad tangible que iba a marcar un punto de no retorno en la historia vasca.
En este capítulo de la serie de Agirre, quiero mostrar la convicción de una persona que en plena comunión con la tradición vasca, creía que no eran las instituciones para la persona, sino la persona para las instituciones. Agirre tiene muy claras sus responsabilidades, las que adquiría al acceder al gobierno como las que debería tomar al volver a Euzkadi, regreso que nunca pudo completar en vida. Agirre simboliza que el nacionalismo vasco, sea en la responsabilidad que sea la de cada uno, es sobre todo, respetar siempre el sentido del deber. Como dijo en su último viaje a Venezuela en 1959: «La causa de nuestra Libertad marcha por amplio camino y todo lo demás es pequeño, es atajo, no tiene importancia. Para conseguir la libertad es preciso que cada uno cumpla con su deber».
Y para dar fé de que él siempre lo tuvo presente, leamos su discurso en el acto de investidura que minutos después cumplimentaria bajo el sagrado roble de las libertades:
DISCURSO DE J. ANTONIO DE AGIRRE En Guernica: 7 octubre 1936
(Contestación al Discurso de proclamación de Presidente pronunciado por el Representante de la República Española en Guernica)
(…) Quiero en primer término rendir en estas primeras palabras, un homenaje a esta histórica Casa de Juntas vasca, que es para nosotros algo así como el templo de la democracia y de la justicia. Por eso he de prometer solemnemente, el cargo que me ha sido conferido, a la usanza tradicional vasca, ante el histórico Arbol de Guernica, que ha de fecundar el régimen de libertad que alborea en Euzkadi. (Una gran ovación interrumpe al orador en este momento. Se dan vivas entusiastas a Euzkadi).
Antes de prestar el juramento (…) quiero señalaros a todos, absolutamente a todos, mi más sincera gratitud en nombre del pueblo, porque en nombre mío sería cosa mezquina y pequeña, advirtiéndoos que ya para este momento el presidente del Gobierno provisional vasco trae, de común acuerdo con los partidos que defienden la libertad, la lista del Gobierno, lista hecha en medio de una lealtad y una generosidad por parte de todos los partidos de nuestro querido pueblo, que yo quiero proclamar ante todos vosotros como un ejemplo de la más limpia ejecutoria que se puede traer en momentos tan solemnes como éstos, lealtad que me hizo llorar de emoción cuando oí, en boca de los representantes de los partidos que integran este Gobierno, que nace con fe y con esperanza vivísima en la victoria; cuando oí invocar mi nombre. Pequeño, pero con una lealtad y una generosidad que yo os aseguro, compatriotas que me estáis escuchando, que este Gobierno nace con una fuerza moral formidable y, lo que es más precioso aún, con una fraternidad entre los hombres que lo han de componer, que será hoy un galardón para el futuro y es ya, desde hoy, la prenda más segura del éxito.
Nace este Gobierno para gobernar, para imponer inflexiblemente la ley y para conseguir la victoria. Al Cuerpo Consular aquí representado yo le suplico, en nombre de mis compañeros y en el mío, que lleve a los países que tan dignamente representa, la voz de un Gobierno que surge del pueblo y que responde a las instituciones democráticas seculares de este país. No tenéis sino contemplar los cuadros que adornan este salón histórico para convenceros de que es así. Llevadles, señores cónsules, la convicción de que por acusado que sea el avance social, por acusada que sea la intervención popular en la cosa pública, ello no debe ser confundido con la ordinariez y el desorden, porque son cosas distintas.
Venimos a implantar y mantener un orden no ya sólo en beneficio de los naturales del país, sino también para ser respetado, en beneficio de los pueblos que vosotros, señores diplomáticos, representáis. Al mismo tiempo llevadles el saludo cordial del Gobierno vasco, nacido del pueblo, y decidles que con todos ellos queremos vivir en buenas relaciones. (Nueva ovación).
Quiero ser hoy corto en palabras. Quiero ir ahora mismo a prestar juramento ante el árbol histórico, y lo haré como creyente, como magistrado de este pueblo y como vasco. Yo sé que este triple juramento aún los no creyentes lo respetaréis, porque aunque el Gobierno que se ha constituido está integrado por hombres de distintas ideologías, estamos todos hermanados por una labor de gobierno fijada en un programa de común acuerdo redactado, sin vacilaciones, sin titubeos, con el corazón en la mano. Tengo la seguridad de que en este juramento mío, váis a ver todos mi lealtad, mi fidelidad al mandato recibido en beneficio de mis compañeros de Gobierno y en beneficio de todos vosotros.
Agradezco en el alma esta manifestación cordial y jubilosa que me llega al corazón, y después de este testimonio obligado de agradecimiento, vayamos ahí afuera, bajo el árbol tradicional, y renovando la tradición, rota por los ascendientes de los que hoy nos combaten en el campo de batalla, rota por los monarcas felones, volvamos en estos momentos, en que triunfan la democracia y la libertad, a quitar las telarañas al árbol prestando nuestro juramento, a reanudar una vida de libertad, de justicia y de democracia. (Nuevas y estruendosas ovaciones).
23 años después, en los últimos meses de su vida, este sentido de la responsabilidad y del servicio no había desfallecido. En abril de 1959 el lehendakari Agirre viajó de París a Caracas y Eusko Gaztedi recogío todos los detalles de esta importante visita. Dejemos que sus palabras hablen por sí mismas:
En la cena popular de despedida Aguirre citó a su pueblo en Euzkadi. El día en que él pise Euzkadi su mandato habrá concluido. Entonces hablará al pueblo, de pie, bajo el Árbol de Guernica como el 7 de Octubre de 1936 y Aguirre podrá decir a su pueblo: «He cumplido mi mandato. He sido fiel a Euzkadi. He sido fiel a los antepasados, he sido fiel a nuestros muertos de Intxorta Peña Lemona, a los héroes del Nabarra, y a todos nuestros gudaris muertos y a los que sobrevivieron. Ahora le toca al pueblo elegir»
Un hombre que sabe que cuando su principal misión se cumpla, debe retirarse. Una buena lección para los los burukides actuales.
El Lelokari Lopez piensa hacer algo hoy xa konmemorar el primer gobierno vasko o se va a dedikar a hacer turismo en Asia mientras se tumba a la bartola?
Celebraremos el 25 d Oktubre komo fiesta kuando se haga efektiva reintegracion foral, akabando kon la soberania apañola sobre los vaskos. Mientras tanto lo konmemoraremos komo aniversario del imperialismo monarkiko apañol.
Hoy se hará la «escenificación del juramento del Lehendakari Agirre y la constitución del Gobierno de Euzkadi» acto organizado dentro del programa de conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Jose Antonio de Aguirre. Yo personalmente tendré un recuerdo para Jose Mari de Gamboa que, como presidente de la Asociación Bidasoa, luchó incansablemente para que se reconociera esta fecha por el Gobierno Vasco Efectivamente de él es la frase, y está grabada en video, «el 7 de octubre de 1936 el sueño de Sabino de Arana Goiri se hizo realidad y se creó el estado vasco con su gobierno, su ejercito, su hacienda, y con su nombre, Euzkadi…»
Besarkada bat,
Joseba
Muy bien dicho Joseba, en aquellas circunstancias tan dificiles se creó un gobierno que hizo una cantidad increíble de cosas en muy poco tiempo y que desplegó una diplomacia internacional impresionante, incluso en el exilio.
Es increíble que todavía andemos sin un reconocimiento como se merece de esta fecha tan señalada.