(portada del libro de la Nobel de Economía Elinor Ostrom)
Esta Semana Santa, acudí, junto a mi familia, a la casa en donde nació mi padre, que está en la navarra media, al sur de la sierra Urbasa, en un pueblo llamado Eraul. El domingo, a la salida de la iglesia, di con alguien de su quinta por el que padre sentía un gran aprecio. Hablando con este septuagenario señor me contó una anécdota que resultó para mi una revelación. Me dijo así:
«Cuando yo tenía 18 años, yo entonces le pregunté a mi abuelo, ¿por qué se hizo la guerra carlista? Y mi abuelo me dijo, -Lo que movió a la gente en aquella guerra aquí nada tenia que ver con los motivos de los españoles, aquella guerra se hizo en Navarra por defender los comunales y por temor a que los liberales los fueran a desamortizar»
Confieso que fue un auténtico placer reencontrarme con esta persona. Una persona que sin haber abandonado su pueblo natal ha sabido cultivarse y goza de una mentalidad abierta que ya la quisiera en mucha gente que se las da «de capital». Esta persona además un profundo conocimiento de la historia del lugar y de su Navarra natal, es además poseedor de un legado memorial de una serie de usos y costumbres que dan cuenta de la organización institucional local centenario fruto de una sabiduría centenariamente acumulada, y que se perderá con ellos como últimos testigo de un modo de vida que ya se ha perdido. Se que mi padre en sus últimos días quiso emprender una labor de recopilación de algunos de estos usos, pero no llegó hacerlo pues un accidente acabó con su vida y es por ello siento la obligación de continuar esta labor pero no se de donde sacar el tiempo que esta tarea pudiera requerir.
Tiempo es sin embargo lo que le roba a los mios aquel día en el que me retrase casi dos horas en aparecer a la comida. Mal esta que lo diga, mereció la pena. Hablamos de Navarra, de los días en que el euskera o vascuence era la única lengua hablada por sus habitantes y que perduró allí viva más tiempo por su proximidad de la montaña, pero hablamos también como a cuenta del romance navarro-aragonés que se llegó hablar en área limítrofes se utilizaban allí palabras que tiene origen en el occitano y que son desconocidas por los castellanos, y como no podía ser menos hablamos de historia y de lo que suponía aquellos comunales.
Más de tres cuarto de las tierras en Eraul eran comunales. El pueblo tenía sus funcionarios que se ocupaban de las cabras, otros de las vacas. Existían costumbres como le Auzolan que aún pervive (este año han colaborado todos durante varios sábados a restaurar la ermita de San Pedro) pero existía y ya no existen costumbres como la costumbre que seguía a los viáticos, en virtud del cual cuando una persona se hallaba en peligro de muerte y recibía la extremaunción, su casa tenía derecho a recibir toda la leña de una encina para que estuviera abrigada y tuviera con que calentar la casa en la que habría de recibir las visitas de la gente allegada. Los comunales que servían de sustento de más de media vida en la medida en que proporcionaban pastos, madera y otros frutos, eran objeto de una centenaria regulación en cuanto a uso, y cumplían (con ejemplos como el citado) también una misión asistencial. Su regulación constituye pues derecho público consuetudinario en toda regla, dentro de un sistema de fuentes donde la costumbre estaba y está en lo civil por encima de la Ley escrita. Hemos denunciado más de una vez de la locura del dogmatismo comunista o del nacionalsocialista, pero fácilmente nos olvidamos de la locura del dogmatismo liberal. Porque todos los dogmatismos han producido monstruos.
Quiero hilar esta cuestión con aspectos relacionados con la sostenibilidad social y económica, y que aparece en varios de los comentarios que vienen publicándose sobre las contribuciones científicas de Elinor Ostrom, a la que la Academia Sueca de Ciencias le concedió el 12 de octubre de 2009 el Premio Nóbel en Economía por sus investigaciones sobre “otros” modos históricos de organizar y gestionar socialmente los bienes “comunales” que deberían de extrapolarse a la gestión de nuestro recurso limitados de nuestro planeta, y que recientemente hemos podido leer en el grupo Noticias y en el blog Ekoberri de manos de Patxi Etxeberria, concluyendo que convendría reconsiderar las experiencias históricas vascas en la gestión de los comunales y analizar las lecciones que de ellas pudieran derivarse para organizar mejor actualmente el disfrute de los “nuevos comunales”.
Y quiero, (¡que menos!), que tributar un pequeño homenaje a este erauldarra ilustrado J.M.L. cuyo nombre prefiero respetar, citando las palabras de un articulo suyo que no lo llegaron a publicar a diferencia de otros muchos que tiene escritos. Y quiero a continuación hacer una reflexión. En este artículo suyo dedicado a la memoria y futuro social dice esto:
«La construcción de un futuro social de convivencia y entendimiento llegará el día en que el primer objetivo sea practicar una “cultura de respeto” (..) El respecto económico exige en Europa, España o Navarra de las personas en la que deben tener poco sitio los mercaderes. Lo indicado es válido para el futuro político.
Al final del Siglo XIX, con la desamortización, las minas de hiero de Vizcaya pasaron a manos de la burguesía vasca. Esta, copiando el sistema financiero utilizado en Alemania por Rafeinsen para el desarrollo de la agricultura alemana, creo el Banco de Vizcaya, que hizo posible la financiación de la explotación minera y el desarrollo industrial vasco. En pocos años Vizcaya triplicó su población. Esta fue una demostración de la función social que debe cumplir la propiedad.
Hoy los bancos u otros sectores económicos, incluso muchas personas, actúan con criterios autoreferenciales, que es igual a obtener el mayor beneficio posible en el menor tiempo posible y, con el mínimo esfuerzo, importándoles muy poco si ese comportamiento influye en el deterioro de la vida de muchos seres humanos»
Quiero traer a colación hoy esta reflexión con motivo de la aprobación en el congreso de los diputados de la “enmienda Florentino” que va a permitir a empresas hoy todavía adolescentes e hinchadas de deuda, nacidas con el “boom” constructor como ACS tomar insolentemente el control de empresas senior de tanto raigambre como Iberdrola sin necesidad de hacer una OPA por el 100%, para con fines puramente especulativos hacer y deshacer la sobre la misma a su antojo y tapar los agujeros que ha contraído con los bancos.
Mi pregunta es ¿BBV -porque la A nunca debió de existir y sólo ha añadido problemas- Iberdrola, BBK, Caja Laboral, Eroski, el grupo MCC y otras, no podrían equipararse a una suerte de “nuevos comunales” que cumplen y han cumplido una labor social en este tierra que no podemos dejarlos perder? ¿Qué autogobierno es aquel que no nos permite proteger los valores que encarna estos “nuevos comunales»?
Yo tengo claro que no tendremos un autogobierno suficiente hasta que podamos decir al respecto que «aquí no hace ese» por el consabido Florentino de ACS. «ni aquí hace aquél» por Zapatero. «Aquí hacemos nosotros», los vascos de origen o de destino sin imposiciones ni injerencias mezquinas, y aquí creamos estas empresas para servir a generaciones de creación de riqueza sostenible y socialmente valiosa. Y aquí las queremos seguir manteniendo porque se trata de seguir luchando por los comunales.
Felictarte de nuevo por este artículo Iñigo. Una vez más, buscar en nuestro propio seno, la solución y el camino para el futuro.
Subrayar el quehacer del «nosotros los vascos», y dotar del sentido a lo vasco tal y como lo haces; interiorizar «los vascos de destino» frente a «los vascos de origen». Nuestro futuro está en manos de todos los vascos: unos y otros.
Es interesante el hecho que el dinero de las desamortizaciones dieron lugar a la creación de la industria, y que el dinero de las desamortizaciones fuera reutilizada en la riqueza del País.
Lo que nos da el ejemplo de cómo una situación adversa, de una ley impuesta por España, debido a la indefensión vasca de bida a la abolición foral, puede utilizarse en beneficio del País.
Se trata, no sólo de pegar gritos y repartir carnets de abertzales, sino de realizar un trabajo efectivo superando la adversidad. En este sentido, el tan denostado «estatuto», fue la herramiento que nos ha permitido realizar una política industrial y de investigación que nos permite estar cada vez más libre de la dependencia española y apostar por la internacionalización. Porque sin independencia económica, lo demás es un brindis al sol.
Trankis k el Fotokari Lopez seguro k tiene 1 plan xa los nuevos komunales. Lo primero ante todo es no eskuchar, xa lo kual va a repartir aurikulares d ipod en el aniversario de su gobierno, y asi kada 1 k se dedike a lo suyo mientras el organiza otro sarao.
Nos va a kontar k va a «garantizar» (k ekivale a anunciarnos k El Korreo va a publikar algun publireportaje rimbombante) el «anklaje» d Iberdrola, Petronor, etc… Lo k pasa k los sociatas no son ning1 anklaje, sino 1 ANKLA d toneladas k nos tiene atados a la pandereta apañola d fiesta, derroche y subvencion. Asi k nosotros komo buenos kapitanes tenemos levar anklas!
Estoy de acuerdo en esto de los nuevos comunales, pero creo que deberiamos críticos con el tiempo en que Iberdrola no era lo que era pero se veía venir y se vendieron por parte de las Kutxas una serie de participaciones para rentabilizarlas y que otros ocuparan el lugar. Es decir, se desinvirtió, y esto da cuenta de la escasa visión que se tuvo.
Creo no obstante que la enmienda Florentino es un canallada porque solo dos paises tiene algo así, y el resto bien que lo protege. Es además una Ley hecha ad hoc, una camisa legal a medida.
me gustaría devolverles la jugada, que nos organizaramos colectivamente para sujetar estas entidades aquí y luego echar arrestos e atacar a Telefonica.
Os imaginas Telefonica con sede en Bilbao!, además le cambiariamos ligeralmete el nombre sería «Telefonika», que escandalo!
Pero en esto también me da la sensación que hemos perdido agallas, cada vez hay más vascos de piquillo que luego no saben bajar a la arena.
En el blog de Urkullu he leído:
«Como presidente del E.B.B. de EAJ-PNV tengo mi consideración que indico al pensar, en primer término, que el Gobierno Vasco nacido del Estatuto no es titular de los fondos. Este es un dato que se olvida. En efecto, según opinión contrastada, no parece sostenerse, en derecho, que el actual Gobierno vasco sea heredero del Gobierno vasco de 1937 y de sus sucesivos en el exilio. Se rompió la continuidad de la legalidad republicana.»
Sin perjuicio del alcance que el matiz ‘en derecho’ que introduce Iñigo Urkullu en este párrafo puede significar, estas afirmaciones me dejan perplejo. Si este análisis formara parte del actual relato histórico-político del PNV, cabría decir que el estado de confusión de la dirección política del mismo es evidente.
En el año de la muerte de Agirre (‘primer lehendakari’, subrayo que lo de ‘primer’ da cuenta cabal de la continuidad que se niega), en el año del 30 aniversario de la Constitución del parlamento Vasco presidido por el segundo lehendakari, Leizaola, estas palabras ponen sobre la pista de las carencias del nacionalismo, encubiertas hasta ahora tras úna posición de hegemonía institucional.
Urkullu habla de ruptura de la continuidad la ‘legalidad republicana’. Pero, sin embargo, la posición jurídica del nacionalismo vasco y muchos juristas demócratas españoles defendía la idea de la recuperación del tracto histórico-político. ¿No recuerda -no es tan joven el presidente del EBB como para no haberlo conocido- la defensa jurídica que, en el momento constituyente e inmeditamente posterior, se hacía de la distinción de aquellas comunidades (nacionalidades) que habían accedido o habían al menos plebiscitado el acceso a un status autónomo durante la República?
La frase que, al parecer, busca defender el Convenio de la FSA con el Gobierno Vasco es mucho más que desafortunada, rompe con el relato que sostuvo el propio Gobierno vasco en el exilio durante más de 40 años. Para Agirre y Leizaola, ese Gobierno no podía disolverse sino en su sucesor y heredero. Es cierto que el actual Gobierno, como institución, no es idéntico al que residió en la Avenue Marceau y en Rue Singer. Pero, como diría la citada Elinor Ostrom, las instituciones se modifican para poder continuar.
Además, la defensa del Convenio citado no necesita de ese tipo de argumentario. Los archivos del citado Gobierno son ‘los bienes comunes’ que ha custodiado el PNV en un largo periodo, el Convenio retribuye esa importante responsabilidad, reconocida por otra parte por los representantes de la Ciencia histórica.
Estoy absolutamente de acuerdo con esta afirmación de Alkarkide, parece mentira que para sacar la cara por unas putas perra aunque sean 3 millones de euros, estemos dispuesto a enterrar todo la labor y anhelos de Agirre y Leizaola de garantizar el tracto sucesivo y la continuación de la legitimidad para entonar la vulta el «katea ez da eten»
Zorionak, Iñigo!
Tu aportación es brillante y es de las que dan sentido a blogs como éste.
Milesker!
JELen agur
Fantastico escrito de Iñigo.
Está claro que dos tipos de burguesia se podian establecer en el XIX:
-Los que entendian que la acumulacion de riquezas constituia un autentico patrimonio personal, fruto del trabajo, buen hacer, suerte, fortuna y oportunismo (puramente liberal), y
-los que entendian, en un pensamiento liberal pero de compromiso social-cristiano (ejemplo Aguirre) que entendia que el rendimiento economico no era un factor tan personal, sino comunitario y que a la comunidad ese rendimiento debia devolverse de alguna manera.
Tambien he conocido casos de Auzolan reciente en el Valle se Salazar, para restaurar bordas que pueden servir a caminantes, excursionistas, montañeros para el Hamaiketako, incluso con sus sartenes y todo.
Me resulta un artículo muy pastoril, bucólico, entrañable. Se salva hasta llegar a lo de Iberdrola, BBVA y el ataque a los liberales.
Bueno, a lo que vamos, tenéis un interesante debate en este documento:
http://www.cambiopoliticoeneuskadi.org/arch_blog/Tejiendo_la_historia_de_la_libertad.pdf
Ondo ibili
Vaya basura infumable, esto no es bukóliko es lo + vomitivo:
«Y muchos pensaron en esa situación que era bueno que mandaran los
nacionalistas, porque así se tranquilizarían los ánimos de quienes estaban en el
campo de la violencia. A lo más a lo que se llegó fue -y por razones de aritmética
parlamentaria- a que los socialistas entraran a formar parte del gob2ierno vasco
liderado por el nacionalismo. Pero el país, la sociedad, el lenguaje, la simbología
seguían entregadas al nacionalismo con ánimos de apaciguar a la bestia de la
violencia y del terror.
Zorionak Iñigo,
Lo que has escrito es de una riqueza apabullante.
Esa simbiosis entre lo «viejo» y lo «nuevo» puede tener un efecto multiplicador, mas que sumar.
Esto sirve para aquellas mentes que de forma mas bien superficial, demagógica desechan lo VIEJO y abrazan lo NUEVO como si viejo fuera igual a malo, bsaura y vice versa para nuevo.
Eso me recuerda un día cuando aita vivía, bajjabamos por zizkoitz (zona de Larrun) y había un par de operarios haciendo entresaca en un pinar con unas motosierras.
Aita le preguntó a uno en Euskera «Errazi baso hau, norena da?» y el operario sin pensarselo dos veces le contestó «Nehorena, herrirako».
Esa experiencia (vivencia) allá por los años 84, en efecto me impactó por el mensaje que me quedó grabado.
No es baladí la alusión que haces sobre MCC, Iberdrola, bbk entre otras comunas.
Las costumbres de nuestro pueblo una vez mas demuestran que tienen tanta o mas validez en estos tiempos de tremendo avance tecnólogico que por cierto, a mi modo de ver, avanza en proporción inversa al retroceso, degradación del humanismo.
Zorionak berriz Iñigo!
Lo que más deslocaliza son las políticas suicidas de la independentzia, Lizarra etc. Los marcos estables dan solidez al País y no asustan a las empresas ni a las multinacionales. Los cristos que organiza la ETA e Ibarretxe son los que provocan que el capital se large.
Tu hamaikatimo eres una repetición de Davichu y de Jesulín de Ubrique. Para ti los comunales «son como un toro».
El toro es que los nacionalistas hicieron Lizarra. Y claro te da un ataque de deficiencia intelectual y te saltas los procesos promovidos por los sociatas, concretamente el último, saldado con un fracaso del copón.
El problema son las gentes que como tu promueven la ignorancia y la intoxicación y el olvido de hechos pasados muy cercanos por simple odio al nacionalismo vasco y por ganas de meter al nacionalismo en el saco de ETA.
Ya, si siempre somos los malos los que no somos del Partido. Mira, lo que más deslocaliza es la ETA y los que la apoyan. Es bien fácil de entender, tanto matar empresarios, deslocaliza las personas y sus empresas. Y el nacionalismo Histórico, cuando se vuelve histérico y organiza las orgías padanas de Lizarra junto con la ETA, provoca una cierta ENTROPIA en el sistema. Una inestabilidad txikitika que hace que las inversiones externas e internas busquen acomodo lejos de la Tierra de Mordor.
Si timo, si, x eso el paro en apaña es del 20% y mientras estuvo Ibarretxe la mitad k en la apaña pitxa brava. Apaña es pandereta y Euskadi tiene 1 ekonomia solida gracias a empresarios kon kojones, gente trabajadora y la gestion del nacionalismo. Xa gastar y derrochar, ya tenemos el ejemplo apañol. ZP en la champions league de la ekonomia junta a grecia.
Es que sin el lastre de ETA y sus políticas «infecciosas» todavía viviríamos mejor. Dentro de España claro, porque fuera hace mucho frío (no me veo fuera de la Unión Europea).
Yo tampoko me veo fuera de la UE, xo si fuera d Apaña. Igual nos largamos prontito xk a Apaña la botan del euro gracias a la gran politika ekonomika socialista. Las mujeres y los niños primero.
Un artículo muy interesante Iñigo.
A mi me gustaría comentar un tema que tu sugieres pero en el que no acabas de entrar, que es el de los monstruos surgidos del llamado liberalismo decimonónico español.
Y es que en Euskal Herria las políticas «liberales» de acabar con los comunales, corralizas, etcétera para vendérselos a quien pudiera pagarlos -o sea, a la burguesía ascendente y a los nobles ricos- no implicaban más que hambre para este país.
En España no se solucionó el verdadero problema agrario, el motivo por el que la gente pasaba hambra (grandes explotaciones latifundistas dirigidas sin sentido económico ni social), pero es que en Euskal Herria venía no sólo a no solucionar un problema, sino a generar un problema allí donde no existía.
Los comunales suponían para mucha gente la posibilidad de comer y sobrevivir, y allí donde más propiedades colectivas se deshicieron -véase la ribera- se creó un problema social de aupa, generando una clase social de trabajadores agrarios/proletarios que apenas tenía qué comer
El discurso de «los vascos no somos diferentes» está bien, pero para tratar de aquello en lo que realmente no somos diferentes, no para tapar aquello que nos diferencia de otros.
Una referencia:
http://www.noticiasdenavarra.com/2010/02/19/vecinos/zona-media/el-proceso-de-privatizacion-del-comunal-provoco-una-intensificacion-de-la-miseria
La gente no era carlista por conservadurismo, sino para que no le robaran al pueblo lo que era suyo en nombre de la libertad.
Es que qué sarcasmo.
Los elementos reaccionarios del carlismo no se integraron en él hasta poco antes de la última guerra carlista, y curiosamente, se trataba de gente que provenía del ala más conservadora del liberalismo. Son esas incorporaciones tardías al carlismo, compuestas por gente de la aristocracia y la gran burguesía con intereses contrarios a la adhesión popular al carlismo (se trataba entre otros de gente que había comprado las tierras desamortizadas) las quea cabaron llevando y manipulando a las masas carlistas para que lucharan en clave reaccionaria.