Imanol Lizarralde
El viernes pasado GARA nos trajo un reportaje acerca de las «legendarias» conversaciones y negociaciones de Argel. En el se encuentra una cronología de los hechos, las declaraciones de dos protagonistas de dichas conversaciones, Eugenio Etxebeste, como representante de ETA, y Rafa Díez del equipo de asesores políticos del MLNV, un artículo de Iñaki Iriondo y el comunicado conjunto del gobierno español y de ETA de 1989 como planteamiento de inicio de una negociación.
Etxebeste y Díez no dudan en señalar la negociación con el estado como una «herramienta política», es decir, como un medio. Dice también el ex secretario de LAB: «el que mejor se mueve en el bloqueo es el Estado. Sin embargo, es mucho más débil en escenarios de diálogo y negociación abiertos». Es evidente que aquí se contempla la negociación como arma de lucha contra ese Estado que, según dice Rafa, «es mucho más débil» cuando se encuentra dentro de un proceso negociador.
En un contexto político como el que vivimos, en el que desde diferentes bandas se nos lanzan mensajes acerca de una posible negociación, los representantes armados y políticos de la izquierda radical durante Argel pretendan usar la promesa de un proceso frustrado como anuncio de otro por venir. La negociación, en cuanto a «herramienta política», se ha mostrado un instrumento válido.
Eso es así ya que median veinte años desde el primer ensayo de la misma y el día presente. Mientras tanto el MLNV ha llevado a cabo otros dos procesos negociadores y ETA sigue matando en unas nuevas circunstancias. Eugenio Etxebeste y Rafa Díez nos preparan el terreno para otro «proceso de paz».
De Eugenio Etxebeste recordemos que provenía de los comandos Berezis de ETApm que se fusionaron con ETAm. Siendo en aquella época uno de los máximos dirigentes de ETA, en 1985 decía lo siguiente: «En 25 años hemos demostrado que tenemos razón. Si las cosas están muy jodidas ahora es porque estamos ganando. Y hasta que haya 10.000 muertos en Euskadi no vamos a conseguir mucho. La gente no se plantea que tiene que haber 10.000 o 20.000 muertos en Euskadi. Vamos por los 1.000 muertos. Debería morir más gente. Es así la cosa. En el País Vasco habrá mucho más enfrentamiento del que hay actualmente».
Eran los 80, los tiempos del coche bomba y de la masacre de Hipercor, mientras los representantes de ETA tenían amplias reuniones con políticos socialistas implicados en el GAL. La cuestión era combinar las acciones armadas con procesos de negociación blindados frente esas acciones armadas. Ese fue uno de los grandes logros de Argel: legitimar a ETA como interlocutor en un momento de máxima ofensiva armada.
El rosario de muertos que nos profetizaba Eugenio Etxebeste se corresponde con el largo término de tiempo de la guerra popular que constituye la hechura de la estrategia histórica de ETA hasta el momento. Pero el asesinato y las bombas son parte de esa estrategia; la otra, es la «negociación», que es compatible con la comisión de asesinatos y con nuevas vueltas de tuerca al escenario político.
Es Etxebeste el que señala los dos logros fundamentales de la fallida negociación de Argel: «primero, el reconocimiento de las partes. Y el segundo, la creación de un escenario de distensión mutua». El reconocimiento de ETA como interlocutor es interpretado por los líderes del MLNV como una especie de legitimación de su lucha; y lo mismo pasa con el hecho –que en Argel tuvo su cosa- de que en las diferentes rondas negociadoras se reunieran Rafael Vera, Arakama «Makario», Jorge Argote y el mencionado Etxebeste. También el GAL era compatible con reconocer a ETA como interlocutor e incluso para plantearle concesiones políticas.
Imanol, creo que planteas una de las cuestiones clave de la negociación tal como la entiende ETA y el MLNV, cuando dices que la misma ha de estar blindada a los desamanes violentos que la banda pueda cometer antes (incluso durante) y tras la misma. Haga lo que haga ETA siempre habrá algún político (ora socialistas ora nacionalistas) que esté dispuesto a venderse barato en pos de una paz, paz que evidentemente nunca llegará de este esquema de negociación, puesto que se lucha para negociar y se negocia para luchar en mejores condiciones. Lo que parace que no se consigue es que nuestros políticos integren en su esquema de pensamiento que las treguas de ETA son un medio de lucha como otro cualquiera, dependiendo de las condiciones quizás el más efectivo de todos los que usa el MLNV. Y reconozco, como se ha comentado en este blog, que el nivel de exigencia para con la banda por parte de las formaciones políticas quizás sea mayor ahora que en contexto de Argel. Pero lo que me parece preocupante es que los representantes de las formaciones políticas estén todavía convencidos de que van a poder lograr compromisos estables con la organización terrorista y, sobre todo, a costa de qué se van a lograr esos compromisos (legitimación como interlocutor, ninguneo de las instituciones democráticas, etc.).
bien eusebio,y entonces q planteas¿?como acabamos con eta?
DIALOGO NO?policia y ley solo?
espero respuestas.
gracias.
Juan: ¿por qué entiendes que Eusebio rechaza el diálogo como medio para acabar con ETA? Yo no lo he deducido así. Más bien critica que el tipo de dialogo que se ha entablado siempre con la organización terrorista. Un diálogo éste que le reconoce como representante de los vascos y un diálogo que ningunea a las instituciones populares, verdaderamente representativas de los vascos. Eso ha pasado en Argel, en Lizarra y en este último proceso. Pero, eso no es un diálogo democrático, que sería el diálogo necesario para acabar con ETA y con los demás problemas políticos del país.
Diálogo Sí, pero entendido a la manera de MLNV, es decir, como una herramienta más para desorientar y derrotar al enemigo.
ETA tiene ideología, igualmente tiene un o unos objetivos: la liberación nacional y social de su pueblo-nación; siempre sobre los fundamentos de sus princpios marxistas-leninistas. ETA ni sabe ni puede corregir sus conceptos, pues dejaría de ser ETA. ¡ESTE ES EL DRAMA!. Y a este drama hay que unirle nombres y apellidos. Hoy Otegi…, Etxebeste…, Diez…, etc.etc. Antes fueros otros; Arakama…, Iturbe…, Mendizabal…, etc.etc. Y antes fueron otros; Madariaga…, Agirre…, Álvarez Emparanza…, etc.etc. Y MAÑANA SERAN OTROS…, OTROS.
Me puedo equivocar…, me gustaría equivocarme…, pero creo que ETA no tiene solución. Cuando una organización y su historia albergan en lo más profundo de su ser una ideología impositiva…, totalitaria…, en ningún caso democrática, se adjetive esta como se quiera, española, francesa, vasca o moscovita…; nada se puede esperar.
Lo lacerante del drama es que el mismo vaya creando expertos del mismo. Testigos directos de un pulso que nunca ganarán. ¡QUE NUNCA GANARÁ E.T.A.!. Es lamentable que los Etxebeste…, Otegi…, Díez…, y cía. se sigan teniendo por agentes indirectos-directos de una drama y su interlocución. De una «solución» que la inmensa mayoría de este pueblo no entiende; no es que no la necesite, sino que no la entiende.
El 90% de este pueblo no está en guerra contra nada ni contra nadie; por eso no se entiende la solución. Lo único que este pueblo pide es PAZ y UNIDAD; siempre pensando en clave abertzale.
Que la negociación es una herramienta más de la lucha de ETA, lo sabe hasta el tato; por eso el gobierno español le tiene cogido el tranquillo a la organización…, a sus presos…, a sus interlocutores…, a sus expertos. ¿Y así hasta cuando?. Hasta que revienten…¡ESTE ES EL DRAMA!
Por que no hablan de esto los expertos?
Yo si que creo que podemos lograr acabar con ETA. Pero es imprescindible conocer lo que es ETA y el MLNV en su conjunto, todas sus tácticas y estrategias incluidas. Tácticas como el diálogo o la negociación.
Para eso es necesario miradas retrospectivas como la que nos ofrece Imanol con temas de actualidad como el presente. Aunque algunos no entiendan cual es la esencia del MLNV, por lo menos deberían hecer caso del historia magister vitae.
Ardanza -y otros muchos-, establecieron al camino a seguir, al explicitar que se trata de poner al descubierto entre las bases del MLNV y de toda la sociedad, su carácter esencialmente revolucionario y antisistema, así como la intención manipuladora de la cuestión nacional.
El problema no es ETA, sino el conjunto de personas que de buena fe e inconsciente entran en el juego del engaño.
Si corregimos eso, y paralelamente planteamos en clave positiva alternativas auténticamente abertzales, podremos empezar a hablar de grapización de ETA.
En ese contexto acabamos policialmente con ellos, que no os quepa duda.