Autogobierno para el bienestar (1): las irreflexiones de Jauregui

Ion Gaztañaga

Nos decía recientemente Iñigo Urkullu que «frente a las falsas imitaciones de Obama» a Ibarretxe «le bastaba con ser él mismo». Yo creo que ni eso. A Ibarretxe le basta con enseñar lo que ha hecho en el ámbito económico, porque lo que es los demás candidatos, hasta el propio Ramón Jáuregui se ha dado cuenta de que las comparaciones son odiosas. Quizás por eso nos dedico hace ya quince días un artículo en El Correo que ha pasado inadvertido en el repaso forero, pero que nos anticipa una de las vías de despiste que el socialismo de salón y Dom Perignon nos prepara de cara a las elecciones. Su título: «Reflexiones vascas sobre la crisis».

Aunque alguien pudiera deducirlo del contenido del artículo, Ramón Jauregui tiene muy en cuenta a Patxi López. Lo que pasa es que si a Ibarretxe lo que le hace falta es enseñar lo que ha hecho, lo mejor con López es esconderlo, no sea que nos tenga que explicar a qué se ha dedicado. Por eso Jauregui ni lo nombra y dedica medio artículo a hablarnos de que la crísis es mundial, de que es muy grande, y de que a nosotros también nos llegará (lo que demuestra que Jauregui no se ha enterado todavía que las empresas vascas ya están presentando EREs). En fin, un «bla, bla, bla» para llegar al grano del artículo bajo el sugerente subtítulo de «El tamaño importa». Y aquí es donde Jáuregui da rienda suelta a la jeta para soltarnos la siguiente perla:

«El argumentario nacionalista ha venido desplegando un variado abanico de ventajas a favor de la soberanía política o de la independencia de Euskadi (…) relacionando de manera explícita el ámbito vasco de decisión con el mejor desarrollo del país y con el bienestar mismo de los vascos. El victimismo respecto de España, (…) es la cultura subyacente del discurso nacionalista, como es bien sabido. ¿Han visto ustedes a algunos de nuestros próceres nacionalistas reflexionar sobre cuál habría sido el destino de una Euskadi soberana en este terremoto financiero?»

Jáuregui se da cuenta de que la filosofía «autogobierno para el bienestar» puede calar hondo y por eso nos intenta mostrar que una Euskadi soberana iba a pasarlo muy mal en el terromoto financiero:

«No se trata sólo de influir o pintar algo en el G-20 y en el debate económico de las naciones (…). Mi pregunta es procedente a la vista de lo que les está ocurriendo a los países pequeños y a los que están fuera de los grandes acuerdos supranacionales (…). ¿Qué le ha pasado a la banca escocesa? (…) ¿Qué les ha pasado a los islandeses? (…) que el presidente del país, (…), que hace unos meses pronunciaba discursos en Londres aleccionando sobre el modelo islandés, recorre las facultades universitarias de su país pidiendo a los jóvenes que no emigren». Sobran más comentarios. «

Para Jáuregui, es ese ZP mendigante de la silla en el G-20, prometiendo «cualquier cosa» a Sarkozy para lograr la foto, la mejor estampa para la crísis global. No hay mejor ejemplo de la política «made in spain» que la penosa situación de las gigantescas inmobiliarias españolas, desesperadas por vender sus participaciones en empresas industriales para conseguir rebajar su deuda.

Jáuregui nos quiere meter la bola de que la pobre Euskadi, esa que ha crecido más que España durante tantos años, esa que tiene una tasa de paro mucho menor, un peso industrial mucho mayor, una exposición al ladrillazo mucho menor, una inversión en I+D mucho más acusada, las cajas más solventes del Estado, etc. lo va a pasar muy mal. Peor que islandia, ese país en el que «el kilo de champiñones vale el doble.

Según Jáuregui el mensaje el «autobombo y aislacionismo» no es el camino porque en los años ochenta se superó la reconversión industrial y a principios de los noventa, un aumento del paro a cifras escandalosas superiores al 20%. Claro que no nos explica que la receta socialista de los años ochenta para la crísis industrial era, en palabras del ministro de Industria Solchaga, que «la mejor política industrial es la que no existe». Tampoco nos dice que todas las empresas que se mantuvieron en manos del Estado, las «joyas de la corona», se fueron a pique.

Sobre la capacidad de los socialistas contra el paro, creo que basta con repasar que fue en el mandato del PP cuando el paro bajó y repasar el último cartel electoral socialista sobre el empleo que seguro que reflejan los actuales augurios de un paro de más del 15% en 2010:

Más allá de la hilaridad, el artículo de Jáuregui nos aporta interesantes pistas. La primera, que el equipo de marketing de ZP ya se huele que en la crisis económica, Patxi es más bien una molestia que una ayuda. La segunda que la situación vasca es evidentemente mejor, como ya han apuntado hasta los propios asesores de ZP. La tercera que debido a que la propia estructura económica vasca es menos vulnerable que la española, las diferencias entre ámbas van a crecer próximamente.

Por eso es probable que vayamos a tener más artículos como el de Jauregui intentando desmontar nuestro mejor slogan: «autogobierno para el bienestar». Sobre la capacidad de la economía vasca, y las recientes declaraciones de admiración por parte de destacados representantes de países europeos hablaremos en la siguiente entrega.