Mikel Ubillos
Ya se ha bajado el telón en el Kursaal y hemos entrado en la locura del Festival en Donostia, y la ciudad está en hierve, y continuará hirviendo durante estas dos semanas. Para la mejora del festival quisiera hacer dos sugerencias, que espero que no sean muy problemáticas.
La primera de ellas, es la de recuperar la costumbre que había antes de las obras del Teatro Victoria Eugenia, de que en las sesiones de la Sección Oficial del Festival hubiera un grupo de dantzaris, que bailaran el aurresku de honor a los ilustres invitados del festival, y estuvieran en las escaleras de entrada con las espadas y arcos. Yo era un de ellos, cuando fui miembro del Grupo de baile Erdizka, que se encargaba de este protocolo. Era un acto bonito y entrañable, que además le daba una vistosidad añadida a las noches de cine y difundía de alguna manera el alma vasca, Los dantzaris hacían que el acto fuera singular. Se podrían poner ahora los dantzaris en las escaleras del Kursaal sin ningún problema.
A este respecto os voy a contar una anécdota que me ocurrió en una edición del festival. Un año vino Bo Derek al Festival y se puso a sacar fotografías en las escaleras del Teatro Victoria Eugenia antes de entrar a ver una película. Los dantzaris que estábamos en las escaleras teníamos la consigna de tener las espadas levantadas desde que alguien comenzará a subir o bajar las escaleras hasta que terminará de hacerlo. La señorita en cuestión se pasó diez minutos sacándose fotos junto a nosotros en las escaleras. Por lo tanto no podíamos bajar la espada en ningún momento. Por el peso de la espada a los cuatro o cinco minutos el brazo ya no podía sostenerlo y empezaba a temblar. La solución era cambiar de mano la espada y continuar teniéndola levantada. La realidad es que aunque estábamos al lado de una de las mujeres considerada más guapa del planeta, estábamos deseando que se fuera de una vez de las escaleras. Cuando ser marchó fue un alivio para todos.
La segunda propuesta, tiene que ver con la difusión del festival. En la actualidad el Festival se circunscribe a Gipuzkoa. Sin embargo, hay mucho cinéfilo que vería con buenos ojos que además de que se proyectarán películas en Donostia se pudieran ver películas también en otras capitales de Euskadi. Por esta razón quiero proponer que las películas de la Sección Oficial, además de proyectarse en San Sebastián se proyectasen también en Bilbao, Vitoria, Pamplona y Bayona. Por supuesto dentro de la organización del Festival de San Sebastián, y con posterioridad a las sesiones de estreno y difusión en la ciudad de San Sebastián. Por ejemplo, dos días más tarde que el estreno en San Sebastián. Se podría estudiar también la posibilidad que parte de alguna otra sección también se pudiera ver en estas ciudades.
Es una apuesta de seguro éxito, con lo que llenaríamos los cines durante esa semana de los cines de las restantes capitales de Euskadi. No sería un problema para el festival porque las entradas en Donostia suelen estar vendidas y con ello si lograríamos una mayor difusión del Festival. ¿Qué os parecen las dos propuestas?
Lo primero forma parte bajo mi punto de vista de algo semi-caduco, pero es eso, mi punto de vista, para gustos los colores.
Puestos a dar muestras de cultura local prefería ver al Duque rodeado de los Joaldunak de Ituren dandole ritmo a el y a su admirador Ernesto Gasco.
Sobre la ampliación del ámbito geográfico lo veo muy bien, todo lo que sea añadir ideas y puntos de vista me parece bien
Norbaitek hori proposatzen badu Odonek Bizkaitarrek Zinemaldia lapurtu nahi dutela esango luke. Diario Vasco-ren titularra ederra litzateke: «El Gobierno Vasco pretende robarle el Festival de Cine a San Sebastián para dárselo a Bilbao».
Y el titular de El Pais:
«Patxi Lopez anuncia que impedira que el PNV monopolice los consejos de administración de los Festivales de Cine»