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La tradición, sus enemigos y sus defensores (y 3)

Liburu hau datorren igandean, uztailaren 30ean, Hondarribian ospatuko den  ospakizunean lortu ahal izango da.

Este libro se podrá conseguir el próximo domingo 30 de Julio en la celebración de ALARDEAREKIN BAT


Recientemente acaba de publicar nuestro compañero Mikel Arriaga el libro “Reflexiones Sobre Los Alardes de Irún y Hondarribia – Una Mirada Crítica -” . Libro que versa sobre el polémico asunto que ha generado este problema de convivencia en la comarca del Bajo Bidasoa, y que parece ser que vuelve a estar en boga estos días de verano. Seguidamente incorporamos en varias partes el prólogo del libro que trata de mostrar parte del contenido del mismo.


Jon Elgezabal

Un nuevo totalitarismo.

En los años 90, Allan Bloom señaló al movimiento por lo “políticamente correcto” dentro de las universidades americanas, sobre todo en el desarrollo de la “ideología de género”, que difundió a través del mundo el ahora común dogma de que “el género no es un fenómeno natural, sino cultural” (Allan Bloom, Love and Friendship. Simon & Schuster, 1993). Gracias a esta ideología, dice Bloom, “las partes más interesantes del cuerpo y el alma se encuentran sometidas a la intensa luz pública del tercer grado”. Comparaba esto con el intento maoísta de “remodelar al hombre según sus deseos” y reeducar a las masas mediante consignas, ritos políticos y trabajos forzados.

La izquierda abertzale nació en el seno de este movimiento internacional de remodelación de lo humano surgido durante el Mayo del 68. Para ello intentó trastocar todos los valores del nacionalismo vasco. Rechazó el cristianismo, la democracia foral, el arraigo a las tradiciones populares, religiosas o civiles, y planteó una tabula rasa, una página en blanco en la historia de Euskadi que ellos, mesías liberadores, escribirían con letras de fuego.

Pero, para poder adaptarse, la izquierda abertzale adoptó lo que los soviéticos conocían como forma nacional con contenido socialista. Se trataba de mantener una cáscara de apariencia, pero inyectándole la savia del “nuevo” ser humano.

El Alarde Mixto supone un experimento de ese mismo cariz. Surgido en el laboratorio de las ideas de ingeniería social de la izquierda abertzale, pretende insuflar a la fiesta popular las características propias del movimiento prescindiendo de la historia, de lo religioso y de lo peculiar-local. Debe ser así porque tal Alarde alternativo requiere que los militantes de la izquierda abertzale transmigren de otras localidades para reforzarlo.

Aun así, todo podría ir bien si los representantes del Alarde Mixto dejaran que el Alarde Tradicional celebrara su fiesta tal como pretende. Lo que pasa, y eso Arriaga lo documenta de forma exhaustiva, es que la vocación del Alarde Mixto no es la celebración de una fiesta o una convivencia de diversos modos, sino la sustitución de la fiesta tradicional por otra impuesta por una minoría que no admite que la mayoría haga la fiesta tal como quiere. Los supuestos defensores de la diversidad no admiten más diversidad que la suya. La imposición y el modelo único son su lema.

Mikel Arriaga dedica unas lúcidas páginas a este tema. Resalta, además, el comportamiento débil de las instituciones y los políticos de otras opciones frente al acoso de las maniobras de la izquierda abertzale que, con la nueva ideología de género, piensa que ha encontrado una auténtica bicoca política para castigar a las localidades de Irún y Hondarribia.

Conclusión: la tradición tiene que luchar por perpetuarse.

La izquierda abertzale lleva décadas actualizando la perspectiva de Mayo del 68 y forma parte del frente unido creado desde las universidades americanas a favor de la nueva ideología de género, punta de lanza de un movimiento internacional que recala así en nuestras tierras. La idea de poder del teórico francés Michel Foucault impregna de ideología y arranca la inocencia de los ritos populares, que deben quedar al albur de una nueva generación de inquisidores de lo políticamente correcto.

Muchos podrían plantear: allá ellos con su idea. Pero es que su idea ya ha contaminado los medios de comunicación, la educación y muchos otros ámbitos, y planea sobre toda manifestación de sabiduría popular con la intención de suprimirla o convertirla en juguete de su agenda política. No hay más que ver lo que ha hecho la izquierda abertzale con la vida social en algunos de nuestros pueblos.

¿Qué hacer? ¿Cómo preservar la espontaneidad heredada ante el embate de un tipo de modernidad para la cual el desarraigo es la norma? El ya citado Allan Bloom afirma: “Uno tiene que esperar que la naturaleza se revelará… tal como lo hace contra todos los intentos de una tiranía por suprimirla”. La actitud de los pueblos de Irún y Hondarribia, en la medida que conforman una “comunidad natural”, se manifiesta como la rebelión de la “naturaleza humana” frente a la tiranía de un determinado sistema ideológico.

Mikel Arriaga nos da unas cuantas claves de esa rebelión. Y el hecho es que un ilustrado, un sabio, persona pacífica y gentil como él, se ha visto impelido, por la llamada de un puro imperativo de justicia, a defender la causa de unos pueblos calumniados y vilipendiados. Ha tenido que tomar el papel del justo bíblico, abandonando el campo de sus investigaciones, para mezclarse en la refriega.

Y en la refriega aplica el valor de la observación científica y clínica tanto al fenómeno del Alarde Tradicional como al intento de suprimirlo. Defiende a los que no necesitan grandes filosofías ni galones académicos para vivir una tradición que han mamado de sus padres. Ellos, los ciudadanos de Irún y Hondarribia, que no desean otra cosa que vestirse de fiesta, juntarse con los amigos, conmemorar a sus dioses, sus antepasados y su ciudad, han encontrado, sin pedirlo, un campeón como Mikel Arriaga, que luce como un fino estoque entre las guadañas de lo políticamente correcto. Eskerrik asko, Mikel, Ama Guadalupekoak eta Martzial Deunak bedeinka zaitzatela.

 

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4 comentarios en «La tradición, sus enemigos y sus defensores (y 3)»

  1. Eskerrik asko Jon Elgezabal por mostrarnos y avisarnos de la publicación del libro de Mikel Arriaga. Algunos privilegiados como yo ya hemos conseguido el libro. Una maravilla, se lee fácil, sin dificultad, y Arriaga atina en el análisis y diagnóstico de la cuestión. Lástima que los medios de comunicación estén en otras claves y otra tesitura, concretamente en la de engañar y difundir la mentira. Pero no es de extrañar esto en esta época de posverdad y poscensura donde la mentira y la difamación es la norma y el pan nuestro de cada día.
    Bien por Arriaga. Nunca estaremos lo suficientemente agradecidos los ciudadanos de Irún y Hondarribia por la gran aportación que nos ha hecho sobre nuestros dos Alardes (los verdaderos) que se celebran en ambos municipios. Excelente libro, sin duda alguna.

  2. Publicaciones, artículos, estudios históricos etc. ayudan a mantener vivos nuestros Alardes y que las nuevas generaciones conozcan la importancia de sus tradiciones, desgraciadamente instituciones, gobiernos y medios de comunicación invierten medios y trabajos interesados en destruir el patrimonio cultural de dos pueblos del Bidasoa a los que el Tribunal Supremo les ha dado la razón,( algo que ignoran por que no les interesa ) . Afortunadamente los ciudadanos no se dejan engañar con cánticos de sirena y siguen defendiendo su historia a pesar del desprecio de algunos .
    Gracias a Mikel Arriaga y a todos los que creéis en el Alarde.

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