Joxe Martín Larburu Zubillaga
Entre las fuerzas socio políticas que operan en Euskadi, unas tienen una vocación más endógena que otras. Hay quienes prefieren dejar las grandes decisiones en estructuras exógenas superiores. Todas ellas tienen su representación en las contiendas electorales, la hegemonía en el campo institucional está repartida. Sin embargo, en las dinámicas sociales de base la hegemonía corresponde casi exclusivamente a las organizaciones endógenas.
Este artículo, convencido de la importancia que en un futuro van a tener las dinámicas sociales para salir de la crisis actual, parte de un breve análisis de las prácticas que han caracterizado y caracterizan a las dos corrientes socio-políticas más importantes en el ámbito de lo social. La idea es conseguir el suelo interpretativo adecuado desde donde poder hacer propuestas que sirvan a acuerdos colaborativos posteriores. Las dinámicas endógenas de más implantación popular en Euskadi, son la social-comunista, de forma nacional y contenido universal de clase, y la social-humanista de forma nacional y contenido particular interclasista vasco.
Las prácticas político-sociales endógenas hace tiempo que operan en nuestra tierra; incluso la más reciente, la endógena de clase, que lleva décadas entre nosotros, puede considerarse histórica. Las personas que exportaron está ideología han muerto o son ancianas, pero sus enseñanzas se mantienen. En Euskadi tenemos un considerable número de personas que han estructurado su mente con esta ideología foránea, por cierto, que es la misma en la que están formados los jóvenes que atacan sedes de partidos políticos democráticos y dañan bienes públicos y privados de los vascos.
Esta ciencia política, en las últimas décadas, ha formado parte de la base de nuestra sociedad, ha sido una de las estrategias que, con diferencia, ha tenido más incidencia entre nosotros. Una estrategia, violenta y revolucionaria, cuya ejecución, con sus divisiones reales y tácticas, se ha encargado a las organizaciones del entorno del denominado MLNV. Organizaciones que a pesar de sus proclamas triunfalistas, han quedado estancadas y se han visto dolorosamente obligadas a disolver su organización vanguardia (ETA).
La otra estrategia, la de más base social, la histórica, la dirigida políticamente en la dictadura franquista por el Gobierno Vasco del exilio y desde la reforma hasta la actualidad, fundamentalmente por el Gobierno Vasco con sede en Gasteiz, ha conseguido además de seguir ampliando su base social, hacerse hegemónica en la mayoría de las instituciones recuperadas por los vascos.
Los promotores de la estrategia de la lucha de clases, a pesar de su derrota, están obcecados, siguen en lo mismo, solo ven posible cambiar la sociedad haciéndose con el mando del sistema, tomando el poder del Estado. No son capaces de aprender nada sustancial de su fracaso reciente, su labor por poner las dinámicas sociales al servicio de su eje de confrontación con el estado no ha traído más que muerte y desolación. Siguen aunque con formas más civilizadas con los mismos esquemas.
La realidad es que en Euskadi se ha dado un desarrollo social muy positivo, que todos reconocen, incluso los mismos revolucionarios, aunque intenten rebajarlo, deformarlo o atribuírselo falsamente. Los cambios que se han operado no han estado motivados por las grandes teorías político-científicas. La base de ese desarrollo social positivo se ha fundado en las innumerables pequeñas victorias que han conseguido los vascos en los campos de la cultura, la economía, el deporte, el autogobierno etc., y que no han venido en su mayoría motivados por los golpes dados al sistema.
El factor de cambio, lo que ha obligado al Estado/sistema a modificar el rumbo, a aceptar la nueva realidad, no han sido las victorias en “la elite”, aunque hayan supuesto un buen apoyo. Lo determinante han sido las innumerables pequeñas creaciones conseguidas en la base de la sociedad. Estos logros además en la última etapa, en la democrática, han conseguido, ayudados por la unión que se ha dado entra las instituciones y la sociedad vasca, avances espectaculares, tanto que incluso al conjunto de las practicas que se han consolidado como parte del paisaje vasco, se les ha llegado a denominar conjuntamente como “el modelo de desarrollo social vasco”.
La actual crisis nos augura una etapa, que esperemos sea corta, de vacas flacas. De nuevo la sociedad, los vascos tendremos que optar en qué forma queremos combinar el “asalto a los cielos” y el “trabajo en la tierra”.
Lo cierto es que no parece posible que al menos en el “asalto a los cielos” pueda conseguirse una estrategia consensuada de las dos dinámicas sociales. Parece más probable que en este campo las coaliciones sean más transversales, que en las mismas participen organizaciones exógenas y endógenas. Pero ¿por ello debemos de renunciar a poder trabajar la tierra conjuntamente?
¿La aprobación por unanimidad de la empresa participativa ha de quedar en agua de borrajas?, algunos pensamos que no, creemos que el foco del cambio, el nivel futuro de nuestro bienestar se encuentra precisamente en esa empresa participativa.
Lo cierto es que también ahora la transformación positiva de la situación actual, vendrá a través de cambiar desde abajo todas aquellas empresas públicas y privadas que estén dispuestas a participar en este nuevo modelo, que, de una forma u otra, ya está presente y en marcha entre nosotros. Debe de llegar a todas las actividades sean industriales o de servicios, incluso aquellas entidades sociales filantrópicas que trabajen en favor del bien común debieran de participar. Es en la base donde debemos de demostrar nuestro patriotismo las fuerzas endógenas. Sí, lo digo claro, el fin es lograr un NUEVO MODELO DE SOCIEDAD, basado en una EMPRESA en el que el trabajo ocupe la posición dominante en el proceso de producción y en el que desaparezca la explotación del hombre por el hombre. De esta manera, los vascos, siguiendo nuestra propia idiosincrasia, con en ese logro gradual, podremos contribuir en el bien, primero, de nosotros mismos y, luego, de toda la humanidad.
Muy buen artículo.
Desgraciadamente solemos tener la costumbre de fijarnos en los grandes acontecimientos y pactos políticos. Estos están bien para fijar fechas o etapas pero, como dice bien el articulista, el mérito mayor viene de la propia dinámica de la sociedad vasca.
¿Cuál ha sido la gran clave de la victoria de esa sociedad contra los que internamente la pretendían corroer o contra los que externamente querían despojarla? Construir su propia dinámica mediante sus propios logros en todas las áreas que ha señalado el artículo.
Finalmente, la cuestión de la empresa participativa toca la fibra de la identidad vasca y de la forma vasca de organizarse. Es en eso en lo que los vascos despuntamos y tenemos que seguir en esa brecha.
Erabat ados Larburuk esandakoarekin.Galdera zera da,nola lortu eginkizun hori?.Baseak ze bide edo ze eginkizun antolatu beharko lituzkete,giizonak askeago izateko,lana helburu nagusiena izateko eta abar?.
Jasan eta oraindik ere jasaten ari garan pandemia honek, datozen aste eta hilabete, eta agian urte, batzuetan gure herriaren egoera ekonomikoa txartu egingo du. Gure bizilagun askok langabezia ezagutuko dute eta hori, okerrena ez bada, okerrenetako gaitza da.
Indar sozialak, politikoak barne, endogenoak badira, behetik gora eta barrutik kanpora egin beharko dute lan. Beren lehentasuna auzoko etxeetan ematen diren gabeziak konpontzea izan beharko luke.
Artikuluan aipatzen den enpresa partehartzailea izan nahi badu, auzokidea izan beharko du. Eta beste auzokideekin batera, elkarlanaren bidez auzoaren bizilagunen guztien onbidearen alde jo beharko du.