Insurrección en Catalunya, ejemplo para Euskadi

Aitor Otsoa

Se puede considerar la situación actual como una insurrección popular, con la participación de millones de personas movilizadas en la calle y la actuación combinada de grupos de choque perfectamente coordinados y organizados.

Según La Vanguardia “alrededor de 500 radicales están detrás de los altercados violentos que estos días asolan las calles de Catalunya, sobre todo de Barcelona, un núcleo duro apoyado por extremistas de otros países, que utiliza tácticas de guerrilla urbana y que usa la sentencia del «procés» como excusa”. Lo cierto es que la debilidad del mensaje institucional trasladado, así como la tardanza en lanzarlo, inducen a pensar que, en la práctica, se esté haciendo uso de la violencia de estos grupos, en dos sentidos: uno, como ariete en el choque con la violencia estructural del Estado (policía y Mossos) y dos, como elemento del que diferenciarse (las movilizaciones ciudadanas frente al fuego y las barricadas), además con el «extra» de endosar al Estado su direccionamiento de los mismos a través de los «infiltrados».

En cuanto al efecto «contagio» que se pueda producir en Euskalerria, este es el escenario deseado por la izquierda abertzale desde hace años. Una izquierda abertzale que ha dicho hasta la saciedad que el objetivo del actual ciclo político es abrirle un segundo frente de antagonismo al Estado, siguiendo la estela catalana. de hecho, las decisiones adoptadas por ETA y el cierre de su actividad armada han de ser entendidas en este contexto, la implementación de un frente de antagonismo popular sin vanguardia armada que ponga, también aquí, en jaque al Estado.

La izquierda abertzale no va a dejar pasar esta ocasión, es su momento (o el inicio del mismo al menos). Las movilizaciones de los últimos días, con Ernai marcando músculo pueden señalar el camino por el que quieren hacer transitar a la sociedad vasca. Un camino que acaba, de forma inexorable, en la barricada contra el Estado español. Con esto no se pretende decir que el nivel de agitación callejera vaya a ser desde este momento como el catalán. No, pero el contexto catalán sí puede propiciar que determinados modus operandi conscientemente abandonados por las huestes de la izquierda abertzale vayan siendo recuperados paso a paso, sobre todo contra determinados objetivos estandarte del Estado español represor. Y esto combinado con diferentes ejercicios de desobediencia que habrán de preparar el suelo para el brote insurreccional vasco.

Abono importante en esta preparación del terreno va a ser el cómo discurra finalmente la tramitación de la propuesta de nuevo Estatuto y dentro de este que no sufra poda alguna la cuestión del derecho de autodeterminación y el asunto de la consulta. Entiendo que el posicionamiento final de EH Bildu (negativa, abstención o voto a favor) va a ir en función de que el texto final contenga los suficientes elementos de antagonismo para ser rechazados por las Cortes Generales españolas. Si atisban negativa del congreso, se dejarán pelos en la gatera pero el proyecto de Estatuto llegará a Madrid, todo sea por el segundo frente con el Estado.

No voy a entrar en la falta absoluta de inteligencia del Estado español a la hora de afrontar el asunto catalán (y el vasco). Ni tampoco en la irresponsabilidad absoluta (lo siento, no hay medias tintas) del Govern y de Torra al buscar la intervención de España (un nuevo 155). Irresponsabilidad que, de seguir por el camino emprendido va a hacer saltar las endebles costuras de la cohesión social en Catalunya. Y de ahí a la persecución del que piensa diferente hay un pequeño paso.

También tomemos nota (por lo que tiene de analogía con el caso vasco) los insultos y expulsiones de las masas concentradas de políticos elegidos por votos populares (el caso triste de Gabriel Rufián). Salta a la vista que la calle marca la agenda, y la gestión de este espacio corre a cargo organizaciones de masas no electas y no representativas pero que pretenden arrojar el espejismo una democracia popular. No está mal recordar lo que dice un articulista catalán, “que la calle siga siendo hoy el escenario del pulso entre sociedad y Estado es un fracaso de la democracia”. Un fracaso de España y un fracaso de Catalunya. En Euskadi, el protagonismo de Gure Esku Dago en las manifestaciones de solidaridad con Catalunya es reflejo de esa concepción política cuyo fin es que los políticos elegidos por el pueblo sigan las consignas y las directrices de esos entramados.

El aspecto positivo del asunto catalán es que nos sirve a modo de ejemplo negativo. Para clarificar las cosas, parece necesario emplazar a todos esos «super-abertzales» (y no me refiero a los de Bildu) a decir que el escenario catalán es el deseable para Euzkadi. Y si están dispuestos a comprometer su actual statu quo y el de su familia en pos de un desiderátum que por este camino, enfrentarse a un Estado homologado en Europa como democrático, nos guste o no. Y ante los irreductibles del «tú eres de los que te sientes cómodo en España» o el manido «eres un mitxelín», preguntarles si ellos van a ser los primeros en cavar trincheras en Jaizkibel o Peña Lemoa, o si van a mandar a los jóvenes al asunto.

 

13 comentarios en «Insurrección en Catalunya, ejemplo para Euskadi»

  1. Yo confio en la próxima generacion de jovenes vasco-islamicos o vasco-morunos para la regeneracion plena foral.

  2. Las consecuencias del procés desde el punto de vista del intervencionismo del poder judicial español tanto en las libertades como en el autogobierno son totalmente desastrosas, tal como lo pinta el jurista Bartolomé Clavero:

    Preocupan, deben preocupar, ambas cosas, la sentencia y su contenido, porque la incompetencia del Tribunal Supremo es doble, la procesal y la sustantiva, tan importante la una como la otra. Se ha arrogado una competencia que, en el diseño constitucional y estatutario de la autonomía catalana, no le corresponde. La ha ejercido encima de forma incompetente en cuanto a la dirección del proceso y al manejo del derecho. Hay un tufo incluso de mala fe. El mantenimiento de una acusación de rebelión finalmente descartada le ha servido para aplicar medidas desproporcionadas de privación de libertad a personas en condición todavía de presunción de inocencia sentando un pésimo precedente. La condena final por sedición la efectúa mediante una interpretación extensiva de este tipo penal que pone en peligro el mero ejercicio del derecho de manifestación. Con esta jurisprudencia no va a hacer falta en el futuro ley mordaza. Entiende de un modo tan restrictivo la recusación de jueces respecto a sí mismos que abunda en la degradación de las garantías procesales. La sentencia se jacta de que el presidente del tribunal corrigió a un abogado de la defensa por referirse como “ley de ritos” a una legislación que, como la procesal, es clave para la garantía de derechos fundamentales. No nos dejemos engañar. Lo que quiso y quiere es humillarlo.

    https://ctxt.es/es/20191016/Firmas/28973/Bartolome-Clavero-sentencia-cat-proces-referendum.htm

  3. Artículo interesante y a valorar seriamente por los políticos que nos representan .

    con excepción del último párrafo, … , creo se merece aclarar y escribirlo simple y llanamente sin distraer y llevar a malas interpretaciones.
    Lo siento pero me choca ese párrafo

  4. Artículo interesante y a valorar seriamente por los políticos que nos representan .

    con excepción del último párrafo, … , creo se merece aclarar y escribirlo simple y llanamente sin distraer y llevar a malas interpretaciones.
    Lo siento pero me choca ese párrafo.

  5. Esto de los Usabiagas, y su independentzia, es como cuando vas a San Mames y te hablan de las copas de Zarra. No puedes evitar conmoverte, pero….sales y estas en 2020.

    Estos Usabiagas además promocionando el Islam, oye no se…querrán que la independentzia la peleen los vasqui-moros de la nueva generación?

    Te partes.

  6. Supongo que el autor se refiere a esos superaber que van pasando el abertzalometro al personal, que no sólo existen en el campo emeleuveño. Esos que desde su cómoda vida y al calor de unos ginflisses se ven capaces de enfrentarse al estado hasta el infinito y más allá…digo yo.

  7. Y sin embargo, el último párrafo es el que más cosas dice:
    – Dice claramente que, por lo que al autor respecta, no está dispuesto a comprometer su actual statu quo y el de su familia por nada en este mundo.
    – Dice que con el sueldazo que se gasta el amigo y con el nivel de vida que ha adquirido ya le pueden ir dando por ahí a cualquier tipo de compromiso personal con la defensa de las libertades y la lucha contra la tiranía.
    – Dice que «nos guste o no, España es un estado democrático (!!!!) y de Derecho (ufffffffffff!)», y al que no le guste que se joda. Es decir, los vascos como él (que son muchos) ya han alcanzado su Camelot particular, en el cual el fatuo Urkullu ejerce de «Robot-Arturo» y de Abanto-Zierbena es el líder de la mesa redonda en la que se reparten el pastel de eso que llaman Euskadi (Bizkaia-Araba y Gipuzkoa, lo de Navarra lo dejamos para el próximo milenio).
    – Dice, porque realmente lo dice, que él vive de cojones y que no quiere líos.

    Luego algunos se extrañan de porqué la juventud vasca ha renunciado a tener hijos viviendo en este paraíso….

    Será que la mayoría se da cuenta de que tener hijos es criar esclavos para los «amos» de la plantación y que la cosa no compensa.

    Me encanta cuando los jeltzales sacan su vena más solidaria. Lloro de la emoción.

  8. Muchos gobernantes, legisladores, jueces etc., de España no aceptan que nadie, aparte de ellos, cuestione el reparto de poder del estado. Les da igual lo que les digan por arriba (Europa) o por abajo (comunidades nacionales, regionales etc.), nadie fuera de su concepción jacobina tiene ningún derecho. Son los “propietarios” únicos de todo el estado, ellos gobiernan y juzgan, su interpretación es la única valida. La coherencia de sus actos les da igual, aplican un derecho de propiedad absolutista, soberanista, el estado es suyo y hacen lo que quieren.

    Enfrente, en el otro extremo, se encuentran las organizaciones rupturistas, las que detentan la única verdad valida, la revolucionaria. En el materialismo dialéctico esta su saber científico. Son la “clase elegida”, los únicos que están legitimados para definir quienes son pueblo y quienes son sus enemigos. Definen a los agentes político-sociales a cada momento, como hemos visto en Cataluña, de un día a otro te pasan de héroe a villano.

    En este momento la política Catalana esta absolutamente condicionada por estos dos extremos, en este enfrentamiento y con estos actores los perdedores son los catalanes. Si la centralidad política no recupera su sitio pueden destrozar la convivencia, y sin esta el empoderamiento social (giza-burujabetza) es imposible. El señuelo de la independencia de estado se puede convertir en el mayor aliado para destrozar una comunidad nacional. No se trata de despreciar la independencia de estado, se trata de saber que esa es instrumental, que la básica, la importante, es la giza burujabetza.

  9. Larbu, oye si lo llamanos «Comunidad Nacional-Obrera» igual lo Jel y lo Mlnb confluis ?

    De momento, en 10 años pensamos otro nombre para satisfacer al Islam.

    Dale una vuelta, Larbu.

  10. JELen agur

    Confluencia nacionalista-antinacionalista no va haber nunca. Maxime cuando se realizan confluencias semejantes en otros lares y acaban como acaban, como el rosario de la aurora y el nacionalismo grande antes, ahora hecho jirones.
    Acuerdos puntuales con cualquiera. Estratégicos ninguno.

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