Joxan Rekondo
Asoma poco la agenda europea, eclipsada ante un debate foral y local que se presenta muy interesante y competido en Araba y Gipuzkoa. La paradoja es que, a pesar de que la disputa por los escaños de Estrasburgo pueda aparecer como muy desdibujada, el arrastre provocado por su coincidencia con las convocatorias foral y local puede elevar el nivel de participación en las europeas hasta cifras históricas.
La perspectiva social dominante es realmente crítica respecto al estado actual de salud del proyecto de la Unión Europea. El debate sobre sus valores institucionales no está ni mucho menos cerrado, a pesar de que las diferentes corrientes políticas europeas dan por hecho que los ciudadanos llamados a votar el próximo 26M se identifican con la Europa política que conforman las instituciones de la Unión. Europa es un hecho que no está en discusión. Por eso, lo que se ofrece es ‘más Europa’, ‘mejor Europa’ u ‘otra Europa’.
Sí existe un europeísmo banal, que no deja de manifestarse en el mundo cotidiano, pero no se nos oculta que la identidad política europea, el sentido de identificación con las instituciones políticas europeas, es todavía muy débil. Puede deberse a muchas razones. Una de estas puede ser que la construcción institucional europea no se ha acompasado con la creación de un sujeto colectivo europeo. Es posible que la resolución del déficit democrático, y la solución a los dilemas que enfrentan a unión con diversidad o a soberanías estatales con profundización en el principio de subsidiariedad vayan a ser consecuencia de un largo proceso de democratización institucional, que apenas comenzamos a ver.
El contexto en el que se celebran estas elecciones europeas es crítico. A la reforma institucional de la UE, se le añaden otros temas trascendentales. Entre ellos, el papel de Europa en la reorganización del liderazgo mundial y en la seguridad global, la orientación de la economía europea en un marco global de agravamiento de tensiones comerciales, la Europa social, el Brexit y la respuesta a las presiones migratorias. En la Europa del bienestar ha aparecido el miedo. Y las encuestas preelectorales auguran un Parlamento Europeo con una presencia muy importante de fuerzas que practican la política del miedo, que están condicionando ya las respuestas que habrían de darse a todas las cuestiones de la agenda europea.
Para el lehendakari Agirre, el proyecto europeo simbolizaba el triunfo de la civilización democrática, en la que habría de acentuarse más el valor del ejercicio de la libertad que la respuesta reactiva –‘anti’- al miedo. Cuando se acentúa la nota del temor y se extiende el sentimiento ‘anti’, decía Agirre, se genera un escenario de confusión en el que penetran “toda clase de elementos turbios, entre ellos los enemigos de la libertad” (México, 10 mayo 1954). La advertencia del primer lehendakari está plenamente vigente. La democracia se pone a prueba ante las emergencias. El 26M, el éxito de la Europa democrática será que no sucumbe al miedo sobre el que se presentan los populismos.
miedo…:
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha dictaminado que Gorka Lupiañez fue torturado por la Guardia Civil durante su detención en régimen de incomunicación en 2007. Tras un largo periplo, el duro testimonio de los tormentos sufridos por Lupiañez ha sido reconocido como verídico por un organismo internacional que, además, señala que la incomunicación crea el contexto propicio para la utilización de la tortura. Asimismo, el Comité de la ONU ha instado al Estado español a que tome medidas para que se garantice justicia y reparación para el demandante.
De nuevo, desde el ámbito internacional llega otro dictamen que viene a corroborar que el Estado español ha usado la tortura. El Comité de la ONU señala asimismo en su escrito que la tortura no puede justificarse bajo ninguna circunstancia, «ni siquiera por motivos de seguridad nacional», reconociendo de modo implícito que su uso en el Estado ha sido sistemático. Un reconocimiento que sí hizo hace unos meses el presidente francés, Emmanuel Macron, en relación con la guerra de Argelia. Sus palabras entonces apuntaban a que el empleo de la tortura estaba institucionalizado, esto es, reconocía que había sido una política de Estado. No ocurre lo mismo en el Estado español, donde no solo se sigue negando la práctica de la tortura, sino que además se mantienen las medallas a los torturadores, se menosprecian los trabajos para avanzar en la verdad –como el encargado por Lakua al equipo del forense de Paco Etxeberria que documentó 4.113 casos– y se cercenan leyes como la del Parlamento de Gasteiz para que no se avance ni en la verdad, ni en la justicia; muy lejos, por tanto, la reparación que exige la ONU al Estado español para Gorka Lupiañez.
A pesar de la resistencia numantina del Estado a reconocer la existencia de tortura, la evidencia se va abriendo camino. Es necesario seguir perseverando hasta que las víctimas de la tortura logren verdad, justicia y reparación.
algún comentario ?
Acabada la instrucción del caso Egin, la Audiencia Nacional rebajó la acusación de colaboración con banda armada, lo que hacía injustificado el cierre. Para entonces su empresa editora ya había entrado en bancarrota y su nicho de mercado había sido cubierto por el nuevo diario GARA, al que se le imputó la deuda con la Seguridad Social de Egin, nada menos que 4,7 millones de euros , con el argumento de que se había producido «una sucesión de empresas».
El nuevo diario nació después de una campaña popular tras la cual alrededor de 10.000 personas se convirtieron en accionistas del rotativo. El capital con el que partió el nuevo proyecto fue de mil millones de pesetas, aportados por esos accionistas populares, con el que se creó la empresa Euskal Komunikabideen Hedapenerako Elkartea (‘Asociación de Medios de Comunicación Vascos’). Esta empresa también ha llevado adelante el proyecto comunicativo digital Naiz.
Esta mañana, en el mismo día en que 20 años atrás vio la luz GARA, la dirección del periódico ha anunciado en rueda de prensa un principio de acuerdo con la Seguridad Social que supondrá realizar pagos de medio millón de euros cada seis meses durante los próximos años. Cuando se formalice el convenio de acreedores, el montante a pagar será de más de tres millones de euros. «Es más dinero que la masa salarial completa de todo un año, es decir, los sueldos de todos nuestros trabajadores y trabajadoras”, ha denunciado. Es un expolio y un ataque a la libertad de prensa», se puede leer en la declaración presentada por el director de GARA, Iñaki Soto.
pasividad es complicidad ?
Cuándo reconoceremos todos que matar, extorsionar, secuestrar, torturar o agredir, fue injusto?
https://www.eitb.eus/es/noticias/politica/detalle/6258403/urkullu-san-sebastian-dia-europeo-victimas-terrorismo-2019/
Urkullu pide decir ‘al unísono que matar, extorsionar y secuestrar fue injusto’
luego en la letra pequeña….se añade lo que convenga…