- La Vanguardia: Triunfo histórico de Ciutadans pero los independentistas conservan la mayoría. La lista de Carles Puigdemont supera a la de Oriol Junqueras contra todo pronóstico y el PP se hunde con tres escaños.
- Ara: Arrimadas queda primera, però l’independentisme manté la majoria. Ciutadans guanya en vots i escons. La llista de Puigdemont dona la sorpresa i aconsegueix la segona posició. Esquerra, en tercer lloc.
- Periodico de Catalunya: Ciutadans gana y el bloque independentista revalida la mayoría
- El País: La victoria de Ciudadanos no evita la mayoría separatista
- El Mundo: El triunfo histórico de Arrimadas no frena el independentismo
- ABC: Cs gana las elecciones, pero los independentistas mantienen la mayoría
- El Confidencial: Gana Arrimadas, vence Puigdemont
Joxan Rekondo
Cierto que las elecciones de ayer no se han celebrado en condiciones de normalidad democrática. Pero, es innegable que, en este 21-D, la exigencia del votarem ha encontrado una vía de salida con un amplio seguimiento ciudadano. No hubiera sido así si estas elecciones no hubieran adquirido un auténtico carácter plebiscitario, que paradójicamente ha mostrado una realidad bloqueada. Desde este último punto, sin novedad en los frentes.
Una cosa esta muy clara, la imposición del 155 ha tenido un rechazo indiscutible. “Ahora ya sabemos lo que es el 155”, ha dicho Rajoy. Ahora debería también saber que su aplicación crea un fuerte rechazo ciudadano, y que ha llevado a su partido a la debacle. Desde luego, hay mayoría independentista en lo que se refiere a la relación parlamentaria de fuerzas, aunque no se corresponda con su real respaldo en votos populares. En todo caso, habrá que ver si se puede formar gobierno. ¿Se prestarán JxCat y ERC a jugar de nuevo al mambo de las CUP? En el bloque opuesto, Ciudadanos emerge con fuerza. Sin duda, es la manifestación ascendiente del españolismo más insolente. Pero, es asimismo la reacción dialéctica a la estrategia imprudente del independentismo. Finalmente, ni Iceta ni Domènech, que quisieron colocarse en zona neutral, tienen motivos para estar satisfechos.
¿Hay salida del bloqueo? Lamentablemente, el nacionalismo convergente abandonó el proyecto de la Casa Gran del catalanismo, que renunciaba a la imposible regeneración de España y quería refundar el catalanismo sobre parámetros diferentes, sin mirar a Madrid; pero buscando la máxima cohesión interna de los catalanes en torno a la idea nacional.
De acuerdo con ese espíritu, se asumía que el futuro de Cataluña no residía en Madrid o en Bruselas, sino que dependería del acierto en la integración interna, de transformar el país hasta situarlo a la vanguardia del mundo, de convertirse en territorio globalizado y de buscar el ejercicio del derecho a decidir. Para ello, sin embargo, se debía construir una “nación plena”, con el propósito de lograr que todos o prácticamente todos los catalanes sintieran que Cataluña es una nación.
Tras estos años, lo que queda no es una nación plena. Queda una sociedad quebrada, lo que no augura nada bueno para el desarrollo próximo de la catalanidad.
El resultado no resuelve nada, y lo complica aún más todo.
El bloque independentista no puede negarle a Cataluña el derecho a la traslación a las instituciones como el parlament de la decisión que se dibuja con unas elecciones que han batido el récord de participación, llegando está a un 81%.
Los independentistas sólo tienen el 47,Xx % frente al 52,xx% de los no favorables a la independencia.
Si bien los no partidarios de reconocer el derecho a decidir Cataluña sólo se hacen con 57 escaños frente a los 78 escaños que disponen las fuerzas partidarias al derecho a decidir.
La lectura no puede ser otra que la de entender que la vía unilateral hacia la independencia ha quedado deslegitimada.
Es necesario emprender una nueva vía de negociación con Estado.
Esta negociación pasa por alcanzar un acuerdo a nivel financie, te problemas como materializar, si sólo con Cataluña, o sea se lo hace en el marco del estado.
La fuga de empresas determina por sí sola que la cantidad que Cataluña recaudarían estos momentos con un sistema parecido al concierto económico vasco en materia de impuestos de sociedades sería muy inferior al de hace una serie de años.
Esto aunque parezca una paradoja puede facilitar las cosas.
El mayor problema que tenemos los vascos es la emergencia de una fuerza como ciudad, una fuerza que presume de liberal, pero que es una fuerza que practica y quiere practicar para todo el reino de España el más ortodoxo comunismo territorial. Nuestra labor tiene que ser doble:
1º Desenmascarar a estos liberales como lo que son unos comunistas territoriales, y por tanto unos jacobinos hispanos en toda regla, que en nada nuevo traen a esta tierra, pues su discurso es una simple reiteración de los discursos que ya resonaban en el siglo XIX en las propias cortes españolas
2.- Dar a conocer la justicia y solidaridad implícita que existe en un sistema como el concierto económico, en donde el cupo que se paga por las competencias que ser el estado, se paga por el porcentaje que se tiene dentro del PIB del estado y no de la población, donde si se hicieran debido cálculo al respecto tendríamos que pagar un 33% menos.
el cupo que se paga por las competencias ..se paga por el porcentaje que se tiene dentro del PIB del estado y no de la población , que si se hiciera respecto a esta tendríamos que pagar un 33% menos….
si es así , por que nos interesa tanto el CUPO a los vascos ? qué parte de gastos del estado se pagan además del ejército , corona …?
por aclarar…se agradecen comentarios..
Para los ciegos que no quieren ver.
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