Rikardo Artetxe, Orixe Taldearen izenean.
1. ¿Hay un alma vasca? Desde luego, son muchos los autores que han querido desentrañar el carácter de los vascos que ha logrado perdurar durante siglos, explícitamente reconocible hasta bien entrada la modernidad en sus formas de relación social. Tal vez sea la conciencia de una grave crisis moral de la vasquidad lo que motivó las primeras obras que se publican sobre el tema. Con Sabino Arana, Aranzadi y el primer nacionalismo, aunque también Unamuno. De la misma manera, Agirre y su generación se ocuparon profusamente de ello. Barandiaran, Lekuona, Orixe, Oteiza, son grandes referentes de la inquietud por la cultura de los vascos, en pleno siglo XX.
Seguidores de Barandiaran, finalmente, crearon las grandes colecciones Eusko Lurra y Euskaldunak, editadas y distribuidas por ETOR, y que desarrollan un tratamiento a fondo de la cuestión de la identidad tradicional vasca.
Asistimos, ahora, a un resurgimiento de los estudios sobre las formas vascas de socialidad tradicional, ligadas al interés de contrastar su potencialidad política. De lo más interesante de tales estudios es que algunos de ellos vienen promovidos por sectores de la izquierda revolucionaria, que hasta ahora se habían mostrado indiferentes al valor socio-político de las experiencias tradicionales. Es probable que la resonancia global de determinados indigenismos de carácter revolucionario (como el zapatismo) esté abriendo el paso a la valoración por parte de estos sectores de los recursos del saber tradicional vasco. Cierto es, sin embargo, que también Federico Krutwig bosquejó algunas notas relativas a la necesidad de que un proyecto revolucionario vasco debería construirse sobre los fundamentos del ‘iaubetza’ tradicional, en lugar de buscar reflejarse literalmente en los modelos marxistas, que entiende como un nuevo colonialismo indoeuropeo. Ideas sueltas que no lograron fertilizar en las filas de la izquierda abertzale.
2. Pedro Uriarte. En este contexto de revalorización de los estudios sobre el carácter y la sociología tradicionales de los vascos, queremos rescatar la obra de Pedro Uriarte del olvido.
Pedro Uriarte, vizcaíno de Areatza, fue profesor de la Universidad de Deusto y escribió dos libros representativos de la temática que queremos plantear. Uno de ellos, referido a Bizkaia: “Psicosociología de los vizcaínos a través de la historia”. El segundo, referido a Gipuzkoa: “Gipuzkoa y sus hombres”.
Ambos ensayos pretendían descubrir el alma vasca con la ayuda de una metodología antropológica y psicosociológica a partir del examen de hechos históricos. Uriarte quiso abordar así la búsqueda del modo de ser vasco, su idiosincrasia, su identidad. Conocer el sentido que los vascos han otorgado a lo humano, el humanismo vasco, es importante si queremos guardar, actualizar, y renovar Euskal Herria desde un contenido propiamente vasco.
Una tarea que no deja de plantear cuestiones críticas:
- Si nos quedamos en lo antiguo, en sus formas y expresiones pasadas ¿no acabaremos siendo anticuados?
- Aunque no podamos trasplantar miméticamente usos y costumbres de siglos pasados, ¿acaso no nos puede ser útil el humanismo que subyace, genera y sostiene dichos usos y costumbres?
- Es decir, ¿podemos actualizar un modo de ser, una idiosincrasia, un humanismo, de tal manera que sin dejar de ser un pueblo antiguo, seamos también un pueblo moderno?
3. Metodología antropológica. Las creencias dan vida a la cosmovisión que caracteriza a los grupos humanos y a los individuos. Estas creencias orientan los actos que, si son repetidos y generalizados, se convierten en hábitos (usos y costumbres) de un grupo, de un pueblo, muchos de los cuáles se institucionalizan como normas vinculantes, sean recogidos o no de forma escrita. A su vez, estas propias normas objetivadas actúan confirmando y reforzando las creencias y valoraciones originales de los miembros individuales y del grupo. Es decir, realimentan su propia subjetividad.
En esta faceta, Uriarte se propone estudiar la que llama “cultura explicita” (usos y costumbres), para tratar de concluir desde ella la “cultura implícita” (creencias y valores) que la animaba.
De acuerdo con esta metodología, Uriarte quiere llegar a conocer la posición del individuo y el grupo en la visión vasca tradicional, y cuál es la relación de equilibrio en el que se sitúan ambos términos en la mentalidad de los vascos. Según sean las creencias y el aprecio que se tenga de la persona individual y del grupo humano, así serán las relaciones dominantes en un pueblo, sus usos y costumbres sociales y las instituciones jurídicas que fijen las normas de conducta.
A través de la antropología, lo que se busca es saber si en el humanismo tradicional vasco predomina lo individual, lo colectivo o hay una consonancia de lo individual y lo grupal. Recurre, para ello, al ejemplo de la propiedad:
- Cuando la naturaleza de la persona es fundamentalmente individual…..los bienes materiales quedarán institucionalizados en un régimen de propiedad privada.
- Cuando la persona está sometida a la disciplina grupal….se puede prever que los bienes materiales acaben siendo colectivizados.
- Cuando la persona mantiene la autonomía en el seno de la familia troncal (equilibrio individual-grupal),… hay una administración individual de los bienes, limitada por el hecho de que son comunes al grupo en el que el individuo está entroncado.
4. Claves psicológicas. Tras el examen antropológico, Uriarte plantea las cuestiones psicológicas clave del análisis psicosociológico, que son las siguientes:
- ¿Cuál es el alcance o dimensión bajo la que actúan las “facultades cognoscitivas” que captan la realidad humana?
- ¿Qué tipo de “tendencias de aprecio” filtran la realidad humana percibida a través de las facultades anteriores?
Las “facultades cognoscitivas” hacen referencia a las capacidades que las personas poseemos para imaginar, entender, conocer la realidad, y hacerla nuestra. Las personas y los grupos podemos acceder a esa realidad a partir de enfoques que manifiestan un alcance (dimensión o perspectiva cognoscitiva) diferente:
- concreto. Rico en detalles particulares, centrado en su inmediatez, pero falto de visión general.
- universal. Visión generalista, percibe a la humanidad, pero no tanto a sí mismo y a su grupo inmediato.
- concreto-universal. Se percibe a sí mismo y a su grupo; integrados en la humanidad y diferenciados en sus peculiaridades.
Pedro Uriarte plantea estos ejemplos que siguen para clarificar su referencia a las “facultades cognoscitivas”. La ‘mente universal’ es deductiva, parte de unos principios generales. Si los vizcaínos tuvieron una “mente universal” los Fueros tendrían una construcción lógica. La ‘mente concreta’ es inductiva, las normas provienen de hechos que las preceden. Si tuvieron una “mente concreta”, por lo tanto, contendrían unas normas yuxtapuestas al azar.
El conocimiento captado en la mente, cuyas características se han definido de acuerdo con la escala anterior, provoca una respuesta de aprecio que es diferente según que en la mentalidad predomine la tendencia al:
- Egocentrismo. Tiene como referencia a su Yo individual y su Nosotros grupal cercano.
- Alocentrismo. Su referencia es el Otro, ya sea individuo o grupo.
- Ego-Alocentrismo. Se aprecia a sí mismo, a su grupo, y a los otros grupos.
Ejemplo con relación a esta última tendencia. Cuando se acentúa el egocentrismo de tal manera que no esté moderado por un cierto grado de alocentrismo, el hombre será un auténtico egoísta. En el otro extremo, cuando se acentúa el alocentrismo, se corre el peligro de perderse a sí mismo y a su grupo, diluyéndose en un gregarismo que acabe masificándole.
5. Posibilidades sociológicas. Una vez conocido el tipo de “mente cognoscitiva” y el tipo de “tendencia valorativa”, Uriarte se propone abordar las preguntas más ajustadas a la sociología. En este ámbito, cabe preguntarse qué tipo de grupos formarán los vizcaínos entre ellos y con los demás.
Los datos obtenidos de las preguntas de carácter psicológico (tipo de mente y tendencia de aprecio predominantes en los individuos) nos servirán para encontrar las respuestas adecuadas. De acuerdo con las combinaciones que contempla Pedro Uriarte, las posibilidades son:
- Solidarios, conforman un grupo que presenta una armonía externa, sostenida en una buena relación de convivencia entre sus miembros.
- Contractuales. Coexistencia y respeto entre sus miembros, pero el orden externo del grupo está sostenido por la ley.
- Antagónicos. No existe orden exterior que acepten todos los miembros, que están muy enfrentados entre sí.
- Masificados. Sujetos sin identidad, diluidos en el grupo. Aunque hay un orden armónico en apariencia, la realidad es masificada.
A partir de ahí, Pedro Uriarte buscará colocar, a partir de la evolución histórica de los vizcaínos como de los guipuzcoanos, las respuestas que llevan a la identificación del carácter tradicional de ambos colectivos, en términos antropológicos, psicológicos y sociológicos.
¿Cuál es el carácter tradicional de los vascos? ¿Qué se infiere de sus instituciones y evolución históricas? ¿Cuánto de individualismo, colectivismo o comunitarismo presenta nuestro ADN social? ¿Somos de mente particularista y estrecha o abierta y universal? ¿Egocéntricos o alocéntricos? ¿Solidarios, contractuales, antagónicos o proclives a la masificación? Los ensayos de Uriarte son un trabajo sin paralelo, minucioso, difícil de resumir, y que trataremos de volcarlo, en una sucesión de artículos, en estas páginas de Aberriberri.
Eso ya se ha escrito. Se llama Verdes valles, Colinas rojas y es una trilogia apoteosica.
Ramiro Pinilla.
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Retrato de la actual alma vasca de algunos especímenes notorios.
El planteamiento de Pedro Uriarte supone no quedarse en la apariencia externa o folclórica de nuestro costumbrismo. Resumiendo, diría que:
1.- Quiere profundizar hasta dar con el alma vasca y su humanismo.
2.- Partiendo de la cultura explicita plasmada en nuestros usos y costumbres pretende deducir: “si en el humanismo tradicional vasco predomina lo individual, lo colectivo o hay una consonancia de lo individual y lo grupal.”
3.- No se queda solo en el saber, también tiene una intencionalidad práctica: “¿Podemos actualizar un modo de ser, una idiosincrasia, un humanismo, de tal manera que sin dejar de ser un pueblo antiguo, seamos también un pueblo moderno?”
4.- Para terminar, entiendo que en el fondo del planteamiento subyace una pregunta clave: ¿Podemos continuar considerándonos vascos, si perdemos nuestra idiosincrasia, nuestra identidad?
Buen resumen de la primera parte de un gran libro.
Lo primero es el reconocimiento de la existencia de un «alma vasca» o de una psicología colectiva que también se traduce en la historia y el comportamiento político.
Para la izquierda revolucionaria no existe el «alma vasca». La identidad vasca se reduce a lo superestructural-ideológico, mientras que lo infraestructural económico es lo mas importante.
Uriarte lo que nos muestra es que a lo largo de cientos de años de historia los bizkaitarras labran una forma de organización determinada, que es reflejo de su personalidad.
Ihartzatar Heiko Sagredok esana: “EuskalHerrian egin behar dugun iraultza, eztatza españolkerien aldakuntzetan, non españolkeria baten ordez bertze españolkeria bat ezartzen baita, baizik eta… ekharri deraukuten españolkerien ezabatzean egiazko euskal strukturak sort litezin, egiazko systema gizartelogiko euskalduna iaio ledin… Herri batbedera bere tradizionearen semea da… halatan ere euskaldunok euskal tradizionearen semeok gara…” (Zehatz 1, Euskal gizarte-asmo batentzako oinharri ideia batzu, Urtarrila-Otsaila 1977)
…el alma vasca es sobre todo la vizcaina ? se incorpora algo de los gipuzkoanos ?…el resto de los vascos ? no me queda claro..
Gizon honek artikulua irakurri izan balu ez luke horrelako galderarik egingo.
Bitxia Markelek ekarri digun pasartea, euskal itxurazko teoria muina iraultzailearen zerbitzura jartzeko ahalegina. Baina batzuetan itxurak muina jan egiten du, ezker abertzaleko sasi jakintsu batzuen desesperaziorako.
Creo en el alma. Personal, individual y colectiva, universal.
Ese alma en la que creo está muy por debajo del nivel biológico materia. Próxima al tamaño de Planck, sin masa ya a partir de 10 elevado a –30. es decir, un suspiro de la onda originaria. El soplo de Dios.
Para un físico actual lo biológico es una mera función de onda, un remolino en la corriente de un río y parte de un orden que estamos lejos, muy lejos de desentrañar.
Todo está en constante relación con Todo.
Y…………….En cada región del Todo, está Todo.
No perdamos el tiempo en cosas fugaces.
Y quiéranse mucho porque somos muy poquita cosa. Al menos mientras estamos en forma de remolino en el agua creyendo que somos otra cosa que espíritu.
Seguramente existe una psicologia colectiva, un mode de ser y actuar que ha caracterizado a los vascos. Pero con la globalizacion, los flujos migratorios, desde el extranjero, pero sobre todo desde España, unidos a la natalidad mas baja de Europa, abertzales de boquilla, pero los hijos que los tengan otros… en resumen que en 20 o 30 años todo lo que este Pueblo ha sido quedara diluido para siempre. Dentro de 100 años el Pueblo Vasco se estudiara como una pieza de museo.
Ojola siga adelante este trabajo tan necesario.
Deberiamos ser nosotros quienes liderasemos la actualización de estas bases subyacentes en el régimen foral y no se ha hecho.
En su lugar, se han mimetizado todas las estructuras institucionales y juridicas españolas, cuando sin embargo tenemos reconocido nuestro derecho a decidir en ests materia.
Nuestro problema una vez mas no es de falta de derecho a decidir sino de falta de decisión.
Porca miseria de spirito …..