José Manuel Bujanda Arizmendi
Este año, el 18 de julio concretamente, se han cumplido 81 años de un nefasto acontecimiento. El 18 de julio de 1936 una facción del ejército traicionando el orden legalmente establecido se sublevó para dar un golpe de estado. El resultado fue una sangrienta guerra civil que duró tres años, que asoló la piel de toro y arrasó todo tipo de conquistas y progresos habidos durante la República, que acabó con la libertad y la democracia, y que truncó de raíz las ilusiones de muchos vascos, catalanes y gallegos esperanzados en sus respectivos estatutos de autonomía y de su futuro autogobernado. La II República legalmente constituida fue derrotada por los facciosos, vencida por la derecha golpista con la colaboración de la iglesia española y ello con la ayuda de los fascistas italianos y los nazis alemanes. Luego casi cuarenta años de dictadura, plomo, policía y sacristía.
Muerto el dictador un 20 de noviembre de 1975, hace pues 41 años, el miedo al ejército fue la causa principal del abandono de la idea de ruptura política con la dictadura y de su sustitución por una reforma pactada. Así la llamada “Transición” se convirtió en coartada y contexto de la autotransformación del franquismo, de sus protagonistas y de sus beneficiarios. Gracias a la así obligada transición, la casi totalidad de la estructura de poder de la dictadura adquirió una nueva legitimidad: la de compartir la paternidad y/o maternidad de la democracia que se iluminaba en el horizonte ibérico. A partir de ahí se canceló en gran parte la resistencia intelectual al franquismo. Una transición política que no tuvo otro remedio que conceder a todos, franquistas y antifranquistas, el mismo estatus de autores del cambio, y que funcionó como el mecanismo más apropiado para la confirmación de la estructura social del franquismo: grupos económicos, grandes familias, cúspides del estamento profesional, cuadros superiores de la Administración, estamento judicial y policial, mandarinato académico etc. Durante cuarenta años, la España victoriosa de la guerra civil, la España surgida después de derrocada y vencida la II República durmió un sueño de plomo bajo los efectos de tres poderosos somníferos: policía, censura e Iglesia y el paso a la democracia vigilada de 1.975 no consiguió terminar del todo con esta realidad comatosa.
El sepultamiento de la memoria política durante la transición se tradujo en un primer momento en la banalización de la dictadura y, finalmente, en una naturalización histórica del franquismo. Y así resulta que el régimen del general Franco fue un período más en la historia de España, un sistema ciertamente autoritario pero “necesario” para poner fin al caos de la II República, algo así como un “mal inevitable”. Así, la generalización de parecidas tesis es lo que justifica que cuarenta años después de la muerte del dictador su nombre, los de sus principales generales facciosos y el del propio fundador de la Falange figuren todavía en numerosas plazas y calles, monumentos y placas del conjunto del Estado español, amén de pórticos de iglesias, catedrales y conventos varios. Siempre es momento para recordar emocionadamente a todos aquellos y aquellas que defendieron la legalidad republicana, recordar a los que murieron luchando por la libertad y la democracia, memoria viva para los que sufrieron en sus carnes las consecuencias de su compromiso con la causa del progreso, de la justicia social, de la cultura y de la inteligencia.
Un recuerdo a los que habiendo perdido la guerra jamás alquilaron su dignidad ni se realquilaron al mejor postor. Un recuerdo por aquellos gudaris que lo dieron todo por Euskadi y la libertad. Y una exigencia inapelable cara a la historia, ahora que se habla, y con razón, tanto de víctimas: urge recuperar la memoria histórica de aquel período histórico labrado por muchos hombres y mujeres y abortado a sangre y fuego por la fuerza de las armas golpistas, y sepultado en parte por la “necesaria prudencia” en un período concreto político que amagaba abrirse al futuro. Está bien, es necesario mirar al futuro, no es bueno el carro de los agravios y de los odios ancestrales, pero la verdad es la verdad. Y a cada uno lo suyo: hubo leales a la democracia, al autogobierno vasco y a la libertad, pero también hubo traidores, traidores a la libertad, a Euskadi y a la democracia. Estimo como justo y necesario no perder la memoria ni las raíces, ni la razón de las luchas de los que lo dieron todo enarbolando su honestidad.
Mucho ha cambiado Europa desde entonces. Mucho ha llovido en Europa. El Atlas de este viejo continente se suele quedar viejo periódicamente, y por ello los vascos tenemos la oportunidad de apostar, buscar y la obligación de acertar una vez más en nuestro camino ante la historia. Somos quizás uno de los pueblos más viejo de Europa pero el mestizaje integrador ha significado secularmente el halo sabio de la supervivencia por encima de todos los avatares. Y así, la necesaria inteligencia del pequeño, que en su pequeñez aspira a poder seguir siendo, se concreta hoy y aquí en un futuro y nuevo estatus político compartido. Yo al menos estoy convencido de que el reconocimiento del derecho a decidir nuestro propio futuro, el compromiso mutuamente adquirido a ejercer este derecho por la vía del pacto y de la negociación, el principio de consentimiento de que esta decisión debe integrar las distintas sensibilidades existentes en Euskadi son la llave que posibilitará una nueva etapa, una nueva relación con España. Porque hoy como ayer se trata de conseguir la capacidad para la realización de un proyecto elaborado en beneficio de una sociedad en la que sea atractiva vivir y convivir. Un proyecto y un futuro compartido entre diferentes.
La palabra se llama respeto. Ante la dimensión real de los problemas inherentes a la sociedad que nos ha tocado vivir y que construimos día a día (paro y vivienda, inmigración y marginación, sanidad y educación, innovación y tecnologías, juventud y tercera edad, ocio, igualdad de oportunidades, violencia de género, infraestructuras, transporte, movilidad y medio ambiente y Europa) lograremos que triunfe la política con mayúsculas como instrumento eficaz para su resolución. Buscaremos hasta encontrar entre todos y todas nuevos espacios de encuentro, reformando lo que haya que reformar si es lo que la sociedad mayoritariamente así lo demandara. Se respetará la palabra y la voluntad mayoritaria democráticamente expresada por la sociedad vasca, decidiendo, acordando, negociando y pactando, en primer lugar aquí entre nosotros, nacionalistas y no nacionalistas, y con el Estado español después. Buscaremos, encontraremos y negociaremos el consenso y el acuerdo entre los partidos vascos acerca de un nuevo estatus político, nada se impondrá en Euskadi pero tampoco nada se impedirá ni nos vetará en Madrid. Lo que acordemos en tierras del euskara será todo un logro colectivo.
Por suerte aquello de “atado y bien atado” del 20 de noviembre de 1975 pasará a la historia como un ridículo y simple “desideratum” de un sanguinario dictador que felizmente no será realidad. Al contrario, porque siendo cierto que sí se puede matar personas, no así ideas, y hoy, simplemente y a título de ejemplo, y en lo que respecta a Euskadi, los vascos somos más nación y más estado que nunca y tenemos no sólo intactas sino real e impetuosamente renovadas nuestras ilusiones fraternas de conocer una Euskadi en paz, en libertad, en progreso solidario, en democracia, autogobernada, dueña de su presente y de su futuro, y activa en los foros internacionales en igualdad de consideración con otros pueblos, naciones y estados. Basque Country que se proyecta. Nunca mejor dicho, ciertamente sí es cierto aquello de “porque fueron somos”. En nuestras manos queda lo otro:”porque somos, y queremos, serán”. Mucho ánimo. Salud, fraternidad, igualdad, libertad, trabajo y futuro. Autogobierno y Zazpiak Bat. Pues eso.
«Yo al menos estoy convencido de que el reconocimiento del derecho a decidir nuestro propio futuro, el compromiso mutuamente adquirido a ejercer este derecho por la vía del pacto y de la negociación, el principio de consentimiento de que esta decisión debe integrar las distintas sensibilidades existentes en Euskadi son la llave que posibilitará una nueva etapa, una nueva relación con España. Porque hoy como ayer se trata de conseguir la capacidad para la realización de un proyecto elaborado en beneficio de una sociedad en la que sea atractiva vivir y convivir.»
Muy bien formulada la posición democrática, la unilateralidad hay que rechazarla de plano; tanto la del constitucionalismo español, con una interpretación torticera de un testo que no fue refrendado por la mayoría de los vascos, asi como la del revolucionarios verticales que solo buscan una forma de «independencia» o de «poder» donde ellos sean hegemónicos.
La constitución, unilateral o no, sigue vigente en la europa democrática. Sorry Larburu, pero vas a tener que elegir, la europa democrática o la reacción a la europa democrática.
El Pradón de los Vascos; de la historia enterrada a la memoria histórica
http://www.euskolurra.eu/el-pradon-de-los-vascos-de-la-historia-enterrada-a-la-memoria-historica/
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4c/C%C3%A1ndido_Saseta1.jpg/220px-C%C3%A1ndido_Saseta1.jpg
El ruido de sables no les infundió ningun miedo a aquellos gudaris y tampoco a los que siguieron sus pasos décadas después.
Qué diferencia respecto de los jerarcas, auténticos mercachifles , chamarileros , vende peines de la política , que salvaron su precioso cuello todos ellos.
Las pensionakas que cobran los aitites sí que van a ser tema para la euskal memoria histórica de aquí a cincuenta años.
El título de la primera ponencia sobre el tema será;
«De qué se quejaban si vivían como reyes?»
Dejen a los pensionistas tranquilos , no pretendan asustar al personal para hacer el agosto vendiendo planes de pensiones privados , que tienen la mala costumbre de dar nula o bajísima rentabilidad o quebrar y así resulta que te tiene que jubilar la parca.
http://www.periodistadigital.com/economia/empleo/2016/11/22/villalobos-avisa-a-las-aseguradoras-que-es-impresentable-asustar-a-los-pensionistas.shtml
¿ Crees , Josu , que esta pajarraca dice la verdad ?
Viva el papa estado!
…el periódico del partido del negocio vizcainita no menciona las consultas de gure esku dago en Bakaiku y Dima….con lo entusiasta que estaba Sr. Ortúzar en la cadena humana durango-iruña…debe ser que estas noticias dan votos y fuerzas a los abertzales-nacionalistas y no interesa…
Las consultas de Bakaiku y Dima… grandes esperanzas baturras que se van por el desagüe del retrete.
Como siempre, el payaso sin gracia, riéndose de las gentes de estos pueblos que, mayoritariamente, han expresado su voluntad. humanismo por los poros!!!
Expresar la voluntad es muy bonito. Los niños lo hacen sin parar. Las gentes de los pueblos que expresen su voluntad de temas que afecten a su pueblo. Eso de que voten en los pueblos lo qué tenemos que hacer en Bilbao no está bien.
Las gentes respetabilísimas de esos foros y no la mayoría han votado para participar en el circo de los baturros.
Quedo todo perfectamente atado con la bovina obediencia y postracion del PNV. Un ejemplo en DSS16, donde en la exposicion sobre presos los comisarios politicos censuran todas las obras de los prisioneros vascos y excluyendo de la muestra a 40.000 de nuestros paisanos que pagaron su oposicion a España con prision.
Los presos de ETA son asesinos y criminales cuyas acciones no merecen otra cosa que el desprecio de la gente decente.
Viva Palencia!