Igor Goitia
La ansiada paz parece ya asomar de una manera certera en nuestra apaleada sociedad, la vasca. Hay una contradicción cultural nacional histórica en el seno del Pueblo Vasco; eso es innegable. Pero ésta ha sido absorbida, manipulada y transfigurada al servicio de otra contradicción ideológica de orden nuclear que ha permanecido más o menos oculta, la que se deriva de la lucha contra un orden institucional occidental y burgués por parte del MLNV.
Así, algunos porque no lo vieron y otros porque no lo quisieron ver, nos encontramos en cualquier caso con una sociedad que tuvo que padecer no sólo la violencia directa, sino el desorden o efectos colaterales morales de un discurso, de toda una ocupación del espacio social, cultural, ético, e incluso educativo, que en su esencia nada tenía que ver con la tensión cultural vasca/española, sino que respondía a una lucha revolucionaria infinita. El MLNV ha derramado mucha sangre, ha destrozado familias, ha dividido barrios y pueblos y todo ello no lo ha hecho sino a partir de una perversa manipulación de esa contradicción inherente a la sociedad vasca.
En contra de lo que hemos pensado, jamás hemos estado ante un conflicto violento derivado netamente de esa contradicción. La cosa es mucho más compleja de lo que algunos han querido ver y de lo que la mayoría ha creído entender. Hemos sido víctimas de un engaño. Nos decía Txema Montero (miembro de la Mesa Nacional de HB en los 80): «La gran ventaja que tiene el MLNV es que es capaz de entender al adversario y no ser entendido por él; vence quien entiende sin ser entendido» (Artola, 2004:75). Aquellos nacionalistas que llegaron a decir que coincidían con el MLNV en los fines pero no en los medios, no sabían lo que decían. No sé si el MLNV ha sido derrotado, si la barbarie ha perdido la batalla, ojalá; sólo sé que no nos hemos enterado de nada y que, por tanto, no sé si ciertamente estamos donde debiéramos estar.
Nos hemos encontrado sumergidos en un en un agitado mar de confusión y engaño. Se les ha llamado nacionalistas radicales, marxistas-leninistas, nazis, fascistas, nacionalistas totalitarios, simples asesinos, mafiosos…, toda una retahíla de calificativos mutuamente contradictorios. España, inocente o interesadamente, quiso ver una contradicción, la derivada de la pugna España-Euskal Herria. Sin embargo, bajo esa contradicción aparente, subyacía la contradicción «radical» que impulsaba al MLNV. El MLNV, y su máxima expresión, ETA, «no sólo son marxistas revolucionarios, sino que, por ende, también son antinacionalistas por diferir absoluta y antagónica con el nacionalismo tradicional, en sus fines, en sus medios y en su espíritu» (Artola, 2004: 13).
El MLNV lo ha dicho bien claro en el sinnúmero de documentos que ha escrito en cincuenta años. Es curioso ver qué poca gente lo ha querido ver cuando lo han explicitado hasta la saciedad. El colectivo J. Aguirre [1] nos lo expresa nítidamente: «Nosotros -que no renegamos del marxismo tenemos que decir que es necesario su reformulación […] estamos en situación de proponer -a través de un lenguaje nuevo y con el método dialéctico de análisis de la realidad- un nuevo camino en la búsqueda del sujeto político de nuestros días para, por medio de él, reelaborar la teoría marxista de la fase histórica en la que nos encontramos […] y que no puede ser otra que una teoría del sujeto» (J.Agirre, Revisión y recomienzo…).
Nos dan cuenta por tanto del punto de apoyo a partir del cual va a poder cobrar fuerza el movimiento, cual es la «búsqueda del sujeto revolucionario o contradicción principal y los objetivos revolucionarios» (Artola, 2004: 18). Era necesario enmarcar la lucha contra el sistema bajo la máscara de una aparente mera lucha por la liberación nacional, viendo en esta contradicción cultural que porta la sociedad vasca toda una fuente de energía, en la que «lo nuevo y lo viejo forman siempre una unidad dialéctica […] en la resistencia de lo viejo a morir, aparece unas veces violento, desmesurado e incluso aparentemente poderoso, otras veces agotado, derrotado, sin fuerza alguna. Lo nuevo sin embargo, surge como algo no evidente, inconsistente, incomprensible, difuso, inexcusablemente doloroso como todo nacimiento» (citado por Artola, 2004: 19-20 de J. Agirre).
«El marxismo, hoy en día, está históricamente obstruido es inoperante» (J. Agirre. Revisión y recomienzo…). Se hacen eco de la caída de los Estados comunistas y entienden que dicha crisis se traslada de igual manera a la estrategia en la que la revolución era planteada desde la forma de liberación nacional (cfr. Iralar Elkartea: 32). El documento de J. Agirre no hace sino reparar en que es forzoso pasar de una revolución marxista explícita (que llama tradicional) a una eficiencia revolucionaria donde la contradicción principal (la lucha de clases) tomara la forma de contradicción nacional (liberación del Pueblo Vasco); así no hace sino adherirse a las reflexiones que ya estableció Mao: «en una lucha de carácter nacional, la lucha de clases toma la forma de lucha nacional, lo que manifiesta la identidad de las dos luchas» (Mao Tse-Tung: 221). Los revolucionarios vascos llevaban ventaja en cualquier caso, ya que desde las primeras Asambleas de ETA, ésta entendió la revolución en términos maoístas, a saber, siempre poniendo la liberación nacional a su servicio. Se trataba de encontrar otro sujeto para el operar fáctico, de «redefinir» ese gran oprimido para así generar la energía necesaria para la lucha revolucionaria.
Es importante reformular la contradicción revolucionaria, la contradicción principal. Así el colectivo J. Agirre nos dirá que «la lucha contra el Estado Español y la lucha contra el Estado (cualquier forma Estado que adquiriera Euskadi) son dos luchas simultáneas. La soberanía nacional (no solamente la jurídica) no puede formularse sino en clave de «anti-aparato del Estado» (J. Agirre, Revisión y recomienzo…). La maquinaria revolucionaria dirige su foco a la negación estatal. «Lo que en el futuro surja de esa afirmación negativista de hoy, no puede saberse dialécticamente hasta que la negación haya tenido éxito, por lo que no se prestan hoy, a elucubrar sobre futuros» (Iralar Elkartea: 36); «la contradicción principal de nuestros días es la que enfrenta las naciones contra los estados» (J. Agirre, La contradicción…). En esa lucha contra cualquier forma institucional estatal, se valdrán de la categoría de «pueblo»; «el pueblo se constituye en sujeto en cuanto que se configura como la expresión más viva del Proceso de Liberación Nacional en su doble sentido histórico: Liberación del Estado opresor y liberación de su propia configuración -presente y futura como Estado Nación. En el caso de Euskal Herria, del Estado español y del propio Estado nacional vasco…» (J. Agirre, La contradicción…). Así, la afirmación que el MLNV hace de lo vasco (euskera, independencia, la ikurriña…) queda reducido a su «negatividad anti-estatal» (española, francesa, europea, e incluso vasca) (cfr. Iralar Elkartea: 38).
El proceso de negación dará lugar a una completa transformación del lenguaje. Palabras como «democracia» tendrán un sentido totalmente diferente en el seno del MLNV. Cuando hablan de ella, en ningún caso tienen en mente la democracia representativa, sino una democracia participativa que no será sino el resultado efectivo de ese múltiple infinito que van a impulsar. Entiende por múltiple infinito ese sinnúmero de agentes[2] y entes legales e ilegales (ETA, IA, AEK, Eguzki, LAB, Gara…) que van a ir conformándose en formas concretas de una lucha «anti-institucional» que va a ser necesariamente «multi-frente». Por otro lado también, categorías como la de «negociación» o «paz» son transmutadas semánticamente. J. Agirre afirmará que se negocia para luchar y se lucha para negociar; «no se negocia para llegar a un compromiso con el que se solucione un conflicto, sino que en cada negociación se trata de crear nuevas condiciones y nuevas bases para mejorar y acrecentar la lucha anterior, y seguir negociando infinitamente en la misma línea» (Iralar Elkartea: 48). Estamos ante el método dialéctico de la revolución.
b. Cuerpo del ensayo
Una revolución de esta índole hace que muchas de las categorías que manejamos «no dialécticamente» a la hora de teorizar sobre la violencia queden en gran medida inoperantes. Decíamos con Galtung que la paz debía seguirse de un trabajo sobre los tres vértices del triángulo de la violencia (Galtung, 1998: 16-17). La no violencia directa no señala indefectiblemente a eso que debiéramos llamar paz; es necesario dar fin a la violencia cultural y a la violencia estructural. Esto es factible cuando los sujetos en liza, posicionados en los frentes encontrados en torno a la contradicción que genera el conflicto, son evidentes, son visibles. ¿Qué ha ocurrido por ejemplo en Euskadi? en donde bajo el término de «abertzale» (patriota) los revolucionarios independentistas han utilizado en su seno a gente que se creía en un movimiento nacionalista, o en donde los nacionalistas tradicionales, sin haber participado de manera alguna en dicha violenta, han sido computados como miembros del mismo bando, muchas veces interesadamente por el propio sujeto revolucionario, y otras veces (la mayoría también interesadamente) por parte del Estado Español.
Nos encontramos con un conflicto que ha podido obtener gran energía de la confusión que ha creado, tanto en Euskadi, como en España. ¿Cuántos bandos había?, ¿nacionalistas vascos (violentos y no violentos) y nacionalistas españoles?, ¿nacionalistas vascos, revolucionarios abertzales y nacionalistas españoles?, o ¿demócratas (nacionalistas españoles y vascos) contra revolucionarios (MLNV)?. ¿Cómo abordar debidamente un conflicto de esta índole, si no hemos sido capaces de ver que se entremezclaban dos planos, dos contradicciones? Así, si la violencia no nace de la nada, ex nihilo, (Galtung, 1998: 19), sí que pretende obtener rédito porque se entiende a sí misma en un necesario futuro horizonte de paz. Sin embargo, en términos de lucha revolucionaria dialéctica el conflicto no mira a la resolución.
El conflicto es visto como fuente de energía revolucionaria y es necesario que sea alimentado y replanteado al servicio de la revolución, y ésta no se autoimpone un escenario futuro concreto que le satisfaga. Así, por ejemplo, cuando a partir de Bernstein intentábamos ver los puntos de encuentro que podía haber en la legitimación de la violencia en la postura de Arendt y en la de Fanon, apunte que si bien en situaciones de injusticia y falta de libertades del pueblo ambos autores pueden acercarse en esa legitimación inicial, sus posturas difieren de todo punto en la comprensión que dan la violencia o de la revolución. Arendt concibe que la violencia no debe tener vocación de perpetuarse en el tiempo, pues, si así fuera, acabaría por disolver el propio poder al que había abierto sitio.
La postura de Fanon, sin embargo, es, cuanto menos, inicialmente ambivalente o ambigua. Habla de un control de la violencia para que ésta sea exitosa. No creo sin embargo, que esta aseveración de Fanon responda tanto a la breve caducidad que al ejercicio de la violencia exige, cuanto a un manejo adecuado de los tiempos de la estrategia, así como a la adecuada gestión de la acumulación de fuerzas en el seno del pueblo. Esto no hace sino traerme a la cabeza ese ciclo infinito en el que se embarcó el MLNV, ese ciclo en el que la negación es la que abre el camino y ese escenario futuro no sólo es incierto, sino que es irrelevante en la marcha de la revolución. Es la propia revolución un valor para el MLNV, es la praxis realizada la que va generando el sentido para el camino futuro; algo así consideraba Fanon cuando concebía «la cultura nacional es el proceso de pensamiento colectivo que la praxis revolucionaria exige» (Bernstein 2015).
Galtung apuntaba que «un primer error en la resolución de conflictos es incluir sólo a las partes en un área de violencia limitada, confundiendo los síntomas con las causas…» (Galtung, 1998: 21). En nuestro caso, la cosa se complica más aún, habida cuenta de que hemos denominado bajo el nombre de «conflicto vasco» conflictos diferentes o, si se quiere, hemos establecido una conexión unívoca de la manifestación de una violencia (ETA) con una causa (la vasca). Sin embargo, no existe tal vinculación, o por lo menos no es unívoca; el nacionalismo tradicional desechó en todo momento el recurso a la violencia. Por otro lado también, ¿dónde queda la contradicción principal (la contradicción revolucionaria), tantas veces manifestada en los escritos del MLNV, en el análisis del supuesto único «conflicto vasco»? Aquí, esos círculos causales a tener en cuenta más allá del área-intervalo de la violencia (Galtung, 1998: 21), en el , fueron invisibles (para muchos), no por estar más allá, sino, tal vez, por estar más acá, en las propias entrañas ideológicas del sujeto revolucionario violento. El análisis no ha fallado por miopía sino por hipermetropía.
Estoy de acuerdo en que al abordar la violencia, en aras al logro de una paz verdadera, es necesaria una comprensión completa y profunda del conflicto, antes, y más allá de la expresión violenta que de él se derivó. Pero, cuán otra es la realidad que se nos abre cuando el conflicto, en este caso el conflicto vasco, fue y ha sido el derivado de esa contradicción que necesariamente debía encontrar (y que si no, hubiera sido otra) el MLNV para atender a otro conflicto que no era esencialmente vasco, sino que era el vinculado a una lucha local contra la forma occidental capitalista en Euskadi y España. Ante un conflicto como el que se ha denominado «conflicto vasco», hubiera sido necesaria una comprensión no sólo de la contradicción nacional o cultural que atraviesa históricamente la sociedad vasca (cosa que sea ha hecho muchas veces de una manera obsesiva), sino que hubiera sido necesario un análisis más serio de la naturaleza y objetivos ideológicos del MLNV.
c. Conclusión final
Pienso que la lucha armada del MLNV debería exigir un profundo análisis. Parece que ha acabado por agotamiento humano. Sin embargo, sus cincuenta años de lucha nos evidencian que muchas veces la propia violencia no emana de un sujeto que con rabia se resiste, que opera desde el odio, desde el cálculo, desde la mera defensa o el mero ataque, no, aquí no hacemos sino evidenciar una ideología revolucionaria fuerte, de orden internacional, y cuyo recurso a la violencia responde a un uso calculado, estratégico y dialéctico de la dualidad violencia/paz siempre con miras a un horizonte imposible de divisar cuya concreción no se va a lograr sino a partir de las negaciones fruto de victorias logradas.
La «muerte», los «sufrimientos», tanto de los enemigos, como de los propios revolucionarios, son manifestaciones de una determinada dinámica social, de la irrupción del cambio histórico que como las catástrofes naturales debía necesariamente causar esa mortandad, so pena de no cumplir el objetivo citado de lucha, imperativo categórico de todo revolucionario. Hemos sido testigos de una revolución de una esencia diametralmente opuesta a una revolución clásica (no materialista dialéctica). Hemos visto cómo en una sociedad democrática del Primer Mundo como es Euskadi esta ideología tiene una fuerza «científica» tal, que es capaz incluso de transfigurar la realidad, de manipular las contradicciones del pueblo, de re-dimensionarlas, de ponerlas al servicio de otra principal mantenida semi-oculta. La bestia, hoy dormida, nos debería dar qué pensar, aquí, en Euskadi, y en cualquier latitud, pues lo que hemos vivido responde a un cuerpo ideológico revolucionario que puede despertar en cualquier sociedad. Me refiero a una realidad universal, de la que el MLNV no ha sido sino una manifestación local
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[1] Grupo de personas del mundo académico, entre las que se encontraría Eva Forest, independiente dentro de la izquierda abertzale, dedicado a la opinión y la reflexión política.
[2] El historiador Iñaki Egaña, que en su monumental Diccionario histórico-político de Euskal Herria recoge un texto de HB de 1988 al respecto: «De una forma genérica y global, podría definirse el MLNV como la o las formas de expresión, la corriente social y política de amplios sectores del Pueblo Trabajador Vasco que persiguen, como objetivo final, la consecución de la Soberanía Nacional Plena para el conjunto de Euskal Herria. Comités antinucleares, Gestoras pro Amnistía, AEK, Comités de Solidaridad Internacionalista, LAB, ANV o Egin… y podríamos seguir citando todavía pléyades de instancias organizativas que, en su conjunto, constituyen junto a KAS y Herri Batasuna el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco». Iñaki Egaña, Diccionario histórico-político de Euskal Herria, p. 525. Txalaparta. Tafalla, 1996.
d. Referencias
Libros:
- ARTOLA, José. ¿Qué pasa con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco y su ETA? Ostoa, Lasarte-Oria, 2004.
- BERNSTEIN, R. Violencia. Pensar sin barandillas. Capítulos 3,4 y 6, pp. 133-196, 249-268). Gedisa. Barcelona, 2015.
- EGAÑA, Iñaki. Diccionario histórico-político de Euskal Herria. Txalaparta. Tafalla, 1996.
- GALTUNG, J. Tras la violencia, 3R. Reconstrucción, reconciliación y resolución. 1998. Bilbao: Bakeaz pp 13-38.
- IRALAR ELKARTEA (Herederos de Anton de Irala). Libertad y soberanismo. Tres posiciones. Ante el soberanismo jacobinista y revolucionario, la libertad solidaria o burujabetza. Ostoa. Lasarte-Oria, 2000.
- MAO TSE-TUNG. Obras escogidas (Volumen II). Editorial Fundamentos. Madrid 1974.
Artículos
- COLECTIVO J.AGIRRE. Revisión y recomienzo del marxismo. Diario Egin, 24-1-1992.
- COLECTIVO J. AGIRRE. La contradicción principal en nuestros días. Diario Egin 18-2-1992
Un movimiento anclado en las falacias del XIX, con graves dificultades para captar la realidad y de analizarla serena y honestamente, sin una antropología moral, incapaz de más trascendencia que la propia de las religiones de sustitución, sin soluciones materiales que no pasen por apropiarse de lo ajeno………………… solo da para instrumento de manipulación de los menos afortunados y una vía de supervivencia económica para los líderes y sus próximos.
La época de la coacción irracional se acaba. Va siendo hora de cambio de ciclo moral.
Ojo, no están solos.
Aquí se nos ha querido vender durante años que la izquierda abertzale era una especie de movimiento étnico. El señor Goitia nos demuestra que de eso no tiene nada, que su concepción de la violencia es algo anclado en la coyuntura de mediados del siglo pasado que por pertinacia de los líderes del movimiento ha durado hasta ayer.
Como apunta el artículo, es Franz Fanon la fuente que actualizó la teoría revolucionaria de la violencia y de la que partió ETA a fines de los 60 para instaurar su espiral de reproducción de la violencia.
El resultado de la dinámica revolucionaria de la izquierda abertzale y de la implantación de la estrategia político-militar ha sido la prolongación de un conflicto donde han sido asesinadas cientos de personas. La izquierda abertzale, como se vio en la entrevista que le hicieron a su líder Arnaldo Otegi, quiere desembarazarse del lastre de ETA pero justificando su trayectoria. Por eso está bien recordarnos de donde viene todo esto.
«Así, la afirmación que el MLNV hace de lo vasco (euskera, independencia, la ikurriña…) queda reducido a su “negatividad anti-estatal” (española, francesa, europea, e incluso vasca)»
No es tarea fácil de explicar pero «nunca va a ser la nación el sujeto beneficiario de la liberación del MLNV. La ruptura propugnada bajo engañosas términos como “independencia” o “soberanismo” partiría de la destrucción de la actual forma que el Pueblo Vasco adquiere (bajo el Estado Español y Francés), para posteriormente obturar cualquier futura posibilidad de que éste se constituyera en forma de Estado Vasco.»
Gran labor pedagógica la del autor, este artículo necesita varias lecturas.
Pelillos a la mar….Ayer Urkullu abogo por recuperar el añorado Pase Foral.
Mi pregunta es, como se recupera eso, pactandolo con España?
Es importante reseñar la cuadra de memos forofiles como artol que engrosa la izquierda baturra por su función innata de captar seudoabertzales cuyos rasgos políticos son indiferenciables de cualquier hincha del real madrid. Esos seres son los monigotes que agitan los baturros para decir que ellos son abertzales. Eso sigue así porque Otegi por ejemplo dice que hay que montar un proceso independentista si o si, porque la izquierda baturra necesita monopolizar la causa de la independencia de una forma constante para que los monigotes-memos sigan en danza después de algún respiro pasando por La Palanca.
«Hemos visto cómo en una sociedad democrática del Primer Mundo como es Euskadi esta ideología tiene una fuerza “científica” tal, que es capaz incluso de transfigurar la realidad, de manipular las contradicciones del pueblo, de re-dimensionarlas, de ponerlas al servicio de otra principal mantenida semi-oculta. »
Si esta fuerza «científica» ha sido derrota por los vascos, se ha debido en gran parte a su «independencia mental» y a la aplicación practica del «pase foral»
Claro, no voy a ser forofo de la causa regionalista vascoespañola.
Pero dime, como se hace eso del Pase Foral.
Pero artol pero si tu eres el rey de los españoles. Eres español por tus gustos políticos (te gusta el engendro baturro), por tus preferencias culturales, por tu lengua, por tu carácter como son tus rasgos choricescos, falta de temple mental, poco fuste (ni siquiera te lees el post) y además das mal fairo, desde que votas a Bildu la izquierda baturra va de mal en peor. Ozú que mala zombra.
Bla bla bla….Pero de lo del pase foral ns/nc.
El pase foral no es el tema del post, mi querido español.
LOL
Sí , Azitain , majo , pero ¿ quien pacta con y les baila el agua a los españoles ?, ¿ Quien le canta boleros al Bourbon ? : El PNV , partido nacionalista de un solo día al año , el Alderdi Eguna , el resto del tiempo deja su nacionalismo congelado y así hasta la eternidad. Unos meros carlistones cuya única ideología es el dinero fácil al amparo de negocietes urdidos en los aledaños de una administración cautiva y diseñada a favor de los intereses de una mafia , porque eso es lo que sois , una jodida mafia.
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. . . sin una antropología moral, incapaz de más trascendencia que la propia de las religiones de sustitución, sin soluciones materiales que no pasen por apropiarse de lo ajeno… ( sic )
¿ carencia de antropología moral ? , ¿ apropiarse de lo ajeno ?
Mira , aquí tienes la antropología moral a capazos denunciada por un juez español:
La caza de brujas por acreditar la tortura llega al juez de la AN De Prada
El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha pedido al Consejo General del Poder Judicial que «tome algún tipo de medida» contra el juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, que el jueves reconoció en Tolosa su constancia de torturas. De paso, el ministro carga contra GARA por revelar su intervención.
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2016-04-21/hemeroteca_articles/la-caza-de-brujas-por-acreditar-la-tortura-llega-al-juez-de-la-an-de-prada
Por otro lado , hay que tener la cara como el cemento armado para hablar de apropiarse de lo ajeno en el páis de Ali baba y los tropecientos mil corruptos y ladrones.
¿ Cuantos de la IA o del MLNV aparecen en los papeles de Panamá ?
¿ Cuantos han aparecido en las listas de Falciani , Asange o Snowden ?
Si, liztor, tesoro. ¿Pero quien traga con la ley de partidos? ¿pero quien acuerda con la fiscalia y la Asociación de Víctimas del Terrorismo que los políticois de la izquierda baturra son ETA? Habeis sobrepasado todas las marcas de sumisión al poder y de romper los derechos humanos. La izquierda baturra es un ente que contamina el suelo de nuestra patria con asesinatos, mentiras y entes como liztor. Vosotros sois una cuadra de extorsionadores, asesinos, estafadores políticos profesionales, funcionarios que viven a costa del sistema y luego se suben al púlpito a denunciarlo y pobres jovenzuelos que se lanzan a la kale borroka para luego chupar trena.
Cita el presente post a Txema Montero (miembro de la Mesa Nacional de HB en los 80): “La gran ventaja que tiene el MLNV es que es capaz de entender al adversario y no ser entendido por él; vence quien entiende sin ser entendido”
Esa ventaja con engañosos términos como “independencia” o “soberanismo” la han tenido, pero lo que no entraba en sus cálculos electorales es que el “independentismo comunista vertical” sería superado por el “soberanismo comunista horizontal”. Les va a superar electoralmente la coalición Podemos-IU. Para conseguir el objetivo común de descabalgar al nacionalismo y justificar el apoyo a los horizontales tienen que aumentar el odio al PNV; necesitan ampliar las tragaderas de los tontos útiles para que acepten el apoyo al populismo español. Las practicas ya han empezado con la “unidad popular” en favor de la bandera de la repu española
De todas formas es un esfuerzo baldío, otra vez se encontraran con la “independencia mental”, les volveremos a dar el pase foral les mandaremos de paseo.
Bueno, tampoco nadie entiende al PNV y a sus 2,3 o 4 almas.
Bien es cierto que al PSEPNV si se le entiende bien.
Artola, cuando digo que la “independencia mental” de los vascos va a mandar de paseo al populismo español, no te incluyo, soy demócrata se que no todos los vascos creen en la nación cultural, solo la mayoría. Algunos les escriben “independencia” con mayúsculas y van como locos detrás de la repu española.
Todo el mundo sabe que el PSE a “adelgazado” con el PNV y que PODEMOS a “engordado” gracias a la IA.
En que ha (con h) adelgazado el PSE?
Ha adelgazado tanto que pierde hasta la h de histórico, (ya ves que en cuando me relajo vuelvo al mismo fallo).El PSE de llegar a ganar las elecciones generales en euskadi hoy es cuarta fuerza. El PNV gobierna municipios que anteriormente eran sus feudos.
Pero hablemos de lo que pasa con la IA, está obstruida y es inoperante, siguen sin entender que la autocrítica es la crítica que se realiza a uno mismo. Lo otro es simplemente crítica. No cabe confundirla o hacer pasar una por otra.
De de hay que muchos simpatizantes de la IA estén optando por PODEMOS: Lo malo es que a algunos (pocos todavía) se les están abriendo los ojos y empiezan a entender el engaño: bajo el señuelo de Independencia lo único que había era un contenido revolucionario totalitario. Lo peligroso para ellos no es que les abandonen por el populismo, lo realmente peligroso es que algunos euskaltzales busquen acuerdos con el PNV, busquen entre otras cosas el “consenso lingüístico”, los “nuevos” ideólogos de la IA les recuerdan que el euskara solo sirve si es un arma de confrontación contra el “autonomismo”.
¿ Quien se ha dejado la piel y ha dado con sus huesos en la carcel ?
¿ Qué han sacado para ellos mismos de todo ese sufrimiento ?
¿ Quienes son los que durante toda la dictadura estuvieron desaparecidos en las catacumbas para surgir en la transición , apoyar la parodia de democracia de los fachas españoles y hacer pingües beneficios ?
¿ De cuando data tu afiliación al PNV , Azitain ?, ¿ cuales fueron tus ekintzas políticas durante la ominosa ? , ¿ En qué agujero estabas escondido , valeroso gudari ?
Estimado Larburu , constato que sigues confundiendo el verbo haber y la preposición » a » . Por favor , cuida tu escritura un poco más.
Si Podemos ha desinflado a la IA , es que ésta tenía muchos michelines.
Ahora solo tendrá magro , se habrá librado de los michelines pseudoizquierdistas españolistas y debe de ir a pescar en el caladero jeltzale , debe borrarlo del mapa , está en juego la supervivencia del nacionalismo vasco y la creación de la futura República Vasca Independiente.
De paso , si no te importa , diles a tus compas que le pongan un bozal al perro del blog , hace muy mal efecto tener semejante bestia en la familia.
Mi ortografía castellana ha mejorado mucho(puedes ver mis escritos iniciales), más que el euskara de algunos, de todas formas gracias por la critica (existe la constructiva para los marxista?).
En cuanto a las formas yo procuro mejorar las propias, invito a todos a que hagan lo mismo, pero vayamos al tema, ¿ es verdad o no la interpretación del post?:
«El documento de J. Agirre no hace sino reparar en que es forzoso pasar de una revolución marxista explícita (que llama tradicional) a una eficiencia revolucionaria donde la contradicción principal (la lucha de clases) tomara la forma de contradicción nacional (liberación del Pueblo Vasco); así no hace sino adherirse a las reflexiones que ya estableció Mao: “en una lucha de carácter nacional, la lucha de clases toma la forma de lucha nacional, lo que manifiesta la identidad de las dos luchas”
Nadie comenta del verdadero problema de la sociedad vasca. No es el paro , ni la independencia o la continuidad en España y Francia. Es el Islam. El que no quiera verlo comete un error garrafal. Aquí se ha estado llamando fascista/facha..ligeramente y en cuanto ha venido el verdadero fascismo nos callamos. ¿Donde está esa izquierda revolucionaria vasca? ¿Cómo podemos permitir el mensaje salafista en Euskal Herria?cómo no les ponemos en su sitio con concentraciones diarias delante de esas mezquitas si es necesario. Como es posible que hallamos luchado contra el nacionalcatolicismo,contra la caspa crelical y ahora nos callemos atemorizados cuando claramente el islam hace proselitismo , se expande?¿cómo es posible que permitamos este suicidio social/cultural? hará falta un atentado?¿ que nos revienten el metro? ni aún así, por nuestra empatía ciega hacia movimientos como el palestino o saharaui no queremos aceptar la cruda realidad. El islam no solo es una religión más, es una doctrina política/social, una herramienta de anular y eliminar cultural,personas,ideas…estamos padeciendo lo de la rana en el agua caliente. Euskal Herria esnatu adi! Nos tienen acojonados igual que a toda Europa, hace teinta años empezaron a cargarse la libertad de expresión con Salma Rusdie, han matado y amenazado a políticos,periodistas,humoristas…EZ DA ERLIJIO BAT, EZ DA GUTXIENGO BATEN JARRERA. ISLAM FASXISMO HUTSA DA.
La ortografía y la sintáxis son dos cosas distintas.
En el caso de los que no son euskaldunes suele fallar la segunda , es lógico , esa gente ( es mi caso ) no piensa en Euskera , lo pensado en castellano lo quiere plasmar en euskera y sale un bodrio.
No es un problema de concepto , es un problema de plasticidad cerebral y de lo difícil que resulta adquirir el manejo de nuevas lenguas en la edad adulta y manejarlas con cierto decoro sin emular a doña croqueta.
Por si te sirve de algo , te diré que yo estoy a años luz de todas esas disquisiciones metafísico-revolucionarias-marxistas en la que tanto incapié haces para descalificar el nacionalismo de la IA.
Además , si fuese verdad lo que tu pretendes ( La izquierda española cree que la IA es nacionalista radical y no es nada de izquierdas ) que la IA utiliza el sentimiento nacional para sacar adelante la revolución marxista , deberíais dejarle en evidencia siendo vosotros mucho más nacionalistas , demostrándolo todos los días en vuestra praxis política , dale que te pego enarbolando el banderín de la independencia , quitándoselo a ellos literalmente , pero me temo que va a ser que no.
Si Kubati hace manifiestos públicos por las calles de Bilbao y nadie le dice nada, todo lo contrario, sale en primera plana de las noticias, como para plantar cara al islam estamos.
Lío tremendo dentro del nacionalismo global. Mayonesa.
Liztor, no nos quieras tomar el pelo, hombre, que tu eres un profesional de defender todas las tiranías izquierdosas. Es un poco cutre esa técnica de negar lo que a continuación vas a hacer. La izquierda baturra ha dejado en evidencia que su abertzalismo es falso porque sus frutos son putrefactos, son contraproducentes con todo avance nacional. El PNV ha construido Euskadi, un sistema de educación, una administración eficaz, una policía vasca, los baturros habéis llenado las cárceles y los cementerios. Y todavía soñais con la revolución.
Sin embargo es muy tipico del hamaikabaturrismo y del regionalismo jeta autoproclamarse humanista y despues….zas! A contratar rumanos a 2 duros dejando al vasco en….donde? En lanbide…o sea, en la mierda segun palabras del viceconsejero.
Anda ya, vendepeines.
Con la despiblacion de jovenes vascos no es muy dificil que en 25 añis suframos otra colonizacion….mora, hispana, multicultural….que mas da
Yo no he contratado a nadie, artol. ¿tu si has matado como los presos baturros?
Tu no porque eres un empleado pero si pudieras, ay si pudieras, pantxito…
En cualquiet caso la diputacion de bizkaia y el ayuntamiento de bilbao si lo
Si yo fuera Rockefeller seria un tirano, vamos, artol. Eso de si pudieras me suene a refrán de uno de los protagonistas de Puerto Urraco.
“Nosotros -que no renegamos del marxismo tenemos que decir que es necesario su reformulación […] estamos en situación de proponer -A TRAVÉS DE UN LENGUAJE NUEVO Y CON EL MÉTODO DIALÉCTICO DE ANÁLISIS DE LA REALIDAD-…”
El lenguaje nuevo es fundamental. Porque con el método dialéctico de análisis de la realidad, democracia, pueblo, independencia, derechos, libertades, paz,…..tienen un doble contenido: burgués o revolucionario.
En un ejercicio de mejora y adecuación continuada, el MLNV busca redefinir un sujeto que sea más eficaz en la lucha contra el Estado burgués, pero tengo la impresión de que por su parte, el “enemigo” también está mejorando progresivamente su capacidad para entenderle desde su propio punto de vista, la dialéctica marxista.
Lehendik esan behar dena zera da:Igorek eskeini digun iritzi zabala oso interesgarria dala,esandako gauzetatik bat aukereatzean hauxe eukeratuko nuke»aquellos nacionalistas que llegaron a decir que coincidían con el MLNV en los fines pero no en los medios,no sabian lo que decian».Egi osoa Igor,bainan esan ere esan behar da nazionalista haiek,asko behintzat alderdiko buruak zirela ez hauteskundeetan papelak hormetan jartzen zituztenak alegia.Ta gaur egun ere ene dudak dituk,ez ote duten berdin pentsatzen.
Neretzako,Igorrek azterketa sakonak egin dituanean,Eta beste batzuk ere bai, desberdintasun ideologikoak agirian utziaz, EAJ alderdiko mahaikideeri ez diet iritzi bat bakarrik ere entzun.Ez alde ez aurka.
Batzuk egia esateko,horretxegaitik aspaldi utzi genduan alderdikide izateaz.
Mereziko luke Alkuando laguna irakurtzea Maria Antonia Iglesiasen elkarrizketa liburua Euskadiri buruz. Bertan zera esaten du Iñigo Urkulluk:
Pienso que la ideología política de muchos de los que conforman la base del movimiento de la izquierda abertzale es nacionalista, si. Quizá por un sentimiento primario de adhesión a la identidad nacional, por cultura, por lo que sea. Pero quienes dirigen esas estructuras, creo, sin temor a equivocarme, lo que hacen es dar a su ideología revolucionaria, marxista, el ropaje de abertzalismo, el ropaje de lo identitario como vía de enganche y de captación
JELen agur
Los pactos de los vascos con los que no lo son, darán lugar a instituciones que a los que no son vascos no le gustaran, pero lo tendrán que aceptar. Porque al vasco le asiste la razón y, por tanto, no precisa de la guerra popular.
Al contrario que la revolución socialista que, dada su falta de razón, precisa de la guerra popular para forzar una negociación que le facilite avanzar en su desarrollo infame.
Y muchos creyendo que pelean por algo vasco…
La dialéctica materialista es un instrumento de los dominados, no de los dominadores.Kaleume dice que el enemigo (los dominadores) están comprendiendo la dialéctica desde su propio punto de vista.
Eso es imposible. Lo que los opresores no pueden captar es la esencia emancipadora del materialismo dialéctico.
El materialismo dialéctico puede ser entendido por los opresores o por los oprimidos pues esta posición siempre depende de la relación de fuerzas en cada caso, colectiva, individual, particular, general… Es una presunción que un determinado sujeto se diga a sí mismo «yo soy el oprimido, luego sólo yo entiendo la función emancipadora del materialismo dialéctico». Decenas de países socialistas donde el materialismo dialéctico era la ideología oficial han demostrado que este esencialmente se ha utilizado como instrumento de opresión y no de emancipación. En Euskadi ha ocurrido lo mismo, en nombre de la opresión nacional se ha planteado la opresión político-militar de un sujeto minoritario sobre la mayoría de la población.
En todo caso, J. Agirre ¿podías citarme un caso en el que el materialismo dialéctico ha actuado como agente de emancipación?
El materialismo dialéctico no ‘depende’ de la correlación de fuerzas, sino que su aplicación adecuada ‘cambia’ la relación de fuerzas, hoy favorable a las fuerzas de dominación. Estas fuerzas encadenan, a través de ilusionismos y supercherías seductoras, a la gente corriente. El comienzo de la emancipación se produce cuando se comienzan a romper esas cadenas.
Yo no digo que el materialismo dialéctico sea un agente de emncipación, sino que su esencia lo es. Es algo que no se puede entender desde el dominador ‘enemigo’, como dice Arantza. Los agentes de emancipación son las gentes que protagonizan los procesos de emancipación. Es imposible hablar de casos de emancipación. Esa es una visión estática, que hace imaginar la existencia de realidades separadas, claramente anti-dialéctica. El materialismo dialéctico recoge de la realidad práctica la existencia de un circuito de conflictos interconectados y sin fin, con momentos de avance y repliegue. No hay casos cerrados o aislados.
La esencia del materialismo dialéctico es localizar al enemigo y al amigo en cualquier situación de lucha por parte del sujeto de emancipación, que es un algo concreto. Reconoces que existen procesos de emancipación y agentes de emancipación por tanto hay casos de emancipación que evidentemente se relacionan entre si en los términos de una contradicción fundamental planetaria entre capital y trabajo y una contradicción principal particular que en cada caso es reflejo de la primera. ¿Cuáles son en el caso de Euskal Herria «los agentes de emancipación»? ¿La izquierda abertzale que define la contradicción fundamental en los términos de que la «lucha de clases toma en Euskal Herria la forma de lucha de liberación nacional»?
El proceso Dialéctico es una obviedad para cualquier conocedor de la mecánica ondulatoria y de los campos de fuerzas. La Batidora siempre Funciona y lo mezcla todo al nivel de la percepción humana. Remolinos en la corriente de un río.
La Otra palabra de «Materialismo Dialéctico» –Materialismo– resulta que es Falsa en su esencia.
Y lo es porque un poco antes de llegar al tamaño de Planck (10 elevado a -33) la materia deja de existir. Todo es espíritu y ondas.
Por lo tanto resulta que Hegel, el Genial Embaucador (contratado a tal efecto por Federico Guillermo de Prusia tras la muerte de Kant) ha tomado el pelo a todo Dios.
Es importante no desconectarse de la ciencia para no quedarnos en las nubes ni nos tomen el pelo con ellas.
Saludos
https://plazamoyua.com/2016/04/22/protesta-de-vascopiteco-sobre-la-vasconizacion-tardia/
Si el enemigo, el más grade de los enemigos, no conoce la dialéctica materialista, no se a qué teme Raúl Castro que dice Estados Unidos ha cambiado la estrategia anterior de hostilidad “por otros métodos más difíciles de combatir”.
Está claro que los abrazos y vítores con los que los cubanos recibieron a Obama no tienen nada que ver con hostilidad y antagonismos, sino con esperanza de emancipación (¿pueden los oprimidos emanciparse con el apoyo del opresor del Partido que los representa?). Si eso es así, habrá resultado que el materialismo dialéctico se ha derrotado a sí mismo.
“Yo no digo que el materialismo dialéctico sea un agente de emancipación, sino que su esencia lo es. Es algo que no se puede entender desde el dominador ‘enemigo’, como dice Arantza. Los agentes de emancipación son las gentes que protagonizan los procesos de emancipación”
Aunque sea por extrañas alusiones, te respondo diciendo que tienes razón (J.Agirre) al decir que la esencia del MD es emancipadora para un marxista.
Pero eso no quiere decir que los no marxistas, por no compartir su esencia emancipadora, están incapacitados para comprender la lógica del MD.
“La gran ventaja que tiene el MLNV es que es capaz de entender al adversario y no ser entendido por él; vence quien entiende sin ser entendido”.
Me parece un análisis parcial, porque además de no ser entendido por los adversarios, tampoco lo es por la mayoría de sus simpatizantes y aliados, que saldrían espantados si llegaran a conocer la auténtica esencia emancipadora del MLNV.
Liztor, orain ikusi dut zure erantzuna, nire idazkeraren trakeskeriak onartzen ditut eta zuzentzen saiatuko naiz, baina bai gazteleraz eta baita euskaraz idazterakoan ere, dudan adinarekin, gehien kezkatzen nauten akatsak kontzeptualak dira.
Garbi gera dadin, ez nuen inolaz ere euskaraz idazteko egiten duzun ahalegina kritikatu nahi, akatsak akats nik euskaraz idazten jarraitzea animatzen dizut.
MNLVren ideologiari buruz hitz gutxitan esan da esker abertzalean, beraiek beren dokumentuetan dioten bezala, eskerra (klase borroka) da muina eta abertzaletasuna (nazio askapena) azala.
Bestalde EAJk baina IAri gehiago kostatzen ari zaio estrategian eta taktikan asmatzea, ez al zenuke hobe hauei kontseiluak luzatzea?
Gu bion artean ikusten dudan desberdintasun nagusiena, nik identitate (nirea, euskalduna, defendatuz noski) eta modelo ekonomiko guztiak (gustukoena kooperatiboa dudalarik) elkarbizitzan nahi ditudan bezala, zuk zure gogoak eztirenak suntsitu egin nahi dituzula da.
Así sí, ese es el talante que ha de tener el nacionalismo global.
“La dialéctica materialista es un instrumento de los dominados” que en la práctica no ha demostrado su eficacia para conseguir su liberación. Es realmente difícil captar su esencia emancipadora desde el momento que rechaza al ser humano real y concreto como sujeto de su propia acción liberadora.
¿Puede la Sociología estudiar a la persona fuera de las relaciones de producción? ¿Puede estudiarse un ser vivo fuera de las determinaciones del medio? Evidentemente que no.
Pero ¿acaso puede prescindirse del estudio de la persona, de su propia naturaleza interna contradictoria y de su consideración como base y causa interna del cambio social? Tampoco, porque supone una devaluación efectiva de la persona que imposibilita cualquier esencia emancipadora.
Hay que considerar ambas causas (internas y externas) del cambio social si no se quiere caer en la parcialidad.
El materialismo dialéctico es dialéctico porque es combativo, y es materialismo porque quiere precisamente romper las cadenas subjetivas con las que los dominados aceptan la injusticia de su estatus.
No estoy de acuerdo cuando dices que en la práctica no ha demostrado su eficacia liberadora, y menos cuando añades que rechaza a la persona como sujeto de su propia liberación.
Discrepo por varias razones. La primera es de tipo general, que ya he citado en otras intervenciones, en respuesta a entradas diversas en este blog. No se espere un acto de emancipación, la liberación es un proceso de largo recorrido. De la misma manera que lo han sido el cierre del ciclo de la esclavitud, que solo se ha podido verificar con el afianzamiento de la sociedad capitalista. Como lo será el final de la servidumbre, todavía presente en grandes territorios del globo.
Después, existen pequeños actos de emancipación que, valiéndose de la perspectiva dialéctica, están liberando energías discursivas e incluso pequeños territorios. No hay que cruzar el océano para encontrarse con ellos. En el primer mundo, puedes encontrarlos. En París, estos días. También en el Estado. Si me aprietas, en la dimensión más representativa de la globalización, que es el mundo de los virtual.
Pero, hay otro plano de emancipación, que es el que viven los activistas (es decir, personas que son sujeto de su propia liberación y gente solidaria que actúa para los demás). Una sola persona ganada para la acción liberadora es demostrativo de la eficacia que pides.
En lo demás, estoy plenamente de acuerdo. No puede estudiarse a la persona fuera de las relaciones de producción, ni puede prescindirse del estudio de la naturaleza contradictoria del hombre. En el primer caso, te diría que la Ley de la interdependencia de todas las cosas es una ley del materialismo dialéctico. nada puede separarse de nada. Todo está relacionado. En el segundo, el marxismo es perfectamente consciente de esa dualidad. Un hombre de extracción proletario puede ser de condición burguesa. De ahí, la teoría de la alienación. En este caso, es imprescindible emanciparlo de ese estado de hostilidad hacia su identidad de clase.
La naturaleza de la dialéctica es de clase y solo puede servir a los intereses de clase. Esto es lo que ha dejado bien clarito todos los que la han desarrollado en la práctica, sin la cual la dialéctica materialista no es nada. Por lo tanto, vuelvo a mi tesis inicial, no hay captación posible de la esencia de la dialéctica desde una práctica de enemigo de la clase trabajadora.
Independientemente de lo que diga Kaleume, me atrevo a hacer una reflexión sobre lo dicho por J Agirre.
El materialismo dialéctico es una teoría que pretende sacar energía de las contradicciones reales inherentes a una sociedad. ¿La lucha es una realidad permanente? Para mí es simplemente un momento. También existe la cooperación y no siempre frente a un enemigo común. Es que lo primario para el materialismo dialéctico es la lucha entre los humanos, eligiendo siempre un enemigo humano. Entonces la persona está subordinada a esa lucha, tanto por militancia como por ser la víctima propiciatoria justificable.
Para mí la liberación la dan realidades de liberación y lo que veo es que los que enarbolan el materialismo dialéctico están anclados en una forma de organización partidaria que pertenece a la época de una sociedad de masas. No veo en ellos ningún futuro liberador, sino la fidelidad a un mito revolucionario cuyo fruto principal son masacres y sociedades opresivas.
La teoría de los intersicios de comunismo que planteó Althusser está en marcha en centros universitarios y en organizaciones revolucionarias. Tu tienes esperanza que de eso surja quizá el sujeto global liberador. Para mí todo eso está vinculado a la energía de la repetición, lo que antes fue tragedia se repetirá a modo de farsa.
La globalización acentúa la fuerza de lo local y es ahí donde los vascos somos fuertes y no en alianzas virtuales con fuerzas que en sus países no han construido nada con visos de liberación. Casi todos los países que se han independizado en Europa, y son unos cuantos, se han independizado en contra del socialismo. Es decir, se han emancipado del materialismo dialéctico para ser libres como pueblos.
Que una persona cambie de valores es importante y por eso la izquierda abertzale está planteando que es desde cada uno de donde tiene que venir el cambio. Es lo que dicen todas las religiones, por cierto, que el sujeto tiene que cambiar para que la realidad cambie. Pero si cambiar significa que tengo que montármelo en plan desobediencia, cambio de hábitos culinarios, cambiar mi léxico vulgar por otro políticamente correcto, etc, eso, como dicen los ingleses its not my cup of tea. Todo eso no me parece además que resolverá el problema subjetivo de la naturaleza contradictoria de cada ser humano.
Yo considero que el materialismo dialéctico da una clave para observar el comportamiento de los sujetos colectivos e individuales en una realidad societaria como la nuestra. Otra cosa es identificarme con el ideal de que el proletario y el empresario deben luchar, el hombre y la mujer tienen que estar en guerra, el joven tiene que pelear contra los viejos, que los revolucionarios tienen que estar a la gresca con los revolucionarios, sólo por el hecho de que esas contradicciones son potenciales y posibles. Los seres humanos colaboramos la mayor parte del tiempo en esta o en cualquier otro tipo de sociedad e incluso colaboramos para mejorar las cosas. Pero empeorarlas con la intención de mejorarlas, esa regla la historia ha demostrado que es errónea.
Las clases se han transmutado y no poseen el carácter abismal de la primera industrialización. Otra cosa que todavía existan sujetos que se autoerigen en representación de los oprimidos. Por que esa es la clase para si a la que tu te refieres. Pero esos sujetos reproducen en su interior esquemas de dominación todavía más potentes que los que emite la sociedad. La rebeldía externa es la excusa para la sumisión a los jefes.
Y desde luego que hay captación de la esencia dialéctica desde una práctica de enemigo de lo que tu llamas clase trabajadora. Los nazis y los fascistas montaron sendas revoluciones nacionales que arrumbaron a los partidos comunistas y los islamistas revolucionarios practican el esquema político-militar de guerra popular y prolongada con muchísimo éxito. Cuando los revolucionarios estáis todavía reflexionando acerca de como aplicar la violencia sin que se note, ellos lo hacen con todo el descaro y captan a cientos de personas para sus comandos. El materialismo dialéctico no tiene amigos ni siquiera entre los que se postulan como sus valedores.
En las interpretaciones del Materialismo Dialéctico que he leído se observan evidentes y fuertes diferencias con las antiguas creencias. No debe sorprender porque nada es inmune al Discernimiento humano ni al paso del Tiempo.
Times are a’ changing.
Es además evidente que ningún colectivismo ha resuelto satisfactoriamente la cuestión de la Naturaleza del Ser Humano ni tan siquiera de la Naturaleza del Ser. El por qué es otro teme interesante.
Por lo tanto, –como a muchos resultó evidente a principios del siglo XX–, el Marxismo y sus acólitos filosóficos y «científicos» carecen de apoyos mentales sólidos desde varias perspectivas.
La Naturaleza del Ser –y su Transcendencia o Falta de ella– no han podido abordarla nunca porque es un Obstáculo en su Misión Primordial que no es otra que la Conquista del Poder. Hay incompatibilidades que impiden la armonía entre ambas.
La supervivencia de esta contradicción Momificada en la IA es sorprendente desde la segunda mitad del siglo XX. Es necesaria un gran fe Religiosa y un Nivel Intelectual en descenso para explicar este fenómeno. La LOGSE ha ido dejando una huella terrible también en los «jefes».
Durante este periodo, unas ideas muertas –en lo que a solidez se refiere– se convierten en una Mochila Insoportable que hoy, a pesar del Decreciente nivel educativo e intelectual de sus liderazgos, es insuficiente para la Conversión, el Bautismo y la Ordenación sacerdotal de nuevos «Seminaristas Revolucionarios».
Recurro a este símil por ser muy bien conocido de los Religiosos que pusieron las bases «Emotivistas» de los revolucionarios de la IA entre los años 50 y 60.
Estas religiones de sustitución (como las otras) están en necesaria decadencia (Históricamente Determinada) por varias razones pero también porque ni su Objeto ni su Sujeto están bien definidos.
El proceso es lógico pero……… Lo realmente inaudito es que, siendo todos conscientes de la falacia, no nos estemos Planteando, –hoy y con los recursos epistemológicos a nuestra disposición– las Alternativas que podrían ayudar a una Mejor Sintonía entre Realidad, Percepción de la Realidad y Sinergia (es decir reversión de Entropía).
Algo que millones de personas están haciendo cada día por su cuenta porque el mundo cambia y los viejos modelos de Liderazgo (pastores y «pueblo») no resisten más y se desmoronan.
El pastor se está quedando solo por desistimiento de las ovejas.
Saludos
La verdad J.Agirre tu escrito da juego, se te nota que sabes de lo que hablas. Vamos que eres un «científico de libro»
«las cadenas subjetivas con las que los dominados aceptan la injusticia de su estatus.»
Un planteamiento absolutamente parcial, si alguien lee este blog ve claramente quienes son «presos» de las «cadenas subjetivas», quienes defienden lo que no entienden y luchan para destruir aquello que dicen defender, tenéis más tontos útiles que personas «mentalmente liberadas».
«Una sola persona ganada para la acción liberadora es demostrativo de la eficacia que pides.»
Efectivamente algunas personas ganáis para la acción liberadora, casi en exclusiva pero es mayor la cantidad que una vez que os conoce (imposible según tu teoría), se separa de vosotros eternamente.
«la Ley de la interdependencia de todas las cosas es una ley del materialismo dialéctico. nada puede separarse de nada. Todo está relacionado»
Completamente de acuerdo no existe ni la independencia sin interdependencia. No existe la unilateralidad, es otra forma de engaño con la que solo habéis conseguido engañar a un puñado de «enemigos» y volver locos a vuestra militancia
Vamos a centrar el objeto de debate. Defiendo que el enemigo de la clase trabajadora no puede captar la esencia del materialismo dialéctico. Lo que he argumentado hasta ahora tenía relación con el carácter práctico y de clase de la dialéctica. El enemigo no puede captarla por la prístina razón de que no desarrolla una acción práctica de liberación de clase. El enemigo suele defender su poder de dominio, puede jugar a ser más o menos condescendiente con las fuerzas del trabajo, manifestar un paternalismo mejor o peor guiado. Pero, jamás lleva adelante una acción práctica liberadora de los dominados. Por la sola razón de que no puede entenderla, no concibe una acción que le lleve a destruirse a sí mismo.
Es cierto que el materialismo dialéctico es una sistemática (no se entienda como mecánica) que aspira a canalizar las relaciones de fuerzas existentes en la naturaleza con el objetivo de liberar a la humanidad. Relaciones de fuerzas se manifiestan en forma de contradicción, lucha o conflicto, que está presente en todos los lugares y tiempos. Si no hubiese cooperación, dialogo y unión, todos los individuos viviríamos aislados. Aquí otra contradicción perpetua: entre la tendencia a unirse y la perpetua naturaleza a la contradicción. ¿Por qué se habla de que ‘la globalización acentúa lo local? ¿No se quiere decir que ahí existe una contradicción, una lucha manifiesta? Decir acto seguido que la lucha es un momento es una muestra de lo que he dicho al inicio. El materialismo dialéctico no puede ser captado en su esencia por el enemigo de clase. Menos si ve la realidad con los lentes de la metafísica kantiana. Sois la gente que busca la conciliación de lo inconciliable.
La dialéctica es dinámica, y su dinámica depende de las relaciones de fuerzas he dicho antes. Relaciones de fuerzas en las que las más importantes son las humanas. ¿Cómo puede concebirse una realidad de liberación como ajena a la actuación personal y colectiva de los seres humanos? Eso es imposible. El sujeto de liberación no es un fetiche. Es una fuerza colectiva de esencia humana. Es cierto que puede alimentarse de mitos, que se fortalece a través de ritos y ceremonias simbólicas. Como lo hacen otras corrientes sociales que quieren articular subjetividades para el combate, sea para la conservación del statu quo o para el cambio, reformista y/o revolucionario.
También hay verdades objetivas en el espacio de las ciencias sociales. La mayoría de los países que, desde final del siglo XX, se han independizado en Europa lo han hecho contra el socialismo (que ellos han conocido). Pero, esta afirmación ratifica la fuerza de la lucha, la presencia de la lucha, inagotable. No hay un solo momento de cese. Kaleume ha hablado de la naturaleza dual de las personas. Entiendo que empezando desde su propio interior. En virtud de esa naturaleza, de la que los prebostes del socialismo del siglo XX no estaban liberados, los seres humanos cooperan y luchan para el bien y para el mal. En el seno de las contradicciones que se expresaban dentro de aquellos países, frente a la clase burocrática nunca dejaron de moverse nuevos sujetos liberadores. Aquellos reprodujeron esquemas de dominación, dice Peritx y yo estoy de acuerdo. Pero, crearon sus propios contrarios, que en el proceso de lucha les derrotaron. Ahora elevados al poder, estos tiene que enfrentarse a otros opuestos que levantan también distintas banderas liberadoras.
La ciencia y la historia no se resuelven en un acto. Ninguna de ellas está cerrada. Esto es un axioma de la dialéctica. Siempre se resuelven a través de la lucha. El progreso material –si realmente es progreso y no nos espera una ciaboga hacia la degradación y el empobrecimiento- es consecuencia de la lucha. A esa realidad histórica, el materialismo dialéctico (a través de Marx, Lenin, Mao, etc…) le ha hecho una excelente aportación: su carácter de clase. Que nadie piense que la toma del poder en nombre del socialismo (por un partido, un grupo social o por el conjunto de las masas sociales) en un momento y territorio concretos libera a las personas y cierra la historia. La lucha siempre permanece. Hay muchas luchas y contradicciones. Solo hay que elegir: ¿Cuál es la lucha más importante, la que mejor representa en lo concreto las necesidades de liberación de los dominados?
Peritx además se mete en Euskadi. Manu plantea la cuestión religiosa. Hoy por hoy, sería demasiado. Eso, para otro día. La unilateralidad de Larburu creo, sin embargo, que está respondida a lo largo de mis intervenciones. Existir la unilateralidad, por supuesto que existe.
Ya casi lo tenéis resuelto
J Agirre:
También el marxismo dice que lo que importa está siempre en lo concreto. Todas sus escuelas ratifican la preponderancia de lo particular, de lo específico de cada tiempo y cada lugar, como ‘principio político’ para construir el proyecto social.
A pesar de refugiarte en la ‘práctica de clase’, en tus larguísimas disertaciones siempre has huido de las prácticas concretas. El papel lo aguanta todo. Firmas como J Agirre (seudónimo de especial evocación para la izquierda abertzale) y huyes de hablar de lo vasco, realidad práctica en la que se pueda contrastar tu retórica ‘dialéctica’. Lo tuyo no es dialéctico, es teoricismo de salón.
El grave problema de la dialéctica materialista es que, a partir de su materialismo, cosifica a las personas y las utiliza como fichas de un ‘juego de mesa’. Y que, a partir de su dialéctica, las clasifica como fichas ‘blancas’ o fichas ‘negras’. Amigos o enemigos.
El campo en el que actúan los sujetos liberadores es muy extenso y no se acaba en los que componen la clase ‘para sí’, para la que dices está instrumentada la dialéctica. Te recomendaría, para acabar, la lectura de los artículos realizados por el Grupo Orixe sobre los contrastes entre los que es una visión materialista dialéctica y la humanista, publicados en este blog Aberriberri:
https://aberriberri.com/2015/09/03/dialecticas-y-contrastes-1/
https://aberriberri.com/2015/10/06/dialecticas-y-contrastes-2a/
https://aberriberri.com/2015/11/02/dialecticas-y-contrastes-2b/
https://aberriberri.com/2015/11/26/dialecticas-y-contrastes-3-la-cuestion
https://aberriberri.com/2016/01/05/dialecticas-y-contrastes-y-4-conclusiones/
Claro que existe la unilateralidad, como existe la independencia pero dentro de la ‘Ley de la interdependencia».
Veamos como explican la unilateralidad en el Glosario de Abian:
«En definitiva, la unilateralidad (decisión unilateral) puede ayudar a desbloquear impasses y a reforzar unas posiciones políticas, pero no existe la UNILATERALIDAD PURA y todo depende de la perspectiva. La unilateralidad propugnada es a la vez multilateral. Por ejemplo, la decisión de cambio de estrategia de la Izquierda Abertzale es una decisión unilateral, sin acuerdos ni contrapartidas establecidas previamente con los estados, pero también tomada en constante dialogo con otros agentes políticos vascos, con aliados y agentes de la comunidad internacional,… Es decir, fue a la vez un proceso multilateral porque un mismo hecho puede ser a la vez unilateral y multilateral.»
Vamos que tengo la impresión que tenéis mas engañados, perdón, despistados a los propios que a nosotros.
Clamoroso el silencio de, parte de tu equipo Victor, Liztor, Juan de Arana, etc.
Hola, J. Agirre: No planteo la cuestión Religiosa. Podríamos, pero no.
Planteo, entre otras varias igual de relevantes entre sí, una cuestión Científica que en el sistema Doctrinario Vigente en las Social Democracias europeas es tabú: La Naturaleza explícita del Modelo Antropológico que Predican. La naturaleza del Ser. Es decir, una pregunta tan vieja como la historia.
En último análisis y desde que sabemos que el resultado del experimento está siempre influido por el observador y que, en partículas ondulatorias por debajo de 10 elevado a -30, la materia ya no existe, lo menos que cualquier cuerpo doctrinal puede hacer es ponerse, humildemente, en cuarentena y revisar en serio sus presupuestos y sus postulados.
La prueba de la naturaleza cadavérica de muchos de los postulados Marxianos es que, en casi dos siglos, no permiten que sus dogmas sean revisados por las evidencias emergentes.
Por eso la IA está atascada con dos momias del XIX: El Nacionalismo Identitario y el Socialismo.
Esto en absoluto quiere decir que las alternativas ideológicas (también del XIX) no estén afectadas por limitaciones semejantes.
Lo que nos toca es hacer un alto en el camino y ponernos a recapacitar antes de que esto colapse y nos aplaste a todos. Por lo menos esto.
Sin Dogmas.
Saludos
Buen nivel de reflexión en general, a Manu me gustaría preguntarle en que documento se declaran los de la IA partidarios del Nacionalismo Identitario?
Lo cual no quiere decir que el nacionalismo (vasco en nuestro caso) no deba de recapacitar sobre sus postulados
La IA ha hablado recientemente de socialismo identitario. Pero, puede que esto ya no le interese.
El enemigo puede ser un partido oportunista como fue al principio el fascista liderado por un marxista como era entonces Mussolini que simplemente escamotea al partido comunista italiano la posibilidad de una revolución nacional. Ya decía Lenin que con Mussolini Italia había perdido el líder de su revolución. O el partido nazi que imita los símbolos revolucionarios, la organización militarizada de los sindicatos y birla a comunistas y socialistas la Berlín proletaria. O los islámicos revolucionarios que se alían con los baazistas y renuevan la guerra popular y prolongada a nivel global. Esto no es paternalismo, es que unos competidores usan los instrumentos de otros competidores demuestran ser mejores en su aplicación que sus antiguos usuarios.
Para ti sólo los materialistas-dialécticos oficialistas pueden ser liberadores. Es un pensamiento pelín unilateral. Es una fe que no está corroborada sino desmentida por los hechos. La izquierda abertzale muestra todos los signos de decrepitud burocrática y aparatil de cualquier mamotreto político. Que de aquí o de algo parecido surja una línea de liberación que simplemente no percibimos en la supuesta fuente de la misma es algo contradictorio.
Lo que te resulta difícil de admitir es reconocer que el materialismo dialéctico es un (muy buen) instrumento de lucha, que cualquier mano puede blandir. Pues desde una perspectiva de poder calificar a un poder de opresivo o a otro poder de liberador no quita la identidad que ambos son poder y que la denominación es otro factor de lucha. Por eso te aferras al dogma de que el materialismo dialéctico es liberador y que no puede ser captado por “tu” enemigo de clase; puede o puede no serlo, el materialismo dialéctico es un arma de lucha que depende de la voluntad y del discernimiento del que la esgrime. Y la práctica de los que utilizan el materialismo dialéctico demuestra para que ha servido, para justificar barbaridades y extender tiranías.
Tu eres el que quiere conciliar lo inconciliable, pues cuando te identificas con el paisaje de las contradicciones humanas y quieres enlazarlas en una contradicción única y global estás siempre posponiendo la liberación a la catástrofe planetaria por la que al fin la clase dominada se convierta en clase dominante. Mientras tanto tendremos que obedecer a los maestros del materialismo dialéctico que nos guiarán en una lucha inacabable hacia una liberación que nunca palparemos.
Doscientos años de lucha y de crítica al capitalismo y al estatus quo y los que tu llamas los agentes por el cambio también son/sois estatus quo. No es algo nuevo, es parte de lo viejo. Desde que nací lo conozco y existía antes de que yo naciera. Por tanto, exiges una fe no corroborada por los hechos, que son que el mito de la revolución fue fulminado a fines de los 80 del pasado siglo y lo que queda de ello es una repetición que tratara de emular a su original, una sociedad o una organización disciplinaria que utiliza los valores humanos para instaurar su dominio y para reclutar ejércitos de militantes que se estrellen contra los muros de la próxima ciudadela enemiga.
La lucha es un momento también en la liberación de los países dominados por el socialismo real que consiguen ser independientes. Y un tipo de lucha que nada tiene que ver con la revolución del 17, es una revolución pacífica en la que millones de personas en el Este de Europa derribaron al régimen comunista porque este no tenía la convicción para (como antes lo hizo) mandar a los tanques a que pasaran por encima de sus pueblos. Y consiguieron las libertades parlamentarias, elecciones libres, poder pasear por la calle sin sentir la presencia de la policía secreta.
Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que te achaca Markel, por ejemplo, ¿por qué no ejemplarizas? Dices que habrá otros que levantarán distintas banderas liberadoras ¿quiénes son? El problema de las contradicciones y de los aspectos diferentes de las mismas es que muchas veces no somos capaces de autoidentificarnos como lo que realmente somos. Fígurate, los dirigentes del socialismo real pensaron que los contrarios que los derribaron eran la contrarrevolución. Y tu dices que no, que eran los liberadores. ¿No te puede pasar eso a ti? A lo mejor piensas que estás entre los oprimidos y realmente trabajas por los opresores.
Finalmente, estoy de acuerdo, la lucha siempre permanece.
Hola, Olaizola.
Gracias por apuntar el lapsus.
Comenzaré por preguntarme si, desde el enfoque del materialismo dialéctico, la revolución puede ser un fin en sí mismo. Es decir, por cuestionar el título del post que encabeza esta serie de comentarios. y contestaría que no, que ha habido revoluciones de todo tipo en el pasado y que las habrá en el futuro. Lo que caracteriza a los revolucionarios que piensan y actúan en clave de materialismo dialéctico es que buscan la revolución socialista, y no otro tipo de revolución.
No tiene sentido, por lo tanto, comparar, a través del materialismo dialéctico, las revoluciones fascistas o las islámicas con las socialistas. No niego que haya concomitancias o prestamos de tipo formal de unas a otras. Todas tienen que plantearse desde una posición de conflicto, de confrontación radical, si quieren tener éxito como tales revoluciones. En esta línea, todo desarrollo teórico del conflicto o la guerra es un universal que puede ser válido para todas. Desde Sun Tzu, pasando por Clausevitz hasta Liddell. Mao, y el tan celebrado en este tiempo Gramsci, lo hacen, el Gran Timonel cuando plantea la Guerra Revolucionaria y el italiano cuando, en el marco del desarrollo de la hegemonía, recurre a las imágenes bélicas de las ‘guerras de posiciones’ y las ‘guerras de maniobras’.
Una respuesta dialéctica al cuestionamiento de Peritx en lo que se refiere a que los nacis, los fascistas y los islamistas aplican instrumentos derivados del materialismo dialéctico es que formalmente sí, pero realmente no. Aquí también la característica inigualable de las revoluciones socialistas es su carácter de clase. En la historia ha habido muchos movimientos que han combinado masas y armas, junto con un programa político, que han producido desordenes, rebeliones o revoluciones, sin que hayan aplicado un ‘materialismo dialéctico’ comenzado a formular en el siglo XIX. Es inexacto que cualquier mano pueda blandirlo. Sería propiamente anti-dialéctico.
No quiero alargarme un sábado tarde, porque pienso además que nos estarán siguiendo muy pocos. Yo no digo que el materialismo dialéctico no sea unilateral. Lo es y no lo es. Lo es porque sirve a los intereses de una clase, y no lo es porque el mismo, para ser dialéctico debe contar con 2 opuestos, que se condicionan mutuamente, es decir, bilateralmente. Aunque el enemgio de clase no decide formalmente cómo vamos a combatirle, esta clarísimo que sus actos condicionan en todo momento nuestras decisiones.
Se me atribuyen cosas que no he dicho ni pienso decir. Todo poder lleva consigo una semilla de opresión. No voy a decir a un conocedor de la escuela de Althusser que el poder se encuentra en todas partes, en lo que Foucault definió como microfísica de poder. Ni voy a negar que en muchas ocasiones he podido encontrarme en el lado de quien lo ha ejercido o simplemente a su favor. Pero, tratando de situarme en una perspectiva dialéctica, he querido decir que el poder opresor (hasta el que se crea en nombre del socialismo) engendra sus contrarios liberadores siempre, porque la contradicción está en todas partes. No puedo decir que los que vencieron a ese poder en los países del socialismo real estuvieran en línea con las ideas del socialismo revolucionario. Pero, sí que puedo afirmar que entre los que se enfrentaron a aquel poder opresor había comunistas y socialistas revolucionarios defendiendo las posturas emancipadoras que la clase burocrática había traicionado.
Hay infinitas cobtradicciones humanas, y entre los humanos y todo lo que existe materialmente. Se me acusas de enlazarlas con una contradicción única y global. Si se quitara lo de única, que se contradice precisamente con la afirmación que le precede, aceptaría ser culpable de enlazar todas las contradicciones con esa global, que es la enfrenta al capital contra la humanidad y la naturaleza. Esa contradicción tiene después su plasmación concreta particularizada, y opera a través de los espacios útiles de lucha, de vida, de trabajo, de ocio, de identidad, etc… Los publicistas del capitalismo dicen: «piensa en global y actúa en local». Eso no deja de ser una mala transposición de la universalidad y la particularidad de la contradicción.
Peritx sigue describiendo una escena fija. La realidad actual así lo es. A mí me interesan los procesos históricos. En ellos hay triunfos y derrotas, pero no fracasos. Todos los días nacen nuevos agentes de liberación, todos los días se realizan acciones de liberación, todos los días se incorporan multitudes a las filas de la liberación social.
En fin, seguimos dando vueltas a lo mismo. Pero, el materialismo dialéctico no es una herramienta que se pueda usar a la carta. El materialismo dialéctico impregna de su carácter materialista, de su carácter dialéctico y de su servicio a la clase a quien lo vive y lo utiliza.
Lo de Markel es otra cosa. ¡Que pereza!
Totalmente de acuerdo, la revolución para el materialismo dialéctico es un fin en sí mismo. Tu mismo niegas (no tiene sentido comparar…) lo que luego afirmas, que todo desarrollo de la teoría de la guerra y el conflicto es común para cualquier sujeto. Ergo los fascistas, nazis e islamistas se apropian de esos desarrollos, en sus casos con más éxitos que los confesionales del materialismo dialéctico.
El carácter de clase del materialismo dialéctico se encuentra subordinado al desarrollo social de cada momento. Crear un sujeto revolucionario es el objetivo. Es este el que da el carácter de clase. ¿Cuál es ahora ese sujeto? ¿Por qué dilatas tanto una pregunta tan sencilla? Porque el sujeto revolucionario hoy en día es el sujeto que se autoproclama revolucionario. Convendrás que una cosa es lo que te llamas y otra lo que eres. Los sujetos revolucionarios a los que te refieres están hoy sujetos a la lógica de la repetición, a la reproducción de esquemas de dominación en su interior mientras de puertas para afuera proclaman la rebeldía. Eso es algo que es muy viejo, es estatus quo.
El problema es que los contrarios que se producen no tienen por qué ser liberadores. Y esos comunistas y socialistas “buenos”, al estar fuera del “sujeto”, no eran más que enemigos del pueblo, desde la lógica de la revolución. En todo caso, como ya dijo un ministro de Stalin sobre antiguos opositores que querían ser rehabilitados, estaban equivocados en tener la razón. Ahora quieres que tengan la razón, frente a aquellos que tenían el poder y el sujeto. Simplemente, la revolución se traga sus propias víctimas, aunque sean revolucionarias. Esa es su práctica. También el que los antiguos purgados luego sean exhumados para que gente como tu puedan decir, «estos tenían la razón».
Las contradicciones locales y globales son potencialidades, posibilidades y probabilidades. Otra cosa es que te identifiques con el paisaje de una confrontación global de clases. Para mí eso es una hecatombe que no puede traer ninguna liberación, sino un invierno postnuclear perpetuo. Las contradicciones existen y pueden radicalizarse, tu apuestas por su radicalidad y eso nos lleva a las grandes catástrofes y escabechinas de la historia.
En efecto, todo es un proceso, pero los procesos dejan atrás cosas y hacen surgir otras. En ese proceso, la ideología derivada del materialismo dialéctico nos ofrece un modelo global de confrontación junto con miríadas de modelos particulares. Pero su producto neto ya ha sido verificado por la historia, son las organizaciones, los partidos y países que definen como revolucionarios, cuyos frutos los conocemos y no tienen nada de liberador, ni aquí ni en Corea del Norte, por poner el ejemplo de un país fiel seguidor del materialismo dialéctico. Cuando tu dices “clase” eso es igual a “sujeto” y no hay ningún dedo divino que decide, “tu eres el sujeto” eso está en función de la práctica. En la práctica hay otros sujetos que se apoderaron de los instrumentos del materialismo dialéctico y os dejaron en mantillas.
Bueno algo voy entendiendo:
“Yo no digo que el materialismo dialéctico no sea unilateral. Lo es y no lo es. Lo es porque sirve a los intereses de una clase, y no lo es porque el mismo, para ser dialéctico debe contar con 2 opuestos, que se condicionan mutuamente, es decir, bilateralmente.”
Si en todo hay dos opuestos la unilateralidad no existe, bueno al menos para la gente normal para la que asocia actuar unilateralmente con hacerlo uno solo, sin confrontarse con nadie.
Claro que en Abian y nos lo habían aclarado:
“La reflexión sobre la unilateralidad derivada de la Vía Vasca ha sido un avance, pero todavía no ha tenido dialéctica suficiente para desarrollar el carácter transversal que debe tener el proceso soberanista e incidir en la confrontación con el Estado. La unilateralidad sin choque con el Estado no provocará pedagogía política en la sociedad, no generará nuevas relaciones de fuerzas ni nuevos protagonismos.”
Voy a intentar argumentar lo más ordenadamente posible.
1.- Sobre la eficacia liberadora del MD, manifiestas que: “es un proceso de largo recorrido” así como que: “No estoy de acuerdo cuando dices que en la práctica no ha demostrado su eficacia liberadora”.
Para juzgar su eficacia en la práctica lo que procede es alejarse de todo subjetivismo. No hay que mirar muy atrás para ver el proceso real seguido por el socialismo. Todavía quedan estados socialistas como China, Corea del Norte, Cuba…
¿ha demostrado en todo su proceso su eficacia liberadora?
2.- Respecto a la persona como sujeto de su propia liberación manifiestas que: “hay otro plano de emancipación, que es el que viven los activistas (es decir, personas que son sujeto de su propia liberación y gente solidaria que actúa para los demás”. Tampoco está mal hacer un amplio repaso del ejemplo dejado por muchos de estos activistas relevantes cuando han llegado al poder: Lenin, Stalin (URSS), Mao (China). Fidel Castro (Cuba), Erich Honecker RDA), Chauchescu (Rumania), Kim Jong-un (Corea del Norte), Khieu Samphan (Camboya-Jemer Rojos)…….
¿Gente solidaria que actúa para los demás?
3.- Estamos de acuerdo en algo fundamental: “No puede estudiarse a la persona fuera de las relaciones de producción, ni puede prescindirse del estudio de la naturaleza contradictoria del hombre.”
La diferencia reside en el modo de relacionar la persona con su medio. Desde una perspectiva humanista la persona es la causa interna del cambio social y es la que determina en última instancia su comportamiento social. El entorno, tanto social como económico, son importantísimos, pero constituyen la causa externa del cambio social, y solo pueden actuar a través de la propia naturaleza contradictoria de la persona, base de la sociedad.
Si la naturaleza de todas las cosas reside en sus contradicciones internas, la explotación del hombre por el hombre tiene su cualidad en el aspecto dominante de la confrontación y del egoísmo sobre la cooperación y la solidaridad en las relaciones sociales.
Y su resolución solo vendrá mediante el progresivo desarrollo de la cooperación y solidaridad, que constituyan el aspecto dominante de la realidad social. Supone desarrollar en la práctica una generalización del poder.
Igual es mi última intervención. Seré breve, ya que se vuelve a incidir en temas ya tratados. Creía que hablábamos de materialismo dialéctico.
Se me vuelve a reiterar que la revolución es un objetivo ensí mismo para el materialismo dialéctico. Y se me dice que…¡lo he dicho yo! Nunca más lejos de la realidad. ¿Son lo mismo la revolución fascista y la revolución socialista?
Vamos a un análisis dialéctico. Forma y fondo en unidad y división de opuestos. En la forma, una revolución es un acto (acontecimiento) de conflicto agudo. Todas las revoluciones son formalmente análogas: movilizaciones de masas, dinámicas violentas, plataformas políticas sintéticas y llevan al poder a vanguardias decididas. En lo formal, las experiencias revolucionarias de distinto signo enseñan unas a otras. Marx, Lenin y Mao aprenden de ellas, tanto si son socialista como sino lo son.
Pero, las revoluciones no son ni iguales ni análogas en el fondo. Nada tienen que ver las revoluciones nacis y fascistas o islámicas con las revoluciones socialistas. Lo dialéctico es ver que lo que es apariencia en la forma, es radicalmente antagónico en el fondo. Estamos hablando en planos diferentes. Nada en el materialismo dialéctico puede llevar a pensar que la revolución es un fin en sí mismo. Si así fuera, la revolución fascista italiana habría colmado las expectativas de Gramsci y los comunistas italianos. Pero, ni fue así, ni será así.
El carácter de clase no está subordinado al desarrollo social de cada momento, entendido como una contradicción anulada o sometida. Igual, se quiere decir que la fractura política principal no es contradicción entre clases en un momento concreto. Es el ‘abc’ de la estrategia política. Hay un enemigo principal. De su derrota depende precisamente el avance de la lucha de clases. El enfoque principal siempre es el de avanzar hacia una victoria de los socialmente oprimidos. Insisto, ya que parece que no se me quiere leer, el poder que oprime puede ser nominalmente socialista, pero eso no impide el desarrollo en su seno de una lucha contra sus abusos, desde la perspectiva del materialismo dialéctico. Porque el materialismo dialéctico no es un utensilio de una caja de herramientas a disposición de cualquiera. Es la expresión de que existe la lucha de contrarios en el seno de todas las cosas. Y, siendo el socialismo real, una de esas cosas, es inevitable la confrontación entre dichos contrarios.
En relación con las últimas cosas de Peritx, no voy a decir nada nuevo. Que los contrarios no tienen porqué ser liberadores, estoy de acuerdo. Pero, por la misma lógica dialéctica, también pueden serlo. Sobre las contradicciones globales y locales, discrepo. Son más que potencialidades, son realidades. Es más, creo que no hace falta ser marxista para verlo. Creo que las tensiones globales son tan reales, que hasta el mismo papa se ha apuntado a reconocerlas. Es cierto que el marxismo ha representado una lucha entre sistemas, con más reflejo global que particular. Yo diría que erróneamente. Pero, hoy por hoy, nadie niega que hay grandes problemas en los que ha metido el capital a la humanidad y a la naturaleza de carácter global. A pesar de ello, sigo creyendo en el carácter decisivo de las luchas locales, incluso para afrontar desafíos globales.
En lo que se refiere a Kaleume, me produce un poco de desconcierto su respuesta ambivalente. Por una parte, ante mi mención de activismos que aportan liberación mezcla, burócratas paranoides, autócratas y dirigentes de estados que no lo han tenido fácil. Todos ellos, por supuesto, criticables por acciones u omisiones que han hecho daño a personas. Y por otra parte, casi entiendo que convoca (?) a cooperar para generalizar el poder (empoderar?) a toda la sociedad. ¿Cómo? He ahí la cuestión.
Un placer
Supongamos por un momento que la Revolución, en vez de un Fin, fuese un Medio. Un Instrumento para vivir mejor como seres humanos libres, cooperando y, a ser posible, con el menor número posible de jefes pagados por nosotros. Last but not least.
Puede parecer una gilipollez extemporánea pero a los jóvenes les mola mucho y a mi también.
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En este sentido hay que recordar la aportación de Michael Mann para clarificar la estructura y dinámicas del Poder a lo largo del período histórico actual: Desde el los antecedentes de Grecia hasta 2011 cuando sale el último volumen. El cuarto.
Este sociólogo e historiador ilustra una visión del Poder Social estructurada sobre cuatro subsistemas todos ellos importantes: El Militar, el Económico, el Político y el Ideológico.
Hoy solo está realmente abierto a la acción –directa y no mediatizada– de la Ciudadanía el Subsistema Ideológico en el cual no solo las ideas son importantes sino también su Comunicación.
A poco que analicemos la situación desde la privilegiada perspectiva de este grupo habremos de convenir que la Ciudadanía como agente social no está realmente presente ni en la Producción Ideológica ni en su Difusión. Hay quien sostiene que tampoco en su Consumo.
Por tanto nadie debe sorprenderse de que la «Ciudadanía» hoy sea un «Espacio Público» inexistente a efectos prácticos y que se pauperiza en todos los sentidos relevantes para su supervivencia.
Es cierto que sus medios son escasos y su predisposición a actuar mejorables pero es la clase social que engloba los mejores valores de esta cultura que agoniza.
La crisis que estamos viviendo muestra con bastante nitidez que las ideas y las fuerzas sociales que la han producido no son las que van a permitirnos salir de ellas. Esto afecta a todas las viejas ideologías. Momificadas sin saberlo.
Por tanto quizás la primera labor sea la de poner al día las ideas mientras se va creando una Organización orientada a su desarrollo y a su difusión social con los medios disponibles. La labor crítica en este instante es la formación de una organización en red capaz de actuar coordinadamente y con eficacia en la Génesis y Difusión de Ideas que den vida al espacio de la ciudadanía como agente autónomo y con presencia.
No es muy diferente de lo que sucedió cuando se moría el viejo régimen y surgieron los Gobiernos Representativos y las Democracias de Masas Modernas. Cada cosa a su tiempo.
El camino es conocido y hace horas que amaneció. Si seguimos mirando hacia atrás la noche nos llegará por la espalda.
Buenos días
Hacer la revolución es una obligación para un marxista, la dialéctica materialista es el arma intelectual por excelencia para conseguirla. Si lo nuevo que «nace» es lo deseado se habrá aplicado bien la teoría, si sale mal la aplicación habrá sido incorrecta.
Solo un revolucionario la puede aplicar bien la dialéctica materialista por que no utilizarla para la revolución correcta no es dialéctico.
‘J. Agirre’ es un amable «revolucionario de libro», uno mas de esos «profesores» universitarios que lo que cobran de las instituciones vascas lo utilizan para destruirlas.
La revolución es siempre la revolución y los calificativos sólo expresan las presunciones de los sujetos que pretenden enarbolar los signos de la necesidad histórica en cada momento. El mesianismo imperial del fascismo, el mesianismo sin mesianismo de los comunistas y neocomunistas no son diferentes porque estuvieran enfrentados. Son diferentes porque el fascismo o el nazismo constituyen episodios de una trama principal, que es la del propio del marxismo revolucionario. Pero desde luego ambas revoluciones son revoluciones porque los aparatos del estado y de la sociedad son destruidos y sustituidos en cada uno de los casos por un nuevo sujeto.
Pero es que además las revoluciones nazi y fascista cumplen el requisito de enseñar a los comunistas como hay que hacer la revolución. Pues pese a que Lenin y Stalin ya habían teorizado sobre la cuestión nacional, es frente al reto de las revoluciones nazi y fascista que el comunismo tiene que replantearse aquella cuestión y es entonces cuando Mao plantea aquello de que el comunista tiene que ser patriota por narices.
La revolución es un fin en sí mismo como expresión máxima del movimiento contradictorio y antagónico interior a la sociedad. También la revolución es permanente, en el sentido que da Mao, pues son permanentes las contradicciones y sus expresiones en el hombre y en la sociedad. Siempre existen razones para rebelarse, luego la revolución es una potencialidad permanente que el revolucionario debe desencadenar en cada ocasión. La revolución es el nombre histórico de la contradicción/negación que según el materialismo dialéctico es la esencia de la historia.
Una cosa es la potencialidad y posibilidad de las contradicciones y otra diferente la conciencia de las mismas derivadas del conocimiento del materialismo dialéctico. Y este conocimiento está en manos de cualquiera que lo conozca. En efecto, en el interior de las organizaciones y de los países nominalmente socialistas han surgido luchas contra sus abusos como expresión de la lucha de contrarios. Que han dado como fruto sociedades como la nuestra.
El problema de la revolución global es que en la escala y los medios con los que nos desenvolvemos eso puede ser un acontecimiento catastrófico. Los islamistas revolucionarios, que son los que han conseguido a escala global la aplicación de la guerra popular y prolongada (con un elemento subjetivo añadido que no tenían los comunistas, como era el factor de inculturación de una religión determinada) van por e camino de la radicalización de las contradicciones y eso significa una utilización de medios cada vez más destructivos. En cierta manera, nos dice el materialismo dialéctico, siguiendo la negación de lo existente, no hay modificación más radical de una situación dada que la nada derivada de la destrucción de todo.
Interpreto lo que dice Kaleume en el sentido de no empoderar a la negación posible y autodestructiva de las contradicciones y subrayar el factor de cooperación y colaboración del ser humano que, al fin y al cabo, es el que hace que todos estemos vivos.
Otro placer.
Finalizaré con unas puntualizaciones.
1.- ¿Cooperación? Si pero con garantías. “Hay un enemigo principal. De su derrota depende precisamente el avance de la lucha de clases.”. De ahí que participar en un frente unido contra el enemigo principal no ofrece garantías, ya que pasado mañana, puede definirse un nuevo enemigo principal y pases de la categoría de amigos a la de enemigos.
2.- “frente a la clase burocrática nunca dejaron de moverse nuevos sujetos liberadores.” Un buen ejemplo podría ser John Holloway: “Pero ha habido un resurgimiento en los años recientes, una creciente percepción de que no podemos esperar a la gran revolución, que tenemos que comenzar por crear algo diferente aquí y ahora. Estos experimentos son posiblemente, los embriones de un nuevo mundo, los movimientos intersticiales a partir de los cuales podría crecer una nueva sociedad.”
3.- “cooperar para generalizar el poder (¿empoderar?) a toda la sociedad. ¿Cómo? He ahí la cuestión.”
Con planteamientos como los de Holloway veo posible una cooperación con garantías. Sin ir muy lejos, aquí tenemos a un tal Arizmendiarrieta, con propuestas y realizaciones similares.
Por cierto, se ha creado una nueva web que pretende, por un lado, informar sobre todos los actos del centenario, cuyo programa oficial arrancará el próximo mes de abril y, por otro, difundir su pensamiento, y facilitar la búsqueda de referencias en torno a su figura.
Un ejemplo a seguir.
Desde luego, kaleume. La lucha debe acreditarse en la práctica. Ahí pueden darse espacios de cooperación interesantes. Las propuestas de Holloway no son perfectas, pero son interesantes. Un poco más abajo de la cita que realizas, en la misma obra de ese autor, refiere otra cita (de Hillel Ticktin) con un significado contrario: «La nueva sociedad sólo puede nacer cuando sea derribado el sistema mundial capitalista… Pero, antes de ese momento, pueden existir formas seudosocialistas y protosocialistas. No son socialistas, pero chocan con el capitalismo, al mismo tiempo que lo apuntalan». Dos propuestas de experimentación opuestas, pero también pueden resultar convergentes ante el objetivo común de revolcar esta sociedad para hacerla más habitable y más amable con el género humano.