Gabriel M. Otalora
Hace pocas fechas se cumplieron 78 años del asesinato del consejero de Sanidad, Alfredo Espinosa. Para muchas personas, Espinosa (1903-1937) sigue siendo un perfecto desconocido, aunque motivos no le falten para haber pasado a la historia por su comportamiento ejemplar como político vasco y como persona. Nacido en Bilbao en el seno de una familia republicana y estudió medicina mientras alternaba las prácticas médicas con la política. Entre otros cargos, fue concejal del Ayuntamiento de Bilbao y días después de aprobarse el Estatuto de Autonomía vasco, el lehendakari Aguirre le nombró consejero de Sanidad, representando a Izquierda Republicana con apenas 36 años.
Realizó una gran labor organizando la sanidad vasca y se distinguió por humanizar la guerra gracias a su dedicación a la población civil; él fue quien supervisó desde el punto de vista sanitario la evacuación de los miles de niños cuando ya era inminente la invasión de Bilbao por las tropas franquistas, además de preocuparse por mejorar la calidad de vida de los presos enemigos, franquistas y fascistas italianos. Aún tuvo tiempo para fundar la Cruz Roja del País Vasco y de participar en la creación de la primera Facultad de Medicina vasca.
En junio de 1937, quiso volar a Santander para reunirse con sus compañeros del Gobierno Vasco que se habían trasladado allí tras la evacuación de Bilbao ante la inminente entrada de los franquistas. A tal efecto, tomó un avión en Toulouse, pero fue traicionado por el piloto al servicio del Gobierno Vasco. El avión aterrizó en la playa de Zarautz el 21 de junio, donde esperaban a Espinosa las autoridades golpistas. Lo primero que hicieron fue transmitir por las emisoras de radio la falsa noticia de que le habían detenido cuando huía cargado de dinero que había robado a los bancos.
Trasladado a la prisión de Vitoria, es interrogado, sometido a juicio sumarísimo y condenado a muerte. El Gobierno de Euzkadi (entonces se escribía con zeta) ofreció canjear todos sus presos por su consejero Espinosa. La oferta se hizo a través del cónsul argentino en Baiona, Aquilino López, con resultado negativo por decisión expresa de Franco. Pocos días después, el 24 de junio de 1937, sería fusilado con el tiempo justo para escribir unas pocas cartas, casi todas perdidas. Una de estas cartas originales, la encontré por casualidad muchos años después cuando debió entregarse a quien iba dirigida, el lehendakari Aguirre. Estaba oculta en la casa de mis padres, y todo indica que esperando una oportunidad para llevarla a su destino. La clandestinidad la traspapeló durante décadas una vez que su autor hizo lo más difícil: escribirla y lograr que saliera, posiblemente por medio de mi tío jesuita Alfonso Moreno. En ella se recogen los sentimientos finales de un hombre horas antes de ser ejecutado por un pelotón franquista. Son unas líneas estremecedoras, escritas desde el corazón, sin odio ni venganza, llena de perdón, que es exactamente lo que nosotros necesitamos.
Recomiendo a los lectores a que lean esta maravillosa carta (clickar para leer). Fue muy emotivo escuchar al lehendakari Juan José Ibarretxe el día 8 de octubre de 2006 leyendo públicamente esta carta en Gernika, él también emocionado, con motivo del homenaje al primer Gobierno Vasco en el 70 aniversario de la toma de posesión del lehendakari Aguirre.
Alfredo Espinosa demuestra, antes que nada, que fue capaz de perdonar no solo la traición del piloto sino a los causantes del franquismo, los que le dieron la orden de asesinarle ante una tapia. Y muestra, además, estar reconciliado consigo mismo. Nadie que no lo esté puede escribir semejantes sentimientos y menos en los últimos minutos de vida, poco antes de ser fusilado por la traición de uno de los suyos. Dejó viuda y dos hijos pequeños. Si la paz es posible aun en las peores circunstancias, no hay razón para que el perdón y la reconciliación sea un imposible. Perdonar no puede ser una actitud al alcance de unos pocos, ni patrimonio único de personas religiosas y excepcionales, tipo Gandhi, como si el perdón y la reconciliación solo cupiesen en el ámbito religioso. De hecho, son miles, millones las personas capaces de perdonar a diario y mantener la mano tendida a la reconciliación en conflictos de muy diverso signo. No son noticia en los periódicos, pero sus gestos humanizan la existencia. Y es que la reconciliación y el perdón son conceptos perfectamente concretos, que exigen un esfuerzo individual añadido para que den resultados reales.
La actitud de Alfredo Espinosa es pionera en nuestra historia reciente, el de la vía Nanclares, los encuentros llamados restaurativos o la iniciativa de Glencree que, a su vez, pueden verse como antecedente de la iniciativa del Gobierno Vasco actual (Programa Zuzendu) dentro de su Plan de Paz y Convivencia. Es el camino para que el perdón no pueda considerarse una debilidad ni un coto cerrado del que excluimos a quienes juzgamos indignos del mismo. Es necesario perdonar por la necesidad de liberarnos de los efectos de la rabia y rencor que impiden la paz interior y la restauración de la armonía dañada. Cincuenta años después de la Segunda Guerra Mundial, algunos de los internados en campos de concentración de las junglas asiáticas tramaban aún la venganza. De hecho, la palabra resentimiento viene de re-sentir, es decir, volver a sentir intensa e insanamente una y otra vez, que influye directamente en nuestro bienestar emocional hasta repercutir en el bienestar físico.
Alguien dijo con mucha razón que el perdón es, sobre todo, el medio para reparar algo que se ha roto. Memoria y perdón no es olvido ni echarse las culpas. Se trata de aceptar el pasado, convivir en el presente y prepararse para que no vuelvan a ocurrir ciertas cosas con una actitud regenerada ¿Existe mejor reinserción que ésta? Me pregunto por qué la aversión a ligar la justicia penal con la actitud de perdón y reconciliación, aunque sea de forma experimental; creo que revolucionaría el resultado de la reinserción. Nos cuesta pedir perdón y aceptar el perdón que nos viene del ofensor. Pendiente queda de realizar el relato compartido de mínimos en clave de memoria histórica, desde el reconocimiento y homenaje a todas las víctimas de la dictadura franquista y del terrorismo posterior de un lado y del otro. Lo han logrado en todo o en parte, en Sudáfrica, en Argentina, en Chile, en Alemania, en Francia (Vichy), en Irlanda… ¿por qué no aquí?
La ética y la inteligencia demandan preguntarnos qué estamos entendiendo por justicia mientras creamos que el perdón es un signo de falta de carácter; el recurso del débil y del perdedor. Experiencias como la de Alfredo Espinosa deben ser publicitadas ante el largo camino pendiente, con demasiadas víctimas y victimarios que no se sienten con fuerzas para emprender esta liberadora senda. Como le ocurre a una parte de la sociedad. Pero el camino que humaniza y libera es una realidad a pesar de tantas personas interesadas en que fracasen este tipo de iniciativas, olvidándose de la gran reflexión de Alfred d’Houdelot, de que nadie se atreve a ofender de nuevo a quien perdona siempre.
El pasado no es solo una fábrica de nostalgias; es la escuela que nos permite alcanzar la madurez asimilando las experiencias pasadas. Alfredo Espinosa debe ser el poderoso revulsivo ético en su «locura» de perdón y reconciliación. Alguien como él no puede caer en el olvido, no es un lujo que nos podemos permitir. Estoy seguro que si él hubiese podido escapar de su captura, les hubiera perdonado a todos: al piloto Yanguas y a quienes le calumniaron y estuvieron bien dispuestos a asesinarle. Aprendamos de Alfredo Espinosa.
Muy buen artículo.
Nos recuerda tiempos en los que los vascos, desde tradiciones distintas, luchaban contra el fascismo en una guerra en la que el Gobierno Vasco tenía como objetivo prioritario defender las garantías cívicas de sus enemigos.
Que diferente respecto a los que cínicamente reconoce «el daño causado» pero dan por buena la estrategia que causó daño y consideran héroes a los críminales que mataron en su nombre.
se ve que has entendido bien el artículo en toda su extensión.
Los valores del perdón y la reconciliación que el articulista nombra al final no son compatibles con la izquierda abertzale, que no perdona y no quiere reconciliarse. Para algo nos tiene que servir la historia, sobre todo para poner a algunos en su sitio.
Y dale con el perdón , qué cosa más hediondamente jesuítica y asociada al pecado , esa creación de la casta de sacerdotes judaica , que luego pasó al cristianismo e islamismo.
Ya ven de que les servía a los jeltzales ( Que también mataban en la guerra , podían heberse declarado insumisos y rechazar el tomar las armas , pero no lo hicieron y mataron ) su fe católica y apostólica , su fe en el Dios de Abraham , el cual les dejó tirados y ayudó a la horda fascista , bendecida por el 100 % de la jerarquía eclesial española y vasca.
Os dejo el link a un jugoso texto de Mark Twain , » Cartas de la Tierra »
No tiene desperdicio.
http://files.textos-para-el-debate.webnode.es/200000479-6336f65263/Cartas%20de%20la%20Tierra%20_%20Mark%20Twain.pdf
Es posible que el perdón sea hediondo para los que no quieren perdonar y quieren seguir justificando los asesinatos de ETA. Los jeltzales defendían un gobierno legítimo mientras ETA ejercía violencia terrorista contra todo tipo de gente. Mientras tanto, los que no perdonan tienen que sufrir las penas integras por sus crímenes.
Liztor, el perdòn no es dolo religioso. Documéntese y lea a anna harendt nada sospechosa
Pedo
Gabi, admitamos que el perdón no es solo religioso, sería un debate larguísimo, mejor con una cerveza delante que en unas líneas que a la fuerza deben ser directas, resumidas.
Hay un problema. Quién señala a los culpables, quién dicta quién debe pedir perdón. Son siempre «los otros» los que han obrado mal porque yo tengo siempre una justificación para mi postura. Hice esto porque a mi me hicieron lo otro.
Hay muchas formas de culpabilidad, sea por acción por omisión o por ceguera.
En la mayoría de los casos, el culpable es el perdedor, el ganador escribe el relato y quien no acepte el «suelo ético» por él marcado, es el malo, el que debe pedir perdón.
Cuando alguien nos hace algo, es bueno pensar en el por qué. En «qué he hecho yo para que me haga esto». Caer en maniqueismos de separar a las personas en culpables e inocentes, en buenos y malos, es el error asumido por la actual sociedad nuestra….y no es así.
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Esker mila Gabril por esta aportación. Desconocía las vivencias de este gran señor en los últimos momentos de su vida. La carta que escribió, envuelto en una situación terrorifica, es francamente sobrecogedora.
Este señor supo validar una de las máximas del DALAI LAMA:
«Solamente hay dos días en el año en los cuales nada se puede hacer. Uno de esos días se llama AYER y el otro se llama MAÑANA, con lo cual HOY es el día adecuado para amar, creer, hacer y sobre todo vivir».
Existen muchos refranes en efecto que nos recuerdan la importancia de construir un futuro, desde el presente y haciendo una valoración exhaustiva del pasado.
¿Sabremos por lo tanto lograr una paz serena, sincera, duradera en nuestra nación?
Para ello, entre otros, son dos los males que debemos ignorar: la envidia y el orgullo.
A pesar de intereses de unos y otros para que ese día nunca llegue, tengo fe en que lo lograremos.
JELen
“Cuando alguien nos hace algo, es bueno pensar en el por qué. En “qué he hecho yo para que me haga esto”. Caer en maniqueismos de separar a las personas en culpables e inocentes, en buenos y malos, es el error asumido por la actual sociedad nuestra….y no es así.”
¿Esta afirmación habrá que matizarla?, esperemos que no la de por valida un juez que trate casos de agresión de genero.
El tema es aceptar que existen valores pre-políticos (derechos humanos) y no aplicar las teorías de Jule Gokoetxea:
“La vida ha de dejar de ser un valor per se.”
“La vida, como vida, no implica más que vida. Dar valor a la vida por encima de la dignidad es dar valor al sinsentido por encima del sentido.”
Sí, señor Otalora , el perdón que tanto manosean ustedes es dolo religioso para los del suelo ético , entre los que seguramente se halla usted .
Se permiten el lujo de tergiversar la historia , se autoamnistían y hacen pedorretas cuando se les presentan los informes del relator de la ONU ( El relator de la ONU insiste: España debe juzgar los crímenes del franquismo http://politica.elpais.com/politica/2014/02/03/actualidad/1391443224_877477.html )
Primero lo primero , señor Otalora , luego las derivaciones de lo primero y juzgando con el mismo rasero , nada de relativismo ( que se lo van a reprochar Ratzinger y Don Munilla , mallei maleficarum )
afortunadamente las distintas tradiciones siguen trabajando por el entendimiento entre diferentes en Euskadi y por una España federal Batasuna es sinonimo de dictadura y marxismo que lleva al desastre total.
Es normal que un hombre que roza la sicopatía política de liztor tenga ese odio corrupio al perdón. La excusa de los excusadores de criminales baturros es la de los crímenes del franquismo. Pero Franco murió hace 40 años y ETA siguió matando y que vais a pedir perdón vosotros los jaleadores de asesinos y criminales.
De Greiff-i buruz ematen den 2014 urteko informazioaren osagarri bezala lerro hauek interesanteak izango direla deritzot:
Jokin Bildarratz Senatuan Euzko Abertzaleak taldeko bozeramaileak Nazio Batuen Erakundeko Egia, justizia eta ordaina sustatzeko eta Ez Errepikatzea bermatzeko Errelatore Berezi Pablo de Greiff-ek Goi Ganberara 2013.an egin zuen bisita aprobetxatu zuen,, Euskadin Giza Eskubideen alorrean iraganari (Guda Zibila eta Frankismoa) eta orainari dagokionez (ETAren bortxakeriaren amaiera eta Euskadin bizikidetza finkatzea) ematen zen egoeraren berri emateko:
Bilarratzek De Greiff-i eskatu zion Oroimen Historikoaren tutoretzan eta Giza Eskubideen defentsan inplikatzea.
Bost puntutan oinarritu zuen eginiko azalpena:
-Espainiar Gobernuaren aldetik Oroimen Historikoaren ez betetze argia gertatzen dela.
-Espainiako Gobernuak Valle de los Caidos delakoaren inguruan dituen helburuak eta planak argitu behar dituela, eta zehatzago, Francisco Francoren gorpuzkiekin zer egiteko asmoa duen.
-Euskadin terrorismoaren biktimei buruzko azken 50 urteotako oroimena lantzen jarraitu beharra dagoela.
-107 dekretua garatzeko beharra, dekretu honetan islatzen baita 1978 urtera arteko biktimen aitortza eta giza eskubideen urraketa.
-1978 urtetik honako tartean izan diren biktimak aitortzeko eta egin diren giza eskubideen urraketari buruz egin beharreko lanean nazioarteko ikuspuntua eta laguntasuna eskatzea.
Pablo de Greiff Nazio Batuen Erakundean egiten ari zen lana aitortu eta eskertu ondoren, Errelatoreari eskatu zion Oroimen Historikoarekin eta Euskadirekin zerikusia duen guztian inplikatzea eta erakundeen arteko lankidetza eskatu du Egia, Justizia eta Ordaina sustatzeko eta Ez Errepikatzea bermatzeko ekimenean.
Nahi baino astiroago, baina aurrera goaz.
Liztor, vaya cabreo el de Satanás ante la moral del Hacedor.!
Es la moral de los del suelo ético , todavía con el pringue de la sangre de los cientos de miles de asesinados y sin haber hecho absolutamente nada para que se les haga justicia. Es el precio de la transición , en la que el PNV homologó el nuevo régimen seudodemocrático y corrupto hasta las trancas por su correspondiente plato de lentejas , autoamnistía de los prebostes del régimen incluída.
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A ti la justicia de los asesinados por Franco te es una excusa para justificar los asesinatos de ETA. No se puede caer más bajo que Liztor ni en lo humano ni en lo político. La mayoría de los vascos se posicionó con el PNV y con otros partidos que hicieron el estatuto, mientras los baturros matabáis.
Azi, que se te ve el plumero!
Y cómo mataron! a diestro y siniestro! Pero ya está todo olvidado, buen rollo, todos amigos, menos las víctimas que no existen, cambios políticos, nuevos status, derecho a decidir, nuevos tiempos, y toros no! eso sí, nada de toros, que nos hiere la sensibilidad humanista.
Según de los foreros de la IA los nacionalistas con franco se autoasesinaron y
con ETA se deben de preguntar, ¿ qué he hecho yo para que me hagan esto?
Después se hacen la autocrítica y la conclusión a la que llegan, es que los del PNV han conseguido poco y además se les ve el plumero.
ETA a los nacionalistas poquita cosa les ha hecho. Más que a los curas sí, pero poquita cosa.