Imanol Lizarralde
Si en el anterior capítulo hablábamos de las figuras de la revolución y el contrapoder en la ponencia de Ernai, organización que se autodemina como «Ezker Abertzalearen baitan kokatzen den Euskal Herriko gazte antolakunde independentista, sozialista, feminista eta iraultzailea», en lo referente a las identidades sexuales y de género, Ernai tiene que convenir que la eclosión de este fenómeno es fruto de la propia dinámica de la sociedad del mercado:
“Respecto al sexo, de ser sucio y prohibido, nos hemos pasado al hipersexo. El sexo por todos los lados y de todas las formas”. En referencia a los homosexuales, “el sistema los ha convertido en algo propio y en producto de moda para el consumo”.
A pesar de una serie de latiguillos, como la denuncia de la “homofobia” y de la opresión de hermafroditas y transexuales, así como la supuesta vocación del capitalismo de canalizar las relaciones sexuales por el camino de “la monogamia, la heterosexualidad y el coito”, estas afirmaciones se encuentran en franca contradicción con la lógica del capital y del mercado descrita, por ejemplo, por Alain Badiou (San Pablo, la invención de la universalidad, p. 11, 14):
“La lógica capitalista del equivalente general y la lógica identitaria y cultural de las comunidades o de las minorías forman un conjunto articulado”, “Los dos componentes del conjunto articulado (homogeneidad abstracta del capital y reivindicaciones identitarias) están en una relación de espejo y de mantenimiento recíproco”. O, por ejemplo:
¡Qué devenir inagotable para las inversiones mercantiles el surgimiento en forma de comunidad reivindicativa y de pretendida singularidad cultural, de las mujeres, de los homosexuales, de los minusválidos, de los árabes”.
Según esta visión, las identidades y las minorías sexuales, religiosas y de todo tipo constituyen el verdadero magma de nuestro tipo de sociedad, en la cual debe reinar la ilusión de la oferta y de las posibilidades infinitas, en todos los ámbitos. Las minorías y las identidades hay que juzgarlas, aquí también, como se juzga a las personas individuales, en función de su vinculación al sistema o al sujeto revolucionario de turno: “La cuestión es saber lo que las categorías identitarias y comunitaristas tienen que ver con los procesos de verdad, por ejemplo, con los procesos políticos”.
Pero, “por otra parte, un proceso de verdad no puede anclarse tampoco en lo identitario. Ya que si es cierto que toda verdad surge como singularidad, su singularidad es inmediatamente universalizable. La singularidad universalizable provoca una ruptura con la singularidad identitaria” (Badiou, p. 12). Ernai, en el terreno de la juventud vasca, es la forma de vinculación de lo particular (el abertzalismo, las identidades múltiples de las minorías) con lo universal (el socialismo del siglo XXI). También constituye una ruptura con lo identitario, que no tiene un valor por sí mismo sino se vincula con un “proceso de verdad”.
Esto no quita que las propuestas “liberadoras” de Ernai son un mero reflejo de una realidad de esa lógica del capital y el mercado, que no tiene sexo ni sostiene ninguna figura paterna y cuya autoridad se basa en la obsesión-compulsión derivada de la psicología del narcisismo y el ego, que es el verdadero sujeto del consumo como forma de vida. En el capitalismo de mercado de las sociedades post-industriales la autoridad paterna ha sido defenestrada en beneficio de identidades juvenistas-adolescentes, que son el motor de su estética y de sus modas y de la circulación de los productos y el capital.
Los jóvenes de Ernai se encuentran algo atascados entre el paradigma de sus padres ideológicos, todavía atados al modo de sociedad de masas de la sociedad industrial, y la sociedad privatizada, post-moderna y post-industrial en cuyo marco y valores estamos actualmente inmersos. Mientras exigen que sigamos “matando al padre”, ellos mismos son sumisos a sus “padres” (los actuales dirigentes del MLNV, la nomenclatura inamovible que desde los 80 gobierna al movimiento) y a sus obsesiones anti-paternas, en un ejemplo paradójico de fidelidad filial.
Para el MLNV, y Ernai lo refleja en su ponencia, toda identidad, ya sea la nacional vasca o la sexual personal, es una identidad construida. No vamos a entrar en profundizar los detalles de la evidencia de que toda identidad está dada por una serie de condicionamientos y que los seres humanos optamos en función de la identidad que se nos ha dado. Pero ¿por qué Ernai subraya la exclusividad de la construcción y opción de identidades? ¿Por qué su obsesión por atacar a la familia tradicional, a la fidelidad interpersonal y el amor romántico? ¿Por qué coincide de forma tan plena con la lógica del capitalismo consumista al decir que podemos optar por miles de identidades? Porque el sujeto de vinculación de los militantes del MLNV no puede ni tiene que ser otra persona o grupo (padre, madre, esposo, pareja…) sino que tiene que ser el propio sujeto colectivo o sus representantes.
Me acuerdo de haber leído la anécdota de un chino que en la época de Mao se encontró con una cartera llena de dinero y fue a devolverla a una comisaría de policía. Allí fue interrogado por los agentes que le afearon su conducta, porque “sólo había que ser honrado con el Estado”. Del mismo modo, siguiendo esta línea de apego al mito del “ser humano colectivo”, los jóvenes de Ernai sólo entienden la fidelidad al sujeto, al MLNV.
Pero respecto a este sujeto, su sumisión y disciplina son proverbiales. Dicen la ponencia: “Hacer ver que el conflicto sigue vivo y agitar las calles es la función de la Organización Juvenil, activando a la juventud para ello”. Valga la paradoja final de que la rebelión y la rebeldía son un decreto que los jóvenes del MLNV han obedecido desde siempre y quieren seguir obedeciendo instrumentalizando nuestra juventud como carne de cañón.
Al consumismo le conviene las relaciones provisionales, poco duraderas, variadas, de muchos tipos. Al MLNV también, aunque sea por otras razones. Para mí es la conclusión más interesante de las citas de Ernai, aunque lo tapen con la mención al «patriarcalismo» que no sabemos donde se encuentra. ¿Quién es el héroe de nuestro tiempo? ¿John Wayne con su cara de padre? ¿O Brad Pitt con sus pintillas de niñato consumidor de sustancias? Siempre existe una autoridad, pero esta ya no es la del padre, es la del capital (que no tiene rostro, es fluido, movible) o la autoridad de los jefes del MLNV (siempre ocultos pero moviendo los hilos).
A mí me flipa lo de que están en contra del amor romántico. Eso es digno de una secta. Aunque las sectas no sean tan claras.
Están tan centrados en las paranas freudianas de los fundadores de ETA y no quieren darse cuenta. La sociedad consumista no necesita de la familia ni del amor entre parejas.
Pero ¿qué sería de la izquierda abertzale sin enemigos? Como en 1984, como le llamaban a eso, la hora del odio, creo, cuando ponían en la pantalla la cara de un enemigo al que toda la gente insultaba como terapia colectiva.
K bonita estampa la d la foto aunk la txika d la izkierda, no se si xk se ha tomado + en serio el tema del «hipersexo» se le ve 1 poko deskolokada kon el resto, k tienen pinta d recien levantaos d la kama.
Es lo k tiene kuando el salvaje kapitalismo konvierte el sexo en merkancia d konsumo, k komo el kapital, el sexo se distribuye d forma injusta en manos d 1s pokos k todo lo akaparan, es necesarios formar los soviet del sexo, «sexovietak» xa arreglar esta injusta distribucion del kapital sexual.
Será de esperar que en la próxima gazte akanpada los colectivos de Ernai vayan a montar tiendas de campaña con variadas modalidades de actividad sexual, para aquellos que se hayan recuperado de la moxkorra de kalimotxos y pastillas.
Están en contra del amor romántico, dicen. Porque, según ellos, se corresponde con una dominación machista, con unos estereotipos. Simplemente, les parece de lo más full en lo feminista y igualitario decir que , partiendo de una idea muy concreta del amor romántico (macho alfa y niñita feliz a lo poligonero), este tiene que ser pernicioso siempre. Igual que al inicio de las ideas feministas era lo más denunciar cualquier tipo de relación estable, reduciéndolo, en un alarde de colonización mental como lo dirían ellas mismas, al esquema de matrimonio entre un hombre y una mujer.
Igual que esto evolucionó hacia otra forma de entender las relacions (si no, el colectivo LGTB no habría puesto el acento en el matrimonio como derecho), también evolucionará esta idea que ahora parece obsesionar a algunas personas. Si no.. Vas y se lo cuentas a sus propios gays y sus propias lesbianas, que también tienen relaciones personales y afectivas. ¿Eso no es amor romántico? Pues yo diría que sí,
Jokin de Irala nos explica que la homosexualidad es una enfermedad que se cura.
http://gananzia.com/el-hermano-de-xabier-de-irala-dice-que-la-homosexualidad-es-una-enfermedad-curable/comment-page-1#comment-151856
Gran aportación Arranotxu. ¿Es qué Jokin de Irala es de Ernai?
Arranotxu,
es falso eso de que Jokin «dice que es curable».
No voy a repetir aqui lo ya expuesto en la revista del corazón «Gananzia».
JELen agur
Coincido con Jokin que la homosexualidad es una enfermedad («alteración en el objeto de deseo sexual» como cualquier otra «filia») y ademas curable. Pero como todo, depende de la voluntad del individuo en re-dirigir el comportamiento sexual hacia lo que la naturaleza nos da a entender que es lo apropiado.
Joseba,
insisto: Jokin nunca emplea la palabra «enfermedad». Así es que es dificil que coincidas con él en eso.
Lo que sí hace es referencia a que existen colectivos de exhomosexuales que se han tratado traumas de la infancia y que han redescubierto su heterosexualidad.
Como apuntas, no mete a todos en el mismo saco sino que habla de algunos colectivos:
http://www.narth.com
http://www.peoplecanchange.com
JELen agur
Querido Ander,
Es cierto. Jokin cuida el lenguaje mejor que yo (Jokin es un personaje que da la cara, es más público. Yo no).
En psiquiatría ¿dónde empieza la enfermedad y termina la alteración?
Comprobar todos los grifos de la casa antes de salir ¿Es una enfermedad?
¿un comportamiento inadecuado?
El comportamiento de Jack Nicholson en Mejor Imposible ¿es una enfermedad o un comportamiento inadecuado?
Tener azucar alta en sangre ¿es una enfermedad o una alteracion?
Vivir solitario con complejos para relacionarte con mujeres y tener relaciones con las ovejas de tu rebaño ¿Es una enfermedad o un comportamiento alterado?
Yo no sé muy bien dónde poner el límite entre un concepto u otro. La verdad es que me importa poco, porque yo no estigmatizo el término enfermedad. Pero el colectivo homosexual sí lo hace.
Pero si algo es curable, yo no tengo problema en decir que es una enfermedad.
Las enfermedades pueden ser muy leves o mínimamente relevantes que solo requieren una pequeña modificación en los hábitos, como el azucar, la tension arterial, el colesterol, el tabaquismo…
Tarjeta de presentación de Ernai en las paredes del batzoki de Beasain:
http://eajpnvbeasain.wordpress.com/2013/03/12/garai-berriak-aidanez/