Patxi Baztarrika bere blogean
“Menos teatro, que PNV y PSE-EE ya tenéis hecho el pacto para formar Gobierno, reparto de las consejerías incluido: yo ya sé que eso es así”. Más o menos en esos términos se dirigió Mintegi a Urkullu y López en el debate que protagonizaron en ETB-2 la semana anterior a las elecciones. Los candidatos de PSE-EE y PP, por su parte, insistían, un día sí y otro también, en que, si daban los números, el PNV pactaría el Gobierno con EHBildu. Ahora resulta que no, ahora resulta que, según todos ellos, “el PNV tenía decidido desde el principio gobernar en solitario”.
PSE-EE y EHBildu fingen sorpresa porque el partido ganador de las elecciones, PNV, y el futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, hayan optado por iniciar sin más dilación la legislatura gobernando en solitario, aunque sin cerrar la puerta a otras opciones que -¡vaya usted a saber!- podrían asomar al escenario político en el futuro. A la vista de las especificidades y limitaciones del panorama político, la del Gobierno monocolor es una opción que, ya antes de que se abrieran las urnas, se antojaba como una de las más previsibles -siempre y cuando lo permitieran los resultados, claro está-. El veredicto de las urnas, la dificultad para una mayoría absoluta al margen del PNV y la actitud mostrada por cada partido se han encargado de sancionar tal opción como la única “realmente” posible en este momento.
Así, llama la atención el simulacro de sorpresa y contrariedad porque ni EHBildu ni PSE-EE están hoy, por razones diferentes, en disposición de convertirse en socios de gobierno de un PNV claramente fortalecido en las urnas. Si su voluntad no es -parece claro- favorable a participar en un Gobierno liderado por el PNV, ¿por qué escenificar un dudoso sentimiento de aflicción y preocupación ante la única decisión posible de este partido?
Ya lo había anunciado en declaraciones públicas la portavoz de la luego sorprendida izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, días antes de que se celebrara la primera reunión entre PNV y EHBildu, es decir, antes de conocer la propuesta del PNV: “no entraremos en un Gobierno de coalición con el PNV porque apoyó los recortes de Zapatero y a los ejecutivos del PP”. El principal objetivo político de la izquierda abertzale es arrebatarle al PNV la primacía, por lo que lo más previsible es que intente hacer una muy dura oposición al PNV, especialmente tras el revolcón sufrido en Gipuzkoa a manos de los jeltzales.
El PSE-EE, por su parte, se debate entre quienes, como Jáuregui, apuestan por la coalición con el PNV, y quienes, como Elorza y otros, defienden todo lo contrario. El varapalo recibido en las urnas por el PSE-EE supone el fracaso inapelable de la estrategia que lo llevó a Ajuria-enea sin haber ganado las elecciones, gracias a los votos del PP y renunciando a la predicada transversalidad. Es entendible que, después de la sentencia emitida por la ciudadanía, su máxima preocupación sea hoy reencontrarse a sí mismo y definir un rumbo del que hoy por hoy carece.
Urkullu, por su parte, ha anunciado para su Gobierno un programa y un horizonte precisos para responder por ese orden a sus prioridades: crisis económica y empleo, paz y convivencia, y un nuevo estatus de más y mejor autogobierno. Pero, sin mayoría absoluta, va a tener que emplearse a fondo para conseguir acuerdos. Complicado. Claro que es suya la responsabilidad de gobierno y, por tanto, la principal responsabilidad de alcanzar acuerdos. Pero no es solo suya. En mayor o menor medida incumbe a todos la responsabilidad de la necesaria estabilidad institucional, tanto a EHBildu y PP (que gobiernan en minoría en Gipuzkoa y Araba, con 22 y 16 de 51, respectivamente, así como en San Sebastián y Vitoria, con 8 y 9 de 27), como al PSE-EE (que gobierna, también en minoría, algunos de los principales ayuntamientos vascos).
EHBildu y PSE-EE se apresuran ya a anunciar, con significativo alborozo, la supuesta debilidad de un Gobierno aún no constituido. Dicen los socialistas que, si tras la ruptura de su pacto con el PP era débil su Gobierno porque contaba con el apoyo de sólo 25 escaños, también lo será el del PNV con el apoyo de 27. Pretenden echar tierra sobre algo esencial: los 27 del PNV y Urkullu son el primer grupo parlamentario, mayoría minoritaria, mientras los 25 del PSE-EE, sin PP, constituían el segundo grupo y suponían la minoría minoritaria de un Parlamento en el que el PNV contaba con 5 escaños y 80.000 votos más que los socialistas. No es lo mismo una mayoría minoritaria que ejerce su responsabilidad que una minoría minoritaria que pretende gobernar enfrentada a la mayoría. Lo primero es legítimo y podría desarrollar una sólida acción de gobierno, el tiempo lo dirá. Lo segundo es simplemente una anomalía democrática. En los 32 años de historia del Parlamento Vasco, jamás había habido un Gobierno monocolor apoyado solo por el segundo grupo. Insólita minoría, sin duda.
La dialéctica Gobierno-oposición es saludable y necesaria en una sociedad plural y democrática. El Gobierno tendrá que esmerarse en el arte del bien gobernar y redoblar sus esfuerzos para la búsqueda permanente de acuerdos, y esperemos que se encuentre con una oposición eficaz en el control del gobierno pero que huya del bloqueo, una oposición que no se atribuya la función de desgobernar, de jugar al perro del hortelano, que ni gobierna ni deja gobernar. El latiguillo del eje de izquierdas podría ser la txapela bajo la que la izquierda abertzale y los socialistas se cobijaran para hacer pinza y unir sus fuerzas a fin de tratar de impedir una acción de gobierno estable del PNV. Al tiempo. Hace meses que Patxi Zabaleta manifestó públicamente no descartar un pacto con el PSE-EE; puso como ejemplo el pacto fiscal de Gipuzkoa. Y recientemente López y Jiménez han abierto esa misma puerta de par en par. Pronto se verá si el nuevo tiempo es tiempo de cooperación o enfrentamiento. En todo caso, la ciudadanía sabrá tomar buena nota de la actuación de cada partido, también de la oposición.
Los de Bildu son los apóstoles de la mentira y es verdad como dice Baztarrika que vendieron que el PNV y el PSOE tenían un acuerdo pactado y ahora dicen que el PNV quería gobernar en solitario. No debemos extrañarnos de las evoluciones verbales de los de Bildu cuya ideología demostrar que son unos sinvergüenzas orgullosos de no tener vergüenza.
Los del PSOE son imitadores de Bildu aunque no llegan a sus picos. La estancia de Patxi Lopez en Ajuria Enea con un gobierno de minoría minoritaria ha constituído una gran erosión para la imagen y la representatividad democrática del Gobierno Vasco. Efectivamente, no es comparable un gobierno minoritario del PNV, que es para lo que dan las cifras del Parlamento, o el engendro que hemos padecido estos tres últimos años.
Ave JEL
Sr. Baztarrika, el bacilo del sectarismo y la marrullería partidaria sucumbe ante la penicilínica honradez ecuánime y objetiva de su prédica.
Los demócratas gobernaremos así Kutxabank como el gobierno, y construiremos grandes infraestructuras, porque somos la gran mayoría.
Kutxabank-en eta Alta Velocidad Española-n Agur Jaunak
La izquierda abertzale está dispuesta a pactar con cualquiera un nuevo marco de convivencia. El pueblo nos pide un proceso de paz integral que aborde el problema político subyacente. ¿Se apunta el PNV a ese viaje?
Estamos viviendo un momento transicional. Sólo una de las partes se mueve. Entre todos tenemos que construir las bases de un proceso democrático.
Desgraciadamente, el PNV se mueve sólo por interés partidista. Se le ve una gran falta de compromiso con el proceso de paz. El PNV tendría que ser parte de la gran marea popular que pide la liberación de los presos. ¿Qué hace? Mirar los puestos del nuevo Gobierno.
Necesitamos amplitud de miras. La izquierda abertzale siempre tendrá los brazos abiertos para iniciar un camino que nos va a llevar, en breve tiempo, a la independencia.
En Catalunya ya hay una mayoría independentista. Aquí no la hay por que el PNV no quiere.
«Urkullu, por su parte, ha anunciado para su Gobierno un programa».
Programa?. Que programa?.
Si Tupari la izquierda radical está dispuesta siempre a propinar el abrazo del oso a cualquiera que se le ponga en su camino. Esperemos que el PNV no se apunte a vuestra propuesta de suicidio.
Estos del MLNV son la hórdiga. Quieren que el PNV se meta en un fregao como el de Mas para favorecerles en una radicalización de la situación y además quieren que engordemos las manifas de sus presos. Siempre hay que estar supurando adrenalina, gritando consignas y siguiendo a luces voladoras que nos llevarán a algún sition que se encuentra en ninguna parte.
Estoy de acuerdo con Patxi,donde estan todas las frases con contenido de colaboración de EHBILDU y del PSOE en la campaña, da tristeza la baja mira política y falta de sentido de País, en estos momentos donde hay que dejar los pelos en la gatera, todos buscan argumentos de NO colaboración con el PNV, ganador indiscutible.
Con EHBILDU se podrá hablar con matices de la Paz,reconciliación,derecho a decidir y señas de identidad, pero ya han puesto sus barreras, queriendo imponer «nuevo modelo socio económico revolucionario» , censurando a los Empresarios, en vez de aportar y arrimar el hombro para activar la economía,que falta de responsabilidad, así cualquiera hace la revolución.
Esa actictud es la facilona,yo te desgasto en el Parlamento y en ruedas de prensa y a sacar rentabilidad política.
Eso en este momento no sirve,como mucho les va a durar 6 meses de Legislatura, el PNV no va a permitir que nadie se baje de este tren.
El PSOE,mejor que se dedique a ordenar su casa desde luego, porque han hundido este País, podrían ser la piedra angular, pero sus cuadros en estos momentos están totalmente amortizados y mientras no tengan una renovación interna y no mofiquen sus conductas y actitudes después del gran fracaso, no valen para este viaje.
El PNV como siempre asumira la responsabilidad que le han otorgado sus votantes y dejara la piel, más vale ir solo que mal acompañado.Como decía Arzallus, unos mueven el árbol y Euskadi recogera las nueces.
Gracias al Lehendakari Patxi López los trabajadores del Gobierno Vasco, van a recibir su legítimo salario. La campaña de ataque a los servidores de la ciudadanía vasca es lamentable, pues se han solidarizado con la crisis como los demás. Recordar que su sueldo lleva congelado mas de 3 años y que el año pasado se redujo en un 5%.
Las recomendaciones del Sr Ortuzar (PNV) no se han llevado a cabo. Este personajillo cargado de michelines que pasó a ser director de EITB tras dejar la presidencia del BBB, no mira por los trabajadores sino que está mas pendiente de su salario de mas de 4500 euros mensuales a costa de las subvenciones que los ciudadanos pagamos a los partidos políticos.
Por favor, que el Sr Mediavilla y el Sr Ortuzar pierdan colesterol y adelgacen sus sueldos millonarios antes de meterse con los trabajadores vascos. Estamos hartos de estos michelines colesterólicos y de sus indecentes consejos.
Hamaikatimo te debes pensar que vas a ser el próximo candidato a Lehendakari del PSOE diciendo como dices esa ristra de genialidades. Y dale da dar la chapa con lo de la paga de los funcionarios… Patxi Lopez fue Lehendakari por que le apoyó Rajoy y el PP. Esa es la verdad de la buena de la que te quieres escaquear.
Aquí no hay sueldo más malgastado que el que gastan los inútiles, toda la plana del PSOE en el Gobierno Vasco, pandilla de inútiles que han dejado a Euskadi por los suelos.
JELen agur
¿Paga extra a costa de más deficit?
Sugiero que lo paguen los del gobierno saliente de su sueldo. Como pena por el delito de nefando desgobierno inane.