Imanol Lizarralde
Hace tiempo que vengo apuntando la existencia de un intercambio de gestos pactados entre el Gobierno español y el MLNV y después de que el gobierno español sugiriera al Constitucional la conveniencia de la legalización de Bildu, es interesante observar cómo opinadores como el especialista en el conflicto norirlandés, Rogelio Alonso, publicaba un artículo interesante en el ABC acerca del tema de la legalización/ilegalización y de sus efectos propagandísticos. La cuestión de la propaganda es de importancia capital. A nadie se le escapa que, ante unas elecciones de carácter local y territorial, el MLNV ha conseguido que su estatus legal sea el tema central de la campaña. ¿Cómo lo ha conseguido? Rogelio Alonso aporta una serie de razones y datos nada desdeñables afirmando (refiriéndose seguramente a la orientación editorial del periódico El País) que:
“La propaganda terrorista había logrado uno de sus objetivos: encuadrar la escenificación de los líderes de Batasuna en un marco positivo para esta al dar credibilidad a una aparente ruptura del partido con la violencia”.
En efecto, el MLNV ha conseguido extender el criterio de que existe una ruptura y una creciente contradicción entre Batasuna y ETA, convirtiéndose, al mismo tiempo, de cara a sus interlocutores políticos y a la propia opinión pública, en garante de que ETA vaya por el camino de “proceso”, como expresan las palabras citadas del líder de Batasuna Rufi Etxeberria: “tuvimos un debate de la base, participaron 7000 personas, y sus decisiones vinculan a todas las organizaciones, incluida ETA”. Como fruto de ello, según Alonso, se ha extendido la idea de que “Batasuna ha dado un importante e histórico paso al decir cosas que hasta ahora no había dicho, y por primera vez rechaza la violencia y aboga por reparar las víctimas”. Una idea que ya era proclamada por los líderes del MLNV en 1998, 1999 y el 2010, en el sentido de su “apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas para la solución del conflicto”.
La separación de ETA-Batasuna son cuestiones que hay que entenderlas en función una lógica peculiar: Batasuna es una organización política, luego sus vías son siempre políticas; ETA y Batasuna son distintas organizaciones del mismo movimiento, el MLNV, pero con diferentes funciones. La ligazón de ETA y Batasuna por la vía de las asambleas de las organizaciones de base del MLNV, a cuyos mandatos, según Rufi Etxeberria, se vinculan las decisiones de ETA, es el argumento que utiliza Rogelio Alonso para expresar la falta de voluntad de paz del MLNV: los “políticos” “no han exigido la disolución de ETA”, que podía haberse planteado a ese nivel asambleario. Por ello plantea que: “Batasuna promete el final de ETA exigiendo concesiones (…), un final que posponen con objeto de seguir extrayendo beneficios, entre ellos una negociación con ETA”.
El problema de este párrafo es que no existe una relación causal entre el análisis cierto, de que la lucha armada, aun en estado de amenaza, es un factor de presión, con la terapia en pro de la ilegalización, que, supone Alonso, sería una buena medida para conseguir que los “políticos” del MLNV reclamaran un final para ETA. Más allá de que la legalización de Batasuna es (en mí opinión) cuestión de respeto de los principios democráticos, y que la ilegalización pone al Estado de Derecho en contradicción práctica consigo mismo (en cuanto a que la realidad ilegalizada no desaparece por decreto, sino que está viva y sigue actuando, como lo hemos visto en los últimos tiempos), el sentimiento de agravio respecto a la ilegalización ha sido un factor nada desdeñable para que el MLNV haya recuperado la fuerza que perdió en mayo de 2001. Es el factor que otorga cohesión a los llamados blandos y duros. En estos momentos, además, parte de la estrategia del MLNV consiste en hacer ver que el Estado es más opresivo que ETA. La explotación de los deficits democráticos, reales o imaginarios es parte de la campaña propagandística del MLNV. A continuación, afirma Alonso:
“….los dirigentes de Batasuna recurren a mecanismos de difusión de responsabilidad para presentarse como actores que simulan esforzarse por un final de ETA que, sin embargo, no exigen. Sus ejercicios de propaganda, eficazmente dosificados para alumbrar expectativas recibidas con esperanza por ciertos sectores sociales y políticos, les permiten disfrazarse de agentes interesados en la paz, cuando lo que realmente persiguen es persuadir a la opinión pública y a los políticos de que estos deben solucionar los problemas de Batasuna y de ETA”.
Los llamados “pasos unilaterales” dados por el MLNV (la declaración de ETA de alto el fuego, el compromiso con “vías políticas” y el rechazo a la violencia por parte de Bildu…) buscan, en efecto, pasar la responsabilidad al Estado y al resto de los partidos políticos. Por eso, el considerar la legalización como una especie de bonificación a los llamados “pasos irreversibles” del MLNV también es un error, puesto que las bonificaciones posibles en el sentido de reciprocidad tienen siempre límite. El MLNV, mientras tanto, pone todo su empeño en la acumulación de fuerzas del polo soberanista, que se basa en los agravios (que no cejarán pese a la legalización) y en la propuesta de ruptura en función de la agitación de la cuestión nacional vasca.
Lo que hace que las simples dicotomías entre política de firmeza o de mano abierta o una combinación de ambas sean contraproducentes es que sólo ven un aspecto del problema. La violencia es un factor más en combinación con otros factores. Su peso es decisivo porque provoca una oleada de irracionalidad en el resto de las fuerzas políticas. El papel de recoger el fruto de esa agitación, que se traduce en las contradicciones entre los diversos partidos democráticos, corresponde a la rama política del MLNV, que pese a su ilegalidad está presente en la política vasca, y con una fuerza mediática desproporcionada a su peso social y electoral. Y las fechas de las diversas elecciones no anuncian más que nuevos escenarios de contradicción mientras el MLNV lidera el barco del polo soberanista con la visión puesta en convertirse en una referencia más fuerte, fagocitando los cuerpos de Alternativa y de EA. El propio Rogelio Alonso percibe este peligro con visión certera:
“Aunque los tribunales ratifiquen la ilegalización, no debe subestimarse el éxito de la propaganda para conformar opiniones que distorsionan la realidad en torno a ETA y Batasuna y que tiene el potencial de debilitar un eficaz consenso antiterrorista”.
El problema es que tal éxito propagandístico es fruto, sobre todo, de la ilegalización, que ha supuesto un nuevo problema, en el contexto de una situación de alto el fuego por parte de ETA y de aceptación fáctica de la Ley de Partidos por parte de Bildu. Ya ha conseguido dividir al PSOE interamente y su acuerdo con el PP, creando además una contradicción importante entre el Supremo y el Constitucional. La lucha armada ha cesado temporalmente, pero sus consecuencias están presentes, pues la visión de una “revolución pendiente” por parte del PP, pensando que es el truncamiento de la política de Aznar el que todavía permite la existencia de ETA, o la visión del PSOE, de pensar que el proceso del 2006 fue, pese a todo, un éxito, son perspectivas de una lógica retroactiva que no se corresponde con una iniciativa de debilitamiento real del MLNV, cuya fuerza radica en su base social y en existir actuante pese a todas las ilegalizaciones. Esas visiones, además, son el auténtico escollo para un consenso antiterrorista, pues están basadas en los intereses particulares de los partidos que las detentan.
El especialista Rogelio Alonso hace, a mí entender, un repaso por lo general certero de las consecuencias de la política propagandista del MLNV. Pero la izquierda radical, con su actividad político-militar, busca un mimetismo en la política del Estado, que es el combustible de gran parte de su política de masas (como se ha visto en la larga campaña en pro de su legalización), así como el legitimador de posibles futuras acciones armadas, en la constancia de la existencia de una serie de agravios. Alimentar ese mimetismo puede suponer alimentar la lucha del MLNV, que ha conseguido romper una dinámica de ilegalización de 8 años, recuperando el protagonismo mediático, dividiendo el PSOE y enfrentándolo con las asociacioens de víctimas, y gran parte de la judicatura y ampliando su base electoral con el cascarón que le han ofrecido EA y Alternatiba.
Es que claro cuando ves que claro la españolada en el poder pues por cagarse en los pantacas pues decide montar un proceso de paz y como no puede acordarlo con el PP pues lo lleva a escondrijas y claro todo eso supone dar cobertura mediática a los del MLNV pues vemos que claro los mejores amigos del MLNV son sus propios y teóricos enemigos incluidos los del PP que odian sobre todo al nacionalismo y lo de la violencia y las víctimas pues les es sobre todo una excusa. Por eso claro ya que los de Bildu ya gritaban adelantando la próxima reivindicación, una vez legalizados, «presoak kalera» que es la próxima petición de proceso y claro los sociatas como están tan fuertes pues ya les vamos a ver como sueltan los presos en medio de la pedrea pepera.
Para acabar con la violencia del MLNV hay que pensar como ellos; sino siempre llevarán un paso de ventaja. Si creemos que existen contradicciones importantes en su base, tenemos que pensar desde su propia lógica política y no desde lo que a nosotros nos crearía contradicciones. La violencia política la tienen asumida, independientemente de su grado de aceptación, es por eso que habría que buscar otras vías para deslegitimarles, fundamentalmente preguntarse qué han hecho estos 50 años.
Una vez más el ganador de todos estos mercadeos con el MLNV será, y lo veremos en breve, el propio MLNV.
El PSOE, se autorrepite el «ahora sí que sí (que lo logramos nosotros), y pretende dar fin exitoso en dos años al proceso de paz; es la única que le queda (de perdidos al rio) para salvar la pedazo goleada del PP, diferencia de tal magnitud que no va a levantar cabeza en 15 años.
Pero el MLNV es muy zorro, y demostrará como siempre que quien juega con fuego…Vendrán las oscuras golondrinas, los fiambres y saldrá todo el mercadeo inmoral que se ha traido estos 11 años. Vendrán tiempos duros, y Bildu condenará, pero no el MLNV de Bidu, sino los tres gatos de EA (en portavocía). Bildu condenará, sin que Bildu en esencialidad condene nada; la Ley de partidos, una vez más, corta y por detrás.
Y es que, chavales, una pasito más, al que hemos asistido en el que vemos lo muchísimo que le preocupa al PSOE ETA (que ésta siga, claro); y se evidencia una vez más que, como antaño, cuando Ibarretxe era causiterrorista, no lo era por tener interlución ninguna ni representación ninguna de este mundo, sino simple y llanamente por defender una proyecto institucional nacional vasco. Ahí estaba el conflicto vasco y no en ETA, el MLNV o Bildu. El PSOE, sabe que ya desde hace tiempo que sus intereses deben compartir camino con ETA. El MLNV, por otro lado, sabe rentabilizar bien este mercadeo inomral tipico Español, y pretende como siempre matar dos pajaros de un tiro, al PSOE (en cuanto partido institucional y burgués) y a su principal énemigo, el nacionalismo, el PNV.
La operación Bildu, por otro lado, ha sido maestra, pero que nadie pretenda mostar ahí polo ninguno; si EA a día de hoy pudiera aglutimar tirando por alto 15.000 votos (y Alternatiba ni 5.000), tras esta esta prostitución, tras estos cuatro años, ni siquiera saldrán, no serán sino meras siglas registradas y recuerdo de algo que fue. Eso si urizar y Matute, se van a arrepentir muy mucho de haber entrado en política; A estos restos busca poltrona de EA y Alternatiba les van a salir caritos en salud y estrés compartir sigla con gente, que no va de palo como ellos.
La ilegalización de esa gente aparte de legítima ha sido eficaz. Recomendaría consultar la opinión al respecto de P. Unzueta sobre la economía del terrorismo, a la que ya me he referido aqui en alguna otra ocasión. Ese submundo tiene dificultades para pervivir y reproducirse sin el poder que le otorga la presencia en las instituciones, y para que eso sea posible debe haber continuidad. Sin embargo las últimas decisiones pueden haber mandado todo a tomar por culo.
Lamentaría que algunos tuvieran que dar explicaciones en el futuro, como se dice hoy en la prensa, por su postura poco clara, lógica y, sobre todo, firme y coherente en este momento. Y no me estoy refiriendo a los nacionalistas………
JELen agur
Yo discrepo de tiniton en lo que la ilegalizacion ha debilitado a este mundo.
Ese mundo es muy variado, y muy elástico. Se adapta con relativa facilidad a situaciones incómodas pero no da como resultado su debilitamento global.
La ilegalización ha hecho que algunos aspectos de su lucha se debiliten o pierdan protagonismo en favor de otros. Tienen una excepcional capacidad de adaptación.
Lo que es incoherente es poner todos los esfuerzos en luchar contra ellos y luego proclamar que son nacionalsitas o que persiguen sus mismos fines. Entonces ¿Para qué tanto esfuerzo si se fastidia a la primera de cambio?.
Es triste ver cómo tanto esfuerzos legitimadores de la democracia, de la actividad política se van al traste con otras medidas como la unidad de los demócratas, el respeto a la voluntad de los ciudadanos, la judicialización de la política, la politizacion de la justicia, por no hablar de los pasados crímenes de estado.
JELen agur
Evidentemente me he equivocado en las últimas líneas.Quería decir «la escasa unidad de los demócratas, la falta de respeto a la voluntad de los ciudadanos…».
Perdón.
Al hilo de lo que planteaba Txomin ,sobre todo en su parte final;:»fundalmentalmente que han hecho estos 50 años».Yo plantearía como; que es lo que no han hecho.Saber lo que han hecho,ha sido muy sonoro y publicitado «y por lo tanto se sabe de memoria,»borroka de bidea».
Lo que yo plantearía es demostrar al pueblo todo lo que el nacionalismo institucional y democrático ha conseguido sin la utilización de la violencia.
Pero tenemos que seguir viviendo también la actualidad y vivir los acontecimientos al milimetro dando respuestas con una puntualidad instantánea,al momento.Y si se quiere ganar, creando estrategias futuras,adelantarse al adversario o enemigo y no ir siempre «chupando rueda».es decir siermpre criticando lo que hacen los demás.
Pacho Unzueta sabe mucho de terrorismo, más que nada, porque lo ha practicado. K bien kontrolaba la pasta kuando estaba en el Kuarto Komite Ejekutivo de la V. Asamblea. La experiencia es un plus.