Imanol Lizarralde
La intervención de Iñaki Gil de San Vicente consistió en una larga reflexión histórica, que comenzaba en el siglo XVII, en una caracterización del equilibrio de fuerzas dentro de Europa y el mundo (con Alemania con el papel principal como elemento básico y rector de la Unión Europea) y, finalmente, en la relación de estos procesos con España y con Euskadi. También ofreció una serie de apuntes metodológicos, pues como decía, en su escrito dedicado a la crisis mundial, “nada de la crítica marxista de la economía política se entiende si no es utilizando la dialéctica”. Y caracteriza de la siguiente manera esta perspectiva:
“El método marxista es un método de análisis interno. Hay tres niveles. 1) El interno, que se basa en el desarrollo del modo capitalista; 2) El nivel del subsuelo: manifestado con las contradicciones sociopolíticas; 3) y la superficie, donde se dan las contradicciones político-militares”.
Los cambios económicos constituyen, así, el elemento básico del movimiento de la historia: “El núcleo de ebullición de todo eso es la economía capitalista” y Gil de San Vicente plantea que existen cuatro reordenaciones dentro del capitalismo: la primera se remonta a 1648, con la paz de Westfalia y la finalización de la devastadora Guerra de los Treinta Años, en la que las burguesías ascendentes y la economía monetaria vencen a la feudal maquina de guerra del Imperio Español; la segunda reordenación ocurre con las Guerras Napoleónicas, a principios del siglo XIX, en la cual la burguesía francesa ascendente se enfrenta contra la burguesía asentada británica, venciendo esta última que extiende la revolución industrial a lo largo de toda Europa, tras el Congreso de Viena en 1815; la tercera reordenación capitalista se da a fines del XIX y principios del XX con el Congreso de Berlín y el reparto del mundo de la mano de las nuevas potencias coloniales europeas; con ello entraríamos en la fase del Imperialismo; y la cuarta reordenación se daría con la caída de la URSS a fines de los 80, la apertura de China a la economía capitalista y el ascenso de Alemania (ya perceptible en los 60) como la potencia hegemónica y rectora en la Unión Europea.
Atravesando la evolución del capitalismo en sus diversos jalones y etapas, a mediados de la llamada “tercera ordenación”, hay dos factores señalados por Iñaki Gil de San Vicente, que poseen una importancia esencial. El primero de ellos es la posibilidad real de la destrucción del mundo mediante una conflagración atómica mundial. El hombre tiene en sus manos los medios de destrucción que pueden posibilitarlo. Nuestro teórico revolucionario lo expresa usando los términos proféticos del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, citando el párrafo donde dice (y subrayo con negrita la dicotomía citada por Gil de San Vicente):
“Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes”.
El Manifiesto es señalado, muy justamente por parte de los teóricos revolucionarios, como el primer escrito que anuncia una globalización política a lo largo del mundo. ¿Cuáles serían esas “clases beligerantes”? Marx y Engels nos lo aclaran más adelante:
“La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas. Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado”.
La lucha a la escala mundial descrita por el Manifiesto se daría entre dos sujetos globales, la burguesía global y el proletariado global. La posibilidad de la destrucción del mundo y de “las clases beligerantes” sería fruto de la escalada de contradicciones que lo abarcan por entero, en un contexto de interconexión y globalización, que tendría que derivarse en ese escenario posible. El otro factor es, precisamente, el surgimiento de un nuevo “sujeto global” derivado de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia. Según San Vicente, “las revoluciones de China y de Cuba constituyen un factor nuevo en la historia de la humanidad, que no tienen retorno. Nada será igual, pese a la caída de la URSS” y la posibilidad de conformación de ese nuevo sujeto global sigue en pié, ya que cada crisis del capitalismo, como anuncia en este caso El Capital de Marx, nos llevaría a mayores conmociones y contradicciones. Por ello nos dice que:
“Cuanto más grave y extensa es una crisis, cuantos más sectores sociales son afectados por ella y cuanto más debilita la legitimidad burguesa y su capacidad de mantener integrada y pasiva a la población alienada, tanta más importancia adquiere la lucha de clases en su unidad de contrarios antagónicos: por un lado, la lucha revolucionaria que busca ampliar las alianzas con los sectores sociales menos concienciados, y por el opuesto, la decisión de la burguesía no sólo por reprimir a la clase revolucionaria y a sus organizaciones internas, sino también por movilizar las fuerzas irracionales autoritarias y contrarrevolucionarias que dormitan en el seno de la sociedad y que, al ser azuzadas, se expresan con salvajismo fascista, racista y patriarcal”.
El antagonismo global tiene, en cada país, estado o nación, una forma particular, con una determinada correlación y conformación de fuerzas. La Unión Europea constituye, así, un marco determinado de contradicciones, caracterizado por la hegemonía de Alemania, que ya no es militar sino económica, pero que rige los destinos de las naciones asociadas al proyecto europeo que para la segunda mitad del siglo XXI tendrá una gran dependencia energética. Mencionó los encuentros de Sokoa, donde LAB se reunió con otros sindicatos revolucionarios europeos, de Portugal, Grecia, Italia, etc. Allí estaban las corrientes revolucionarias que no habían claudicado, pertenecientes a naciones oprimidas aunque tengan un estado formal en lo político, pues sufren las consecuencias de la explotación de las medidas de la U.E. Surge una nueva opresión nacional en estados formales (Irlanda, Grecia..). La cuestión nacional depende de la evolución de fondo de las contradicciones capitalistas. ¿El instrumento de esta opresión? La presión económica (Merkel-Alemania, Banco Europeo). Las burguesías de los Estados, en esta tesitura, prefieren ser cola de león que cabeza de ratón y el capitalismo español, en estas circunstancias, se encuentra dentro del umbral de la quiebra técnica y tiene tres mecanismos para adaptarse: 1) Aumentar la explotación de las naciones oprimidas; 2) Aumentar la explotación de la clase trabajadora; y 3) Aumentar el subimperialismo español en Latinoamérica.
En este contexto, Euskadi tiene que ser un estado independiente dentro de un proceso revolucionario para crear el socialismo en toda Europa. Respecto a Euskalerria el teórico revolucionario subrayó tres cuestiones: 1) los estados son vitales: tenemos que crear el nuestro; 2) nos topamos con una opresión nacional nueva, burguesías externan explotan a las clases trabajadoras; 3) hay que avanzar en la superación y derrota contra la dictadura de facto de la constitución española. Seguimos con la identidad de la independencia nacional y el socialismo donde entran nuevas clases (mujeres, parados, juventud, tercera edad). Finalmente, Iñaki Gil de San Vicente planteó que hay que crear una nueva perspectiva del internacionalismo proletario: necesitamos una independencia vasca libre de conexiones capitalistas.
La primera cuestión remarcable de la intervención del ideólogo del MLNV se refiere al marco conceptual que utiliza y al relato de lo que narra. El marco conceptual es el del marxismo revolucionario más ortodoxo, que cada vez que hay una crisis hace gala de sus raíces apocalípticas. Es un marco global, que abarca a todo el mundo, y cuya base se sustenta en la contradicción entre el Trabajo y el Capital. La problemática nacional vasca, desde esta perspectiva, es la encarnación de esa contradicción fundamental en un contexto determinado. De esta forma, también, el MLNV se autoconstituye en el “sujeto revolucionario” específico del País Vasco, cuya misión es apropiarse de la energía descargada por la contradicción nacional con el fin de reproducir aquí el antagonismo mundial de las fuerzas en liza. Lo nacional vasco es instrumental en la búsqueda de una construcción socialista para todo el marco europeo, en conjunción y conexión con fuerzas internacionales de otros países.
La segunda cuestión consiste en que la perspectiva no sólo es global sino también es apocalíptica. La intensificación y la interconexión de las contradicciones globales y locales se nos ofrece en un mundo en el cual la destrucción del planeta es una posibilidad real. Esta perspectiva no arredra a Iñaki Gil de San Vicente, que apuesta de forma clara por “la aceleración de los procesos revolucionarios” y el recrudecimiento de la lucha entre las fuerzas antagónicas, aquí y en el mundo. El marxismo revolucionario, al basarse en la teoría-práctica de la intensificación de las contradicciones, aboga por lo que el antropólogo René Girard llama, al caracterizar la filosofía de la guerra del teórico prusiano Clausewitz, “la escalada de los extremos”, lo que significa el enfrentamiento visto como un “duelo” a muerte entre los contendientes, en el que la disyuntiva es el aniquilamiento del planeta o la victoria de un sujeto global sobre otro, es decir, la eliminación de una de las “clases” contendientes.
En esta nueva era de turbulencias e inestabilidad a todos los niveles que nos abre la crisis que estamos viviendo, el MLNV no ceja en su empeño histórico y en el mito de la revolución mundial, tratando de aprovechar las oportunidades de esta etapa. Para Iñaki Gil de San Vicente, todos estos acontecimientos constituyen la verificación práctica de la teoría revolucionaria y, por tanto, de la justeza de la lucha del MLNV.
El MLNV es un movimiento con valores fuertes, con una perspectiva larga de la lucha, con una determinación férrea y con un sentido de superioridad ideológica y organizativa respecto al resto del arco político. Los partidos políticos tradicionales tienen la desventaja de que se mueven en los tiempos electorales y en los problemas acuciantes y momentáneos. Igor Urrutikoetxea e Iñaki Gil de San Vicente nos demuestran que la acción concreta y la política de alianzas del MLNV, por mucho que estén arraigados en cuestiones reconocibles dentro del ahora, tienen como objetivo reproducir el esquema de enfrentamiento antagónico e irreconciliable, ligando las diversas problemáticas mediante la perspectiva global de un holocausto final a escala terráquea. El milenarismo marxista constituye un hecho que determina tanto el carácter de la lucha política como de los medios para llevarla a cabo. Es por eso por lo que la “tabla reivindicativa” que proponía Urrutikoetxea junto con las gloriosas medidas de Islandia no son más que elementos tácticos, instrumentos para llegar a esa escalada global, denominada de forma familiar por los militantes del MLNV como “el gran colapso” planetario. Mientras tanto, el MLNV nos hará vivir, en la medida de su fuerza, aprovechando las apreturas y la desesperanza creadas por la crisis, pequeños colapsos.
Cuando uno se plantea que con la crisis mundial, con el tremendo timo financiero que hemos sufrido y que vamos a pagar entre todos (al fin y al cabo el FROB no es más que deuda a amortizar entre todos), los ciudadanos no reaccionan de forma violenta (que es lo que quiere el MLNV), tiene también mucho que ver con el descrédito absoluto que vive el mundo revolucionario en esta parte del mundo (no en otros).
Sin embargo, ante el evidente robo de especulación y ladrillazo vivido, los nacionalistas debemos plantear un modelo positivo, mejorando lo que tenemos y tomando medidas que puedan producir nuevos problemas. Las cajas vascas, en este sentido, son un oásis de solvencia frente a la porquería del sistema financiero español.
De la misma forma que el modelo cooperativo y participativo en las empresas tendrá que ir adelante si se quiere que los trabajadores participen del hecho de unir productividad y salario, lo que implica que deben participar más de los beneficios empresariales, el modelo financiero de la nueva Kutxa que surja (tarde o temprano, fusión fría o caliente) tendrá que tomar medidas contra lo que se ha vivido.
Si hubiéramos tenido nuestra competencia económica absoluta, no tendríamos que poner bote ahora en el rescate encubierto del sistema financiero español, que aunque tengamos el concierto, no olvidemos la subida del iva y otros impuestos, que al final pagan justos por pecadores, mientras los directivos siguen cobrando bonus, que como diría aquel, manda huevos.
Me ha sorprendido la teoria de Gil de San Vicente d k estamos en 1 nuevo imperialismo europeo, en el k Alemania ejerce 1 poder no militar xo si ekonomiko. La verdad es k en parte, tiene razon k Alemania esta imponiendo sus kriterios, komo ha obligado a ZP a unir salarios kon produktividad, planes d reskate, etc…
Xo tambien es logiko. Los alemanes estan ya hartos d pagar y pagar mientras los PIGS chupan y chupan. Tenia k pasar, los alemanes se habian kansado d prestar dinero a los apañoles xa aparentar 1 bonanza fikticia. Y ahora k ha reventado la burbuja, kieren k se le devuelva lo prestado, logikamente, y xa eso necesitan k los deudores se aprieten el cinturon.
Apaña esta invervenida x Alemania, d eso no hay duda. En la Champions League d la ekonomia, komo dijo akel.
Igo, según lo leido interpreto que tener un Estado no te garantiza nada en absoluto:
«¿El instrumento de esta opresión? La presión económica (Merkel-Alemania, Banco Europeo). Las burguesías de los Estados, en esta tesitura, prefieren ser cola de león que cabeza de ratón y el capitalismo español, en estas circunstancias, se encuentra dentro del umbral de la quiebra técnica»
«En este contexto, Euskadi tiene que ser un estado independiente dentro de un proceso revolucionario para crear el socialismo en toda Europa. »
G. de San Vicente: «necesitamos una independencia vasca libre de conexiones capitalistas»
Es decir, que para estos, no vale la independencia si no es para crear una especie de «oásis socialista» que abra cuña en Europa.
Lo que me lleva a reiterar mi anterior reflexión sobre el tratamiento que ante la crísis ha hecho el nacionalismo vasco, y la crítica o apoyo a los planes del FROB de Zapatero, que no es más obligar a nacionalizar (españolmente) a Cajas porque en realidad nadie va a querer pagar dinero por la porquería de Cajas que hay.
¿Han pagado los directivos que han llevado a la ruina a Cajas, que al fin y al cabo sus dueños son muchas instituciones, que pagamos entre todos? No
¿Hemos hecho algo para asegurar que el dinero que se mete en el rescate se va a recuperar con intereses? No. Hasta en USA, se ha recuperado parte del dinero invertido en General Motors con un precio mayor del que se puso, y se obligó a dimitir al presidente de GM. Aquí los de CCM, Caixa Catalunya, etc. deberían haber tenido hasta responsabilidades penales.
En fin, decía Urkullu que no había que estar hablando de lo abertzales que éramos todo el rato, pues a ver si se nota hablando de cómo dar una respuesta adecuada a la crísis y a la cantidad de sinvergüenzas que han gobernado las instituciones financieras.
Excelente artículo Imanol. Hay que ver como recalcan la dialéctica como base del análisis marxista y la falta de interés y conocimiento general de la misma.
El interés social y la curiosidad me han llevado a interesarme por el marxismo. El punto de vista dialéctico como explicación de la realidad y cambio de las cosas me parece acertado pero no así su aplicación concreta a la sociedad. Como manifesté en una anterior entrada me resulta inconcebible encontrar la contradicción básica en la estructura económica en lugar de entender que las personas somos la base y la causa interna del cambio social.
Además, encuentro mejor definida la contradicción básica de la sociedad en las relaciones de poder. De hecho, en el recorrido por la historia humana, si hay una constante, esa es la del apoderamiento, lo que ha dado origen a las clases sociales. Por un lado unos pocos que concentran el poder y por otro una mayoría de desposeidos sometidos a los poderosos. Podría decirse que el motor de la historia es la lucha por el poder.
Y se ha dado de múltiples formas: violenta y pacífica, entre sociedades diferentes y dentro de cada sociedad, entre poderosos y entre poderosos y carentes de poder.
Y en todos los casos se puede decir ,generalizando, que el poder simplemente ha cambiado de manos, de unas pocas a otras. Feudalismo, burguesía, socialismo, son ejemplos de sociedades de clases, donde una minoría acapara el poder y sus beneficios. Cambiar de una a otra no es la solución.
Creo que la solución consiste en diluir progresivamente la concentración del poder hasta que la generalización del mismo sea el aspecto dominante en la sociedad.
Un saludo.
Muchas gracias Kaleume por tus aportaciones.
Quisiera señalar que las «contradicciones» que trata de gestionar el MLNV o todo marxista consciente de la dialéctica, son contradicciones reales, no imaginarias. El MLNV utiliza la contradicción nacional vasca por que existe una contradicción nacional. El MLNV pretende gestionar las contradicciones creadas por la crisis mundial, por que estas contradicciones son reales y expresan una disfunción real.
En este sentido, estoy de acuerdo con las inquietudes expresadas por Poromponpero: el falso valor creado por las especulaciones financieras crea un abismo entre lo real y lo imaginario que, en la práctica, se traduce en estos cataclismos socioeconómicos. Las medidas tomadas en Islandia y comentadas por Igor Urrutikoetxea son medidas justas por qué buscan la responsabilización y la solución de un problema. Cuando son esgrimidas como medidas tácticas, destinadas a la aceleración de las contradicciones y no a la solución de los problemas, es cuando pueden resultar negativas.
La dialéctica marxista expresa, en mí opinión, la perspectiva de las relaciones de poder, desligadas de toda inhibición del mismo. La búsqueda del enemigo o del chivo expiatorio, y la llamada a una violencia mimética colectiva, es un mecanismo humano que transciende los diferentes modos de producción. El antropólogo francés René Girard ha dedicado toda su vida al análisis de este mecanismo, a través de textos sagrados, literarios e incluso, en uno de sus últimos trabajos, en la teoría de la guerra del prusiano Clausewitz.
Girard nos habla de la «escalada de los extremos» y nos muestra como los cataclismos bélicos del siglo XX son fruto de la conversión de la guerra en religión política, tras el paréntesis del siglo XVIII en el cual se trató de civilizar a la guerra. La violencia y la guerra producen las consecuencias inesperadas de una escalada. Los marxistas vascos de ETA V hablaban de «la espiral» de reproducción de violencia, que la han aplicado con éxito y en la cual todavía vivimos inmersos. La aplicación de la acción-reacción-acción, por parte del MLNV que encuentra su polaridad-estado con los gobiernos españoles, es un instrumento de dominio y un camino de toma del poder. Pero la violencia desplegada de esta manera produce consecuencias inesperadas y dañinas para la sociedad que tiene que sufrirlas.
La mímesis ETA-Estado es expresión de la mímesis entre fuerzas globales en contienda. Es por ello que frente a la revolución y frente a la represión el colectivo Bultzagilleak proclama la Burujabetza vasca, como sistema de superar las contradicciones por medio de la autoorganización comunitaria y la creación de medios de producción con finalidad primordialmente social. Las contradicciones no pueden superarse con la victoria de uno de los contendientes sino con las solución de los problemas que nos arrojan a una mímesis violenta.
Un saludo cordial.
Las convicciones
son enemigas de la verdad
más peligrosas que las mentiras.
F. Nietzsche
La conclusión de Friedrich, clarísima, pero Total:
La Verdad exige eliminar, proscribir, las convicciones.
Este planteamiento del MLNV muestra que su ideología es ajena a lo vasco. Querer imponer en Euskalerria el marxismo no es más que condenar a los vascos a un imperialismo de otro cuño, más aún, cuando existe como alternativa la Burujabetza vasca que recuperó Bultzagilleak y que recuerda Imanol en un comentario.
En Euskalerria nos encontramos ante sujetos que, siendo vascos, dan soluciones ajenas a nuestra historia y que ayudan a borrar nuestra historia (el MLNV con nuestra visión jurídica y de la propiedad, por ejemplo). Es por eso que hoy más que nunca debemos mirar a nuestras raíces para buscar ahí las soluciones al conflicto de este país, tanto entre vascos como entre vascos, franceses y españoles.
A mi entender, la contradicción principal, la manifestación real más aguda del poder, se encuentra actualmente en el sistema financiero, con dos características a resaltar: su opacidad y su carácter especulativo, que posibilitan la manipulación y el robo legal de una forma descarada.
La alternativa sería el desarrollo de un sistema financiero de signo opuesto, es decir, transparencia en la forma y con un contenido de servicio público.
Pero para desarrollar positivamente la contradicción básica es necesario además que sus gestores sean profesionales honrados e independientes, tanto de los poderes públicos como de los privados, sometidos unicamente a criterios de eficiencia, transparencia y de servicio público.
Y para mayor garantía con mandatos cortos, porque como dice el saber popular, el poder corrompe.
Casi todos los días oímos hablar de la fusión de las cajas como algo necesario, pocas veces de su naturaleza como de servicio público, y nunca de traspasar su poder al conjunto de la sociedad.
Zorionak Imanol por la exposición cristalina sobre las «patrioticas» intenciones de los reboltibaskos.
Pienso que la asignatura pendiente radica en que la sociedad pueda percibir lo que está escrito y probado hace ya muchísimos años.
Quiero decir que va siendo hora que los responsables políticos se deberían tomar en serio las múltiples ocasiones en las cuales el MLNV nos ha demostrado que nos están queriendo conducir a un Carlismo de nuevo cuño del cual, si lo lograsen, sería muy difícil salir.
Porompompero dice:
G. de San Vicente: “necesitamos una independencia vasca libre de conexiones capitalistas”
Es decir, que para estos, no vale la independencia si no es para crear una especie de “oásis socialista” que abra cuña en Europa.
Así es porompompero pero permiteme matizar un poco lo que bien dices. Si que creen y luchan por la independencia, lo que pasa es que se trata en efecto de una independencia en la que la mayoría de los mortales entendemos una cosa bien distinta a la de los reboltis. Su concepto es el liberar a la clase trabajadora de las ataduras de la burguesia. Cinicamente mas adelante en el tiempo desarrollaron, una frase que esconde lo que he ante escrito, «La independencia de las fuerzas de trabajo y de la cultura del estado opresor (burgués).
La síntesis de contrarios está bien explicada, Imanol, ahora bien tal vez habría que elaborar más ese concepto porque es importante que la gente realmente sepa las implicaciones de ello.
Tocado Txomin, «su ideología es ajena a lo vasco», es ajeno / cercana a cualquier situación geopolítica que les permite explotar conflictos / desavenencias de tipo nacionalista / social (a veces existe una de dos, en muchos casos existen las dos). Digo lo de ajeno / cercana porque su objetivo es destruir el Nacionalismo Vasco, la libertad secular del pueblo vasco. Cercano en cuanto al proceso de revolución permanente que están desarrollando, acumulando fuerzas, todo lo que puedan para que les sirva en su avance a la victoria final. Así podemos explicar que han logrado que los jefes de EA estén comiendo de su mano.
Kaleume,
Esa es la idea, debemos hacer un esfuerzo descomunal en impermeabilizar nuestra sociedad de los ataques de los contrarios (los reboltis y los apañoles/galos) a la vez de seguir avanzando en nuestra propia hoja de ruta haciendonos conocer cada vez más y mejor al mundo como ha tenido lugar hace pocos ideas entre responsables del PNV y alguna fundación cuyo nombre no recuerdo ahora (Europeistas). Parece ser que hubo participación de los EEUU también a través de su embajador.
En fin cabe con toda lógica dialéctica inferir que nos avecinan muchos «small bang», en cuanto al pueblo vasco se refiere. Salvo que…..
Aio,
Zorionak Imanol de nuevo por tu gran ayuda en ayudar a que la gente acabe viendo la «jugada».
La fundación a la que aludo más arriba se llama Fundación Konrad Adenauer.
Aio,
Me han pedido varios amigos que aclare lo que quiero significar más arriba por Carlismo de nuevo cuño.
Intentaré ser lo más breve posible sin perder sustancia.
Me limito a unos escritos que se publicaron den DEIA en el año 1985 (o sea ayer).
Se trata del peligro que metan a la nación vasca en una revolución provocada por los comunistas allegados a la dirección de ETA, y éste hecho fue denunciado y expuesto con claridad por los mismos fundadores de la organización hace ya quince años (Iralultza-1, 1970).
Deberíamos recordar que la intentona de movilizar a los vascos al servicio de la revolución comunista en España empezó a tomar forma en la guerra civil del 36, pero las posibilidades de éxito son recientes y obedecen al control ideológico-político que ejercen los marxistas-leninistas en la dirección del movimiento revolucionario vasco.
El vasco ha sido, en general, refractario a los símbolos de la hoz y el martillo. Ello explica que incluso los comunistas vascos actuales, no hacen ostentación de dichos signos. En ese fenómeno cabe destacar varias razones:
1) El hecho de que la penetración comunista en nuestra nación se llevó a cabo, a principios de siglo, en forma manifiestamente anti vasca, sin consideración por nuestra especificidad y sin respeto debido a los derechos históricos de éste pueblo.
2) Su talante tampoco cambió durante la república y el rechazo popular del comunismo fue así mismo general en la sociedad vasca.
Pocos conocen el hecho de que al iniciar la guerra civil, ocurrió un hecho importante: un batallón comunista desfiló por las calles de Bilbao al son del txistu, con su comandante al frente, Jesús Larrañaga que sustituyó la hoz y el martillo por la ikurriña.
La evidencia de la generosidad de un pueblo que se levantaba en armas para defender su libertad simbolizada por la ikurriña hizo intuir a los dirigentes comunistas lo que en nuestros días es convencimiento generalizado entre los revolucionarios:
“Es decir, el conjunto de contradicciones, de problemas y plantamientos, se manifiesta hoy día de una mera u otra, en relación al hecho nacional. De tal manera que las clases sociales que sean capaces de dirigir el proceso de afirmación nacional, de libertad nacional, son las que estarán la vida política, social, cultural de Euskadi” (PCE/EPK, IV Congreso 1981).
El convencimiento de que la bandera nacional de un pueblo, cuando se encuentra privado de libertad, sirve para hegemonizar la lucha y orientarla hacía fines revolucionarios tiene, de todos modos, vigencia también en relación a otros contextos diferentes. Pierre Vincent al referirse a la implantación del Sinn Fein en Irlanda del Sur dijo: “No nos hacemos ilusiones de que pueda abrirse una crisis revolucionaria a partir de las reivindicaciones económicas y sociales. Pero las perspectivas son mayores a partir de la cuestión nacional (“Egin), 20/03/85).
Queda patente que los marxistas-leninistas que lograron penetrar y dominar la dirección de ETA, haciendo que asumiera “el marxismo en 1967 de forma dialéctica” (Takolo, “Egin”, 10/10/84) y se redefiniera como “movimiento socialista revolucionario vasco de liberación nacional”, han demostrado con incomparable maestría la utilidad de enarbolar la ikurriña (bandera de la libertad nacional) para movilizar a los vascos (acumulación de fuerzas) a favor de la tarea que la dirección actual de ETA que propone: “la destrucción del Estado burgués y su sustitución por un Estado de trabajadores que permita a éstos terminar con los residuos de poder político y económico de la clase burguesa y , sistema ideológico” (“Zutik”, feb. 1978).
De allí que finales de los 70 y principios de los 80 se caracterizan por un sensacional despliegue de la dirección comunista del movimiento revolucionario vasco para atraer con la ikurriña (o la reivindicación ecológica u otra causa) al pueblo y conducirlo a participar activamente en la tarea de desestabilizar primero y destruir después el poder burgués del Estado español.
Existe, pues, una enorme presión por parte de los reboltibaskos, que hoy actúan desde la dirección del movimiento revolucionario vasco, para que las energías movilizadoras de la cuestión nacional vasca se utilicen como gasolina a fin de acelerar o revolucionar el motor de la lucha de clases, tal como lo declararon explícitamente J.L. Cereceda y Alfonso Sastre.
A la cuestión nacional le cabe un papel sobre determinante en relación a lo que es el problema básico de la sociedad vasca que consiste en ser parte de la lucha de clases internacional (Internacionalismo Proletario).
Y termino, este planteamiento que nos aboca a un “carlismo de nuevo cuño” (que por ser de “izquierda” no dejaría de ser carlismo)”, no tendría de todos modos posibilidades de éxito si la vieja incomprensión de los poderes fácticos españoles no fueran los que siguen determinando su política, basada en la estrategia antiterrorista, en relación al pueblo vasco.
Aio,
Quizá sería clarificador definirlo como Karlismo, no por sabinizar el nombre, sino por una mejor identificación con: Karl Heinrich Marx.
Kaleume,
Me gusta tu matiz. Has hecho un desdoblamiento dialéctico que tiene sentido.
Con una modificación tan sencilla de tipo formal has logrado integrar en una palabra el Carlismo y el hecho que se trata de una traición de color rojo
Has desdoblado y combinado en uno.
Aio,
Puestos a mejorar1 poko + pondria una X: KarliXmo. Xa k rime mejor kon marxismo.
Bueno, bueno, hay que ver como podemos enriquecer una palabra con ligeros retoques, muy bueno igo.