Ion Gaztañaga
(Eresoinka, coro nacional vasco impulsado por el Lehendakari Agirre)
En la cruenta guerra del 36 donde floreció institucionalmente el proyecto Euzkadi, efímera en su primera oficialidad pero grabada ya en las conciencias, los vascos sufrieron, como bien dice Agirre, un doble ataque. Por una parte, el ataque de una desigual guerra, en la cual la triple alianza del franquismo español, el fascismo italiano y el nazismo alemán, llevaba al exterminio a las libertades vascas. Por otra, la incomprensión e ignorancia de otros, los cuales habían caído en lo que Agirre llamaban confusión ideológica, especialmente por la propaganda esparcida por el franquismo, que escondía sus carnicerías y se presentaba como garante del «orden» frente a la república «en manos del comunismo que quemaba iglesias y cometía todo tipo de atrocidades», mientras los vascos «colaboraban vergonzantemente» en todas estas tropelías.
Los vascos, firmes en su propósito de mantener tanto su libertad como su conciencia, aparecían como traidores de su fe ante los ojos de muchos extranjeros que no tenían acceso a lo que verdaderamente estaba sucediendo en el país de los vascos. Una confusión ideológica, de la que hablaremos en los siguientes capítulos, que se había extendido desde la ignorada invasión del país de los vascos a la nueva Gran Guerra mundial, como recordaba el Lehendakari en su libro “De Gernika a Nueva York pasando por Berlín«:
“El motivo ha sido una ignorancia muchas veces culpable, pero, más que todo, la confusión que existe en los principios.(…) Es difícil (…) convencerse de que la guerra actual es una contienda ideológica, una lucha de civilizaciones, de dos concepciones de vida diametralmente opuestas, en la que se debate el destino espiritual de la humanidad. (…)”
Los vascos habían experimentado una guerra ideológica y de principios hacía muy pocos años, en aquella lucha por la libertad contra el terror, de la defensa de la justicia frente al ensañamiento del ajusticiamiento, y Agirre advierte a sus huéspedes norteamericanos de la importancia no sólo de la conciencia ideológica en este y los siguientes tristes acontecimientos bélicos, sino también del daño añadido que sufre aquél que se encuentra sólo ante el enemigo cuando cae sobre él la incomprensión y el desprecio de la ignorancia. Por eso el Lehendakari, desde la experiencia de lo vasco, extiende un emocionante mensaje a los hombres de la tierra de libertad, haciendo el solumne llamamiento, no sólo a la necesidad de evitar, en esa guerra mundial como en cualquier otra, este injusto doble daño, sino también animando, en esta guerra que consideraba crucial para la humanidad, a luchar siempre por la noble empresa de salvar la libertad:
Mensaje de los vascos que cantan y sufren
El 5 de abril de 1526 se reunieron nuestros antepasados bajo el Árbol de Guernica en Junta General, para reformar (…) su Constitución. (…) Impedía el tormento, prohibía la detención, incluso por delito, si la persona no era llamada bajo el Árbol de Guernica, establecía la igualdad en la hidalguía general, y proclamaba que las disposiciones reales o de cualquier autoridad contra la libertad se tuviesen por no otorgadas.
En ese ambiente de libertad se educó siempre el pueblo vasco, regido por normas que emanaban, no de (…) Rey o Señor, sino de los órganos legislativos que representaban a aquella democracia que no conoció en su historia otra manera de gobernarse. En 1839, desapareció, arrancada por la fuerza, (…) víctima del primer acto de asimilación de la Monarquía Española (…).
Después de un siglo de luchas, el pueblo vasco alcanzaba su autonomía y el año de 1936 tuve el honor de jurar mi cargo bajo el Árbol de Guernica, reanudando la tradición de nuestros padres (…) aunque no con la plenitud de entonces. Pero por poco tiempo. Lo mismo que su Gobierno, el pueblo vasco ha sido esparcido, como ceniza agitada por el viento, en todas direcciones. Los aviones de Hitler y Mussolini al servicio de Franco pusieron su garra sobre Guernica, pero no sobre el espíritu de nuestro pueblo.
El Gobierno Vasco, (…), el mismo que opuso tenaz resistencia a la agresión de los totalitarismos concentrados en nuestro suelo, vive en el exilio. (…) Los vascos viven bajo todos los cielos, y son ciudadanos errantes de todas las tierras. Pero soportan el dolor del exilio con digna resignación exenta de desesperanza, porque miran con fe ciega al horizonte de los tiempos sabiendo que por él asomarán un día los rayos redentores de la libertad. Esparcidos sus cuerpos, pero unidas sus almas, continúan la lucha formando familia en torno de su Gobierno, y esperan… como esperaron muchas veces sus antepasados, a que pasen las borrascas de la historia.
La esperanza les sube del corazón a los labios como una preciosa melodía; por eso cantan siempre. La canción vasca, vieja como la que entona la brisa en los robles de Aralar, se ha dejado oír hasta en los campos de concentración del Sahara, a donde les condujo la ingratitud de la Francia de Pétain, que olvidó que habían (…) luchado por la verdadera Francia, para recordar solamente que eran enemigos de Hitler y de Franco. Pero las puras estrofas de sus cantos tocaron el corazón de sus centinelas para que se abriese a la justicia, y los dejaron (…) volar hacia las Américas. Otros muchos se hallan en las míseras celdas de las cárceles de Franco, de donde a veces les sacan (…) para que canten en la iglesia cercana al presidio.
En la catedral de Palencia (…) se celebraba una solemne Misa Mayor (…). Los fieles (…) se preguntaron extrañados, de dónde habían traído (…) aquel magnífico coro que tan magistralmente cantaba (…). «Del presidio de Dueñas —les contestaron—. Son los sacerdotes vascos que en él sufren condena»… Y una vez terminada la Misa, aquellos santos varones volvieron a la cárcel, donde estaban, porque no querían dejar de amar a la patria que Dios les dio.
Y también cantando han ido los vascos a la muerte. Un muchacho que consiguió huir (…) nos contaba (…) que estando escondido (…) en un caserío cercano al cementerio de Sondika, le sorprendió una madrugada un coro de jóvenes que entonaba majestuosamente el Himno de los Gudaris. Salió lleno de gozo de su escondrijo, creyendo que estaba oyendo el canto de la victoria, y que los vascos ya eran de nuevo libres. Pero su protector le sacó pronto de su bella alucinación. «Es un furgón de prisioneros vascos —le dijo—, que llevan a fusilar. Al apuntar el alba hemos oído muchas veces esa canción.» Continuó oyendo la vibrante melodía, tenuemente apagada por la lejanía; sonó una descarga, y la aurora volvió a su silencio.
No hay dolor ni sufrimiento que pueda torcer el ánimo de un pueblo que lucha por la justicia y por su libertad. Nuestra batalla fue la más dura e ingrata a reñir, porque estuvimos solos ante el enemigo, y hasta nosotros (…) no llegaba más que incomprensión y desprecio de los que nos ignoraban. Hoy, son muchos los que sufren como nosotros, (…) y desconocen lo que se padece cuando además de agredido se es calumniado. Pero un mismo dolor y una misma fe nos hermanan, y un mismo afán de luchar hasta el fin.
No existe deber más duro que el del sacrificio. Hoy nos alcanza a todos y tenemos que aceptarlo con ánimo sereno, y hasta con complacencia. Sin este temple que tiene algo de heroísmo y de martirio, no alcanzaremos la victoria y menos la paz que ansiamos. Tenemos que convencernos de que solamente con la fuerza material no conseguiremos el triunfo. Nuestro espíritu es el que vencerá si está presto a aceptar dolores y sufrimientos que todavía no han hecho más que empezar. (…) Allá, en el campo nazi, tal vez por imposición más que por voluntad propia, se comprende la necesidad del sacrificio.
Y aquí también. Cada día se siente palpitar con más coraje y decisión a este buen pueblo americano que nació para la paz y ha sido llevado a la guerra.
Al compás de las fábricas y los astilleros las conciencias americanas producen espíritu de lucha, espíritu de sacrificio, espíritu de victoria. (…) Óyeme, lector americano. Otros tal vez te lo han ocultado, pero yo te lo digo con cruda franqueza. Esta tremenda guerra, la más decisiva y cruel de la historia, pesa sobre tus hombros más que sobre nadie. (…) tú vas a tener que dar más que ningún otro (…) para ganarla. Y si levantas tus ojos para preguntarme por qué… yo te contestaré con estas palabras: «Porque así como un día asombraste al mundo con tus construcciones audaces y tus invenciones inverosímiles, hoy te ha sido encomendada la más gigantesca y la más noble de las empresas: salvar a la Humanidad, salvando la Libertad».
(…) De ese hombre nuevo que eres tú, fusión simbólica de todas las razas de la tierra, esperan todo lo que se puede esperar, los que cayeron por la Causa, los que sufren por la Causa, y los que confían en el triunfo de la más santa de las Causas. Tú lo harás, hombre que compendias tanta vieja sangre en tu corazón nuevo. Y ese día, el Árbol de Guernica —que es símbolo universal— volverá a extender su sombra sobre tierra de Libertad.
Nueva York, 20 de mayo de 1942
1 – “llevaba al exterminio a las libertades vascas.” No todas. Sólo las de Guipuzcoa y Vizcaya.
2 – “El 5 de abril de 1526 se reunieron nuestros antepasados bajo el Árbol de Guernica”
Los míos sí. Los de más del 80 por ciento de los que ahora se dicen “vascos” no.
3 – Me ha encantado esto: “Los vascos viven bajo todos los cielos, y son ciudadanos errantes de todas las tierras.” Exactamente. ¿Por qué no dejáis a los apañoles que hagan lo mismo y los forzáis a una vergonzosa asmilación? Cierto que ellos también tienen su parte de culpa. Están todos deseando ser vascos. Pobres.
4 – Este párrafo os lo debíais de grabar a fuego en vuestros sesos. “De ese hombre nuevo que eres tú, fusión simbólica de todas las razas de la tierra, esperan todo lo que se puede esperar, los que cayeron por la Causa, los que sufren por la Causa, y los que confían en el triunfo de la más santa de las Causas. Tú lo harás, hombre que compendias tanta vieja sangre en tu corazón nuevo. Y ese día, el Árbol de Guernica —que es símbolo universal— volverá a extender su sombra sobre tierra de Libertad.”
*En Eresoinka cantaba la madre de Jorge Semprún.
*Veo que corriges el apellido de Aguirre. Se te ha olvidado corregir el Guernica. Te van a reñir.
Vienes peleón:
1- Es verdad Benjamin, en Navarra y Álava hubo libertades durante 40 años. No hay más que ver los años que pudimos ver a PNV, PSOE, PCE, ANV y compañía de concejales y junteros en estos dos territorios históricos.
2-Es simbólico. Pero parece ser que no lo has entendido.
3-Los vascos nos hemos asimilado a las culturas que hemos emigrado. Hemos sido vasco-estadounidenses, vasco-argentinos, vasco-filipinos y hasta vasco-españoles o vasco-franceses. Los hispanos, en fin… Menos mal que las generaciones euskaldunizan e integran.
4-Idem del lienzo.
Por último, escribas «Guernica» o «Gernika» la esencia es la misma. No hay que ser tan ortodoxo Benjamin…
Una reflexión. Les agradará
Txomin, los vascos nunca nos hemos asimilado. Nos hemos integrado, que es bastante diferente. El viajar, el nacer en otra parte… no modifica la idea que tenemos de nosotros mismos, no cambia nuestra identidad. Un tipo que se piensa a sí mismo como vasco cuando emigra jamás se convierte en un estereotipo, por ejemplo, de andaluz. No se sube a una mesa y empieza a dar taconazos, ni a hacer que sus hijos se dirijan a él como Pisha, o como Xoxo. Dime tú, por favor te lo pido, si recuerdas de alguna persona con apellido vasco que se tenga a sí misma como la representante vocinglera de una idiosincrasia que no sea la vasca. Señálame a un equivalente de Carod Rovira, de Montilla… que sea vasco. Ya ves, hay cientos de apañalos que sí lo hacen, que terminan asumiendo la representación de una idiosincrasia que no es la suya.
No creo que existan los vascos, sólo gente que se piensa a sí misma como vasca y siente en consecuencia, y que sabe que otros muchos se imaginan igual. Esa imaginación les coordina. Lo extraño es que todas estas fantasías que el hombre tiene acerca de sí mismo, terminan afectando al comportamiento y terminan convirtiéndose en realidades. Por ejemplo, el que se imagina a sí mismo como gallego tiende a asimilarse y a desarrollar todo tipo de comportamientos sumisos. Ahí tenemos a Pepe Rei, Rubianes, de Juana Chaos y, literal, el pobre Koldo Méndez Gallego, que la pasada semana insultó al príncipe para ver si así se ganaba la aprobación de los que todos sabemos. Es curioso, es como si el esbirrismo pelota y exhibicionista fuera parte de la idiosincrasia del gallego, o del que se piensa a sí mismo como tal. El que se imagina a sí mismo como vasco no lo hace. El que se imagina a sí mismo como gallego cuando viene al País Vasco tarda segundos en hacer que sus hijos le llamen Aita, en cambiar el nombre de sus hijos, el suyo propio y el de Lagun. De hecho el que se imagina a sí mismo como gallego aspira a imaginarse a sí mismo como vasco. Allí donde miras siempre hay un gallego haciendo el ridículo.
En cambio ¿por qué alguien que se piensa a sí mismo como vasco desarrolla un orgullo, y por qué alguien que lo hace como español desarrolla un autodesprecio? ¿Por qué la identidad vasca es más estable?, ¿por qué un tipo que nace en Venezuela, pongamos, pero es hijo de vascos, se tiene a sí mismo como vasco? ¿Por qué a un vasco le da igual su lugar de nacimiento para pensarse a sí mismo como vasco? Casos los hay a millares, mira, el mismo Anasagasti. En cambio, ¿por qué un apañol es tan inestable? ¿por qué un apañol que nace en el País Vasco o que ha emigrado al País Vasco, o que ha estado un fin de semana, corre a dejar de imaginarse a sí mismo como apañol y a soñarse como vasco? Pobre. Insisto, yo no creo que los vascos existan. Es una comunidad imaginaria como otra cualquiera. Pero ¿por qué de un imaginario se deduce una vergüenza y del otro un orgullo? No lo sé, pero es objetivamente así, desde el momento en que es verificable y demostrable empíricamente. Me parece apasionante. No es una fantasía mía. Esto es empirismo puro y duro.
Así que, Txomin – con la tx de la vergüenza -, no confundamos asimilación con integración. Seguro que Lizari esto se lo ha explicado bien a sus hijos senegaleses. Me parece muy bien.
ble y demostrable empíricamente. Me parece apasionante. No es una fantasía mía. Esto es empirismo puro y duro.
Así que, Txomin – con la tx de la vergüenza -, no confundamos asimilación con integración. Seguro que Lizari esto se lo ha explicado bien a sus hijos senegaleses. Me parece muy bien.
Txomin, en tu primer párrafo estás haciendo trampas. Sabes perfectametne que no son esas las libertades milenarias a las que se refiere el texto. Los fueros, a los que está llamando «libertades» permanecieron vigentes en Navarra y Álava. No manipules.
No tiene nada que ver ser euskaldun con ser vasco. ¿Qué pasa, que los mudos no pueden ser vascos ni tener nacionalidad? ¿Que los fetos y los niños no son vascos hasta que no aprenden eusquera? ¿Que los viejos que olvidan la lengua dejan de ser vascos? ¿Que el que mejor habla eusquera es más vasco que uno que lo hace mal?
A mí eso de convertir a la lengua como elemento definitorio de una identidad me parece taaaaan burdo….
Joder Benja, resulta que ahora los vascos no existimos y los españoles, se supone que sí. Bien, pues yo creo lo contrario. Los vascos hemos existido siempre. El nombre es lo de menos. Pero hace muchos años que los demás nos diferencian por nuestra lengua, comportamiento, tradiciones: vamos, nuestra identidad. España ha sido diferente; ha necesitado fagocitar a otras comunidades para ser reconocida exteriormente. Surge del «Estado-Nación»; no de la propia naturaleza de los hechos. Los vascos, en cambio, somos un pueblo objetivo. Nos reconocen sin que tengamos que llamarnos.
En cuanto a lo de los españoles, Gallego y tal. De Juana es de Legazpi, así que de gallego tiene poco. El concejal del PSE gritó porque es REPUBLICANO ESPAÑOL. No quería la aprobación de nadie. Más bien todo lo contrario, porque los aprobados son los republicanos que se inclinan ante Juan Carlos de Borbón. Los otros son valientes, porque nadan a contracorriente.
A ti lo que te jode es que lo vasco sea más perenne que lo español. Te revienta que España haya tenido una Historia de aprovechamiento de los demás pueblos, mientras que los vascos hemos seguido fieles a nosotros mismos o colaborando con otros (españa, francia, estados unidos…). Tienes envidia. Es normal. España nunca llegará a lo que somos los vascos, ni los catalanes ni los castellanos, porque España no existe; es puro imaginario; es una comunidad artificial. El Estado se creó antes que la Nación no como en Euskadi o Catalunya o Galicia.
En cuanto a la «tx de la vergüenza» demuestras tu desprecio por lo vasco. Mira, ser vasco no es tener 10480 apellidos; sino comportarte como tal. Y con apreciaciones como estas tú demuestras que no eres vasco; no como otros que, aun habiendo nacido fuera de estas tierras o teniendo otros sentimientos, se comportan como vascos.
Aparte, no hago trampas. ¿De qué sirve tener Fueros si no puedes ejecutarlos? Es como tener manos y no poder utilizarlas.
Por cierto, tu última intervención es sublime. ¿Cuanto vino has bebido para decir semejante gilipollez? La lengua es lo que mejor diferencia a un pueblo porque es su elemento de comunicación, algo que se nota superficialmente. Los comportamientos, las tradiciones o la propia identidad necesitan un conocimiento más profundo. Pero claro, tú eres de los de «Muerte a la Inteligencia» o «El Eructo continuo».
Arratsaldeon Txomin, dices textualmente que «ser vasco no e tener 10480 apellidos;sino comportarte como tal».
Mira yo tengo todos los apelidos euskaldunes, y creo que me COMPORTO NORMAL, me puedes indicar que es COMPORTARSE COMO VASCO?
Uno de Eta puede ser vasco?, juanchaos ?por ejemplo, pregunto, PTAXILOPEZ ES VASCO?.
Pues yo creo que los apellidos, como elemento cultural, son identitariamente más determinantes que la lengua.La lengua es algo que se imposta, que se aprende, que se olvida… por la misma identidad. El apellido Chaos es de origen gallego, Méndez es judío, y Gallego, supongo yo que no será vasco. No sé. Si de Juana “es” de Legazpi por el mero hecho de haber nacido en Legazpi, supongo yo que Sota será santanderino y Anasagasti venezolano. Pero vemos un apellido vasco de alguien nacido en Argentina y en el acto sabemos que es vasco, y que muy probablemente se tendrá a sí mismo como vasco.
Hay cientos de miles de irlandeses que han nacido en USA y se tienen por irlandeses. John Ford, los Kennedy. Y muchos más italianos nacidos en USA que se tienen por italianos. Coppola, Escorsese, Guliani. El mismo Bruce Springsteen, el de Born in the USA se tiene a sí mismo por italo-irlandés. En América la gente se define por el origen de sus ancestros, no por su lugar de nacimiento. Hace unos años vino mi familia de USA, no nos conocíamos, cosas de la guerra, y se tienen a sí mismos por vascos. Son tercera generación ya. No hablaban eusquera, no hablaban apenas español, pero saben quienes son. Y a mí esto me gusta, porque sabes que no van a ser los típicos apañoles o asimilados, que al tener un origen no les van a encarcelar en artificios identitarios como ese en el que se empeña encajar Txomin.
Uno es vasco porque es hijo de vascos. No porque tenga un antojo e imite no sé qué comportamientos que imita el Txomin. Txomin, please, explica eso que me parece que se te ha escapado algo de una forma tan sincera como ridícula.
Un saludo
Yo no he dicho en ningún momento que los españoles existan. Es que tu modo «códigos binarios» te traiciona. Estaba diciendo que como comunidad imaginaria la vasca es más sólida que las demás peninsulares. Tanto que es la favorita de esos pobres decentados mesetarios que vienen aquí a “comportarse como vascos”, según el modelo referencial de Txomin, que me da que va a ser el Olentzero, claro.
Donde pone DECENTADOS debería poner DESETNIADOS. Cosas del corrector de textos.
Qué, Txomin, ¿eres tú o tu familia uno de estos?
http://www.vilaweb.tv/?video=6191
Que nadie se lo pierda.
Es mejor que Ladrón de Bicicletas. Sólo en Apaña el neorrealismo más estricto podría dar lugar a una farsa. Los de Dogma no saben lo que se pierden. Tengo que descargarlo y ponerlo junto con los de los Monty Python. A alguno de esos andaluces le das una pistola y ya tienes a de Juana Chaos matando a los suyos.
Estos apañoles son extraordinarios. Dale Txomin, ¿es este tipo de comportamiento al que aludías? Apañoooooool
Grullo, veo que tu modus operandi siempre es el mismo0.
Primero se publica un artículo sobre Agirre, una serie muy didáctica y con discursos que a mí personalmente me ponen los pelos de punta de emoción, de la grandeza de esta persona que mientras los apañoles se debatían en apoyar a Hitler o a Stalin, tenía una visión, que como se puede leer, es de un líder de una talla que no ha habido otro en el siglo XX ni en Euskadi ni en Apaña.
Después llegas tú, sueltas cuatro chorradas, intentas desviar el debate y ahí sigues haciendo de bufón de la corte a ver si te siguen el juego.
Ya se que a lo mejor te sientes sólo, o que quizá te paguen bien por el trabajo de hacer de apañol culto, pero el apañolismo te ciega y te enfrascas en debates que llevas repitiendo una y otra vez. Madura un poco.
Hombre, poromp, creo que me he limitado a comentar rigurosamente sobre lo dicho en el artículo. ¿Que me repito? Claro. No ibais a ser vosotros los únicos que repetís lo mismo a todas horas.
Para bufones, los que se disfrazan de vasco y, mejor, los que no sólo se disfrazan, sino que se creen que la vasquidad es un comportamiento. Por favor, que me parto. Me encantan los pijolines bilbainos del PNV que se hacen los boronos e impostan campechanía, para acercarse al estereotipo jatorril que les sirve de modelo. Hay jerifaltes con esta patología.
Egunon y un eructo.
muy graciosillo eso de «egunon y un eructo» a las 17:07 (o sin tuneo digital a «las cinco de la trarde para dar y diez»).
El grullo haciendo sus «necesidades».
«probetxito el niño»
No lo has entendido, Kepa. Estaba representando la típica entrada en un bar del pijo bilbaino del PNV que se hace artificialmente el grosero. Los hay a patadas. No me digas que no.
Pero Benja pero es que me parece que mezclas tus imaginaciones con las entradas en tabernas de los afiliados del PNV de Bilbao. Una nota más de tu sociología de barraca de feria con escopeta de balines manipulada.