Jon Inchaurraga
Tras la llegada de Patxi López a Ajuria-Enea, hemos venido sufriendo, un día así y otro también, el avenimiento de unas víctimas por encima de otras. La antonomasia de un grupo concreto, de las víctimas de ETA que son afines al constitucionalismo español, sobre los demás grupos. Algo que comenzó Aznar y que ha continuado el Gobierno socialista, que pretender ahogar la pluralidad de las víctimas del terrorismo de ETA y de los terrorismos, en definitiva. Así suenan frases como “se acabó la impunidad” o “un asesino vasco nos ha matado a un ciudadano” pronunciadas por el nuevo Lehendakari, en las que criminaliza a lo “euskaldun” y deja entrever que el anterior Gobierno vasco fue flexible con ETA y su entorno.
A pesar de los continuos ataques que han sufrido los representantes del Gobierno vasco, desde atentados contra la Ertzaintza, EiTB y el Tren de Alta Velocidad; a los que el MLNV identifica con el PNV, hasta la kale borroka que ha tenido como diana a muchos batzokis y alkartetxes de Euzkadi. Tampoco podemos olvidar cómo Juan Mari Atutxa salió ileso de 5 atentados contra su persona y que el Partido Socialista, si acusa a los anteriores gobiernos de ser cómplices o débiles con ETA, se está autoinculpando. Pero parece que la para la ortodoxia constitucionalista esto no vale, ya que la Historia es versátil. Porque quien un día es víctima de ETA, al día siguiente puede que sea cómplice de sus verdugos. Sólo así se puede interpretar el famoso “EiTB da bola a ETA” espetado por Antonio Basagoiti a Aitzol Zubizarreta en los estudios de EiTB en Bilbao, cuando éste estaba todavía reparándose del atentado que sufrió la Nochevieja pasada.
Estas lamentables declaraciones, encima, son aplaudidas por muchos ciudadanos que se autoproclaman demócratas. Gente que se dice cosmopolita, liberal y moderna, pero que en muchos casos es dogmática y sectaria. Ejemplo claro es el diario El País, “El periódico global en español”, que sin aportar ningún dato concreto acusaba al PNV de “rechazar que hablasen las víctimas de ETA”, en alusión a las declaraciones políticas que había hecho la viuda de Eduardo Puelles, la última víctima de ETA. El periodista Tomás Barbulo afirmaba que “un dirigente jeltzale” había declarado al diario madrileño que «En esas circunstancias no se puede dejar el discurso a la viuda. Fue una situación durísima. La mujer lo mezcló todo. Hizo referencias muy duras a las familias de los presos. Supongo que estaría sedada a tope. Eso lo tienen que cuidar. Es mejor que las viudas no hablen» (El País, 22/VI/2009), sin citar el nombre del burukide en concreto, lo que da poca credibilidad a las declaraciones. Aun así, el daño estaba hecho.
Lo más grave de aquella manifestación no fueron las palabras de la viuda, puesto que todo el mundo entendió el dolor y la rabia de una familia destrozada por una banda de asesinos. Lo más embarazoso fue que el Gobierno vasco utilizó aquella repulsa contra ETA para legitimar un pacto, a todas luces antinatural, que convence a pocos según el último Euskobarómetro. Patxi López, con un discurso poético, pero falto de contenido, marcado por el “hiltzaile euskaldunak bat hil digu hiritarra”, “era uno de los nuestros”en el que anunciaba que“se acababa la impunidad” y en el que prometía que “iba a dar a nuestra ertzaintza y a nuestra policía los medios que necesiten en su lucha contra ETA”. Palabras que debían remover estómagos, pero sobre todo propios, ya que prometer que, tras más de 25 años de Ertzaintza y más de 30 de lucha contra ETA, las Fuerzas de Seguridad iban a tener todos los medios para combatir el terrorismo es un escándalo. Más aún, cuando la Ertzaintza, al igual que la mayoría de instituciones vascas, han estado criminalizadas por tener mandos nacionalistas vascos.
No ha valido que muchos ertzainas de filiación abertzale hayan sido asesinados por ETA para levantar toda sospecha, tampoco ha valido que el cuerpo de policía vasco esté en la diana de ETA, con varias masacres como la de Ondarroa fallidas, para que algunos les considere, de verdad, de los “suyos”. No acababa de llegar el Cambio, cuando en Antena 3 dos supuestos ertzainas anunciaban el 13 de junio que el anterior Gobierno vasco dio “orden de no actuar contra ETA» y que sospechaban de un complot de altos cargos contra el nuevo Gobierno. Los supuestos ertzainas, además, afirmaban, como no, que aguardaban con “ilusión” los nuevos cambios que iba a traer el ejecutivo socialista, para “volver a sentirse orgullosos de ser ertzainas”. Es curioso que estos supuestos ertzainas esperen algo bueno de un partido que les ha negado la posibilidad de luchar contra ETA en Francia, que encima utiliza las detenciones como arma disuasoria de sus propios problemas internos.
Pero la Ertzaintza no ha sido la única institución del autogobierno atacada. El Lehendakari también fue durante un tiempo el centro de las iras de quienes sustentan el actual Gobierno vasco. Su odio contra Ibarretxe se avivó cuando éste presentó su propuesta de nuevo estatuto, que pararon los Tribunales. Antes de la prohibición, la figura del Lehendakari y el Gobierno ya estaban criminalizados por quienes ahora se afanan en defender a toda costa las Instituciones vascas. Luis Rodríguez Azpiolea, exmilitante de Euskadiko Ezkerra (partido que se opuso a la primera manifestación contra ETA), afirmó que ETA había declarado una “mini-tregua” durante el debate del “Plan Ibarretxe” (El País, 10-VII-2008). Para más cachondeo, por no decir palabras malsonantes, el periodista escribía que “El Lehendakari se había enterado días antes”, cosa que desmintió Idoia Zenarruzabeitia, y que la decisión del alto al fuego estaba “guiada por intereses políticos”, lo que volvía a unir al Nuevo estatuto para Euskadi con la violencia. Este argumento fue muy repetido por quienes se oponían, que pasaron más tiempo descalificando al Lehendakari que debatiendo su propuesta. Las palabras más graves vinieron por parte de la viuda de Gregorio Ordóñez, que despreció públicamente al Lehendakari al que acusó de estar “apagado o fuera de cobertura” y que, además, exigió al PNV que “rompiese con los del tiro en la nuca” (El Correo, 06-IV-2008).
La deslegitimación de las Instituciones vascas fue continua por parte del PP y del PSOE. El último en reconocerlo ha sido José Antonio Pastor que, tras la investidura de Patxi López como Lehendakari, afirmó en Telecinco el 6 de mayo sin rubor alguno que “se había cerrado políticamente la transición en Euskadi”. Palabras que suenan aún más duras cuando se mezclan con la violencia y se afirma que en España la Transición política se cerró hace décadas, aunque en algunas comunidades como Andalucía, Extremadura o Castilla la Mancha el PSOE nunca haya estado en la oposición. Además, también parece que se le ha olvidado que el Estatuto de Autonomía de Gernika, que Patxi López promete actualizar, está incumplido y que cada materia conseguida ha sido arduamente peleada por el Grupo vasco en el Congreso y en el Senado, que han aprovechado momentos de debilidad del Gobierno español de turno. Pastor posterga también que quienes tanto hablan del Estatuto y de su importancia. porque simboliza el pacto entre vascos, son quienes más lo desprecian, ya que impiden su desarrollo real cuestionando que la transferencia de materias sea positiva para los vascos. Así lo dijo Cristina Garmendia antes de que Zapatero transfiriese “Imagen y Desarrollo” al Gobierno vasco, tras el acuerdo al que llegó con el PNV. Un acuerdo que Patxi López ha intentado transformar en un acto de responsabilidad, pero que en realidad fue consecuencia de que el PNV prometió ayudar al PSOE en Madrid a cambio de que López apoyase los presupuestos del Gobierno vasco y de las Diputaciones.
Ya se ve pues que al nuevo Gobierno poco le importa mentir. Le es indiferente afirmar un día que no se piensa presentar una moción de censura en Álava, para el día siguiente afirmar lo contrario mientras chantajea al PNV, al que pasa la responsabilidad. Es la primera vez en la Historia en la que el partido de la oposición debe llevar la iniciativa. El PSOE está jugando a la dilatación y al engaño. Ha puesto en un primer plano las formas para esconder su falta de ideas. No hay más que leer cómo trata El Correo del 16 de julio la noticia de la fallida reunión entre el Lehendakari y los Diputados generales. David Guadilla, principal espada de la crónica política del diario bilbaíno, sólo alude únicamente en dos párrafos a medidas económicas, mientras que centra la información en cuestiones superfluas y abstractas como los “diagnósticos comunes” o “cuestiones de protocolo”, que deberían ser secundarias.
Por otro lado, el nuevo Gobierno López, además, juega contra la memoria, ya que afirma cosas que ha rechazado anteriormente. Habla de la memoria de las víctimas del terrorismo mientras que la Presidenta del Parlamento vasco, militante del PP, no acude a homenajes de víctimas de la Guerra Civil. Habla de que acabará con la “impunidad de los violentos”, como si en estos años el PSOE hubiera sido ajeno a la gobernabilidad en Euzkadi. No podemos olvidar que el PSOE estuvo en el Gobierno con Ardanza, además de ostentar alcaldías en muchos puntos de la geografía vasca. Además de ser un partido que ha homenajeado y condecorado a terroristas como Galindo o Vera y Barrionuevo y que tuvo una importancia capital en el desarrollo del GAL. Y tampoco podemos olvidar de dónde viene Euskadiko Ezkerra, cuyos miembros (en muchos casos) han pasado de etarras a antiabertzales.
Por eso, ya es hora de desenmascarar a un partido que tiene como fin a sí mismo. Un partido con un bagaje ético muy pobre. Un partido al que poco le importan los derechos de los ciudadanos. No hay que olvidar que está en el Gobierno gracias a una decisión judicial que ilegalizó al brazo político del MLNV. Unas instituciones que ha despreciado históricamente, tal y como denunciaba Telesforo Monzón cuando acusaba a Prieto de intentar cargarse al Gobierno vasco en el exilio. Un partido, el PSOE, que en las conversaciones de Loiola validó a ETA como interlocutor político y que obvió a las instituciones vascas y navarras como representantes legítimas de los vascos. Que además, fue impulsor de la LOAPA y el “café para todos” que diluía la especificidad de Euzkadi, Cataluña y Galicia y que anuló el Estatuto de Gernika. Un partido, en definitiva, que tiene poco que exigir a los demás y menos después de ver con quién gobierna. Ya que prometer que no se va a pactar con el PP para después hacerlo es mentir. Un PP que va a las canonizaciones de obispos franquistas, pero que no homenajea a la población civil de Gernika asesinada por los aviones nazis.
Patxi López es Lehendakari y hay que respetarlo. Pero eso no quiere decir que nos pueda dar lecciones de ética ni que no podamos ejercer de oposición. Porque si no podemos ejercer como abertzales, ¿para qué presentarnos a las elecciones?
Ética y socialismo son conceptos antitéticos. Es bastante evidente que un partido como el PSOE que ha planificado asesinatos en las Casas del Pueblo (perdón, habrá que llamarlas «Casas del Cuidadano»), un partido que ha hecho del expolio de lo público su modo de vida habitual, un partido compuesto por holgazanes que en su inmensa mayoría no tendrían sitio en ninguna empresa, un partido que tiene a gala el haber sido el principal promotor de la «cultura del pelotazo», un partido que a lo largo de toda su historia ha buscado cualquier tipo de atajo para acceder a posiciones de poder (por ejemplo cuando negociaba el ínclito defensor del «pueblo» con los golpistas del 23F un gobierno de concentración presidido por el multimillonario González), un partido que hecho de la mentira su modo habitual de hacer política… un partido compuesto por gentuza de esa calaña no es nadie para dar lecciones de ética ni de comportamientos cívicos.
Esta gente es mucho más peligrosa que los marxistas de ETA. Coinciden con ellos en el odio visceral al Nacionalismo Vasco y en el modo de autodefinirse a sí mismos como «élite que debe dirigir al pueblo». Coinciden también con los marxistas de ETA en no tener ningún tipo de escrúpulos a la hora de plantear acciones que les beneficien (eso creen ellos). Pero se diferencian de los atontados de ETA en que éstos últimos han perdido toda capacidad de raciocinio y están, no me cabe la más mínima duda, totalmente infiltrados y manipulados por los servicios secretos. En esto los socialistas han demostrado ser mucho más listos: su única obsesión es el medrar social y económicamente (y ese es por cierto el mejor punto donde atacarles-comprarles).
El futuro de nuestros hijos está muy comprometido si esta gentuza consigue echarnos de las Diputaciones y Ayuntamientos (y no se van a parar en gastos para conseguirlo). Nos jugamos el ser o no ser en este envite. Si el PP-PSOE consiguen las Diputaciones es más que probable que renueven en Ajuria Enea dentro de 4 años. Si eso ocurriera estaremos asistiendo al principio del fin del Pueblo Vasco como tal y al final de una prosperidad basada en el trabajo y en hacer las cosas bien.
Esta gentuza son el mayor peligro para la Sociedad Vasca, son el mayor peligro para nuestra prosperidad y nuestra obligación como Abertzales es hacerles frente en todos los campos. Nos jugamos nuestro futuro.
El gobierno vasko lo k hace es no dar ni golpe! Patxi Lopez de vakatas los 100 dias, de inauguracion en inauguracion.
Igual es lo mejor, no sea k se pongan a intentar arreglar algo, y ya sabemos k pepe gotera y otilio t la lian. La mejor gestion posible dl Patxilo es no tokar nada.
Esto m rekuerda a 1 amigo katalan k decia k el tripartito katalan se habia dedikado to2 estos años a vivir dl kuento dl estatut y a aparentar, dar eskandalos, etc., es decir: a no hacer nada. Y klaro, kuando se akaba la inercia d lo bueno heredado…
Patxilo me rekuerda al dl anuncio d viajes: dnd esta «kurro»?
«Esta legislatura no va a ser suficiente para terminar con treinta años de legitimación del terrorismo»
Arantza Quiroga, Presidenta del Parlamento Vasco en declaraciones a EITB.
Ya se ve que ser español es algo que también está reñido con decir la verdad y con poseer un mínimo de respeto a los valores y principios que rigen la ética y la moral … salvo el de hacerlo sólo «a lo misionero y sin gomas»
Urtine, osea que ser español es ser un irrespetuoso con los valortes de la etica y de la moral, y encima añades con que esta REÑIDO con decir la verdad,
hOMBRT urtine pasatu zera mogollon, ez da zuk,ez dezi hori xinisten, PASAU.
Arranokabia, con todos mis respetos, no creo que responder a alguien que me acusa de asesino, a mí y a la MAYORÍA de la Sociedad Vasca, en los términos en los que lo he hecho sea pasarse en absoluto.
Y sí, los valores por los que se rige la sociedad española son esos en los que se valora más al mentiroso, al jeta, al estafador y al ladrón que a las personas honrradas y cabales. No me lo estoy inventando, ahí está Zapatero y sus 12.000.000 de votos para constatarlo.
Es que claro es que de vez en cuando hay que recordar el historial sociata que es realmente grimoso. Otra cosa es que mucha gente de Euskadi frente al fascio del PP pues lo vea como mal menor, pero los socis son un museo de los horrores en términos de valores, tanto en la gestión pública (con los casos de corrupción más escandalosos en la Comunidad Autónoma, caso Osakidetza, o en Navarra, con Roldán y Urralburu, dos verdaderos angelitos) como en los derechos humanos (caso GAL). Vamos, que estos son los tíos que una vez en el poder quieren dar el pego de que la situación por ellos da un avance. Lo que veo es que quieren maquillar su incompetencia policial con actos simbólicos como ilegalizaciones de manifas y la guerra de símbolos, que sólo beneficia al MLNV aunque al PSOE le da las portadas de sus medios adictos. Como la época áurea se acabó, y claro los sociatas se dan cuen que lo de Anoeta no debilitó a ETA sino que, albricias, la ha hecho más fuerte, ahora les toca pechar con la cruda realidad de que los males de este mundo no los hizo el PNV.
Llevo dos semanas fuera de territorio nacional (vasco) y la verdad es que eso de que el nacionalismo se cura viajando es mentira, en mi caso al tener solo a mi alcance medios de comunicacion españoles me doy cuenta de toda la basura que constantemente llega a los ciudadanos españoles, aunque realmente a los vascos nos ocurre casi lo mismo con el añadido de El Correo Español y sucedaneos….
Por cierto, como dice Urtiñe el PSOE no solo ha planificado asesinatos en las casas del pueblo, es que literalmente los ha ejecutado, me remito aqui a lo declarado por Mayor Oreja en el ultimo libro de Maria Antonia Iglesias en que cuenta como a su padre durante la revolucion de 1934, unos matones socialiistas lo secuestraran y le pegaron un tiro en la nuca en la casa del pueblo de Eibar. Supongo que esto formara parte de los cien años de honradez de los que tanto presume el PSOE ( que no es PSE)