Las lecciones de Argel (2)

Imanol Lizarralde

Al esquema de lucha político-militar llevada por organizaciones unidas por una estrategia común pero orgánicamente separadas, se incorpora el llamado «instrumento político» de la negociación. Esta es la gran lección de Argel y el gran avance que supuso para el MLNV en su conjunto.

El reportaje de GARA no deja de subrayar que «la creación de un frente negociador» como «un cambio de conceptualización» para el MLNV. Pues el MLNV así, con la negociación, contaba con una nueva arma de lucha, adaptada a las circunstancias de un marco de democracia representativa. Según el periodista de GARA tanto Rafa Díez como Eugenio Etxebeste «inciden en el carácter de herramienta de la negociación: “(…) es un espacio dialéctico de lucha política donde la izquierda abertzale tiene que extender en la sociedad vasca sus posiciones tanto en los contenidos de un marco democrático como respecto a nuestros objetivos estratégicos».

Aquí Rafa plantea la negociación como un espacio de «lucha política» que hace de altavoz socializador de las «posiciones» del MLNV, que tienen que extenderse a lo largo de la sociedad vasca. Esas posiciones tienen que proyectarse tanto en el aspecto táctico («los contenidos de un marco democrático», se refiere al cacareado «cambio de marco») como en el estratégico («nuestros objetivos estratégicos» que son independencia y socialismo).

Tras el reconocimiento de ETA y de los representantes políticos del MLNV como «interlocutores» legítimos, viene la socialización de las ideas que asumen estos interlocutores. Tenemos, por un lado, la alternativa táctica de turno (Loyola o Anoeta según el caso), y tenemos el impulso estratégico («independencia y socialismo») que servirá como siempre para justificar la ruptura. El MLNV tiene que tener a la gente preparada para asumir una determinada alternativa táctica y para asumir, a la vez, una posible ruptura del proceso negociador.

Etxebeste insiste en que la negociación constituye «una herramienta dinámica ajustada y acompasada a los ritmos y tiempos que establece la correlación de fuerzas y los avances del proceso político». No nos queda más remedio que interpretar estas palabras en función de la experiencia ya habida. Cuando Etxebeste dice que la «negociación» es una «herramienta dinámica» significa que es un instrumento de iniciativa, puesto al servicio de una nueva «correlación de fuerzas y los avances del proceso político». La negociación tiene que suponer la verificación de un avance, ya sea de algún logro político o ya sea de acumulación de fuerzas.

El periodista de GARA, Iñaki Iriondo, en un artículo de análisis de los diversos procesos de negociación, completa las declaraciones de Rafa Díez y de Eugenio Etxebeste con algunos apuntes. En este sentido, saca a colación una cita de un documento oficial de ETA, elaborado por el parlamentario de HB Josu Muguruza: «entendemos que no es posible una victoria militar sobre estos (los estados) en las condiciones actuales, y adoptamos una táctica de conquistas irreversibles, mediante la correlación de fuerzas favorables que se resuelvan mediante la negociación».

Ante la imposibilidad de una victoria aplastante el MLNV plantea la vía de «una táctica de conquistas irreversibles». En este sentido, la «conquista irreversible» fundamental del MLNV en todas sus negociaciones es precisamente que la mayor parte de la gente, incluidos sus enemigos más acérrimos, piensen que la solución del problema sólo puede venir por la vía negociadora. Y el reconocimiento explícito de ETA dentro de esta negociación como uno de los interlocutores es otro avance. ¿Qué considera el MLNV que es lo qué pueden significar futuras «conquistas irreversibles»?