Aitor Fuente Incera
El jueves al mediodía (5-08-08) entré en la web de Deia, y en su edición digital aparecía una foto que me hizo decir… SI SEÑOR! La foto de la que os hablo no es otra que la sacada a las puertas del Tribunal Constitucional, allí en Madrid. En esa imagen, aparecían entre otros, Iñigo Urkullu, Unai Ziarreta, Javier Madrazo y Patxi Zabaleta. Esto es… toda la gama de colores de partidos políticos vascos, democráticos y abertzales.
Sí, esa foto de unidad ante la negativa por parte de la España cañí y obtusa de darle la palabra al pueblo vasco… me gustó. Podía haber estado mucho mejor, pero las circunstancias, los hechos, acciones y silencios de ciertas personas… hace de esta foto una imagen insuperable.
Insuperable, porque la Izquierda Abertzale no puede salir en la foto junto al PNV, no quiere. Porque tiene que seguir con su victimismo, quieren seguir automarginándose, no quieren reconocer errores (suyos) y logros (de otros), quieren seguir en un mundo irreal donde existe el impuesto revolucionario y no cabe la critica constructiva (interna).
En Octubre de 1991, Xabier Arzallus, Presidente del PNV dijo: «Cuando el PNV gobierne junto a Herri Batasuna será un gran día.» Yo también lo pienso así, pero no con esta izquierda abertzale tan obtusa y cañi. No con esta izquierda abertzale tan envidiosa, tan poco política, tan poco seria.
Una izquierda abertzale que esta en contra de todo proyecto para el progreso de este País. En contra… y sin ningún argumento. Utilizan el NO por sistema, la critica como ofensa, no como un ejercicio constructivo y beneficioso para la política, para el desarrollo del país.
La izquierda abertzale que aprovecha la consulta para desgastar al PNV, es una izquierda abertzale poco seria, poco política y sobre todo… poco abertzale. Y para nada tiene cabida en la imagen de unidad que protagonizaron el otro día los partidos políticos vascos, democráticos y abertzales allí en Madrid.
Aunque no resto valor a la foto ante el TC ni a la iniciativa de presentación de alegaciones ante este tribunal por parte de EAJ,EA, EB y Aralar, no comparto la idea de que será un gran día cuando “el PNV gobierne junto a Herri Batasuna”, y no porque esta formación sea obtusa, cañí, envidiosa, poco política o poco seria.
No comparto esa idea porque, de seguir sin identificar la esencia revolucionaria de la unidad popular, seremos nosotros los que tengamos que movernos o renunciar a principios democráticos para poder gobernar con ellos. No comparto la idea porque estoy convencido de que la izquierda revolucionaria no va a renunciar (si lo hace, dejaría de serlo) a la lucha de clases y a realizar la revolución en Euskal Herria utilizando como “gasolina estratégica”el conflicto nacional irresuelto con el Estado español. No comparto la idea porque niego el carácter democrático (al menos de democracia como la entendemos en occidente) a herri batasuna (aunque me opongo al mismo tiempo a prácticas ilegalizadoras ad hoc) y, sobre todo , no comparto la idea por el hecho de que herri batasuna, batasuna, o como quiera que se vaya a llamar la unidad popular no va a renunciar nunca a la complementación de luchas, por lo tanto , no va a renunciar nunca a el uso de la violencia como herramienta de intervención política.