Mikel García Maiza
El Pacto de Lizarra fue en 1999, un pacto buscado y trabajado, con dos objetivos claros, la paz y normalización política de nuestro querido País. Buscar la paz y la normalización no fue una cagada, cagada fue el pacto. Un pacto con una parte de la sociedad olvidándose de la otra parte.
Aquel pacto de confrontación y la posterior “ausencia de violencia”( lo pongo entre comillas, porque ETA declaro una tregua, pero su labor de extorsión continuo y la kale borroka también), permitió los mejores resultados que ha obtenido el nacionalismo institucional, pero la vuelta, ha sido la perdida paulatina de votos a partir de aquel momento, una cosa era la apuesta de Lizarra sin violencia y con la izquierda radical ilegalizada, y otra con ETA nuevamente cometiendo atentados y la izquierda radical viva.
De aquella cagada, mantener la estrategia de confrontación pese a ETA y a la existencia de la izquierda radical, era necesario aprender, pero por lo visto, no hemos aprendido que la confrontación puede ser un rédito electoral en muy corto plazo, que con elo paso del tiempo se convierte en enemigo del nacionalismo institucional, como hemos podido comprobar en las siguiente confrontaciones electorales.
En 2001, hubo una coalición compuesta por todo el nacionalismo institucional, consiguiendo el mejor resultado de la historia gracias al enfrentamiento abierto con el españolismo y a los votos prestados de la izquierda abertzale, llegan las elecciones de 2005 y para poder mantener la misma coalición electoral y el voto de algunos simpatizantes de la izquierda radical, alguien se saca de la chistera la consulta por el “derecho a decidir”, una nueva cagada.
Cagada no fue la coalición del nacionalismo institucional, cagada fue fomentar esa coalición en un proyecto, que para entonces, ya se consideraba inviable. En vez de solucionar los conflictos de poder existentes dentro del nacionalismo institucional, tanto dentro de EA como del PNV, se optó por buscar una excusa que a los militantes y posibles electores de ambos partidos, les permitiese presentar la coalición como algo necesario, el famoso “por el bien del País”, sustentado en la consulta prometida sobre el “derecho a decidir”. Aún y todo, y manteniendo el discurso del 2001, en un intento de no perder el voto obtenido de la izquierda radical, la coalición como era de esperar, perdió los votos prestados de la izquierda radical y además, votos dentro de su propio electorado, un electorado fiel hasta entonces.
Una vez valorada la respuesta electoral del 2005, y visto el bajón producido en el voto nacionalista institucional, a los estrategas no se les ocurre otra cosa que radicalizar su discurso.
Durante esta legislatura, ETA volvió a la tregua y planteo una salida negociada a su “conflicto”, por cierto, mezclándolo con el conflicto político de nuestro País, y dejando de lado al nacionalismo constitucional para la solución de “su problema”. El resultado, el que todos conocemos, vuelta a la estrategia de guerra.
Llega el 2007 y las elecciones municipales, en las que el nacionalismo institucional vuelve a recibir un tortazo mayúsculo en los resultados y el partido socialista presente en las conversaciones con ETA para resolver “su conflicto” gana votos, a los estrategas del nacionalismo institucional no se les ocurre otra cosa que dar una vuelta de tuerca a sus primeros planteamiento sobre el “derecho a decidir” y montan la estrategia de la “hoja de ruta”, una nueva cagada.
La nueva cagada, no es montar una estrategia sobre el “derecho a decidir”, una estrategia sobre la que ningún vasco, ni catalán, ni extremeño puede estar en contra. La cagada está, en que los estrategas vuelven a 1999 y al pacto de Lizarra, a la confrontación, y para colmo, con una izquierda radical activa y una ETA totalmente activa.
Por lo visto, los estrategas no han aprendido la enseñanza de Lizarra, la estrategia de confrontación es valida electoralmente en ausencia de violencia y sin la izquierda radical, pero es nefasta para el nacionalismo institucional, con violencia de ETA y con la izquierda radical. Una nueva cagada y van… unas cuantas.
Maiza no estoy d acuerdo en tu conclusion, cuando dices:
«la estrategia de confrontación es valida electoralmente en ausencia de violencia y sin la izquierda radical, xo es nefasta para el nacionalismo institucional, con violencia de ETA y con la izquierda radical.»
En el 2001 existia violencia de ETA y la Batasuna era legal, xo fue entonces cuando el nacionalismo saco partido de la confrontacion. La cuestion, en mi opinion no es el escenario, sino los contrarios. En el 2001 PNV-EA estaban siendo atacados con mentiras totales y d forma brutal x el PP-PSOE y x Batasuna y se situo en el centro (o le pusieron, mejor dicho).
Cuando el contrario es el PSOE, q en palabras de Arzalluz es como una lona y q cuando le lanzas una pelota hace «plof», la tactica de la confrontacion creo q es poco inteligente. Sobre la ausencia de violencia y ETA, q incluye esta claro, sobre todo si mata a un concejal dos dias antes de unas elecciones.
Para enfrentart a 1 contrario q pone cara de majo y sonrie, si vas de duro todos piensan q el bueno es el majo. Si te viene Aznar diciendo burradas y tu te pones firme sin caer tan bajo como el, entonces el majo eres tu.
Cada adversario necesita una tactica diferente. No juegas igual contra el equipo de segunda B de patapun parriba q contra un equipo de figurines. Pues eso.
No comparto la conclusión sobre que “la estrategia de confrontación es válida electoralmente en ausencia de violencia y sin la izquierda radical, pero es nefasta para el nacionalismo institucional, con violencia de ETA y con la izquierda radical”.
Respecto a esto, me gustaría hacer unas matizaciones:
Que yo sepa, en la historia reciente, Lizarra incluido, no se han dado las condiciones de ausencia de violencia que tú mencionas. Evidentemente, los análisis y la apuesta táctica de EAJ y EA en Lizarra se basaban en la ausencia de actividad violenta por parte del MLNV (supongo), lo que me hace pensar que , una vez más , las formaciones nacionalistas se echaron a la piscina sin realizar un correcto análisis de la situación. Solamente hay que leer lo que ETA decía en el agiri del 16/09/08: “Eta hein berean, guztion zeregina izanen da proiektu horren etsai diren eta izaten jarraituko dutenei aurre egitea. Armen erabilera gaitzesten dutenek hain goraipatua duen eta hain gutxitan erabiltzen den gizarte jazarpenaren ordua da.”…para alguien que haya vivido en Euskadi las últimas décadas, el término persecución social tiene una simple traducción: violencia multiforme aplicada a los enemigos del proyecto del MLNV. Luego, lo de la confrontación en ausencia de violencia como método válido…no hemos conocido nunca esa situación, por lo tanto no considero que sea un estratégia válida para el nacionalismo verdadero.
Y en cuanto a la estrategia actual, estimado Mikel, Ziarreta lo dejó bastante clarito ayer: “es la oportunidad de unir a todos los abertzales”…que ETA zumbe, que los grupos de choque de la kale borroka campen a sus anchas, que el gobierno del Estado nos embista, que Patxi López esté de subidón porque se ve como Lehenda….da igual: lo importante es unir a todos los abertzales, incluidos los que no renuncian a la violencia y enfrentarse, todos juntitos, al enemigo principal que es Madrid…¿aprender de Lizarra? No hemos aprendido nada, seguimos en una estrategia de conformación de un frente unido pero en mejores condiciones para ETA y su MLNV.
Lo q se esta mascando es la ofensiva x la gran coalicion. Pronto empezaran a salir algunos dirijentes de EA y PNV diciendo q es necesario acumular fuerzas y acuerdos entre abertzales. Zallo & co. pronto volveran con sus articulos pro-coalicion derecho a decidir y se dira q es necesario x el bien del pais q se unan todos los abertzales contra Madrid. Ziarreta encantado xq sino EA desaparece del mapa.
Aunq eso pueda ser una opinion (q no viene en la ponencia politica del PNV, aunq hay q reconocer q la ponencia no se cumple casi nunca), lo q no tiene perdon son las declaraciones del detecta-michelines:
http://www.loyolamedia.com/actualidad.php?idNoticia=30277&tipoinfo=PLT
«seguirá hablando mal del PNV y de Ibarretxe, creo que no tiene demasiadas razones para hablar bien porque hay que ver cómo se les trata desde determinados ámbitos más o menos del PNV».
Pobre EHAK, hay q justificar q hablen mal del PNV y ya de paso q quemen batzokis, xq hay algunos (los bultzagilles habran resucitado, no era Imaz un bultzagille segun Izaronews?) q hablan mal d esos pobres inocentes. Si no fuera x esos tan mal abertzales del PNV, entonces hablarian maravillas, no te jode. Absolutamente impresentable como mendiga Arzalluz el voto de EHAK. Im-pre-sen-ta-ble.
Ademas ya nos ilumina de q «en la primera pregunta la condena está perfectamente implícita». No creo q Urkullu sea de la misma opinion, xq ha desaparecido del mapa esta semana. Debe estar buscando a Wally.