Iñaki Arratibel
Hernani ha vuelto a padecer el azote de la violencia callejera, un autobús quemado, coches particulares afectados, contenedores incendiados, etc. Ante estos hechos los partidos repiten sus declaraciones, y suenan las palabras de siempre: amenaza, barbarie, condena, conflicto, etc. Me voy a centrar en una de ellas, condena.
Según la portavoz habitual de la Izquierda Radical, Dª Marian Beitialarrangoitia Alcaldesa de Hernani, «condena» es una palabra maldita, que no aporta nada a la solución del conflicto. ¿Puede una palabra dar solución a la violencia? ¿Es la «condena» una palabra maldita? ¿Son estériles las palabras?¿Tienen las palabras tanto poder?
La palabra «condena», sobre todo, muestra una actitud frente a la vulneración de derechos. Y es precisamente ahí donde la Izquierda Radical quiere marcar su distancia. Cuando un pueblo de Euskal Herria padece la «Kale Borroka» todos tenemos la convicción de que detrás está la mano de la Izquierda Radical. Si la Izquierda Radical llegara a condenarla, deslegitimaría el acto violento, y por tanto, bajo ningún pretexto caerá en el error de condenarla. Sencillamente porque sería condenarse y deslegitimarse a sí misma.
Con la condena no podría justificar la petición de libertad de los culpables del acto. No podría nombrar hijo predilecto de un municipio a un asesino etarra. El lenguaje es importante, por eso la Izquierda Radical no condena la «Kale Borroka», ni las acciones de ETA. Por eso le llaman sabotaje a la quema de un Alkartetxe y en cambio le llaman guerra sucia al ataque de cualquier herriko. El lenguaje es importante porque legitima o deslegitima las acciones. De ahí el empecinamiento de los líderes de la Izquierda Radical en no condenar las acciones impulsadas por ellos.
El MLNV realiza una valoración revolucionaria de la vulneración de derechos, si estas son útiles al proceso revolucionario son legítimas, si no lo son, hay que deslegitimarlas. De ahí que el lenguaje adquiera una importancia vital.
A modo de ejemplo: Marian Beitialarrangoitia no condenó/deslegitimó los actos de «Kale Borroka» en Hernani. Simplemente anota que nos encontramos ante una expresión del conflicto. Pero eso sí, pide la denuncia/deslegitimación de presuntos casos de torturas. Los partidos y asociaciones que conforman la Izquierda Radical en Hernani, y en cualquier pueblo de Euskadi, se niegan a asumir la defensa de todos los derechos vulnerados. El lenguaje es muy útil para legitimar o deslegitimar acciones. La Izquierda Radical lo sabe, y lo practica todos los días. Sólo tenemos que ser conscientes de ello y actuar en consecuencia.
Una de tantas contradicciones de la Izquierda Radical.
La Izquierda Radical, no esta contra de la dispersión. Esta en contra de la dispersión de los suyos. Que les pregunten si les hubiera importado mandar a Barrionuevo a la isla de Guam.
La izquierda radical no esta en contra de las ilegalizaciones. Esta en contra de su ilegalización. Que les pregunten si les importaría que ilegalizaran a la Falange Española de las JONS.
La Izquierda Radical no esta en contra de las torturas. Esta en contra de las torturas que ellos padecen. Que se lo pregunten a Aldaya, Ortega Lara, Irene Villa, etc, etc…
Pero ser democrata no es denunciar las injustias que padeces, si no denunciarlas cuando es tu adversario quien las padece.
El que piense que la Izquierda Radical es democratica, o se esta haciendo trampas al solitario, o vive de espaldas a la realidad.
PD: Zorionik beroenak Blog-arengatik
Ondo esana Iban! Baduk ordua gauzak argi eta garbi esateko. Ezker iraultzaile horrek ez dik abertzaletasun tantarik.