Buenismo institucional, la enésima mentira para manipular a la mayoría

Josu Markuleta

Volvemos a asistir a un nuevo envite del grupo político municipal integrante mayoritario de la corporación institucional del Ayuntamiento de Hondarribia sobre el asunto del Alarde.

No podemos sino sorprendernos ante la cantidad de falsedades provocativas que vierten sobre la ciudadanía del pueblo de Hondarribia, sobre su tranquilidad y sobre su modo de entender y respetar el legado dejado por los antepasados. Todo son provocaciones para subvertir el orden, la cohesión y la convivencia.

La única finalidad e intención de este escrito y de estas palabras no es más que la imposición de un criterio particular y único pero con tintes de buenismo institucional, eso sí, con el objetivo claro de hacer un trágala a la mayoría de la población para imponer de forma totalitaria (disfrazada de sentido institucional y de buenas palabras) una opinión particular de una visión minoritaria de la realidad respecto al sentir del Alarde como representación ritual de unos hechos históricos con vínculos antropológicos hacia el legado de nuestros antepasados.

Pero analicemos por partes algunas de esas frases.

“La experiencia de los dos últimos años en el gobierno municipal nos ha ayudado a conocer mejor la evolución del Alarde, así como profundizar en las reivindicaciones y vivencias que lo rodean.”

No parece ser cierto a tenor de la reacción que ha tenido el ayuntamiento respecto al asunto del Alarde. Hace años que la gran mayoría de la población reivindica una cosa que la corporación actual hace caso omiso. El libro de Mikel Arriaga da unas pistas antropológicas y sociológicas muy importantes sobre el Alarde, sus orígenes y las causas del problema actual. La actual corporación municipal no hace caso de lo que en el libro de este investigador y estudioso internacional se menciona y hace hincapié. ¿Quién no intenta conocer y profundizar en el tema del Alarde para encontrar una solución?  Sinceramente, produce una profunda hilaridad leer estas palabras por parte de una agrupación política supuestamente seria. A tenor de lo visto, parece que estamos ante un escrito de alumnos de bachillerato dirigiéndose al director del instituto pidiendo una respuesta para poner más papeleras en el patio de recreo. Resulta de carácter dudoso el supuesto conocimiento recién adquirido de “la evolución del Alarde”  de una agrupación, como Abosanitz surgida precisamente de la escisión de la Izquierda Abertzale oficial, porque esta no permitía a sus afiliados la participación en el Alarde Tradicional. Teniendo en cuenta, además, de que tratamos de un asunto que es y ha sido motivo de enfrentamiento durante muchos años.

“Si queremos un pueblo vivo, es imprescindible fortalecer y ampliar las relaciones entre las diferentes generaciones y entre los diferentes barrios. En solitario vamos más rápido, pero juntas y juntos llegaremos más lejos.”

Esto no tiene relación con el Alarde. A dónde vas, manzanas traigo. Un pueblo se mantiene vivo sobre todo si tiene diferencias y hay diversidad, pero es imprescindible que esa diversidad se gestione correctamente, sobre todo por parte de las instituciones. Parece ser que son las instituciones que tienen problemas por gestionar la diversidad. Primero se les llena la boca proclamando la diversidad a los cuatro vientos, ahora bien, en el tema del Alarde proclaman una uniformidad dura y nada flexible. Incluso no dudan en utilizar mecanismos de control e ingeniería social. ¿Pero señores y señoras de Abotsanitz, ustedes en qué piensan? No nos intenten engañar. Pongan en marcha mecanismos para admitir la diversidad en Alarde y que por lo menos haya dos, que se respeten y toleren y puedan expresar sus vivencias cada cual a su modo sin imposiciones. Eso es lo que ustedes desde la corporación municipal deberían promover y poner en práctica. Nuevamente recomendamos leer y tener en cuenta el libro de Arriaga (1) y las resoluciones judiciales del Tribunal Supremo (2-8; adjuntamos varias referencias para comprender nítidamente las resoluciones) para llegar a una solución justa, tolerante y, que consiga el respeto y la cohesión necesaria para el pueblo de Hondarribia.

 “En el caso del Alarde, ante esa pérdida de identidad no hemos acertado. En lugar de fortalecer la comunidad encauzando la participación de las mujeres”

El texto de Abosanitz muestra la patita y se decanta por una visión del problema que apoya a una de las partes en disputa. El problema, para los de esa agrupación, es encauzar “la participación de las mujeres”. Las mujeres siempre han participado en el Alarde. El problema surge cuando una parte del pueblo pretende imponer a la otra su propio modelo de participación, enarbolando una falsedad, la falta de participación de las mujeres.  La pérdida de identidad está viniendo por la tenacidad en la insistencia de no respetar a la gran mayoría de la ciudadanía, ese es el gran problema. Por cierto, como muy bien apunta el señor Uriz en su respuesta, las mujeres ya participan de forma diversa e imprescindible en el Alarde.

La supuestas alternativas progresistas o alternativas del Alarde, como se quiera, están fraccionando la armonía y cohesión de la ciudadanía. No hay que insistir en una sola forma de entender el rito, e imponer esta visión de forma totalitaria de la representación ritual; esto es lo que fractura la convivencia y la cohesión social, y no las palabras engañosas y vacías que leemos en esta carta de Abotsanitz. La intención de Abotsanitz es insistir en la añagaza de unos pocos, e imponer una visión (la de ellos/ellas mismos/as, y considerarla única visión de entender la realidad). A esto de forma genérica se le suele llamar totalitarismo.

 “La tradición es inseparable de la cohesión, como la cohesión lo es de la memoria colectiva. El Alarde, patrimonio que defendemos, es decisivo a la hora de unir estos tres conceptos.”

 Estas frases son juegos de trileros. En el fondo no dicen nada de fundamento. Y decir que el Alarde une los conceptos de tradición-cohesión-memoria, tampoco es cierto. Teniendo en cuenta que hay más de una visión de lo que es el Alarde, es falso que cohesione, en estos momentos el Alarde no cohesiona, más bien separa; una nueva trampa de trileros verbales para arrimar el ascua a su sardina.

Lo tristemente cierto es que una facción política, la Izquierda Abertzale, ha tratado de pervertir conscientemente la tradición-cohesión-memoria con una intervención en nuestro pueblo, tomando los “derechos de la mujer” como bandera. Tras esa bandera de lucha, nada cuentan los derechos reales de las mujeres sino que se encuentra un deseo de hegemonía, lo que significa disciplinar al pueblo de Hondarribia, intentando obligarle a comulgar con las ruedas de molino de su propia versión adulterada de la tradición.

Abotsanitz, repasen lo que ha ocurrido desde el final de los 90, lean las resoluciones judiciales y el libro de Arriaga. También podrían hacer caso a lo dicho por Jenny Pearce, la mediadora internacional cuando estuvo por estos lares, pero ¡déjense de panfletos y hojas volanderas cutres!

 “Lo acontecido el año pasado en Gernikako Arbola provocó malestar y tristeza en la ciudadanía y en la tropa.”

Esta es una visión particular y engañosa. La gran mayoría no piensa esto. Ya basta de engaños, falsedades y de opiniones particulares poniéndolas en boca de toda la ciudadanía. Nuevamente confundimos de forma consciente y tramposa la parte por el todo. Y es que esto se repite continuamente. La ciudadanía está ya exhausta y cansada de esta estratagema falsa y manipuladora. ¡Ya basta Abotsanitz!

 “El Alarde nos une. El Alarde es familia; amistad, recuerdo, barrio, patrimonio, tradición, celebración, igualdad, cohesión. El Alarde es pueblo. Por eso, pensando en su organización, creemos que el Ayuntamiento de Hondarribia y todos los demás agentes del Alarde deben unirse. Todos somos necesarios para garantizar un futuro prometedor al Alarde”

Todo esto puede ser cierto si se intenta crear dos alardes que se respeten unos a otros, y que cada uno desfile y ejerza el rito como mejor lo entiende e interprete; como ya hacen en Irún. La función del Ayuntamiento debería ser esta, la de crear dos alardes. ¡Pónganse manos a la obra enseguida! ¡Déjense de cartas y de chorradas!

Creemos que ya estamos sufriendo bastante la tomadura de pelo de esta corporación. Nos está enseñando una y otra vez su faceta más impositora y manipuladora. La ciudadanía está bastante harta de esta actuación. Abotsanitz y corporación municipal, tomen cartas en el asunto para solucionar este problema respetando la diversidad. ¡Háganlo ya! Y déjense de cartas infantiles y manipulaciones baratas.

Del mismo modo, entendemos el descontento de esta parte del alarde alternativo debido a que llevan años en la misma tesitura sin conseguir sus verdaderos objetivos de imposición de su bandera e ideología queriendo imponer un único Alarde. Aun cuando se respetan los derechos de todas las personas, hay quejas e insatisfacciones. Parece que se hace realidad la frase de “el problema es que no hay problema” y es por ello que los Alternativos tiene que organizar una irregularidad o trifulca para hacerse oír y ver. Incluso este mismo año, en el Alarde de Irún ha habido el conato de reventar la concordia cuando el Alarde Alternativo ha alargado deliberadamente su horario de desfile (hacía muchos años que no ocurrir esto) para alterar la llegada del Alarde Tradicional a la Plaza de San Juan al término de este por la tarde. No se ha conseguido nada gracias a la rápida actuación de las autoridades, pero la intención de interrupción y de alterar la tolerancia hasta ahora conseguida ha vuelto a hacer acto de presencia en Irún.

Por esta razón y por alguna otra más, el Alarde Alternativo es totalitario y no admite el derecho a la diferencia, a la diversidad, que tanto Irún como Hondarribia proclaman cuando reclaman el derecho a que una parte de la población (la mayoritaria) ejerza su derecho a cumplir tranquilamente con la tradición, y con los deseos y los votos hechos por sus antepasados.

Está claro que la verdadera cohesión vendrá el día en que se interiorice la necesidad de acatar la idea de que tienen que haber dos Alardes como única solución real y duradera a este problema que dura ya tantos años.

Para finalizar, recomendamos las apacibles e inteligentes palabras escritas por el señor Uriz en respuesta a este bochornoso escrito de Abotsanitz.

*adjuntamos el documento en formato pdf para que el lector aprecie el esfuerzo integrador y cohesionador del señor Uriz ante las palabras con voluntad de coerción engañosa y soterrada del grupo municipal Abotsanitz.

CITAS:

(1) https://www.academia.edu/124300423/REFLEXIONES_SOBRE_LOS_ALARDES_DE_IR%C3%9AN_Y_HONDARRIBIA_Una_mirada_cr%C3%ADtica

(2) https://vlex.es/vid/derechos-fundamentales-discriminacion-26667196

(3) https://vlex.es/vid/derechos-fundamentales-principio-igualdad-42926551

(4) https://www.diariovasco.com/20080704/local/bidasoa/supremo-sentencia-alarde-tradicional-200807041655.html

(5) https://elpais.com/diario/2007/02/08/paisvasco/1170967217_850215.html

(6) https://www.europapress.es/nacional/noticia-ts-rechaza-celebracion-alarde-tradicional-irun-guipuzcoa-vulnere-derecho-igualdad-20080704154214.html

(7) https://www.diariovasco.com/20080705/bidasoa/tribunal-supremo-reafirma-ilegalidad-20080705_amp.html

(8) https://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/04/espana/1215179774.html

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