Antxon Erostarbe
En lo que cierta prensa augura como un “viaje hacia el centro”, con la perspectiva de las nuevas elecciones por delante, y con la ambición de poner a Bildu lo mejor posicionado en la barra de salida, Arnaldo Otegi dio recientemente una charla en el Forum Euskadi. El tema es el modelo económico de Bildu. El auditorio empresarial, dada la escasa memoria histórica de la que solemos padecer, no podía captar la ironía de la propia situación. Recordemos que la experiencia de Arnaldo Otegi con el empresariado comienza en 1979, cuando, como miembro de ETApm, participó en el secuestro del director de fábrica de Michelín de Vitoria, Luis Abaitua (hijo del padre del mismo nombre que fue un dirigente del PNV alavés que los franquistas fusilaron en la guerra civil). Acción por la que cumplió su primera condena carcelaria.
Otra de las ironías con las que nos regaló esta intervención fue la elección de la persona que iba a presentar a Otegi, que fue Helena Franco, la Dipùtada de Hacienda y Finanzas de la Diputación de Gipuzkoa (2011-2015). Tendremos ocasión de adentrarnos en algunos aspectos de esta ironía al examinar las declaraciones de Otegi. Helena Franco presentó a Otegi proclamando que
“el capitalismo está agonizando, el planeta no resiste, es necesario, urgente, un nuevo modelo: El modelo de transición ecosocial. Para ello hacen falta liderazgos fuertes. Liderazgos Científicos, empresariales y políticos. Hay que redistribuir la riqueza, no puede darse lo que está ocurriendo en nuestro sistema”.
Debemos agradecer a Helena Franco esta claridad, que supone una auténtica declaración de principios. Es bueno hacer memoria de lo que Fidel Castro una vez le dijo al Lehendakari Juan José Ibarretxe: “ustedes ven el mundo desde Euskadi; nosotros vemos Cuba desde el mundo”. En coherencia con la visión globalizada de Castro, Bildu ve Euskadi desde el mundo. Nos anuncia las catástrofes globales del fin de la historia en la clave del Manifiesto de Marx: la agonía -infinita- del capitalismo y la cercana destrucción del planeta.
Tengamos en cuenta que los dirigentes de Bildu son partidarios de adaptar el “socialismo del siglo XXI” a las circunstancias de nuestro país. El “socialismo del siglo XXI”, para el que no lo sepa, es el constructo ideológico surgido en la Venezuela de Hugo Chavez y al que Otegi se refiere en algunas de sus intervenciones. Franco alude a un liderazgo “fuerte” y me surge la analogía de que este tipo de liderazgo ha producido en Venezuela los efectos que todos conocemos. Queramos o no en Euskadi vivimos en una sociedad avanzada con gran nivel de riqueza. Que enormes oportunidades de destrucción social se le ofrecen al tipo de liderazgo apuntado por Helena Franco.
Finalmente, Franco presenta a Otegi como “un hombre de paz y preocupado por la igualdad y la justicia”. Otegi, que fue militante de ETApm en plena transición democrática y además protagonista de tres procesos de paz (dos de ellos fallidos) es presentado como “hombre de paz” y eso no deja de ser otra ironía, que la tienen que sentir aquellos familiares de los que murieron en el camino, desde que, allá por los 90 del siglo XX, tomó la batuta de la Izquierda Abertzale. Por no hablar del proceso de paz del 2006. Otegi dejó pasar demasiadas oportunidades para la paz como para que lo califiquemos en función de ella. A continuación, veamos en que consiste su preocupación por “la igualdad y la justicia”.
Otegi señaló que “estamos ante grandes cambios motivados por la transición energética, la digitalización, la robotización y la transición demográfica. Y somos muy vulnerables ante ellos”. Después de este aserto irreprochable, Otegi descubre la vocación industrial de la I.A: “Queremos un país preminentemente industrial, y ojo estamos retrocediendo”. Aquí se nos juntan un deseo, compartido por todos, y la mención de una amenaza real. Pero, en el contexto de la historia de este país, tal afirmación queda ciertamente coja, pues omite una cuestión esencial: fue la propia sociedad vasca y el propio Gobierno Vasco -bajo la dirección de la política económica de Jon de Azua en los 80 y de los gobiernos del PNV-PSOE en los 90- los que tomaron la decisión arriesgada de que Euskadi persistiera en su vocación industrial. Riesgo acrecentado por la corresponsabilidad asumida en el Concierto Económico. Decisión que se ha demostrado de alto éxito ¿De dónde viene este adanismo de Otegi? En aquella época, la Izquierda Abertzale alentaba el secuestro, la extorsión, el asesinato de empresarios (Inasio Uria fue asesinado por ETA todavía en el 2008) y la espantada de capitales y de empresarios.
Asimismo dijo: “Estamos de acuerdo con el diagnóstico de Zedarriak, aunque no con sus propuestas”. Recordemos el informe de la agrupación empresarial Zedarriak que levantó cierta polémica con el Gobierno Vasco. Aquí Otegi al quedarse sólo con la parte crítica del informe, omite los aspectos de conformidad, que eran mayores y que concurrían en la bondad de la política industrial del Gobierno Vasco. Pero Otegi es congruente con su propia lógica, que es la de utilizar toda la munición posible en contra del PNV. Se pone el manto de Zedarriak solo para atizar a su enemigo.
Dijo Otegi: “Tenemos que fomentar el arraigo en nuestras empresas. Por eso es bueno que apoyemos a la PYME”. Resulta penoso que Otegi nos salga como defensor de la pequeña empresa, como contraponiéndola a la grande: ¿Es qué ignora que en Euskadi la gran empresa supone el 36% del empleo directo, y parte del empleo de la Pyme también depende de estas grandes? El nivel de ignorancia que presupone esta afirmación del líder del partido-alternativa al actual Gobierno Vasco le resta credibilidad. Si no entendemos la interconexión entre las realidades industriales ¿Cómo es posible proponer una política económica que realmente pueda impulsar a la industria? Pero es que, como veremos a continuación, a Otegi las políticas industriales y económicas se la traen al pairo. De lo que se trata es de tocar poder y los empresarios son otro caladero de votos al que hay que ofrecerle algo que suene bien, aunque vaya en contra de toda lógica industrial.
Continúa diciendo: “El modelo del PNV está agotado, así van la educación y la sanidad en nuestro país, cuesta abajo y sin freno”. Esta afirmación omite que fue el PNV el que consiguió que Osakidetza se haya considerado por parte de la población como una institución que otorga un gran servicio. Digamos que los problemas actuales de Osakidetza obedecen a esta etapa post-covid, que ha puesto la sanidad patas arriba de aquí a China. ¿O es que Otegi desconoce ese factor? En cuanto a la educación, dice que va cuesta abajo y sin frenos el líder que ha acordado con el PNV, el PSOE y con Podemos el Pacto Educativo. ¿Es qué, al poco tiempo, cuando se acercan las elecciones, está en contra de él?
Por último, Otegi plantea que “no tendremos TAV en 20 años, nos están diciendo que todo va bien pero no es verdad”. Aquí es fiel a la historia de la Izquierda Abertzale al presentarse en contra de una gran infraestructura, bajo la apariencia de estar a favor de la ecología. Una fidelidad cimentada en bombas y asesinatos de empresarios y trabajadores, incluso en el caso del TAV. Pues recordemos, otra vez, en este caso, el asesinato del empresario Inasio Uria por parte de ETA. ¿Cuáles son sus alternativas? Es ahí donde Otegi no dice nada.
Claro que Otegi y los suyos tienen alternativa. Claro que tienen modelo que oponen al capitalismo. Pero, en efecto, tal y como expone Antxon, Otegi de eso no dice nada. Es muy difícil argumentar que la explotación del trabajador cambiará de manos; del oligarca, al Estado. Eso sí, sin sindicatos ni ningún tipo de derecho de nada de nada. Un modelo donde la ecología pasa de ser un frente de lucha contra el capitalismo, a la algo absolutamente irrelevante. Un modelo donde los derechos de los ciudadanos, la diferencia ideológica, el libre pensamiento, o la libertad de expresión son reprimidos con cárcel o capos de reeducación. Lo más preocupante, es que cuando Otegi era miembro de una organización terrorista revolucionaria socialista que mataba, extorsionaba, … engañaban a mucha gente de bien. Pero ahora que ya no matan siguen engañando.
Buen artículo el del Diario Vasco que confirma lo que dice este:
Merece la pena recordar que, de acuerdo a varios estudios sobre el impacto del terrorismo de ETA contra el mundo de la empresa, sus consecuencias fueron desastrosas… En esos años se deslocalizaron centenares de empresas. Se estiman en más de 30.000 los puestos de trabajo que se perdieron (una gran parte de alto valor añadido), lo que supuso además una pérdida importante de población. Adicionalmente, y como consecuencia de toda la agresión que sufrieron los empresarios, en especial las empresas familiares, en estos momentos Euskadi ocupa los últimos lugares en los rankings de emprendimiento. Creo que éste es uno de los graves ‘nudos’ que tenemos, y que sería importante poder deshacer entre todos. Desde la sociedad civil tenemos que pedir que, en los diferentes ámbitos políticos, se pudiera trabajar en este campo, y que, además de establecer nuevas medidas que garanticen el arraigo y futuro de nuestras empresas, se trabaje para recuperar, al menos en parte, muchas de las que se fueron, y si es posible también una parte del capital humano ‘transterrado’.
https://www.diariovasco.com/opinion/luis-ramon-arrieta-durana-bildu-deslocalizacion-empresas-20230313071032-nt.html
El título significativo. «Bildu y la deslocalización de empresas».