Joseba Kortadi
2. El encuadre espacial principal del análisis de situación que se adopta en el documento político de EH Bildu, y se convierte en la dimensión esencial de la perspectiva estratégica, es el referente al colapso global-planetario [1.1-47], en un ‘lenguaje catastrofista’ que, según acusa Julen Zabalo, impregna toda la ponencia.
En consecuencia, el marco al que se recurre insistentemente en todos los apartados de la ponencia política se refiere a una crisis civilizatoria potencialmente devastadora, que estaría desencadenada por la fase globalizadora del capitalismo que ha impulsado el neoliberalismo y pone en cuestión la continuidad del sistema [7-8]. No falta la imagen dialéctica de la historia: estaríamos ante un tiempo de riesgos e incertidumbre, pero abierto a nuevas oportunidades para la izquierda. El ‘motor’ de la historia, que parecía paralizado, puede volver a reactivarse. La sola posibilidad del colapso global demuestra la necesidad de una alternativa de cambio radical social, económico y político [11], que jugaría a favor del resurgimiento de la izquierda en la que EHB se ubica. En la ponencia se plantea la opción dilemática entre transformación o colapso [69].
De ahí se derivarían los ‘retos colosales’ [70-71-80-134-138] ante los que debería ubicarse un proyecto soberanista a escala vasca, que fuera funcional ante esa misión de carácter global [70]. Siendo así, el proyecto político de la República Vasca adquiriría plena actualidad, pero lo haría en el marco de la crisis ‘colosal’ de la globalización capitalista [28-45]. En el eje propuesto para la década, que articularía el proceso de transición del autonomismo a la soberanía, el nuevo significante principal surge de la factoría Iratzar: ‘soberanismo del fin del mundo’ (Floren Aoiz). Ahora bien, ¿cómo se compagina ese soberanismo que se legitimaría por ser funcional a las exigencias de lo global con el ‘proceso popular autocentrado’ que reivindica reiteradamente a lo largo de la ponencia?
¿Cómo es posible que la fundamentación principal de la necesidad de la República Vasca haya de ser la demostración de su ‘funcionalidad’ ante una crisis global? La filosofía marxista plantea una visión histórica universalista, aunque no ignore que las luchas concretas en favor de una emancipación de carácter global se desenvuelven en condiciones y territorios particulares. De aquella filosofía no cabría esperar otra cosa que una contribución a activar las contradicciones locales desde una perspectiva global-sistémica. De ahí que una de sus leyes básicas sea que lo universal actúa a través de lo particular; y que, en el análisis y la determinación del programa de lucha a seguir, lo canónico habría de ser que se acentuaran especialmente las contradicciones concretas abiertas en el tiempo y espacio concretos, buscando aflorar en el seno de estas sus propios contenidos universales.
Es a partir de los contenidos universales de las luchas particulares, y de las relaciones formales -institucionalizadas o no- entre todas ellas, desde donde podría articularse la lucha solidaria global que se precisaría para conjuntar una alternativa de cambio sistémico. Gramsci -cuya perspectiva es visible en el interlineado del documento- precisaría que “es cierto que el desarrollo se cumple en la dirección del internacionalismo, pero el punto de partida es ‘nacional’ y es de aquí que es preciso partir. Pero la perspectiva es internacional y no puede menos que ser así”.
Puede parecer, sin embargo, que esta ponencia es incluso incapaz de captar los elementos de singularidad en la realidad vasca desde los que puede eclosionar esa alternativa global de cambio radical. El documento parece sometido a la consideración de que estamos en el ‘tiempo histórico de la crisis civilizatoria’ [69], con una Euskal Herria que está al albur del torbellino de una crisis [1.2], atizada por el orden injusto e insostenible que está impuesto por el neoliberalismo [11], y sin capacidad de posicionarse sobre el terreno. Puede entenderse que esa carencia marca la necesidad estratégica de elevarse a esa dimensión global del tiempo histórico para poder aprovechar la multiplicidad de posibilidades que se estarían abriendo para que la izquierda pudiera articular políticamente una crítica sistémica [9-10-70-95]. Es a esta remodelación discursiva de escala global a la que se engancharía un soberanismo vasco configurado a su servicio.
El análisis de los conflictos a escala nacional en el tiempo concreto lleva a EHB al desengaño, puesto que el impulso del ‘naziogintza’, que es el que habría de dotar de un marco de singularidad a las luchas, manifiesta trazas de un evidente cansancio e incapacidad [11-78], en un momento en el que a escala estatal el conflicto territorial también se ha atenuado [26]. Cuando la palanca nacional no funciona, ¿puede la amenaza global del ‘fin del mundo’ activar la reacción social? No obstante, aunque se mencione escasamente, no hay un descarte de la primera. El contexto en el que se plantea una posible recuperación del pulso nacional [22] hoy apagado no apela al sentido o la continuidad histórica nacional, sino a una soberanía a merced de la lógica global.
3. Gestión estratégica en tres tiempos. Ciertamente, el tiempo que vivimos es lineal. Pero, la ponencia muestra un tiempo que se proyecta en tres escalas de duración [3-135]. Hay una primera duración definida por el alcance de las luces largas que iluminarían un período de al menos 10 años. Una década que EH Bildu cree que, en términos históricos globales, puede ser decisiva [69]. En ella se juega la dicotomía entre transformación y colapso [69]. En el arco temporal que abarca la década en la que entramos, EHB se plantea la realización de un ejercicio estratégico de largo aliento que active procesos comunitarios [78-90] para afrontar los colosales desafíos sistémicos, aa los que se pretende dar respuesta en el marco de la propuesta ‘EH 2030, Merezi Duzun Herria’ [134]. A la vez, es la década de transito del autonomismo a la soberanía vasca [107], que estará enganchada a los desafíos globales [80] y habrá de mostrar su funcionalidad para enfrentarlos [70].
La duración temporal intermedia, se refiere a la línea política a seguir durante el periodo intercongresual, ciclo establecido en cuatro años. Este ‘tiempo medio’ habrá de ser un tiempo en el que se habría de confirmar un progreso en el escenario de ‘guerra de posiciones’ [84], durante el que se buscará el avance del bloque de la izquierda soberanista hacia una acumulación de poder y hegemonía social [135]. La clave será la crisis del Estado del 78, conflicto que habrá de impulsar el tránsito del autonomismo al soberanismo, y que solo cesará con la llegada a este último término de la soberanía [23-99-108], que se podría verificar en el escenario de más largo plazo (2030).
Y finalmente el escenario de corta duración apunta al afrontamiento de los procesos electorales de 2023-2024. En este ‘tiempo corto’ que se refiere a lo electoral inmediato, es claro que se buscará disputar el poder para lograr gobernar las principales instituciones vascas [135] e incidir en la crisis del régimen-78 [23-99-115-117] afianzando (ante la expectativa de una posición institucional mejorada) la capacidad de influencia de la alianza de las fuerzas soberanistas de izquierda [24], sin olvidar que en este ‘corto’ habrán de activarse también las líneas de desarrollo más lento correspondientes a las periodizaciones media (a 2025) y larga (a 2030).
Igual el nerviosismo del PNV y Urkullu es que se están encontrando con hijos e hijas de familias cercanas en los jaleos nocturnos y las cortinas de humo ya no tapan tanto cinismo.
Hoy Teleberri/Pnv tenía un problema para explicar que los datos del Paro en Euskadi eran por diferencia los peores del estado.
Y han recurrido a todo un clásico de la política española sobre todo en PPVox
Sacar a Erkoreka y Aitor Esteban a ladrar contra ArnaldoOtegi
Así estamos
JELen agur
Tal y como decía aquella…en el desalojo del gaztetxe de Iruña, de la Rochapea, 6 policías heridos y muchos detenidos….como en los botellones.
Parecen existir muchos paralelismos.
Otegi dirá que la culpa la tiene tambien el neoliberalismo. Y no cabe duda. Se ha asesinado, robado, secuestrado, acosado, amedrentado en Euskadi por culpa del neoliberalismo.
En cierto modo, desde su perspectiva, es cierto.
Los MLNVeros tenéis a los de ETA como semidioses, como los aztecas le tenían a Hernán Cortes.
Por eso les aceptáis cualquier patraña sin análisis, sin vergüenza y sin discusión.
El criminal no debe andar dando lecciones éticas.
-Enfangar el debate
-Mentir
-Esconder las carencias propias creando polémicas artificiales
-Contentar a sectores ultras con discursos autoritarios
-Arremeter contra quienes cuestionan resolver nuevos problemas con viejas recetas
Puede parecer Trump, y lo parece, pero es el PNV…
Aitor Esteban: «Este pueblo ya sabe quién es Urkullu y quién Otegi, quién es una persona de buenas costumbres y quién no»
– Un lenguaje que se utilizaba en el franquismo con aquello de los «guardianes de las buenas costumbres»…
Pero que bien habla Aitor Esteban en el Congreso español…
– Las «costumbres» del PNV,dios,el dinero y la patrimonialización del BaZque Country dando la espalda al resto de Euskal Herria,comodos con las puertas giratorias del reino de España.
JELen agur
Verías cosas:
-Otegi es un criminal que ha pagado por ello, sin arrepentimiento claro.
-Ninguna persona decente en su situación iría dando clases de ética.
-Plantea un problema pero no aporta ninguna solución
-Pero como le conocemos al ultra éste, sabemos que su solución es tan antigua como la que plantea como problema y ademas resueltamente ineficaz.
-No todo lo que se decía en el franquismo era incorrecto. Aunque lo correcto fuera de contexto es incorrecto.
-Aitor Esteban habla bien aunque lo que diga moleste a los dictadorzuelos que campan por nuestra tierra.
-En Euskadi, los ultras en este momento están situados precisamente con Otegi.
-Hasta Trump ha hecho cosas positivas que los americanos le reconocen. El MLNV ni eso.
Así que ni lecciones, ni consejos, ni advertencias. Los boltxes se tienen que espabilar si quieren dar la vuelta a la tortilla como pretenden. Los vascos no podemos permitirlo por el bien de nuestro pueblo.
El servicio retira en dos meses 98 camiones de piedras de Ondarreta
Un informe sobre lo que va de verano destaca que los escombros cada año afloran más tarde, son más pequeños y se recogen con más arena adherida
( Diario Vasco )
Cuando gobernaba HiriBizia en Donostia las piedras de Ondarreta eran por su culpa.
6 años después siguen saliendo piedras en Ondarreta pero la culpa y responsabilidad ya no es de quién gobierna en Donostia(Pnv).
Será por los regalos del Pnv al panfletillo??
Cosas del cortijo
Chi sera sera…